sábado, marzo 20, 2021

Desde Cuba sobre Luis Silva actor de ¨Vivir del cuento¨: El bloqueo 'interno sobre todo' es un obstáculo para el desarrollo de Cuba le respondió Luis Silva al ministro Rodrigo Malmierca

 AmericaTeVeCanal41

Mar 23, 2021

Millennials del clan Castro viven a todo lujo en Cuba


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Tomado de https://diariodecuba.com/

El bloqueo 'interno sobre todo' es un obstáculo para el desarrollo de Cuba, responde Luis Silva a Rodrigo Malmierca

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El humorista critica las trabas de la Aduana para que los cubanos ingresen productos necesarios en el país.

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El actor cubano Luis Silva y el ministro Rodrigo Malmierca. FACEBOOK/SILVA Y EFE

DDC

La Habana

19 marzo 2021

El actor y humorista Luis Silva respondió a Rodrigo Malmierca, ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera (MINCEX), que son "dos bloqueos" los que sufre Cuba: el de Estados Unidos y el interno.  

"Los dos bloqueos. Aclárenlo. El interno sobre todo, que jode como loco. Yo, que he viajado a EEUU, le informo al que no lo sabe que usted puede traer lo que le dé la gana desde allí. Puedo mandar, si quisiera, un contenedor de paquetes de café, o de pomitos con especias, de latas de pintura, etc. Ni (Joe) Biden, ni Donald Trump, ni el Pentágono, ni el Departamento del Tesoro, se meten en eso", dijo Silva en los comentarios de una noticia del medio oficialista Cubadebate en Facebook.

Malmierca reiteró la habitual excusa del régimen cubano de que el embargo de EEUU frena el desarrollo de Cuba en la Cuarta Reunión del Foro de los países de América Latina y el Caribe sobre Desarrollo Sostenible, organizada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

"Esta política constituye el principal obstáculo para el desarrollo de nuestro país, y una violación flagrante, masiva y sistemática de los derechos humanos del pueblo cubano", dijo el ministro.

Silva insistió en que "el ciudadano cubano puede sacar de EEUU lo que le dé la gana". "¿Quién no permite que tú entres lo que te dé la gana? ¿Quién limita la cantidad de café, de comida, de piezas de autos (que no hay en ningún lado y que aquí no se fabrican), que puedes entrar? ¿Es el bloqueo? No. Es la Aduana cubana, que responde al Gobierno cubano", afirmó. 

"Sé que todos los países controlan los productos que entran porque deben cuidar su economía. Pero tú no puedes controlar lo que no tienes. Deja que el que viaje traiga 1.000 paquetes de café y cóbrales un impuesto en divisas, y ya. Si lo quiere vender, que lo venda. Y habrá menos matazones para comprar café, por poner un ejemplo", concluyó.

Luis Silva, quien interpreta a Pánfilo en el popular programa humorístico Vivir del cuento, fue respaldado por cientos de cubanos. "Gracias por luchar por tus cubanos" y "solo la verdad has dicho, hay muchas cosas por modificar para que este pueblo sufra menos", señalaron algunos usuarios. 

Por su parte, otros cubanos cuestionaron "qué hace Cuba en una cumbre de desarrollo sostenible, deberían de echarlos por cínicos y mentirosos" y "¿de qué desarrollo va hablar Cuba si la economía es un fracaso, tienen al pueblo en la miseria, no más mentiras que en Cuba lo que hay es hambre y destrucción". 

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Otaola: ¿Y el bloqueo? EEUU aclara que está permitida la exportación de alimentos y medicinas a Cuba


Un ejemplo que muestra que desde hace décadas se puede exportar  comercialmente alimentos y medicinas de EE.UU. para Cuba:


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Tomado de https://www.cubaencuentro.com/

Todo lo que me dijeron del bloqueo no es verdad

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El verdadero bloqueo es el bloqueo interno

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Por Frank Calzón

Arlington (Virginia)

30/10/2020

No se puede entender lo que ha sucedido en Cuba, incluyendo lo que los gobernantes cubanos llaman “el criminal bloqueo norteamericano”, si se excluye del análisis la trayectoria histórica y los discursos de Fidel Castro.

Lamentablemente, muchos de sus críticos y admiradores no conocen, o se han olvidado, de esa parte de la historia. El régimen cubano, siguiendo el modelo soviético, ha reescrito la historia con regularidad. Un ejemplo es la alteración de las fotos tomadas en la Sierra Maestra con el fin de borrar a los que más tarde se opusieron a la transformación de la gesta revolucionaria en una dictadura marxista.

Recientemente el presidente Miguel Díaz-Canel volvió a culpar al supuesto bloqueo por las carencias que sufren los cubanos; lo denunció como un ataque criminal que se prolonga ya por más de 58 años. ¿Qué hay de cierto en todo eso? Recurramos al pensamiento del Comandante-en-Jefe.

Más de quince años después de la victoria revolucionaria, y casi tantos después de que Washington impusiese sanciones económicas debido a la confiscación de centrales azucareros, bancos, industrias y empresas norteamericanos, Fidel Castro dijo lo siguiente en el Primer Congreso del Partido Comunista en diciembre de 1975:

“Al principio [los Estados Unidos] bastante que fastidiaron con sus cancelaciones… pero cuando ya por suerte, no dependemos de ellos para nada, ni en el comercio, ni en los abastecimientos, ni en nada, si ya salimos victoriosos, ahora después de la victoria, ¿con qué nos pueden amenazar? ¿Con cancelar qué cosa?

Diez años después en la revista Playboy (abril 1985), en una entrevista que causó gran revuelo, Fidel explicaba: “Los Estados Unidos tienen menos y menos cosas que ofrecer a Cuba. Si pudiésemos exportar nuestros productos a los Estados Unidos, tendríamos que comenzar a hacer planes para nuevas líneas de producción… porque todo lo que producimos ahora y todo lo que vamos a producir en los próximos cinco años ya ha sido vendido a otros mercados. Deberíamos privar a otros países socialistas de esos productos para venderlos a Estados Unidos. Pero los países socialistas nos pagan precios mucho mejores y tienen relaciones mucho mejores con nosotros que las que tenemos con los Estados Unidos. Hay un dicho popular que dice: ‘No cambies una vaca por una chiva’”.

La vaca a la que se refería en el discurso no era su querida vaca “Ubre Blanca”, era la Unión Soviética que, como sentenció él en el Tercer Congreso del Partido en febrero de 1986, “por su condición de primer país socialista, por su enorme potencial económico, su fuerza militar indudable, y su fidelidad a los principios del marxismo-leninismo y el internacionalismo proletario, es parte decisiva de las fuerzas históricas contemporáneas”.

Es decir que su optimismo sobre la Unión Soviética y el fracaso del bloqueo económico de Washington, en el discurso ya citado del Primer Congreso del Partido, continuaba vigente, once años más tarde. Lo había asegurado el Líder Máximo: “Con la solidez de la Revolución, con el desarrollo de nuestras relaciones con todo el mundo, con nuestros sólidos vínculos con el CAME y con la Unión Soviética garantizando en este país el combustible, garantizando el trigo, los alimentos, los equipos, las inversiones industriales, ¿con qué nos pueden amenazar los imperialistas?”

Y, ¿qué pensaba Fidel de Estados Unidos, la chiva imperialista? Pensaba que “la bancarrota de la economía capitalista ha confirmado lo inexorable de las predicciones de Carlos Marx, y contrasta con el creciente, vigoroso progreso de los países que, agrupados en la comunidad socialista del CAME, tienen en el sólido desarrollo de la Unión Soviética su puesto fundamental de apoyo”.

Y, para que todos entendieran, años más tarde, en un discurso frente a la Sección de Intereses de Estados Unidos en el Malecón habanero, proclamaba: “Cuba no comprará ni una aspirina, ni un grano de arroz… Han puesto un montón de restricciones, (en la decisión de Washington que permitió la venta de alimentos y medicinas) que la hacen humillante para el país, pero además la hacen imposible en la práctica”.

La humillación y el montón de restricciones a que se refería Fidel era que se exigía a Cuba pagar por adelantado y en efectivo sus compras. En otras palabras, el importe de la mercancía por delante antes de que el barco saliera de un puerto norteamericano.

Las restricciones demostraron ser providenciales, porque Cuba dejó de pagarle a sus acreedores. Todavía hoy, a pesar de varias reestructuraciones de la deuda y de los muchos millones de dólares que esos países han perdonado, estos se encuentran en una larga cola esperando por los pagos prometidos por el régimen. Mientras otros esperan, los Estados Unidos continúan vendiendo sus productos a la isla, incluyendo pollos congelados mediante una política de “cash and carry”.

Cuba importa la mayor parte de los alimentos que consume a pesar de la feracidad de su suelo, su clima tropical y un mar repleto de mariscos y pescado que la rodea. El verdadero bloqueo es el bloqueo interno. Ese bloqueo es la causa de campesinos presos por vender directamente a otros cubanos sus pollos, su arroz, sus frijoles y otros productos que cosechan con el sudor de su frente.

Frank Calzón es un politólogo cubano.

© cubaencuentro.com

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Nota del Bloguista de Baracutey Cubano

Según el economista y comunista Oscar Pino Santos en su  librito La penetración del Imperialismo norteamericano en la economía cubana, escrito en 1957, el 25 % de los alimentos que consumían los cubanos, siendo Cuba un país agrícola,  eran importados. Lo que no dice ese economista comunista que murió en el 2005 trabajando en el Consejo de Estado es que esa importación se debía en gran parte no por  ineficiencia económica del país, como ocurre desde hace casi 60 años,  sino por distintas razones; veamos algunas: 

1) Resultaba mucho más barato comprar, por ejemplo,  el arroz en los EE.UU., en los Estados de la cuenca del Mississipi, que cultivarlos en Cuba; con otros cultivos sucedía lo mismo. Por cierto: Cuba en el año  1958 fue el  tercer productor de arroz de America Latina y produjo 256,000 toneladas métricas de arroz ya molinado. El arroz  representó  en ese año el 6.6%  de la riqueza nacional  y tenía 162,000 hectáreas dedicadas a este cultivo . El consumo de arroz per cápita del cubano era de 110 libras/año.  Esas cifras se obtuvieron después del plan de diversificación de la economía cubana  comenzada por el Presidente Carlos Prío Socarrás y continuada e impulsada por el gobierno de Fulgencio Batista y Zaldivar, la cual se llevó a cabo pese a las medidas  que tomó el gobierno norteamericano en contra del gobierno de Batista como consecuencia  de la labor de los lobbystas o cabilderos de las industrias norteamericanas afectadas que residían en territorio norteamericano, entre las que se encontraban  los productores de arroz  de la cuenca del Mississippi. Para profundizar  sobre estas medidas adjunto un artículo de mi autoría y para conocer más logros de la economía cubana preCastrista pueden hacer click AQUÍ.

Tengo la opinión que el no haber comprado arroz  durante una década a EE.UU.  fue  una estrategia  de la tiranía Castrista para que los productores de arroz de EE.UU.  cabildearan en el Congreso de los EE.UU. para que se levantara, sin las condiciones presentes en la Ley Helms-Burton,  el Embargo norteamericano contra la tiranía Castrista  y  con ello ciertos  círculos financieros norteamericanos le hiciera préstamos financieros a la dictadura Castrista, parte de los cuales se utilizarían para ampliar y modernizar sus organismos de represión política; préstamos que finalmente el pueblo norteamericano  pagaría, pues la tiranía es un relevante no pagador de sus deudas  y eso lo saben el Club de París, la extinta Unión Soviética y los demás países de Europa del este, Japón, etc.  Veamos como fue el comercio entre Cuba y EE.UU. en años recientes.

2) Era más barato comprar en EE.UU. la manteca de cerdo, la cual apenas se consume en los EE.UU.pero que era entonces de consumo tradicional en Cuba, que producirla en Cuba o producir aceites vegetales.

3)  En Cuba se intentó  por los años 20s y 30s cultivar trigo, sobre todo en las provincias centrales, pero no dió resultado, luego la harina de trigo, fundamental para hacer panes, galletas, confitería, etc., se tenía que comprar en el exterior cubano  y así otros productos que eran de consumo tradicional del cubano. 

4) Finalmente, los cubanos  estábamos acostumbrados a consumir bacalao de Noruega, tasajo uruguayo (en Cuba estaba prohibida la matanza de ganado caballar),  al igual que la mantequilla holandesa, quesos franceses y suizos, turrones, jamones y vinos  españoles, peras, manzanas, melocotones, albaricoques enlatados de EE.UU., calamares y sardinas españolas, etc. .En resumen:  Los cubanos éramos un poco sibaritas  dentro del alcanze que tenían nuestros bolsillos y nos gustaba darle gusto al paladar, aunque los alimentos y bebidas fueran exóticos. 

En el mencionado librito y en el  Cuadro No. 20 se muestra el consumo doméstico, producción nacional e importaciones de los principales productos alimenticios en el período 1954-1956 donde se observa que la cantidad y el valor (en porcientos) del consumo doméstico de producción nacional fueron el 81% y el 71% respectivamente, mientras que la cantidad y el valor del consumo doméstico de importación fueron 19% y 29% respectivamente. En ese cuadro, cuya relación de alimentos bien serviría como ejemplo objetivo de cual era la canasta básica del cubano promedio de aquellos tiempos, muestra datos interesantísimos como el hecho de que el 98% de la cantidad y el 92% del valor de los productos lácteos consumidos por la población cubana era de producción nacional.

Por cierto, Oscar Pino Santos pese a la gran ineficiencia  económica que él ayudo a crear después del 1 de enero de 1959, no tengo conocimiento de  que hubiera escrito o dicho públicamente críticas a la ineficiencia endémica y sistémica del período revolucionario. Quizás por eso, poco antes de morir, se le otorgó el Premio Anual  correspondiente a las Ciencias Sociales. Aclaro que en Cuba antes de que muriera Oscar Pino Santos, yo entregué a la revista Vitral de la Diócesis de Pinar del Río, un artículo donde tocaba estos temas relacionados con Pino Santos y su librito La penetración del Imperialismo norteamericano en la economía cubana. No se publicó ¿?.

En la tabla No. 23 se puede observar  como los porcientos de las importaciones de  los Bienes  de consumo  No Duraderos  van disminuyendo entre 1912 y 1957, lo cual se explica  por el incremento  en los porcientos de las importaciones  de Materias primas y envases;  sobre todo a partir del año 1927 en que el Presidente Gerardo Machado y Morales  introdujo una  nueva Ley  Arancelaria que   de manera significativa impulsó la creación y desarrollo de  industrias nacionales; en particular  aquellas industrias relativas al aseo personal y de  la higiene en general.


Las tablas anteriores fueron  tomadas del libro del comunista y castrista Oscar Pino Santos:

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Tomado de http://www.lanuevanacion.com

NO ES EL EMBARGO

Por José Azel *
julio de 2015

In Memoriam Joachim de Posada

El uso de sanciones económicas como herramienta de política exterior no es nuevo. En 431 AC Pericles expulsó del mercado y puertos atenienses a los megarianos ayudando a incitar las guerras del Peloponeso. Hoy, las sanciones económicas están en el centro de las negociaciones con Irán y Cuba. Además, muchos malinterpretan su utilización e impacto tanto en las naciones que sancionan como en las sancionadas. Veamos el caso de Cuba.

Las sanciones económicas de EEUU contra Cuba fueron promulgadas por primera vez en 1961 cuando el Presidente John F. Kennedy aprobó una orden ejecutiva en respuesta a la expropiación sin compensación de propiedades americanas por el gobierno cubano. Casi seis décadas después, el asunto sigue pendiente y ese tópico domina la retórica alrededor de las relaciones EEUU-Cuba. El gobierno cubano y sus simpatizantes utilizan la falacia del término “bloqueo” para atribuir determinada perversión a esa política y culparla por los fracasos económicos del régimen.

Otros arguyen, válidamente, que el embargo ha fracasado en cambiar el rumbo o la naturaleza del gobierno cubano. Cierto, pero también es necesario señalar que la alternativa política de vínculos con ese gobierno cubano, seguida por la comunidad internacional, también ha fallado en cambiar la naturaleza de ese régimen.

Actualmente más de 190 naciones se involucran económica y políticamente con Cuba mientras Estados Unidos permanece solitario manteniendo sanciones económicas. Si el embargo se considera un fracaso cambiando la naturaleza del gobierno cubano, hay 190 casos de fracaso de la alternativa política de compromiso. Por preponderancia de la evidencia (190 a 1) está claro que los vínculos con el régimen también ha resultado un lúgubre fracaso.

En 1961 el Presidente Kennedy envió un razonable mensaje a la comunidad internacional: los gobiernos que decidieran expropiar propiedades de ciudadanos estadounidenses deberían compensarlos. Los que decidieran simplemente robar propiedades norteamericanas deberían esperar represalias del gobierno de EEUU. Ese mensaje mantiene validez hoy como expresión del deber de un gobierno de proteger los derechos de propiedad de sus ciudadanos en países donde el Estado de Derecho no predomina.

Siguiendo el consejo del propagandista nazi Joseph Goebbels, de que “si dices una mentira suficientemente grande y te mantienes repitiéndola, el pueblo finalmente llegará a creerla”, el régimen cubano ha promovido incesantemente la falacia de que el embargo de EEUU es responsable del pésimo estado de la economía cubana. Pero no es el embargo el que ha pauperizado al pueblo cubano. El colapso de la economía cubana puede rastrearse claramente hasta su economía colectivista y la abolición de los derechos de propiedad. Ese experimento colectivista resultó en una injusta sociedad económicamente quebrada, caracterizada por un enorme sistema represivo y un gobierno con ilimitado poder sobre sus ciudadanos.

¿Qué tiene que ver el embargo con que el gobierno cubano permita libertades económicas y políticas en Cuba? Permitir libertades económicas y políticas en Cuba es potestad absoluta del gobierno cubano. De ninguna manera lo impide la política de EEUU. Las pésimas condiciones sociopolíticas y económicas cubanas son resultado directo de las fracasadas políticas del gobierno cubano, no de supuestas políticas fallidas del gobierno de EEUU.

Ningún esfuerzo diplomático que busca concesiones de un oponente puede triunfar si una de las partes decide entregar incondicionalmente todas sus fichas de negociación, como está haciendo la administración del Presidente Obama. El abandono de las posiciones negociadoras propias no es base lógica para un compromiso constructivo. Insistir en concesiones legítimas, como el respeto a los derechos humanos, no es una debilidad moral o práctica.

El buque insignia de la política EEUU-Cuba debería ser el honorable esfuerzo –por baldío que resulte– de promover libertades civiles y derechos políticos en Cuba. Que no podamos influir efectivamente en ese proceso no significa que debamos abandonar unilateralmente posiciones concebidas para inducir conductas democráticas. El compromiso diplomático con adversarios raramente triunfa apelando únicamente a principios más elevados de ese adversario.

En negociaciones, cuando una concesión incondicional se recibe, el receptor la toma y avanza a la siguiente demanda. Eso es precisamente lo que ha hecho el gobierno de Castro, y la administración Obama parece acatar. EEUU se sienta ahora con las manos vacías en la mesa de negociaciones, y seguramente también se levantará con las manos vacías.
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* José Azel es investigador asociado del Instituto de Estudios Cubanos y Cubano-Americanos de la Universidad de Miami.

BODEGAS Y FRUTERIAS EN CUBA ANTES DEL TRIUNFO DE LA ROBOLUCIÓN
















Vendiendo viandas cubanas




Observen el espacio en la carretera reservado para  parquear las carretillas o carretones  para vender




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Una vez más sobre el «bloqueo»

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Toda la propaganda contra el embargo/bloqueo ha estado determinada por las circunstancias internas del régimen castrista
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Por Waldo Acebo Meireles
Miami
09/09/2019 
“Y así, muchas veces se le echaba toda la culpa
al imperialismo y se le echaba toda la culpa
al bloqueo imperialista.”
Fidel Castro (31 de octubre de 1964)

Hace  casi una treintena de años, en uno de los espaciosos corredores del vetusto y algo deteriorado, pero aún hermoso Palacio Aldama, donde radicaba, aun radica, el Instituto de Historia de Cuba, se me acercó una amiga y me hizo una proposición. Después de oírla comencé a pensar que no era tal amiga sino quizás una provocadora, pues su propuesta consistía en integrarme a un nuevo departamento que se dedicaría a estudiar el pensamiento de Fidel Castro. Se lo agradecí del modo más humilde que pude y le di una complicada explicación para rehusar, le dije, “el honor que me ofrecía”.

No podía imaginarme en aquellos momentos, ni mucho después, que yo me propondría hacer un estudio, aunque muy limitado y concreto, de temas claves de ese pensamiento para lo cual he tenido que hurgar en un gran número de los discursos maratónicos del tirano. ¿Qué me llevó a semejante sacrificio, y que tema escogí?

La respuesta es este trabajo, porque desde hace mucho tiempo he tenido el criterio de que toda la propaganda contra el embargo/bloqueo ha estado determinada por las circunstancias internas y no por el embargo/bloqueo en sí mismo, por las etapas críticas no derivadas de ese fenómeno sino por los problemas económicos propios del sistema[1], y por tanto el “bloqueo” fue y es utilizado como una herramienta propagandística con una relativa efectividad interna.

Esa fue mi hipótesis de partida en la investigación que me propuse. Para ello, al no tener acceso a la prensa diaria de todos esos años, decidí que una fuente de información más que equivalente, determinante, serían los discursos de la cabeza rectora del sistema impuesto en Cuba[2] y a partir de una tabulación del uso del término “bloqueo” realicé un análisis diacrónico de su utilización.

El análisis estadístico de los resultados me llevó a considerar dos categorías; la frecuencia es decir la cantidad de discursos en que el término “bloqueo” aparece en relación a la totalidad de los discursos para un determinado período de tiempo, que aparece expresada en por cientos, y la intensidad, criterio empleado para determinar el número de veces que el término es empleado en la totalidad de discursos de un período y su relación con ese total, es decir su promedio, expresado como un índice.

En la tabulación el término “bloqueo” solo fue considerado cuando hacía referencia a Cuba y no a otros países como, por ejemplo: URSS, Corea, China, Panamá, Nicaragua, etc. La “población”, estadísticamente hablando, fue idéntica a la muestra: un total de 839 discursos, de ellos 182, un 22 %, corresponden a realizados fuera del territorio cubano[3]. Los discursos analizados cubren desde el primer discurso del 4 de febrero de 1962 —al día siguiente de establecido el “bloqueo”— hasta el último discurso de fecha 26 de julio de 2006, y solo se consideró en los resultados los realizados en Cuba ya que eran los que estaban dirigidos a influir en la opinión de los cubanos.

Como datos de interés, ya que, como hemos mencionado, los discursos fuera de Cuba no fueron considerados para llegar a los resultados que demostrarán o negarán mi hipótesis, daremos a continuación algunos de los resultados sobre esos discursos en el extranjero[4]:

El país donde Fidel Castro hizo más discursos fue Chile, con 27 —de ellos 25 en la primera visita que se extendió por poco más de dos semanas— y que algunos consideran maliciosamente que ello contribuyó a que se acelerara el golpe de Estado contra Allende;
El segundo fue la URSS con 22 en 6 visitas;
Y el tercer lugar lo comparten Brasil y Guinea con 9 cada uno.
Pasemos a lo fundamental, analicemos los datos:
El primer período y el segundo podemos decir que fueron los años felices, se inicia el “bloqueo” pero el régimen compra autobuses en Inglaterra y España; camiones en España y Francia y en esta última puede adquirir equipos y tractores pesados, y en Canadá se obtienen sementales y ganado de razas puras, lo que irá generando así una deuda externa cuantiosa. En enero de 1977 se produce la primera reunión del CAME en La Habana, en la que se garantizaba el mercado para el azúcar y otros productos cubanos y la adquisición de maquinaria y plantas industriales, obsoletas e ineficientes pero compradas con préstamos a muy bajo interés, y lo que era fundamental: petróleo.

Castro decía entonces cosas como estas:

La batalla contra el imperialismo la estamos ganando; su bloqueo económico está hecho polvo; sus intentos de arruinar nuestra economía se traducen en una economía que empieza a crecer seriamente, se traducen en una economía que avanza.” [19 de abril de 1965]

Es posible que si nosotros no hubiéramos tenido ese bloqueo imperialista, no hubiéramos estado haciendo hoy las cosas que estamos haciendo”. [27 de julio de 1967]

…están ya en vísperas de ver un bloqueo hecho trizas!… El bloqueo ya nos da ganas de reír.” [2 de enero de 1969]

Si el bloqueo se prolonga 10 años no importa, si el bloqueo se prolonga 50 años no importa, no importa”. [24 de diciembre de 1977]

Eran los años de los Cordones de La Habana; los planes arroceros, de naranjas, etc.; las Escuelas en el Campo; la creación de una raza de ganado única en el mundo; la flota pesquera con los barcos más grandes y modernos del planeta y demás proyectos faraónicos y destinados al más rotundo fracaso.

Pero ya para los años 80 el peso de la deuda externa es considerable y ha puesto en tensión las pocas capacidades productivas del país; en 1985 se inicia la desgastante campaña contra la deuda externa que se presenta como una defensa de los pueblos latinoamericanos que se han hundido en las deudas generadas por los gobiernos corruptos aupados por el imperialismo yanqui. Entre julio y setiembre se efectúan una decena de reuniones con diferentes representantes y en ocasiones con grupos que no representan nada ni a nadie, pero Castro les endilga en esos meses cuatro largos discursos[5] proponiendo fórmulas para que las potencias capitalistas condonen las deudas impagables, pero nada de eso ocurrió.

En abril de 1989 Mijail Gorvachov visita La Habana, y es recibido diplomáticamente pero ya la fisura se comienza a abrir, se han prohibido las publicaciones soviéticas que los cubanos buscan y se arrebatan como pan caliente, la glasnost y la perestroika no encajan de ninguna forma en el pensamiento autocrático que rige en Cuba, Castro lo deja bien claro:

“…están diciendo tantas cosas malas de él (del socialismo); los mismos socialistas están diciendo tantas cosas, que pareciera que todo lo que han hecho fue una basura completa. No lo creo, ni tampoco entiendo bien por qué lo dicen. Yo no pienso así, realmente, estoy muy lejos de pensar así…”. [30 de noviembre de 1989]

El 9 de noviembre había caído el Muro de Berlín; en el discurso del 7 de diciembre de ese año, el dictador lanzará la nueva consigna que sustituirá al Patria o Muerte, ahora será ¡Socialismo o Muerte!

Veamos más claramente en una gráfica como toda esta nueva e inesperada situación se reflejará en el uso del tema del “bloqueo”:
A esta nueva etapa Fidel Castro le pondrá nombre en el discurso del 7 de marzo de 1990 quedando bautizada como “período especial en tiempo de paz” pero comúnmente se recortará tan largo patronímico. El momento máximo de inflexión se alcanzará en el discurso del 25 de noviembre de 1994, el primero que hace después del “maleconazo” en el que se refiere al “bloqueo” ¡34 veces!, (al año siguiente en un discurso con fecha 6 de agosto lo hará 19 veces). Por otra parte, el total de discursos de esa etapa casi alcanza el de los años 62-69 cuando engañaba constantemente al pueblo con planes irrealizables con los que se obtendrían grandes logros en muy pocos años.

Resulta de interés ver como se comportó esa década fatal de los años 90:
Se evidencia que, a lo largo de toda la década, año tras año, tanto el índice de intensidad como el % de frecuencia se mantuvieron muy por encima de lo que se reflejó en las etapas anteriores, fue una constante el tema del “bloqueo” en este período.

Al resultar que las intervenciones de Castro en el extranjero en esta etapa representaron una anomalía estadística en el conjunto de los discursos fuera de Cuba decidimos incluir la siguiente tabla, aunque con ello nos alejamos del objetivo central de este trabajo:
Evidentemente los resultados de la totalidad de discursos lo acercan a los resultados de la etapa 1970-1979 la cual se caracterizó como de poca incidencia del término “bloqueo” pero la etapa 1990-1999 rompe por completo ese esquema de los discursos dirigidos a extranjeros, en esta etapa efectuó discursos en 21 países más la ONU. Nos detenemos en este aspecto ya que esas intervenciones en el extranjero afectan los datos para los años 1990-1999, por ejemplo, en 1995 de los 21 países señalados más arriba Castro fue a seis más la ONU y efectuó 12 discursos y en 8 de ellos se refirió al “bloqueo” y lo hizo 58 veces en esos discursos para un índice de intensidad de 4.462.

También cabe notar que la cifra de 21 países representa casi la mitad del total de países donde efectuó por lo menos un discurso, lo que nos puede indicar que esas visitas estuvieron relacionadas de alguna forma con la búsqueda de soluciones a la situación económica de Cuba y esos discursos no tuvieron simplemente fines propagandísticos o ideológicos.

El 19 de mayo de 1998 en un discurso pronunciado en la Sesión Conmemorativa del 50 Aniversario de la creación del Sistema Multilateral de Comercio, efectuada en el Palacio de las Naciones, Ginebra, Suiza, mencionará por primera vez lo que le ha costado a Cuba el “bloqueo”: 60 mil millones de dólares. Hay una referencia anterior, pero menos concreta, cuando el 17 de julio de 1968 señaló: “con los cientos de millones de pesos que nos han obligado a gastar de más al tener que adquirir los artículos en diversos mercados, transportarlos desde distancias mayores, tener que comprar en condiciones difíciles”.

La nostalgia por los tiempos pasados queda plasmada aquí:

Si nosotros tuviéramos el petróleo, el gas, las materias primas, los recursos enormes que ya había acumulado ese país, que hasta había llegado al espacio, que había alcanzado adelantos fabulosos en la tecnología, en las investigaciones, aquí no habría que hablar de ningún período especial ni cosa que se pareciera, y podríamos estar muertos de risa del bloqueo famoso que se ha mencionado tanto, simplemente utilizando de manera adecuada esos recursos…” [28 de noviembre de 1997]

Como Hugo Chávez entró en la escena en 1999 el período siguiente marcó un retorno relativo a la normalidad antes del “periodo especial”, ya para 2004 el índice de intensidad en el uso del término bloqueo solo alcanza 0,857 mientras que en 1994 alcanzó un tope de 5.450. A pesar de la “fraterna ayuda de los hermanos venezolanos” que casi llevan a crear una nueva nación “Cubazuela”, el 30 de marzo del 2002 Castro señalaba: “Aun en período especial, bajo el bloqueo”. En realidad, nadie en Cuba todavía puede decir si el “período especial” terminó, o no, pero la información, los relatos y las imágenes que recibo me llevan a concluir que no, que no ha terminado.

Considero que mi hipótesis de que toda la propaganda contra el embargo/bloqueo ha estado determinada por las circunstancias internas del régimen castrista, ha quedado validada con suficientes datos de la fuente principal de propaganda: “el máximo líder”, pero es casi seguro que habrá algunos que no estén de acuerdo, eso siempre pasa.

NOTA: Desde el pueblo de Cambre, en la Coruña, Antonio Arencibia revisó la primera versión de este trabajo y me hizo varias sugerencias que acepté con agradecimientos.

[1] Siempre me llamó la atención que esperaran hasta 16 de agosto de 1991 para presentar en la ONU la solicitud de incorporar al 46avo Período de Sesiones el tema sobre el bloqueo.

[2] Utilicé: “Discursos e intervenciones del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, Presidente del Consejo de Estado de la República de Cuba” que se pueden consultar en http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/

[3] Lo cual es una cifra más que considerable.

[4] Castro realizó discursos en 43 países más la ONU, en New York, donde estuvo en tres ocasiones: 1979, 1995 y 2000 con un total de cinco discursos.

[5] En una de sus intervenciones cometió la pifia de decirles a los mexicanos que aprovecharan el terremoto del 19 de setiembre de ese año que dejó más de 10 mil muertos para no pagar la deuda, esto le cayó muy mal a los mexicanos.


© cubaencuentro.com


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