martes, diciembre 27, 2022

Víctor Manuel Domínguez desde Cuba: Miguel Díaz-Canel, el hombre que recordó que Cuba estaba rodeada de mar

 
Tomado de https://www.cubanet.org/

Díaz-Canel, el hombre que recordó que Cuba estaba rodeada de mar 

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Ya es tiempo de olvidar las patrioteras y estupidizantes consignas del tipo “A Cuba ponle corazón” y sustituirlas por algo tangible como carne, arroz, frijoles, viandas y hortalizas sobre la mesa

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Por Víctor Manuel Domínguez

25 de diciembre, 2022

LA HABANA, Cuba. – El gobernante cubano, Miguel Díaz-Canel, recordó hace poco que la Isla estaba rodeada de mar. Ahora, ¿los trabajadores cubanos podrán ver sobre la mesa unas ruedas de cherna, algunos filetes de pargo o una langosta enchilada, entre otras especies y recetas de pescado solo conocidas en el acuario nacional, la revista Mar y Pesca, programas de televisión y tiendas en el exterior? En mi criterio no.

Antes, los funcionarios del régimen deberían levantar el bloqueo que impide a los cubanos ser dueños de una embarcación y permitir a los pescadores en el Malecón, en las riberas del Cauto, Guamo Viejo o cualquier otra parte del archipiélago hacer su faena. Además, deben aceptar que los pescadores vendan sus productos sin imponerles multas ni decomisarles su pesca o apresarlos. Y tienen que rebajar los onerosos impuestos. Eso, por desgracia, ¡nunca sucederá!

Además, mientras se mantenga en el poder el grupúsculo corrupto y leguleyo, por muchas promesas hechas o medidas tomadas por sus funcionarios y burócratas, solo los cubanos con ciertas enfermedades crónicas podrán acceder a dietas médicas de merluza y jurel sin cabeza, como hasta hoy.  

Eso, si no les dan pollo por pescado, como sucede a menudo. Mientras, el resto de los cubanos continuará detrás del picadillo de tenca y las croquetas de claria, así como tratando de freír el caracol gigante africano o el pez león, especies invasoras de nuestro ecosistema, y de las que sospechosamente ya nadie habla.

Las quiméricas leyes sobre soberanía alimentaria, pesca y fomento y desarrollo de la ganadería crecen como la mala hierba en medio del desabastecimiento y la escasez en el país. Pero, a diferencia de otros tiempos, los cubanos ahora no aceptan los delirios egocéntricos y megalómanos como aquellos del caudillo que prometió llenar la Bahía de La Habana de leche de vaca, producir más mantequilla que Holanda, multiplicar el café caturra y el plátano microjet y mucho más.

Ya es tiempo de olvidar las patrioteras y estupidizantes consignas del tipo “A Cuba ponle corazón”, “Sembrando con ciencia”, “Arrancarles cada día un pedacito a los problemas” y “Somos continuidad”. Deben ser sustituidas por algo tangible como carne, arroz, frijoles, viandas y hortalizas sobre la mesa. No importadas. Producidas por nuestros campesinos. Por una vida sin apagones y un Estado capaz de garantizar salud pública, educación de calidad y servicios comunales.

Afirmar que “la limonada es la base de todo” o que las “gallinas decrépitas”, los “kilómetros de tripa”, el avestruz y la jutía conga salvarán a los cubanos de la inanición es cuando menos un disparate, un insulto o un atracón de catibía.

En realidad, ¿hay voluntad política para mejorar el país? Si es así, sugiero a los gobernantes cubanos que acudan a la “resistencia creativa” y escojan a los funcionarios más gordos para que lleven en parihuela a los muertos al camposanto, ante la falta de carros fúnebres.

También, en una versión criolla del libro Los tres gordinflones podríamos tomar a los tres más hermosos miembros del Consejo de Ministros, el Comité Central, o el Parlamento, para el caso lo mismo, y hacerles que lleven a sus palacios a cualquiera de los cubanos que gastan su vida en colas para comprar el pan, de tal manera que ellos adelgazan y los “adoptados” se repongan. De esa forma, construiremos realmente un socialismo próspero y sostenible.

Mientras, esperamos a la próxima sesión del Parlamento, donde Díaz-Canel descubrirá que las reses se alimentan de forraje. Así, pronto veríamos a nuestros bisnietos con su vaso de leche.

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Libro de Oscar Pino Santos. escrito en 1957,   donde se muestran rendimientos agrícolas antes de 1959, los cuales nunca fueron ni remotamente alcanzados en la Cuba oprimida por el Castrismo. En el artículo Sin azúcar y sin país de Roberto Álvarez Quiñones  se lee:  ¨En  1940 Cuba devino el productor de azúcar de caña más eficiente mundialmente al registrar un 13,17% de rendimiento industrial: por cada 100 partes de peso verde de la caña se extrajo más de 13 partes de azúcar. Algo nunca visto. En los años 50 la Isla exportaba la mitad de toda el azúcar mundial, con una producción entre 5,3 y 7,1 millones de toneladas métricas, en 161 fábricas y un rendimiento industrial promedio de 12,7%, el mayor del planeta¨. Fotos, comentarios y tablas añadidas por el bloguista de Baracutey Cubano.

Tan pronto Fidel Castro asaltó el poder a tiros, y azuzado por el estalinista confeso Che Guevara, a fines de 1960 el régimen estatizó la industria azucarera. En solo dos años la producción se desplomó de 6,8 millones de TM a 3,8 millones en la zafra 1962-1963.

 A continuació cifras y estadística añadidas por el bloguista de Baracutey Cubano  sobre la base de tablas del libro  El Imperialismo Norteamericano en la Economía de Cuba  del economista marxista  Oscar Pino Santos, quien trabajó hasta casi su muerte  en el Consejo de Estado de la dictadura totalitaria de los Castro en Cuba y que recibió el Premio en Ciencias Sociales en el año ¿2006?  por su obra  de toda la vida. El susodicho  libro fue escrito en 1957, pero fue publicado después del triunfo de la Revolución. Es  notorio que Pino Santos  se calló la boca o se olvidó  de su pluma    para escribir los garrafales disparates  con los que el Castrismo destruyó a la economía cubana y la cultura de trabajo del pueblo cubano. También este bloguista de Baracutey Cubano  añadirá algunos comentarios relativos al contenido de las tablas. Antes de comenzar con las tablas señalaré que la población  de Cuba en 1957  era de aproximadamente 6 millones de habitantes.

.TABL A  DE  LA  CUAL SE INFIERE LA CANASTA BÁSICA DEL CUBANO DE ESA ÉPOCA: 

 

Este cuadro No. 20   refleja la canasta básica del pueblo cubano. Observen que la leche y todos los productos lácteos eran más del 90% de producción nacional. Algunos productos se importaban porque era más barato comprarlos en el exterior y traerlos al país que cultivarlos.








Este cuadro muestra que casi había una res por habitante de  Cuba (era uno de los más alto a nivel mundial). Las terneras eran sacrificadas para controlar el precio de la carne.



 Los rendimientos mostrados en estos productos agrícolas fueron muy superiores a los que hubo y hay después de la Revolución.  Ese planteamiento   puede  comprobarse consultando y constrastándolos con los que aparecen en el Anuario Estadístico de 1988 (es decir: antes del mal llamado período especial y ¨desmerengamiento¨del campo socialista en Europa del Este), anuario que  es publicado en Cuba por la Junta Central de Planificación (JUCEPLAN).  En ese anuario se puede observar que los rendimientos  agrícolas y pecuarios del sector privado eran superiores a los del sector del Estado.


 

El Ingreso Nacional de Cuba  en esos años   muestra que Cuba no era ya un país monoproductor y monoexportador.






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Tablas del libro La Economía Cubana en la década del 50 del economista Ismael Zuaznábar, publicado por la   Editorial de Ciencias Sociales, ICL. La Habana 1989

Cuba EXPORTABA arroz

Cuba EXPORTABA  café


  
 

 

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