domingo, mayo 30, 2021

Desde Cuba. Videos y artículo sobre las firmas en La Bodeguita del Medio y el borrado de ellas; algo sistemático que hoy es noticia


Nota del Bloguista de Baracutey Cubano




He pasdo varias veces por frente de La Bodeguita del Medio y sólo una vez he entrado; en realidad La Habana Vieja no me atrae,  salvo las fortalezas del tiempo de la Colonia, el Palacio de los  Capitanes Generales, el del Segundo Cabo, La Plaza de Armas y algunas, muy pocas, más en la que no está incluida la Catedral de La habana pese a que soy un católico convencido. Esa única vez que entré a La Bodeguita del Medio fue (en 1969 ó 1970 aproximadamente)  embullado por algunos de mis compañeros de clases; algunos de ellos eran del interior de Cuba. Me pareció un lugar nada higiénico ni agradable por su falta de pulcritud en las paredes y el aspecto rústico de sus instalaciones.  Esa visita fue por la tarde y no estaban llenas las mesas ni el local pero no me atreví a comer o tomar algo. Ahora, en estos tiempos,  menos me atrevería al ver  la gran cantidad de público que entra al lugar, la respiración de una multitud de persona sofocando el ambiente, el hablar de esa multitud muy cerca de las mesas, el ruido existente dentro de ella y el calor....

Aclaro que  desde niño estoy acostumbrado a comer sin ningún remilgo en  los comedores escolares y obreros en la Cuba de los Castro, en los campismos, en las escuelas al campo, en mis excursiones pesqueras,  etc. . En mi vida he comido desde caracoles terrestres y marinos, cocodrilo, tiburón (con o sin peste a ¨amoniaco¨ )  hasta majá de Santamaría (es un reptil de la familia de las boas) pasando por las ranas toros.

No obstante, para gustos:

Entre otros: Eloisa Álvarez Guedes, Ania Linares, Carlos Otero, Reinaldo Miravalles (ese era su barrio desde niño) Alfredito Rodríguez, Consuelito Vidal y quizás Juan Formell

El escritor Manuel Pereira, y los pintores: René Portocarrero, Mariano Rodríguez Álvarez ( el de los gallos) y Juan Eduardo David Posada (el de las caricaturas)

Algunos de los otros famosos que han consumido en La Bodeguita del Medio han sido:

Pablo Neruda,

Gabriel García Márquez,

Gabriela Mistral,

Agustín Lara,

Nat King Cole,

Nicolás Guillén,

Julio Cortázar,

Joan Manuel Serrat,

Margaux Hemingway 

Salvador Allende.

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 HISTORIA DE LAS FIRMAS EN LAS PAREDES DE LA BODEGUITA.


 

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En Video es Mejor

Premiered May 22, 2020

La Habana Cuba La Bodeguita del Medio

(observen la fecha del video y las paredes recien pintadas)

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Tomado de https://www.periodicocubano.com/

¡Acabaron con La Bodeguita del Medio!

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¿Qué diría Eusebio Leal si viese esto?

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By Periódico Cubano

26 mayo, 2021

Se acaban de cargar años de tradición. A La Bodeguita del Medio le han quitado las firmas que cubrían sus paredes, el sello que lo hacía única e inevitable punto de visita en la Habana Vieja. Ahora es un restaurante más.

Nadie podía creer que esto fuera cierto. Pero las imágenes lo confirman: ya no están allí, y las paredes ahora son azules. Al parecer, como parte de la restauración que se realizaba en el lugar mandaron a borrar las firmas.

“Acabo de llamar a La Bodeguita del Medio y ciertamente pintaron las paredes y taparon todo lo que estaba escrito porque hubo que descorchar las paredes producto de la restauración que le están haciendo. Y yo pregunto: dónde están los restauradores del casco histórico? Así de simple”, publicó en Facebook Lénore Herrera, a quien aclararon que “dejaron los cuadros donde estaban”.

El absurdo ha dejado sin palabras a los cubanos. Todos se preguntan si el proyecto contó con la asistencia de verdaderos restauradores. ¿Qué habría dicho Eusebio Leal ante esta masacre a la memoria, al patrimonio de su ciudad amada?

“Es como si repararan la Capilla Sixtina y descorcharan los frescos de Miguel Ángel, al menos yo lo veo así pero, aquí pensando, ni siquiera se habrán tomado el tiempo de consultar con los restauradores que tenemos incluso hasta una escuela de ellos y son buenísimos, comentó el artista Michel Mirabal, tratando de encontrar una respuesta.

Perdió su encanto para mí, sus paredes escritas lo hacían único y grandes personalidades habían plasmado su firma ahí”, afirmaron. Por allí han desfilado figuras como el poeta Pablo Neruda y del Premio Nobel de Literatura Ernest Hemingway, quien escribió “Mi mojito en La Bodeguita, mi daiquirí en El Floridita”.

La Bodeguita del Medio, ubicada en la calle Empedrado, cerca de la Plaza de la Catedral, también es reconocida por la excelencia de sus mojitos. El futbolista Iker Casillas, el actor Iván Sánchez, la poetisa Gabriela Mistral, Agustín Lara, por solo mencionar algunas personalidades pasaron por allí.

Esta no es la primera vez que permiten que las firmas de La Bodeguita del Medio se borren. En 1959 sus paredes fueron pintadas y con ellas las firmas originales. Gracias a la recuperación y donación de algunas fotos se pudo reconstruir el ambiente de la época.

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Tomado de https://www.cubanet.org

Nueva estafa a turistas en La Bodeguita del Medio

Fachada de La Bodeguita del Medio (Foto de la autora)

Por Ana León

15 de junio, 2019

LA HABANA, Cuba. – La necesidad es la madre de la inventiva, y también de numerosos expedientes deshonestos que aplican las personas para sortear la escasez o simplemente lucrar. En algunos casos la falta de escrúpulos no puede justificarse con el agravamiento de la crisis social y económica; pero sí con la pérdida absoluta de valores que desde hace década devora a los cubanos.

El blanco favorito de las estafas son los visitantes extranjeros, que llegan a la Isla con una exagerada visión de la hospitalidad y calidez de los criollos; así como de los incontables proyectos comunitarios para mejorar el bienestar de los ciudadanos y democratizar el acceso a la cultura y la educación. No son pocos los que caen redondos ante la sensiblería ensayada de los pillos, y además de perder su dinero, regresan a sus respectivos países convencidos de que a cambio de una cifra irrisoria les permitieron apoyar una iniciativa noble y humana.

Entre los fraudes de moda, ha cobrado auge la venta a los turistas del derecho a firmar en las paredes aledañas a La Bodeguita del Medio, emblemático restaurante de la Habana Vieja en cuyos muros no cabe un garabato más. Lo que solía ser una expresión gratuita y espontánea para celebrar las tradiciones cubanas, ahora tiene precio y ha rebasado por completo los límites del concurrido establecimiento, cubriendo las paredes de domicilios particulares y la fachada lateral del Centro de Arte Contemporáneo “Wifredo Lam”, remozada y pintada hace pocos meses, con motivo de la 13 Bienal de La Habana.

Delante de La Bodeguita, varios adolescentes se acercan a los extranjeros con un marcador o plumón en su mano, y los convidan a firmar a cambio de 1 CUC que supuestamente será destinado a la compra de libretas y lápices para los niños de la Habana Vieja. Muy metidos en su rol de gestores comunitarios, emplean la jerga del oficialismo y hasta del propio Eusebio Leal -salvando las diferencias abismales- para conmover a los incautos, que como bono adicional ganan el permiso de escribir donde mejor les parezca.

Hace apenas dos días una trabajadora del Centro de Arte Contemporáneo sorprendió a un turista trepado a una de las contraventanas del inmueble, con el objetivo de colocar su firma más alta que las demás. Con respeto, pero enérgicamente, le dijo que eso no estaba permitido, y que las firmas se hacían en los muros de La Bodeguita. El sujeto se bajó, pero en vez de retirarse, subió a otra contraventana alejada de la vista de la empleada, y escribió lo que quiso.

Todo ello ocurre ante los ojos de la policía y los agentes de la Seguridad del Estado que laboran en La Bodeguita. Ninguno se pronuncia contra esta nueva forma de acoso al turismo, que además incentiva en los adolescentes el hábito de engañar para ganar dinero. Algunos adultos, de hecho, se prestan a lo mismo, porque la firma para ayudar a los “pobres niños cubanos” recauda mucho más que la venta del diario Granma o el oficio  de personaje exótico -grotesco, en realidad- que busca posar en fotos cada vez menos solicitadas por los turistas.

También las nuevas generaciones han aprendido a manipular la opinión internacional mediante la lástima, un saber adquirido gracias al gobierno revolucionario, que no ha hecho otra cosa durante sesenta años. A esos muchachos no les tiembla la voz ni la mano para mentirle a los extranjeros y recibir el producto de su estafa. Con total libertad les aseguran que pueden firmar donde les dé la gana, porque saben que desde hace mucho tiempo los dueños de viviendas y negocios circundantes renunciaron a vivir con la brocha en la mano.

El colmo de esta práctica vergonzante, que contribuye a cimentar en los jóvenes el rechazo hacia el trabajo honesto, es que si algún turista indaga por qué los niños de la Habana Vieja no tienen lápices ni libretas, los bribones replican automáticamente: “es culpa del Bloqueo”. Con esta frase tal vez garantizan la no interferencia de policías y segurosos en su gestión; pues el objetivo común, lo único que verdaderamente importa, es mantener la imagen de Cuba como víctima de los Estados Unidos. El resto, son daños colaterales.


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