jueves, septiembre 09, 2021

Dr. Alberto Roteta Dorado: LA POLÍTICA Y EL CORONAVIRUS, ENTRE ATAQUES, MANIPULACIONES, Y TERGIVERSACIONES (I)

 LA POLÍTICA Y EL CORONAVIRUS, ENTRE ATAQUES, MANIPULACIONES, Y TERGIVERSACIONES (I)

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El secretismo del régimen comunista chino ha sido determinante para el desconocimiento en torno al verdadero origen – y también las posibles intenciones deliberadas con alevosía– de lo que en breve tiempo se convirtió en una enorme pandemia.

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Por: Dr. Alberto Roteta Dorado

6 de septiembre, 2021

Santa Cruz de Tenerife. España.- Desde los primeros meses del 2020 las noticias, comentarios, informaciones, y también desinformaciones, sobre la pandemia originada por el coronavirus ocupan un lugar preferencial en todos los medios de prensa del mundo; algo que resulta muy lógico y coherente, toda vez que el terrible mal del momento ya ha contagiado a 220 millones de personas en todas partes del mundo, y lo peor, ha exterminado a 4.5 millones de personas en menos de dos años.  

Se ha especulado sobremanera acerca del oscuro origen de lo que originalmente fuera un brote en la ciudad de Wuhan, perteneciente a la provincia de Hubei, en la lejana China. El secretismo del régimen comunista de este país ha sido determinante para el desconocimiento en torno al verdadero origen – y también las posibles intenciones deliberadas con alevosía– de lo que en breve tiempo se convirtió en una enorme pandemia. Recordemos que el régimen comunista de la China se opone a la realización de nuevas investigaciones in situ que puedan contribuir a esclarecer lo que realmente pudo haber ocurrido en los misteriosos laboratorios experimentales de esta ciudad, hasta hace poco desconocida para la mayor parte del mundo. 

La negativa de los chinos ante los reiterados reclamos del actual presidente estadounidense, Joe Biden, para retomar las investigaciones relativas al origen de lo que en breve se convirtiera en una pandemia es bien conocida por todos. "Haremos todo lo posible para rastrear las raíces de esta pandemia que ha causado tanto dolor y muerte en todo el mundo, para que podamos tomar todas las precauciones necesarias para evitar que vuelva a ocurrir (…) El mundo merece respuestas y no descansaré hasta que las obtengamos", ha expresado recientemente el presidente de Estados Unidos. 

Esto, sin duda, ha sido el principal desencadenante para que a los pocos días de comenzar a extenderse el virus aparecieran las primeras acusaciones acerca de la participación intencional del gobierno del gigantesco país asiático. El hecho de que China, independientemente de su tipo de economía tan sui generis que la aparta demasiado del modelo socialista clásico, esté gobernada por un régimen de tipo comunista, con partido único, y con carácter dictatorial, también contribuyó a la especulación acerca de la intervención de su gobierno en las acciones de propagación de un virus que salió de sus laboratorios. 

Sin embargo, no solo se ha estado especulando acerca del incierto y controversial origen del mal del momento, sino de todo lo que tiene que ver con la pandemia. Cualquier lunático aparece en las llamadas redes sociales haciendo una “disertación” disparatada sobre los efectos de las vacunas, la colocación de determinados accesorios para controlar la mente humana, o cualquier incoherencia fuera de contexto. Lamentablemente, muchos políticos – incluidos presidentes de ciertas naciones–, líderes mundiales, artistas, y de manera general personalidades públicas, se han encargado de intentar descreditar la efectividad de varias vacunas que han salido al mercado con demasiada premura – fue necesario para poner freno a las terribles oleadas de contagios y de muertes–, así como la negación de la existencia de la enfermedad originada por el coronavirus, entre otras tantas ideas bien disparatadas.  

Las cifras de contagiados y de muertes también han sido flanco para la especulación malintencionada de muchos que, desde posturas radicales, agreden a gobiernos de algunas naciones que han alcanzado aparentes cifras récord en relación a estos indicadores. En este sentido se destacan las fuertes acusaciones de los regímenes de extrema izquierda que se han dedicado a manipular, muy a su manera, el número de casos contagiados y de muertes por coronavirus en países como Estados Unidos y Brasil, que, sin duda, han tenido un elevado por ciento de contagios. Sin embargo, esa totalidad sacada del contexto de las categorías demográficas de estas naciones es susceptible de ser malinterpretada, y lo peor, manipulada para desacreditar al país más desarrollado y poderoso del mundo, en el caso de Estados Unidos, y de un país presidido por Jair Bolsonaro, un personaje, según dicen, de extrema derecha, que, lamentablemente ha manejado muy mal la pandemia en Brasil.  

Analicemos algunos aspectos basándonos no solo en percepciones e interpretaciones; sino en cifras numéricas, tanto absolutas como relativas, respecto al comportamiento de la pandemia en algunas naciones del mundo, insistiendo de manera muy particular en Estados Unidos y varios países de América Latina.

Hasta el 5 de septiembre en Estados Unidos se había reportado un total de 39. 944.987 casos de coronavirus, lo que representa 12.068 por cada 100.000 habitantes, así como un total de muertes de 648.460, equivalente a 196 por cada 100.000 habitantes. Si se presenta esta cifra de aparente récord, de manera aislada y descontextualizada, da la impresión de que en esta nación se está acabando el mundo. Eso es lo que han hecho políticos, comentaristas y reporteros de varios países de orientación izquierdista para desacreditar al gobierno de Estados Unidos respecto a su intervención en la pandemia; pero si analizamos estos datos en el contexto de la demografía estadounidense la percepción cambiará de inmediato. 

La población de Estados Unidos, según el censo oficial de 2020, es de 331.449.281 habitantes. Aquí se incluye un estimado de 11.2 millones de inmigrantes indocumentados; aunque se excluyen territorios como Puerto Rico, Islas Vírgenes de Estados Unidos, Guam, Samoa americana e Islas Marianas del Norte. Así las cosas, cuando se analiza el total de casos contagiados por cada 100.000 habitantes, esto es, en números relativos, se obtiene como dato la existencia de 12.068 contagiados; cifra similar a las de Argentina (11.514x100.000) y Uruguay (11.102x100.000). Sin embargo, jamás se hace referencia a la alta incidencia de casos contagiados por coronavirus en estos últimos países, y contrariamente, se hace una sobrevaloración respecto a la situación en Estados Unidos. 

Esto significa que dichas naciones suramericanas tienen tasas de contagiados por encima de Estados Unidos, y si analizamos las muertes veremos que su comportamiento está por debajo de Argentina (249x100.000), Chile (194), México (204), Colombia (246), Brasil (275) y muy por debajo de Perú que muestra una tasa de 602 por cada 100.000 habitantes. La tasa de EE.UU. es de 196 por cada 100.000, lo que significa que en esta nación se han contagiado casi 40 millones de personas, es cierto, pero han muerto poco, lo que demuestra una alta calidad de sus servicios médicos, y esto, como es de suponer, no lo dice la prensa amarillista y parcializada de la izquierda, ni lo reconocen los políticos de regímenes dictatoriales. 

Estados Unidos, Brasil e India son los tres países con más fallecidos en términos absolutos, la comparación entre las muertes de países con más de un millón de habitantes en relación con su población revela que Perú es el que presenta una tasa de mortalidad más elevada, con 602 decesos por cada 100.000 habitantes. 

Algo similar ocurre cuando se consultan las estadísticas de la India, una de las naciones más extensas y más densamente pobladas del mundo, con un total de 1. 402. 311.147 de habitantes, el segundo país más poblado del planeta, siendo solo superado por China. En la India el total de contagiados es de 33.027.621, lo que representa 2.393 casos por cada 100.000 habitantes. Esto quiere decir que la India es una de las naciones con mayor número de contagios en el mundo, sin embargo, si se considera su elevada densidad de población y se analizan los contagios según la categoría de tasa, las cosas cambian, toda vez que varios países del mundo muestran tasas superiores, por ejemplo, en América Latina, Argentina y Uruguay tienen tasas de 11.514 y de 11.102 respectivamente, así como Brasil y Colombia con tasas de 9.828 por cada 100.000, y de 9667 por cada 100.000 respectivamente. Sin embargo, al ofrecer la información al mundo se suele insistir en las cifras globales expresadas en números absolutos, y no teniendo en cuenta las densidades de población de las regiones y países.  

Continuará…

Los datos referenciales de este trabajo han sido tomados de Mapa del coronavirus en el mundo: casos, muertes y los últimos datos de su evolución. RTVE (https://www.rtve.es/noticias/), del 6/09/2021, con actualizaciones de datos correspondientes al 5/09/2021.  


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