jueves, junio 01, 2023

Fallece en Miami Miguelito "Mike" de la Hoz, jugador cubano de Grandes Ligas y del club Almendárez, de la Liga Invernal cubana. Esteban Fernández: EL BÉISBOL CUBANO

 
Tomado de https://www.martinoticias.com/

Muere en Miami jugador cubano de Grandes Ligas, Miguel "Mike" de la Hoz

El pasado domingo falleció en la ciudad de Miami el otrora jugador cubano de Grandes Ligas, Miguel de la Hoz Piloto.

Nacido en La Habana en octubre de 1938, fue uno de los peloteros más queridos por la afición cubana desde sus comienzos en la ciudad de Güines cuando era un joven de 15 años. Desde ese momento hasta la fecha su carnet de presentación fue el diminutivo de su nombre, “Miguelito”.

Apenas cumplió 18 años fue firmado por el gran hombre de béisbol Monchy De Arcos para el equipo de Almendares. La suma por la cual se convirtió en profesional fue $10,000, que en ese momento era una cifra exorbitante.

Jugador de cuadro cuando llegó a la liga invernal cubana, finalmente se estableció en la tercera almohadilla formando parte del famoso infield de Los Alacranes Azules junto a Rocky Nelson, Tony Taylor y Willy Miranda.

Esa temporada impregnó para siempre el Azul en la vida del joven del Central Gómez Mena.

Jugó 9 temporadas en Las Grandes Ligas comenzando con Los Indios de Cleveland. De ahí fue canjeado a Los Bravos de Milwaukee, quienes más tarde se mudaron a su casa actual en Atlanta y de ahí fue cambiado a Los Rojos de Cincinnati, donde terminó su carrera en La Gran Carpa.

Desafortunadamente para él, participó en una época donde los equipos tenían total control del pelotero. Los Bravos nunca le dieron la oportunidad de que se pudiera desarrollar en otra franquicia ya que siempre lo usaron de bateador emergente.

Cuando estuvo a las puertas de subir con Los Rojos de Cincinnati y bateando .355 en ligas menores, la franquicia decidió subir a un bateador zurdo en vez de Miguel.

Fue compañero de 4 miembros del Salón De La Fama; Hank Aaron, Eddie Matthews, Warren Spahn y Phiel Niekro.

Se llevó el champion bate en diversas ligas menores y de invierno. Entre estas se encuentra el campeonato de la Liga de Puerto Rico del 1961-1962 con el equipo de Los Senadores de San Juan donde terminó con promedio de .354 pegando 8 jonrones y 50 impulsadas.

Después de concluida su carrera ya en la madurez de su vida, matriculó como estudiante en la Universidad Internacional de la Florida donde recibió su título en Finanzas.

Trabajó para la Sinfónica de New World por 17 años y fue vendedor de bienes raíces.

Descanse en Paz el Orgullo del Central Gómez Mena.

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Tomado de https://www.facebook.com/

MIGUELITO DE LA HOZ

Por Esteban Fernández Roig Jr.

1 de junio,2023

Desde niño simpaticé con él, lo vi por primera vez en el estadio de pelota de Güines.

Fijé mi atención en él tras meter el jonrón más grande que yo había visto en mi vida. Quise ser su amigo y lo logré.

Era “Habanista” y su papá “Almendarista”. Discutían al respeto y su padre le predecía: “Algún día te arrepentirás cuando vistas las franelas del Club Almendares”. Y la genial amenaza se hizo realidad.

Mi padre me llevó al Stadium del Cerro y a los 10 minutos de estar allí Mike disparó un monumental batazo volándose la cerca del jardín central donde decía: “TOME CAWY”… Al final del juego a duras penas logré estrecharle la mano.

De ahí en lo adelante tuvo una grandiosa carrera en las Grandes Ligas.

Desde Güines y más tarde desde el exilio estuve pendiente de cada equipo con los que jugó, de cada hit y cada jonrón que disparó. Miguelito se convirtió en uno de mis ídolos de mi niñez.

Hace unas semanas mi colega en el periódico “Libre” Álvaro Álvarez me llamó y me dijo: “Oye, Miguelito se enteró que estás en Miami y quiere verte”.

Pasamos a verlo en el “Home” donde se encontraba. Lo vi maravillosamente bien, claro en su mente, y nos fue detallando anécdotas personales de su glorioso pasado beisbolero.

Al despedirnos tras un fuerte abrazo le pregunté: “Mike y ¿de que te sientes súper orgulloso?” Se rió y me respondió: “Bueno, que el manager de los Yankees Joe Torres públicamente dijo que yo fui el MEJOR BATEADOR DE BOLAS MALAS EN LAS GRANDES LIGAS”. Y riéndonos nos dijimos adiós.

Hace unos días recibí la triste la noticia del fallecimiento el 28 de Mayo del gran Miguel Ángel de la Hoz Piloto.

Y con pena sentí la caída de uno de mis héroes personales desde que tenía 10 años.

Sólo le pido a Dios que si en el cielo existe el béisbol, que le permita jugar y meta muchos jonrones . 

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EL BÉISBOL CUBANO

Por Esteban Fernández
9-14-2012

Nada enaltece más a la Cuba de ayer que pensar que hubo una época remota en que el baseball era nuestro único motivo de pugna y discrepancia. ¿No era más bonita la disputa inocente entre Almendaristas y Habanistas que la bronca de 54 años entre cubanos  dignos y la plaga de asesinos que se adueñó del país más tarde?...

Ni el mismo Fulgencio Batista se atrevió a meterse con los peloteros,  y podemos estar en desacuerdo con su gobierno y con su  golpe de estado del año 52,  pero hay que aceptar que jamás le pidió sumisión a ningún deportista y hasta si el pelotero pertenecía al Movimiento 26 de Julio podía seguir jugando a la pelota. Tampoco Gerardo Machado tocó ni con el pétalo de una flor a nuestro deporte adorado.

Una época muy diferente donde el país podía atravesar por todo tipo de problemas, tiroteos en el Reparto Orfila, la crísis del año 33, las criticas acérrimas de Eduardo Chibás desprestigiando al gobierno de Carlos Prío, pero el BEISBOL CUBANO QUEDABA INTACTO...

Gracias a Dios que tuve un gran amigo, como si hubiera sido un padre para mí, llamado Ángel Torres, maestro de maestros, que  brindó una amplia información por largos años (y valiosísimos libros)  sobre nuestro querido pasatiempo nacional. Ángelito sabía hasta cuantas veces estornudó en un desafío el "Látigo" Gutiérrez y es posible sabía los nombres  de los taínos que jugaron al bato.

Y hoy en día cuento con amigos como Amaury Pi González, Chamby Campos, Cos Villa, Andrés Pascual, Fernando Vilá quienes me mantienen al día de la actualidad deportiva. Patriotas y anticastristas además de expertos en la materia.

Sí, mis amigos, aquella era una etapa bella donde no se gritaba "Paredón", ni había miles de exiliados, ni los cubanos tenían que salir del país en balsas, y  la inspiración de los muchachos eran Roberto Ortiz, Edmundo Amorós, Willy Miranda,  Rocky Nelson, Perico 300, Gonzalo Naranjo y  sólo nos molestaba la victoria del equipo contrario y no el fusilamiento de un ser querido. ¡Qué distinto cuando a los niños de mi pueblo no se les inculcaba adorar a un críminal argentino y nuestros ídolos locales eran Miguelito de la Hoz, Candito Rojas y el "Jiquí" Moreno!...

¡Con cuanta alegría los Almendaristas, ante el triunfo de nuestro team, esperábamos ansiosos el programa de "Chicharito y Sopeira" porque sabíamos que ese día el "gallego" se burlaría del "negrito" y Julián  tocaría la gaita!... Y viceversa, si ganaba el Habana entonces Luisa Diez, Marta Estévez y Miguel Uría y miles de cubanos, esperaban las muestras de alegría de Alberto Garrido...

Allí en el terreno estaban juntos cubanos y americanos, los negros y los blancos. Juntos "Bobby" Bragan y Agapito Mayor, "Chiquitín" Cabrera y "Panchón" Herrera. Sin gritos de "Yanquis Go Home", sin que un negro fuera discriminado por el color de su piel, y miles y miles de blancos teníamos al gran Orestes Miñoso como un héroe nacional. No como hoy que lo mismo un blanco que un negro tienen que dar muestras de  apoyo incondicional a la dictadura para que se les reconozca y se les de algún privilegio raquítico...

En aquella época nadie sabía si el pelotero era liberal o conservador, a nadie le interesaba si Pedro Ramos o Camilo Pascual eran Auténticos u Ortodoxos, priistas o grausistas. El pelotero era libre de pensar políticamente como le diera su realísima gana, y salir de Cuba o regresar a la Patria cuando así lo deseara, jugar aquí o allá, o "en la luna" si quería. Jamás un deportista cubano se vió en la necesidad de desertar ni pedir asilo político.

¿Es que existe un solo experto de béisbol que me pueda decir a qué partido político pertenecía Andrés Fleitas, cómo pensaba Carlos Paula o qué ideas políticas tenía Román Mejías? A nadie le interesaba eso. Ni un solo gobierno del país les pidió sumisión. Y todos los peloteros entraron por la puerta grande de los corazones de los cubanos para quedarse eternamente. Sin importarnos sus ideologías.

Hablamos del mismo cuadro, de las mismas cuatro bases, de las mismas posiciones, pero ¡que diferente Cuba!... Porque allí lo que pasó fue que estos grandísimos H.P. tuvieron que meter la cuchareta en eso también, y se hicieron dueños del béisbol, y utilizan a los peloteros para su exclusiva propaganda.

Y acabaron con el profesionalismo, y obligaron a todos los deportistas a definirse políticamente a favor de la tiranía, regularon las salidas del país y politizaron hasta la médula lo que NUNCA debieron haber tocado, pero no se preocupen que yo tengo esperanzas en ver una nación limpia de sabandijas donde lo único que discutamos sea sobre Habana y Almendares, Cienfuegos y Marianao.



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