martes, diciembre 13, 2022

Videos. El libro Cuban Privilege, de la socióloga Susan Eckstein PhD, un ejemplo de como en ocasiones la ideología política de izquierda descarrila al rigor investigativo que concierne a las ciencias sociales

  Nota del Bloguista de Baracutey Cubano


En el artículo Datos de una guerra civil del historiador cubano Rafael Rojas (radicado en México   y hermano del actual  Viceministro de Cultura del Castrismo)  se lee: ¨El concepto de guerra civil resulta más apropiado que el de ''contrarrevolución'' a la hora de historiar aquel conflicto. El discurso oficial atribuye a los ''contrarrevolucionarios'' la falsa homogeneidad ideológica, política y social de la propia ''revolución'' y, a la vez, niega la identidad nacionalista de los opositores al comunismo. Cuando el campo intelectual y académico de la isla acepte que aquellas decenas de miles de adversarios al gobierno de Fidel Castro fueron cubanos que deseaban lo mejor para su país y no apátridas y traidores que trabajaron por la destrucción de la isla y su anexión a Estados Unidos, comenzará la verdadera reescritura de la historia contemporánea de Cuba

En efecto: en Cuba en la década de los años 60 del pasado siglo hubo una  Guerra Cívil en contra de la tiranía impuesta por el Castrismo;  tal es así que hasta el régimen Castrista así lo ha entendido y dicho en ocasiones. En el tomo I del libro Las Reglas deL Juego, elaborado por miembros de la Dirección Política del MININT y publicado en 1992 por la Editoral San Luis, editoral del MININT se lee ( sólo teniendo en cuenta a los insurgentes alzados en zonas rurales y no a la oposición urbana de la cual hubo más de 300 organizaciones según ha expresado Fidel Castro) lo siguiente:

¨El General de Ejército Raúl Castro calificó este largo batallar como una guerra civil; en 1967 expresó que en aquellos encuentros contra el bandidismo perdieron la vida cerca de 500 combatientes revolucionarios, y las operaciones costaron al Estado cubano entre 500 y 800 millones de pesos. Ese fue el balance de la destrucción de 179 bandas y casi 3 600 alzados que asolaron el teritorio nacional a mediados de 1960 y 1965 fundamentalmente. Cien mil hombres rastrearon las antiguas seis provincias del país para aniquilar a unos 200 grupos de alzados. ¨ ( pag 125-126)

El Son de las Cuatro Décadas (que ya va para 64 años)



Documental «Desplazados y Pueblos Cautivos»




Genocidio Castrista


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Susan Eckstein PhD en la  presentación de su libro  Cuban Privilege: The Making of Immigrant Inequality in America ¨vino a por lana y salió trasquilada¨.

Programa de una televisora ANTES de hacerse la presentación del libro en la FIU:

AmericaTeVeCanal41

9 de diciembre 2022

Cubanos en Miami dicen que el libro “Privilegio Cubano” fomenta el odio al exilio


Univision Miami

12 de diciembre 2022

“Es un insulto”: críticas y protestas ante presentación en FIU del polémico libro 'Cuban Privilege'


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Los Vuelos de la LIBERTAD | The Freedom Flights


Aquel Día que te Fuiste de Cuba

La Ley de AJUSTE CUBANO no es un Privilegio 


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Ninoska Pérez Castellón delante de la socióloga y escritora Susan Eckstein habla sobre su libro Cuban Privilege  


Wenceslao Cruz

9 de diciembre de 2022

Presentación del libro de Susan Eckstein Cuban Privilege: The Making of Immigrant Inequality in America en la Florida Internarional University (FIU),  Apartir del instante 1: 00:00 comienza la sección de preguntas y respuestas donde intervienen, entre otros: Rafael Montalvo (Presidente de los veteranos  de la Brigada de Asalto 2506 que combatió en Bahía de Cochinos en abril de 1961) en (1:04:50); la relevante periodista Ninoska Pérez Castellón (1:08:27), Valdes-Hurtado Ph D (refugiada política cubana cuyo grado científico lo obtuvo en la FIU y actualmente está  jubilada como profesora universitaria) en (1:28:34).


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Books & Books and the FIU Cuban Research Institute present…

AN EVENING WITH SUSAN EVA ECKSTEIN

in conversation with Orlando Gutiérrez-Boronat

discussing

Cuban Privilege: The Making of Immigrant Inequality in America

Friday, December 9, 7:00 PM | Herbert & Nicole Wertheim Performing Arts Center

Cuban Research Institute

School of International and Public Affairs

Florida International University

(305) 348-1991

About the Book:

For over half a century the US granted Cubans, one of the largest immigrant groups in the country, unique benefits. While other unauthorized immigrants faced many difficulties in their settling, Cuban immigrants were able to avoid penalties and have access to welfare benefits and citizenship status. This book is the first to reveal the Cuban community’s influence on the political map of the United States through the advantages that have been granted to them for many years. More importantly, it investigates immigration inequality among vulnerable groups and its overall politicization. Initially privileged to escape the Castro-led revolution in the throes of the Cold War, one US President after another extended new benefits, even in the post-Cold War era. Drawing on unseen archives, interviews, and survey data, Cuban Privilege highlights how Washington, in the process of Cuban immigration, was able to gain a new politically powerful force influencing national policy. Comparing the treatment of neighboring Haitians, the book discloses the biases embedded within US immigration policy.

BUY THE BOOK HERE

About the Author:

SUSAN EVA ECKSTEIN is Professor in the Pardee School of Global Studies and the Sociology Department at Boston University. Specializing in social movements, rights and justice in, and immigration from, Latin America, she has single-authored, edited and co-edited nine books. She is the recipient of many fellowships, including from the John Simon Guggenheim Memorial Foundation, the John D. and Catherine T. MacArthur Foundation, and the Radcliffe Institute.

About the Moderator:

DR. ORLANDO GUTIÉRREZ-BORONAT is an award-winning author, co-founder and spokesperson for the Cuban Democratic Directorate and community leader Dr. Gutiérrez-Boronat holds a PhD in the Philosophy of International Studies from the University of Miami, alongside graduate and undergraduate degrees in Political Science and Communications from Florida International University.

His family settled in the United States from Cuba in 1971 seeking freedom. In 1990, he co-founded Cuban American NGO, Directorio Democratico Cubano “Directorio” seeking human rights and democratic change in Cuba. In 2005, Gutierrez-Boronat launched Radio República, a radio station offering uncensored news and information to Cubans on the island that transmits every day via shortwave, and also through AM frequencies and social media.

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AmericaTeVeCanal41

9 diciembre,2022

Presentan en FIU el "Cuban Privilege": el libro que indigna a los exiliados cubanos




 Sanchez Grass

Dec 8, 2022

La carta abierta de Sánchez Grass a la catedrática Susan Eckstein , autora del libro “El privilegio cubano: la creación de la desigualdad de inmigrantes en Estados Unidos” que tanta polémica ha desatado en el exilio.

¿Privilegio de qué?



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 Soy Cubano, en la voz de Agustin Tamargo

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SOY CUBANO



Por Agustín Tamargo


Sobre mi mesa de trabajo encontré una nota. No sé de dónde vino, ni quién la escribió, acaso fui yo mismo en días que he olvidado. Pero quiero transmitirla a mis lectores porque creo que recoge un sentimiento colectivo. La nota dice así:

Soy cubano. Para algunos tal vez no es mucho, pero a mí me basta y me sobra. Soy cubano. Podría ser venezolano, español o norteamericano. Pero sería un modo de ser artificial, de voto y pasaporte, hijo del papel y la tinta, que no cuadra a mi naturaleza. Soy cubano. Un cubano integral, de las buenas y de las malas. Soy cubano. Tengo un himno y una bandera. Y tengo, sobre todo, una historia, llena de nombres, hechos y lugares gloriosos en la que bebo, como en una fuente, cada vez que me acosa el desaliento. ¿Podría cambiar por algún hecho histórico extranjero a Las Guásimas, Palo Seco y Peralejo? ¿Podría negociar por algo el 10 de Octubre, el 24 de Febrero, Baraguá, Playa Girón o El Escambray? Soy cubano. Cubano de café negro, de tabaco y de casabe, de son y de ron, de baile en La Tropical y de guateque guajiro. Soy cubano de hablar a gritos, de jugar a la pelota, de piropear a las mujeres. Y de bajar como un río de fuego por la escalinata de la universidad.

No soy un hombre, si se mira bien, soy una pasión que camina, y cuando enfrento la realidad última de mi vida, que es la de que no tengo patria, me vuelvo una verdadera furia. Por eso los extranjeros no me entienden. ¿Cómo van a entender que quien lo tiene todo siga pidiendo más? Y es que esos extranjeros no saben que ese todo, adquirido en tierra prestada y bajo sol ajeno, no puede curar una enfermedad fatal que se llama nostalgia de la tierra natal. Dicen que lo bello, cuando se pierde, se vuelve más bello todavía. ¿Y qué era Cuba desde que la bautizó Colón sino la tierra más hermosa que ojos humanos vieron?

Así, dentro del alma, carga el cubano a Cuba por todas partes como un escapulario para defenderse de la soledad. Podría decir también como un escudo. Con la historia de Cuba al brazo va el cubano por el mundo defendiendo a su tierra bienamada frente al envidioso y el calumniador. Cuba es su niña. Cuba es su obsesión y su desvelo. Cuba es su madre, pero es también su hija. Cuba es su amante lejana inolvidable. Los libros que el cubano no leía en la isla los lee ahora aquí. La música que allá no escuchaba la escucha ahora aquí. Los cuadros que allá no miraba los mira ahora aquí. El cubano no vive en una casa ni en un apartamento, vive en un baúl de recuerdos. Cada vez que abre ese baúl y encuentra una fotografía marchita por el tiempo sufre una herida. Cada palabra criolla que no conocía o había olvidado y redescubre de pronto se le transforma en un instrumento defensor de su autenticidad. En el hipódromo de Hialeah hay una hermosa guardarraya de palmas. No son palmas canas, ni palmetos, sino palmas reales, ésas que en Cuba coronan las lomas y las riberas de ríos. Están allí, pero fueron traídas de allá. Se asegura que por las noches un hombre solitario camina bajo esas palmas hablando solo. No es invención de nadie. Ese hombre soy yo.

Soy cubano. No quiero, ni puedo, ni acepto ser ninguna otra cosa. Ser cubano es hoy una prueba amarga, un desafío. Allá en la isla un sujeto inicuo que una vez metió en ella a los rusos mete ahora a los traficantes y a los turistas extranjeros con la misma finalidad: pisotear al nativo. Aquí en el destierro, la prosperidad material por un lado y la indiferencia del extraño por otro, hacen del cubano un ser solitario e incomprendido. Nadie lo entiende, nadie respeta su afiebrada vigilia en espera del amanecer de la libertad. Todos le piden que se olvide, que se adapte, que haga como el resto de los refugiados del mundo, que inicie una nueva vida. ¿Se puede, realmente, iniciar una nueva vida? ¿Dónde afincará sus raíces esa nueva vida? ¿En el Cuatro de Julio americano? ¿En el Dos de Mayo español? ¿En el 14 de Julio francés? No, no.

La historia de un pueblo no puede ser una falsificación copiada. La historia de un pueblo es una continuidad, el plebiscito diario de que hablaba Renan. De Diego Velázquez a Fidel Castro la historia de Cuba ha sido un largo peregrinaje hacia la única felicidad posible: la que proporciona la libertad. Cuba mató su indio, masticó su negro y se tragó su español y de esa misteriosa ceremonia de sangres mezcladas, de infinitos tonos, sacó al cubano.

Hombre de islas, hijo del sol, ese cubano lo ha sido todo sobre su tierra ardiente. Matemático y jugador de gallos, ajedrecista y cantor de puntos guajiros, hacendado y político, rumbero y profesor. Fernando Ortiz es el cubano, Miguel Matamoros es el cubano, Gastón Baquero es el cubano, Alvarez Guedes es el cubano, José Canseco es el cubano, el chinomulato Wifredo Lam es el cubano. ¿Se puede olvidar un país así sólo porque el anfitrión ocasional sea generoso y la mesa esté bien servida? Yo sinceramente creo que no. Como decía Martí de los que iban a su tierra cuando aún el español la ofendía con su presencia: Otros pueden, yo no puedo''.

Hasta aquí la nota misteriosa que encontré en mi escritorio. Apareció allí como una página testamentaria, como una botella al mar. Vino Colón, vino Hernán Cortés, vino la desolación de la huida en masa. Pero la isla está allí, Cuba está allí. Esperando con los brazos abiertos por sus hijos dispersos. Hijos a los que simboliza dolorosamente ese cubano que habla solo por las noches bajo las palmas de Hialeah.

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La legión del regreso

Por Agustín Tamargo

Los cubanos salen de una isla pequeña y se han diseminado por todo el mundo. Uno es profesor en una universidad de Australia; otro, inauguró en Alaska un restaurante. Nada los detiene, ni el frío ni el calor. Los seduce el trópico de la Florida, pero soportan igualmente a pie firme los hielos de Boston y Nueva York…

No mendigan, trabajan. Los que en Cuba eran pobres, aquí son ricos. Los que allá eran medio pelo, aquí son pelo y medio.

Ningún obstáculo detiene su laboriosidad beligerante si la oferta es digna. Uno es rector de la Universidad; otro, maquilla muertos. Cambian, pero solo en la superficie. En Miami siguen jugando la bolita (lotería Prohibida), peleando gallos a escondidas y enviando los hijos a la escuela privada. En Madrid, están contra José Luis Rodríguez Zapatero y en Caracas, contra Hugo Chávez, siempre en la oposición.

Se les critica y se les envidia pero en el fondo se les admira. Gallegos por el trabajo y judíos por la voluntad de sobrevivir, constituyen una legión empecinada que no se deja ignorar. Traen su música calurosa, el ruido de sus tambores, los frijoles negros y el bistec de palomilla con moros y maduros. Pero traen sobre todo la simpatía, la cordialidad y la laboriosidad.

Quienes son? Son los cubanos del destierro, la única población mundial trasplantada, que (salvo los hebreos) en más de un tercio de siglo no han perdido su identidad. Los que admiraban a Cuba desde lejos como ejemplo supremo de pujanza latinoamericana, los que veían a Cuba como un milagro étnico y cultural, donde todo parecía un relajo pero todo funcionaba bien, ya no tienen que ir a Cuba para conocerla. Aquí la tienen dentro de los mismos Estados Unidos. Esta es Cuba. Estos son los cubanos. Exagerados, fanfarrones, ruidosos, sí, pero también intensos, profundamente creadores y buenos amigos.

Y que no han hecho en estos 47 años de destierro los cubanos para poder sobrevivir con dignidad? Cuál actividad manual o intelectual no han ensayado en este o en aquel país, por complicada que pareciera, lo han realizado para no quedarse detrás, para no dejarse discriminar.

En alguna de esas actividades han llegado tan lejos que superan a emigraciones que los precedieron por cerca de medio siglo. No hay hospital en Estados Unidos donde no haya hoy un medico cubano. No hay periódico donde no haya un periodista cubano, ni banco donde no haya un banquero cubano, ni publicitaria donde no haya un publicitario cubano, ni escuela donde no haya un maestro cubano, ni universidad donde no haya un profesor cubano, ni comercio donde no haya un manager cubano.

En las Grandes Ligas del béisbol sus nombres también brillan. En Madrid, el primer poeta latinoamericano es un negro cubano.

En la Coca Cola, Kellog’s, McCormick, Pepsi Cola y tantas otras su dirigente es o fue un cubano. En el Congreso de Washington hay cuatro cubanos, en el Senado federal se sientan dos cubanos, el Ministro de Comercio de E. U. es un cubano, la Viceministro de Salud es una doctora cubana. Caramba, son unos pocos en éste país y llegaron hace muy poco tiempo.

En las tierras prestadas del extranjero parecen llevar siempre en la frente la marca del sitio de donde vienen. Los cubanos llevan a Cuba. La enaltecen y la honran, porque además de en la frente la llevan en el corazón.

Pero hay algo en el desterrado cubano, a mi juicio, superior a esa actividad profesional triunfante, y es su odio al despotismo del que huyen, su amor a la tierra que dejaron. Eso lo separa y lo define. Eso da a sus triunfos en medio del desarraigo, una grandeza que de otro modo no tendría. Por qué, preguntan algunos, no se acaban de quedar tranquilos los exiliados cubanos?

¿Por que no aceptan de una vez que perdieron la batalla? Se han afincado definitivamente en estas tierras hospitalarias que los han acogido y donde viven en lo material muchas veces mejor que como vivían en Cuba.

Los que se preguntan esto, no conocen a los cubanos. El cubano sabe esto. Aun teniéndolo todo, si les falta Cuba, no tienen nada. Quizás por ello han hecho su Cuba aquí. Saben mas todavía que esta prosperidad de que disfrutan, lejos de su isla hambreada y aterrada, es en cierto modo una forma de traición. Por eso, si se le mira bien, se verá que a veces parece que el cubano ríe, pero en realidad esta llorando por dentro.

Le nace el hijo, le crece, se le gradúa en la Universidad, pero el cubano suspira. Ay, si estuviera en mi Cuba! Compra una casa, un auto, o una lancha y sigue suspirando. Ay! Si todo esto lo tuviera en Cuba! De una manera misteriosa, que no puede definir, hay un vinculo con aquello que tira de aquí hacia allá. Ahora que perdió a su país, sabe que no puede vivir sin Cuba, y la sueña de noche, y le agiganta los valores y la embellece y la idealiza, y se culpa de no haberla entendido mejor, y la recrea en sus cantos y bailes, y la revive en sus historias en sus costumbres y en sus comidas.

Por que compran hoy los cubanos mas libros cubanos que nunca? Por que tienen sus casas, sus negocios y sus oficinas llenas de palmas, de banderas, de escudos y de retratos de José Martí? Por qué aunque sean USA citizens SIGUEN SIENDO CUBANOS? Por qué se reúnen en sus municipios formados en el exilio, borrando antiguos antagonismos de partido o clase?

Porque el cubano sabe que lo único auténticamente suyo fue SU CUBA y que a ella quisiera el poder regresar. No les preocupa que le devuelvan la residencia o el negocio, si lo tenían. Lo único que desean es volver a su tierra. La casa donde nació esta destruida, al pueblo se lo han puesto desconocido, la madre ha muerto. Pero no importa. El exiliado cubano quiere de todos modos ir a esa casa, a ese pueblo y a esa tumba. La Patria empieza ahí. En el exilio tropieza, yerra y se equivoca, pero está salvado también porque en el fondo de su ser nunca traicionó a Cuba.

Cuando llegue ese momento muchos volverán, otros no podrán hacerlo, pero las semillas que dejaron donde estuvieron exiliados no los olvidará, perdurarán por siempre y para siempre porque lo hicieron con mucho sacrificio, tenacidad y amor. Y aunque a lo mejor no tendremos la oportunidad de leerlo, muchos escribirán sobre su paso aquí para orgullo de sus descendientes.


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1 Comments:

At 12:48 a. m., Anonymous Realpolitik said...

Si la Eckstein no fuera muy claramente de izquierda, nunca hubiera llegado a nada en su campo, y si se hubiera atrevido a hablar mal de los chicanos o los negros, por ejemplo, ya la hubieran "cancelado," y pronto. Por eso ni ella ni nadie en la academia se atreve a decir ni hacer nada "incorrecto." Pero, con los cubanos no hay riesgo, y todo vale contra ellos. Es más, se le puede sacar ganancia a atacarlos--algo que saben y hacen hasta ciertos cubanos, o mejor dicho, cubanoides (como los que tanto le gusta emplear al Miami Herald).

O sea, este libro de Eckstein es algo muy propio de gente como ella. Por eso no pierdo mi tiempo y energía en molestarme con la autora, porque sería equivalente a ponerme bravo porque la mierda apesta. Pero, el papel de FIU en este asunto es, para empezar, una provocación y una falta de respeto, teniendo en cuenta la cantidad de estudiantes cubanos a los que FIU les ha sacado y sigue sacando buen dinero. FIU quiere ingresos de la comunidad cubana y al mismo tiempo quiere hacer gala de estar muy a la moda y en onda, lo cual me resulta despreciable.

 

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