domingo, junio 11, 2023

Pedro Corzo: Las torturas de los Castro. José Álvarez: La desmentida crueldad del presidio político que sufrió Fidel Castro Ruz en Isla de Pinos según sus propias cartas


Nota del Bloguista de Baracutey Cubano 

Es conocido que a familiares  de presos políticos antiCastristas la Seguridad del Estado  intenta reclutarlos  con  diferentes objetivos; para ello usan, entre otros procedimientos,   la promesa que sus presos serán mejor tratados en las ergástulas castristas si cooperan con  la Seguridad del Estado; pero sucede que en caso que esos familiares se nieguen a cooperar con la Seguridad del Estado y lleven a cabo denuncias de los maltratos, atropellos, abusos y agresiones de sus familiares encarcelados, esos familiares también  sufriran hostigamientos, amenazas y  persecuciones para amedrentarlos. Una situación diametralmente opuesta  a la que tuvo la supuesta dictadura de Fulgencio Batista  con la madre de Fidel y Raúl Castro  y otros familiares; veamos:   

(Lina Ruz en su hacienda de Birán)

El día 10 de enero de 1959 la señora Lina Ruz, madre de los Castro, fue interrogada por un periodista del “Diario de la Marina”, en La Habana. Ella contestó francamente lo que sigue: “No me molestaron nunca. Al contrario más bien me cuidaban. El coronel Fermín Cowley, personalmente, fue mi garantía, y no porque estuviera amenazada por algo o por alguien, sino por cuidar celosamente que no me pasara nada. Y eso lo digo ahora aquí y lo diré donde quiera que me pare, porque es la verdad”.

(El Coronel Fermín Cowley Gallegos abraza al General Francisco Tabernilla Dolz)

Señalo que  Fermín Cowley Gallegos fue un jefe militar de la región holguinera que tuvo  un sangriento desempeño (responsable del asesinato de los expedicionarios del yate Corinthya, pertenecientes a la Organizaci'on Auténtica, OA, y de las Pascuas Sangrientas de 1957) contra elementos subversivos que luchaban en contra del régimen de Fulgencio Batista. Fermín Cowley Gallegos  fue  muerto  en un atentado contra su persona al ir, sin escolta,  a una tienda para comprar una pieza para su avioneta y su chofer haber salido  a atender otros asuntos fuera de esa tienda. El jefe del  comando que  llevó a cabo el atentado fue el asesino William Gálvez, aunqué él no participó directamente  pues el ejecutor de Cowley Gallegos  fue Carlos BORJAS. Al final de este post dejo un artículo de Dariel Alarcón (¨Benigno¨en la guerrilla del Che Guevara en Bolivía)  que sustenta  el adjetivo de asesino que le di  al dipsómano   William Gálvez.
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Las torturas de Castro

Por Pedro Corzo

Miami10 de junio,2023

La ONG Prisoners Defenders, que dirige Javier Larrondo, ha presentado un informe titulado Primer Estudio Integral sobre la Tortura en Cuba, un trabajo muy bien elaborado que demuestra como el régimen totalitario cubano abusa despiadadamente de sus ciudadanos  sin importar edad, sexo o cualquier otra condición.

Según el documento, el trabajo se inició en 2022 tomando como base 15 patrones de torturas y 181 víctimas, que "han servido de muestra aleatoria y estadísticamente representativa de un colectivo de 1.277 presos políticos civiles, todos ellos torturados en las cárceles cubanas en los últimos 12 meses".

"El 80% de esos casos al azar está sufriendo más de 5 tipos de tortura, y que los niños y los jóvenes son dos de los colectivos más torturados. Así lo sufrió Gabriela, manifestante del 11J a la que torturaron por manifestarse y que, con 17 años, al llevarla a la prisión las guardias (les narro textual el escrito de un testigo) le metieron el dedo en la vagina de cuclillas, casi la violan ... demasiadas cosas que le pasó, que no superó, y que no superará", dice el documento.

Trabajos como este son fundamentales para aquellos que siguen empecinados en no ver la tragedia que ha significado para Cuba y los cubanos el régimen castrista, situación que sin duda alguna se repite en las autocracias aliadas de La Habana, como son Nicaragua, Venezuela y Bolivia, amén de otros siempre atraídos por la tentación totalitaria.

En 2012, bajo la dirección del cineasta Luis Guardia y el activista pro democracia Francisco Paco Lorenzo, produjimos un documental titulado Las Torturas de Castro, una filmación histórica que los interesados pueden encontrar en las redes y que demuestra como desde el momento en que llegaron al poder Fidel y Raúl Castro, en la isla no han cesado las torturas y por consiguiente la violación y abuso a los derechos humanos.

La filmación empieza con Castro diciendo que en Cuba no se ha reprimido, torturado o asesinado nunca y sigue con el ex prisionero político Abel Nieves, respondiendo como aún siendo un adolescente fue sepultado, acostado de espaldas, los brazos a lo largo de su cuerpo, sin poder moverse, con agua corriendo por su cuerpo. Concluye diciendo que permaneció siete días en aquel ataúd mojado, una de las tétricas gavetas del Palacio de Atares en La Habana.

Abel, 21 años preso, fue un hombre de gran entereza moral pero muy afectado por los numerosos abusos que sufrió, su entrega a la causa democrática cubana fue absoluta y su devoción por el presidio político sumamente notable.

Orestes Pérez, 28 años preso, al igual que otros prisioneros en Topes de Collantes, fue amarrado a una gran piedra y lanzado a una poceta para que denunciara a sus compañeros, siendo sacado de la misma cuando prácticamente había quedado sin respiración. Evelio Ancheta fue salvajemente torturado en las tétricas "cabañitas" con brusco y radicales cambios de temperatura, también fue lanzado atado a una piscina, mientras desinformaban a la familia sobre su condición. Aurelio Hernández, en el mismo lugar, fue inyectado con pentotal sódico, le aplicaron descargas de corriente eléctrica y fue sometido a fusilamientos simulados tal y como padeció Rigoberto Hernández. La prisionera Annete Escandón no padecía de problemas mentales, le fueron aplicados 20 electroshocks en el hospital de Mazorra en tres meses, igual que a otros prisioneros, entre ellos Raúl Salazar, con severas secuelas por las torturas.

Penosamente no puedo hacer una síntesis de todos los declarantes del documental Las Torturas de Castro, que me hizo evocar el Primer Estudio Integral sobre la Tortura en Cuba de Prisoners Defender, que además de los abusos físicos señala que en la Isla de los Castro, "entre otras transgresiones hay que señalar las violaciones a los derechos laborales, la violación legislada del debido proceso penal, la violación de múltiples derechos y libertades fundamentales como la libertad de pensamiento, de expresión, de reunión y asociación, de movimiento, la libertad religiosa, entre otras, y otros aspectos como la impunidad legislada y practicada para los abusos de las autoridades, las detenciones arbitrarias, la desaparición forzada, la prisión provisional, la carencia legal de abogados defensores y la prisión política en Cuba".

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 Las Torturas de Castro


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Nota del Bloguista de Baracutey Cubano


En Cuba me leí, en su primera edición y publicación,  el libro de Luis Conte Agüero con las  cartas  de Fidel Castro y en él estaban las FOTOCOPIAS  de dichas cartas. Hace unos pocos años se volvió a publicar, pero ahora en el Exilio, ese libro, al que se le agregó los textos de esas cartas traducidos al idioma Inglés.

Tengo entendido que la que pide el divorcio es Mirta Díaz-Balart. Hay dos versiones sobre eso:

1.- Cuando al ver a su hermana Mirta sufriendo por la cárcel de Fidel, Rafael Díaz-Balart (entonces viceministro de Gobernación) le muestra una carta o la dedicatoria en un libro que le regaló Naty Revuelta a  Fidel Castro de la que se podía inferir una relación amorosa entre ambos. Muy poco después de la salida de Fidel Castro, y todos los Moncadistas,  de la prisión el 15 de mayo de 1955 (por  la amnistía general y por ser el Día de las Madres  de ese año) sería engendrada Alina Fernández Revuelta (nacida el 19 de marzo de  1956), que fue años después reconocida ¨extraoficialmente¨ como su hija.
 
 2.- Que Fidel Castro se confundió en los sobres de cartas respectivas a Naty Revuelta y a su esposa Mirta Díaz-Balart y que Mirta conoció  del engaño de Fidel Castro con Naty Revuelta. En el tiempo en que Fidel Castro era novio de Mirta tenía una relación amorosa con  María  Amparo Laborde, una doméstica,  de la que nació Jorge Ángel Castro Laborde el 23 de Marzo de 1949, el verdadero primogénito de Fidel Castro y no ¨Fidelito; la boda de Fidel y Mirta fue el  11 de Octubre de 1948. El primogénito de Fidel Castro es Jorge Ángel, el cual fue engendrado 3 ó 4 meses antes de que Fidel se casara con Mirta. Otra versión de la confución de las cartas  es que una alta autoridad del Presidio Modelo cambió los sobres; esa persona fue fusilada después del triunfo de la Revolución el 1 de enero de 1959, pese a las facilidades y comodidades  que se les dió a Fidel y al resto de los Moncadistas en el Presidio Modelo de Isla de Pinos.

Fidel Castro inicialmente fue encarcelado junto al resto  de los Moncadistas en el Presidio Modelo de Isla de Pinos pero posteriormente, producto de una vociferante protesta  por la visita de Fulgencio Batista o Hermida,  Ministro de Gobernación,  al centro penitenciario, fue trasladado a una  muy amplia y ventilada  ¿celda? donde habitaba él solo y se podía hasta cocinar lo que compraba en la cafeteria del Presidio Modelo o le trajeran sus familiares y amistades.

Mario Chanes de Armas  asaltante al Cuartel Moncada que estuvo en la prisión durante el régimen de Fulgencio Batista y 30 años de prisión en las cárceles Castristas, expresó que la  prisión en el régimen de Batista era el Paraiso comparada con la prisión en las cárceles Castristas, que era el Infierno.

Para ver un estudio comparativo entre los regímens de Batista y Fidel Castro desde el punto represivo pueden leer mi artículo BREVE ESTUDIO COMPARATIVO DE LAS MUERTES, PRISIONES Y PRESOS DURANTE LAS DICTADURAS DE FULGENCIO BATISTA Y DE FIDEL Y RAÚLCASTRO, publicado en el número 42 de la Revista Hispano Cubana, publicación de la Fundación Hispano Cubana.

Los subrayados y las letras en ¨negritas¨ son mios.

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Tomado de http://profesorcastro.jimdo.com/



 Fidel Castro Ruz recibe la visita de su hijo en el Presidio Modelo de Isla de Pinos


 CARTAS DE FIDEL CASTRO DESDE LA PRISIÓN DE ISLA DE PINOS

Por Manuel Castro

El 26 de julio de 1953 se produjo el ataque al cuartel Moncada en Santiago de Cuba, organizado y dirigido por Fidel Castro Ruz. El ataque resultó un desastre en el que murieron más de 60 hombres, pero convirtió el nombre de Fidel en una palabra familiar en Cuba.

Fidel Castro fue sentenciado a cumplir quince años en el Presidio Modelo de Isla de Pinos, pero solo cumplió 22 meses, gracias a la amnistía que decretó el tirano Batista.
Fidel Castro entró al Presidio Modelo el 17 de octubre de 1953. Él y sus compañeros asaltantes fueron alojados en la enfermería; podían cocinar y todos los días tenían derecho al patio. La cárcel le fue productiva: Leía incesantemente y escribió cientos de cartas, además de los artículos que publicaba en la revista Bohemia. En una de sus cartas, Fidel dice: “Me estoy dando ya dos baños al día ‘obligado’ por el calor”. “Hace poco preparé un bistec con jalea de guayaba”. “Cuando cojo el sol por la mañana en short y siento el aire de mar, me parece que estoy en una playa”.

Veintiuna de dichas cartas fueron publicadas en Cuba en 1959 en un volumen editado por su amigo y asiduo corresponsal Luis Conte Agüero, quien rompió con Fidel Castro poco después y se exiló en Miami en 1960. Casi inmediatamente comenzó en Cuba el asesinato de la reputación de Conte Agüero, a quien se le empezó a llamar en los medios castristas como “la mulata del fuego”.

Un análisis de los extractos de sus cartas que aparecen a continuación muestra que aunque Fidel Castro se presentaba como un joven revolucionario idealista –así engañó al pueblo cubano-, ya se avizoraba en él al despiadado tirano en que se convertiría durante el siguiente medio siglo, así como su homofobia -preludio de la persecución a la que sometería a los homosexuales durante varias décadas.

Marzo de 1955.
A Luis Conte Agüero:
No estoy interesado en lo más mínimo en hacer cambiar de opinión al régimen para que firme la amnistía; esa no es para nada mi preocupación. En lo que estoy interesado es en demostrar la falsedad de sus posiciones, la insinceridad de sus palabras, la maniobra baja y cobarde que están llevando a cabo contra los hombres que se encuentran encarcelados por oponerse a él.

Han dicho que son generosos porque se sienten fuertes; pero en realidad están llenos de deseos de venganza porque se sienten débiles...

Habrá amnistía cuando haya paz. ¿Con qué autoridad moral pueden hacer semejantes propuestas hombres que han pasado los tres últimos años proclamando que llevaron a cabo el golpe para traer la paz a la República? Así que no hay paz, así que el golpe no trajo la paz...

“La mejor prueba de que no existe dictadura es que no hay presos políticos,” dijeron durante muchos meses; en la actualidad están desbordándose tanto las cárceles como el exilio y por lo tanto ellos no pueden decir que vivimos bajo un régimen democrático y constitucional. Sus propias palabras los condenan.
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Diciembre 12 de 1953.
A Luis Conte Agüero:
Voy a pedirte un favor. Redacta un Manifiesto para el pueblo en concordancia con el contenido de la presente carta. Fírmalo en mi nombre y llévaselo a Mirta. Ella tratará de hacerlo publicar... Hemos decidido que no tendremos Navidad: no tomaremos ni siquiera agua en esa fecha como señal de luto. Haz que se sepa, porque creo que de esta manera el objetivo será más noble y más humano. No tiene sentido que prisioneros como nosotros aspiremos a las alegrías de la Navidad (…)
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Abril 17 de 1954.
A Melba Hernández:
Primero: no podemos abandonar la propaganda ni por un instante, porque es el alma de nuestra lucha. La nuestra debe tener su propio estilo y estar a la altura de nuestras circunstancias...

Segundo: debemos coordinar el trabajo entre nuestra gente aquí y la del exterior. Con este propósito, organiza un viaje a México lo antes posible... Tenemos que reflexionar con cuidado acerca de cualquier proyecto de cooperación con otros, pues de lo contrario simplemente tratarán de aprovecharse de nuestro nombre. “Saber esperar, decía Martí, es el gran secreto del éxito”.

Tercero: mantengamos hacia todos un trato engañosamente suave y una sonrisa. Sigamos la misma estrategia que adoptamos durante el juicio; es decir, defender nuestros puntos de vista sin provocar resentimientos. Ya habrá tiempo más tarde para aplastar las cucarachas todas juntas. No se descompongan ante nada ni ante nadie; después de todo no perdimos el ánimo en los momentos más difíciles.

Un último consejo: cuidado con la envidia. Cuando alguien cuenta con gloria y prestigio como ustedes ahora, los mediocres encontrarán fácilmente motivos o pretextos para sembrar sospechas. Acepten ayuda de todos; pero recuerden que no se puede confiar en nadie.
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Junio 19 de 1954.
A Luis Conte Agüero:
Aquí me paso la vida leyendo y practicando el autocontrol. Me siento realmente mejor cuando no leo los periódicos; la politiquería y la obsecuencia que veo por todas partes me producen ataques de ira.
Si alguien ha visto su paciencia puesta a prueba, ese soy yo. Hay ocasiones en que paso horas luchando contra el deseo de explotar, de declararme en huelga de hambre y sin probar bocado hasta que me saquen de aquí o me maten, lo cual no sería para nada imposible. Estoy convencido de que quieren provocarme a toda costa y yo ignoro sus intenciones... Luis, yo pienso que tenemos que organizar, tan pronto como sea posible, una campaña sistemática y creciente contra esta ultrajante situación en la que me encuentro... Este es el momento más favorable psicológicamente debido a una serie de eventos... El Ministro de Gobierno se ha comportado como lo que es: un perfecto afeminado; se ha plegado a todos los caprichos de los militares y se ha dedicado a enriquecerse desvergonzadamente... Recuerda a Catón, quien terminaba siempre sus discursos pidiendo la destrucción de Cartago (...)
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Cuando salió a la luz pública que Mirta, su esposa, había aceptado en secreto que su hermano Rafael Díaz Balart –viceministro de Gobierno– le pagara un modesto estipendio a través de su oficina, Fidel Castro insistió en que Ramón Hermida –el Ministro de Gobierno– quería manchar su nombre.

A Luis Conte Agüero:
Esta es una maquinación en mi contra: la más infame, más indecente, más vil e intolerable. Mirta es demasiado ecuánime como para haber permitido que la sedujera su familia, aceptando aparecer en la nómina del gobierno, independientemente de su situación económica. Estoy seguro de que ha sido miserablemente calumniada (...)

Sólo un afeminado como Hermida, en el nivel más bajo de la degeneración sexual recurriría a semejantes métodos, cargados con tan inconcebible indecencia y falta de virilidad. Ahora ya no me cabe duda de que la declaración atribuida a mí acerca de que soy bien tratado ha sido obra suya.

No quiero convertirme en un asesino cuando salga de esta prisión. ¿No tiene honor un prisionero político? ¿Puede un prisionero político ser ofendido de este modo? ¿No tiene un prisionero retar a duelo cuando sale de prisión? ¿Tiene uno que comerse la bilis de la infamia en la impotencia y desesperación del confinamiento?

Estoy dispuesto a retar en duelo a mi cuñado en cualquier momento. Lo que está en juego es el buen nombre de mi mujer y mi propio honor de revolucionario.
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Posteriormente, al demostrarse que Mirta Díaz Balart estaba recibiendo ayuda de la tiranía batistina, Fidel Castro demanda el divorcio y orquesta una campaña de tierra arrasada para obtener la custodia exclusiva de su hijo, Fidelito, en esta carta dirigida a su media hermana Lidia.

Noviembre 29 de 1954.
A Lidia Castro Argota:

Me hace muy feliz que me hables del divorcio y ante todo que me digas que será ejecutado siguiendo estrictamente mis instrucciones. Acerca del niño, me mantengo en mi punto de vista y a la primera oportunidad, inmediatamente después de que se efectúe la demanda, le insistiré a la Corte para que solicite su retorno a Cuba para que atienda el colegio de modo consistente con mi pensamiento...

Me molesta inclusive la idea de que mi hijo duerma una noche más bajo el mismo techo que cobija a mis más despreciables enemigos y que reciba en sus mejillas inocentes los besos de esos miserables Judas. He soportado las agresiones de ellos con la misma fuerza con la cual les exijo reparación; he padecido la injustificable e imperdonable ausencia de mi hijo con la misma resolución con la cual lo rescataré a cualquier costo. Ellos lo saben ¡o por lo menos deberían saberlo! Supongo que saben que para robarme a ese niño tendrán que matarme primero –y ni así–. Pierdo la cabeza cuando pienso en estas cosas.
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La supuesta crueldad del presidio político de Fidel Castro.

Por  José Álvarez Ph. D.
Fidel Castro comenzó a construir una historia falsa sobre su cautiverio aún antes de ingresar en el Presidio Modelo. Casi al comienzo de su alegato jurídico, al referirse a sus compañeros ya condenados, el joven abogado dijo: “A Isla de Pinos se les envió, en cuyas circulares mora todavía el espíritu de Castells y no se ha apagado aún el grito de tantos y tantos asesinados…” Su famosa auto-defensa la cerró con la siguiente predicción: “En cuanto a mí, se que la cárcel será dura como no lo ha sido nunca para nadie, preñada de amenazas, de ruin y cobarde ensañamiento… Condenadme, no importa, ¡la historia me absolverá!

Ha descrito el escenario que le espera antes de vivir esa supuesta realidad. Pero, ¿moraba aún en ese presidio el espíritu del comandante Pedro Castells, su jefe durante la dictadura de Gerardo Machado? ¿Estuvo su estadía “preñada de amenazas, de ruin y cobarde ensañamiento”? Dejemos que sea el propio Fidel Castro quien nos describa su vida en el penal

Su entrada en el Presidio Modelo se produjo el 17 de octubre de 1953. Un historiador residente en la isla, describe que “Fidel penetró en el pabellón [número] uno del hospital-prisión donde estaban sus compañeros encarcelados.” Es decir, los moncadistas no estaban alojados en las temibles “circulares” sino en una dependencia del hospital. La diferencia entre lo virtual y lo real es tan abrumadora que el cronista oficial se ve forzado a suprimir los siguientes párrafos de una carta de Fidel Castro que, sin embargo, cita para otros propósitos. La carta de Castro se refiere al lugar que habita y fue escrita el 22 de diciembre de 1953:

(Principio y Fin del Mito Fidelista, libro de José Álvarez)

Habitamos una galería de unos 40 m de largo por 8 de ancho, situada en un ala de la enfermería, un edificio grande de planta baja…; el piso, de granito de mármol. Cuarto de baño en un extremo, y al otro una pequeña repisa de mármol que hace de cocinita para café, etc. De un extremo a otro, dos hileras de camas alineadas en perfecta formación; son 27 en total y ahora, con los mosquiteros, semejan tiendas de campaña donde nos protegemos del ejército de moscas y mosquitos que hasta recientemente nos tenían sometidos a la impotencia. Patio interior de unos 20 m por 12; alrededor de todo el patio un portal amplio sostenido por columnas, con piso de granito también. Junto a la puerta de salida al patio, en el portal, dos mesas largas para almorzar y comer, las que utilizamos también para dar clases. El paisaje exterior no se ve por ninguna parte; todas las ventanas están a más de 9 pies de altura. Tenemos derecho al patio de 10 a 10 y 30 a.m. y de 1 a 4 p.m.

En cuanto al horario que llevan en prisión, escribe: “Sintetizando: a las 5 y 30, desayuno; a las 8, clases hasta las 10 y 30 am.; 10 y 45, almuerzo; 2 pm., clases de nuevo hasta las 3; recreo hasta las 4; 4 y 45, comida; 7 a 8 y 15, clases de economía política y lectura en común; 9 y 30 pm., silencio.

Las actividades educacionales y culturales eran intensas. Castro enseñaba varias asignaturas por la mañana, Economía Política por la noche y oratoria dos veces a la semana. En los aniversarios de fiestas patrióticas hacían veladas y daban conferencias. Todos los días 26 eran festivos; y los 27 eran de duelo, con reflexiones sobre el tema, sin actividades recreativas. Los días académicos abarcaban desde el lunes hasta la mitad del sábado. La escuela la nombraron “Academia Ideológica Abel Santamaría”La biblioteca contaba con 300 volúmenes, y llenaba dos libreros de madera que, junto al pizarrón, fueron ordenados al taller de carpintería por el teniente Perico.

Veamos lo que dice sobre las condiciones de vida: “Yo tengo sol varias horas todas las tardes y los martes, jueves y domingos también por la mañana. Un patio grande y solitario, cerrado por complete con una galería. Paso allí horas muy agradables. Me volveré mudo.” En otra oportunidad cuenta: “… arreglé mi celda el viernes. Baldié el piso de granito con agua y jabón primero, polvo de mármol después, luego con Lavasol y por último agua con creolina. Arreglé mis cosas y reina aquí el más absoluto orden. Las habitaciones del Hotel Nacional no están tan limpias.” En otra carta, dice: “Me estoy dando ya dos baños al dia ‘obligado’ por el calor.

Castro parece no tener problemas en comunicarse con el exterior: “[Mi esposa] Mirta te dirá el medio de comunicarte conmigo todos los días si quieres. Guarda sobre él absoluta reserva”.

Una carta del mes de junio de 1954, después de asegurar que continúa aislado de sus compañeros, revela:

Trajeron a Raúl para acá. Comunicaron mi celda (que tú viste en “Bohemia”) con otro departamento cuatro veces mayor y un patio grande, abierto desde las 7 a.m. hasta las 9 y 30 p.m. La limpieza corresponde al personal de la prisión, dormimos con la luz apagada, no tenemos recuentos ni formaciones en todo el día, nos levantamos a cualquier hora; mejoras éstas que yo no pedí, desde luego. Agua abundante, luz eléctrica, comida, ropa limpia y todo gratis. No se paga alquiler. ¿Crees que por allá se está mejor? Visitas dos veces al mes. Reina ahora la más completa paz. No sé, sin embargo, cuánto tiempo más estaremos en este “paraíso”.

La alimentación era, si no preocupación constante, al menos tema recurrente en su correspondencia:
• Después de tomar café, calentico, … encendí un tabaco y me puse a escribirte.

• Como soy cocinero, de vez en cuando me entretengo preparando algún pisto. Hace poco preparé un bistec con jalea de guayaba. Hoy me mandaron los muchachos un potecito con ruedas de piña en almíbar. Y mañana comeré jamón con piña. También preparo spaghettis o tortilla de queso. Cuelo también un café delicioso. En cuanto a fumar, en estos días pasados he estado rico; una caja de tabacos H Upmann, del doctor Miró Cardona, dos cajas muy buenas de mi hermano Ramón, un mazo de un amigo y, por último, una cajita muy bonita que vino con los libros, de la cual tengo uno encendido en estos instantes.

• Tengo hambre y puse a hervir unos spaghetti con calamares rellenos… Me voy a cenar: spaghetti con calamares, bombones italianos de postre, café acabadito de colar y después un H Upmann 4. ¿No me envidias? Me cuidan, me cuidan un poquito entre todos… No le hacen caso a uno, siempre estoy peleando para que no manden nada. Cuando cojo el sol por la mañana en shorts y siento el aire de mar, me parece que estoy en una playa, luego un pequeño restaurante aquí. ¡Me van a hacer creer que estoy de vacaciones! ¿Qué diría Carlos Marx de semejantes revolucionarios?

Fidel Castro se queja a veces de lo que considera injusticias del sistema penal. Veamos si algunas de ellas se acercan a su pronóstico de castigos, humillaciones y horribles torturas: “Ya tengo luz; estuve cuarenta días sin ella y aprendí a conocer su valor. No lo olvidaré nunca, como no olvidaré la hiriente humillación de las sombras; contra ellas luché logrando arrebatarles casi doscientas horas con una lucecita de aceite pálido y tembloroso, los ojos ardientes, el corazón sangrando de indignación. De todas las barbaridades humanas, la que menos concibo es el absurdo.

El reflejo de su “cruel” encarcelamiento tuvo lugar cuando Fidel Castro dejó atrás el Presidio Modelo. Castro se dirigió al teniente Roger Pérez Díaz, jefe del Escuadrón 57, para decirle: “No podría irme sin despedirme de usted…” Y, volviéndose hacia los periodistas presentes, apuntó: “Quiero decirles que esta es una expresión espontánea y sincera, sin teatralismo porque este oficial, que es un caballero, de sobra lo merece”. Luego hizo el siguiente comentario: “Por mi parte, a pesar de todo, todavía no he aprendido a odiar. Al salir de las prisiones donde me sumió la injusticia durante 22 meses, proclamo mi lealtad a la causa de una Patria sin miseria ni despotismo…

La realidad de su encierro, aparentemente, había sido muy distinta a la pronosticada, como distinta también sería la suerte de los que morarían en esa misma prisión después de la llegada de Castro al poder absoluto. A muchos de ellos, antiguos compañeros suyos, los haría cumplir hasta el último día de sus sentencias de 20 y 30 años por delitos —o supuestos delitos— muchísimo menores que el suyo, por el que cumplió 22 meses de una sentencia de 15 años, es decir, el 12 porciento.

Un historiador cubano, al cumplirse 45 años de la excarcelación, expresó con orgullo: “En 22 meses, sus lecturas ya no podían ser contadas, exactamente. Literatos, filósofos, historiadores… Integraron una especie de curriculum de estudio y meditación en la cárcel, que de castigo había pasado a ser noviciado tiempo sabático.

Para lograr su excarcelación, las madres de los presos formaron un Comité en 1954. En su llamamiento a las “Madres de toda Cuba” se identificaban como “las crucificadas madres de los heroicos muchachos de los sucesos del día de Santa Ana”. Pedían la excarcelación de los mismos al conmemorarse otro aniversario del 20 de mayo, día de la independencia de Cuba. Cuando Fidel Castro contaba ya con 41 años en el poder, otro grupo de madres y esposas hacía la misma petición. El delito de esos presos consistía en poseer artículos que los ayudaba a ejercer su derecho a la libre expresión. La respuesta no ha sido una amnistía sino la agresión verbal y física de porristas oficiales. Son las Damas de Blanco.

Para terminar, y para que no se olvide, la diferencia entre el sistema penitenciario al que Castro fue sometido y el implantado por él una vez que se instaló en el poder, va mucho más allá de la cantidad (alrededor de 300; 600, según otros) de volúmenes de su biblioteca personal y el castigo que a veces acarrea tener escondida una Biblia en las prisiones castristas; mucho más allá que los manjares al acceso de Castro y el hambre imperante en sus prisiones; mucho más que las visitas de familiares, amistades y conyugales de Fidel Castro y la separación de sus encarcelados; mucho más que la diferencia entre un 12% y un 100% de cumplimiento de la sentencia. El límite de la diferencia está en la aspiración de José Martí a que la ley primera de la República fuera el culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre.

Jose Álvarez (Antilla, Cuba) militó en el Movimiento 26 de Julio desde su fundación en 1955 hasta su disolución en 1960.  Rompió con el régimen castrista a fines de 1961. Llegó a los Estados Unidos en 1969. Obtuvo un doctorado en economía agrícola en la Universidad de la Florida, donde desarrollo una fructífera carrera académica hasta su jubilación en 2003. Es Catedrático Emérito.

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Tomado de http://nuevoaccion.com/articulos/30699/

 OTRO ASESINATO EN LA SIERRA

Por Dariel Alarcón Ramírez “Benigno”

miembro de la guerrilla del Che Guevara en Bolivia
jueves 1 de marzo del 2007

El 20 de agosto de 1958, a mí me sucedió un hecho que me impresionó sobremanera. Tenía un ayudante. Un campesino muy valiente, diecisiete años, pero que cometió la falta de sustraer de una mochila una lata de leche condensada y tres tabacos. Se le celebró un juicio, pues ya en aquellos momentos se había constituido en el Ejército Rebelde una Auditoría. En nuestra columna el auditor lo era el entonces capitán William Gálvez.

A ese niño lo condenaron a muerte. Era un chico muy valiente. Un hijo de campesinos que al igual que yo no sabía ni leer ni escribir, tampoco entendía bien porque estaba ayudando a Fidel, pero sí era fiel a la causa. Era el hijo único de dos campesinos, que le habían pedido a Camilo que lo cuidara.

Desde aquel momento  William Gálvez empezó a caernos extremadamente mal. Había celebrado el juicio de una forma muy sádica. Cuando dio lectura al acta de acusación, lo hizo en forma burlona, riéndose irónicamente, humillando al chico delante de todos.

A pesar de ser hoy general de Brigada la historia de William Gálvez  no es muy brillante que se diga. Ėl se incorporó al ejército rebelde jactándose de haber ajusticiado al Coronel del ejército de Batista Fermín Cowley, cuando quien realizó el atentado verdaderamente fue el capitán Carlos Borges, que Gálvez abandonó herido después de esa operación, seguro de que el ejército mataría  Carlos Borges. Pero un día, Carlos Borges, al que se creía muerto apareció por la Sierra y se supo la verdadera historia del atentado. William Gálvez fue hecho prisionero, pero sin hacérsele juicio, pues todavía no existía la Auditoría. No le quitaron el grado de Capitán, pues decían que se lo había dado Frank País. Encontrándose prisionero en la Sierra, le rogó a Camilo que lo incorporara a su columna. Y ocupó el cargo de la Auditoría, porque estaba en el segundo año de derecho, como una manera de darle una actividad porque nadie quería combatir bajo sus órdenes.

Al chico se le celebró el juicio en el Campamento de la Columna  2, pero era necesario mandar un mensaje al Estado Mayor, para que Fidel lo aprobara, y lo que nos sorprendió grandemente es que, cuando se encontraban alrededor de un cajón jugando barajas, precisamente Camilo jugando de compañero con el chico, llegó el mensaje de Fidel….Camilo de una forma fría, le dijo al chico mirándole a la cara: “a las cuatro de la tarde te vamos a fusilar. Fidel lo ha aprobado”.

Nos miramos creyendo que aquello era una broma de Camilo, pero después me di cuenta de que Camilo se había quedado blanco. El chico con una sangre más fría todavía que la de Camilo, siguió jugando y dijo: “está bien”.

Como yo había perdido mi gorra en el combate de El Jobal, el chico sacó la suya y de dijo: “ Toma, Lalito”- ¿ Y para qué me das la gorra?- “A mi me van a fusilar a las cuatro y tú no tienes gorra”.

Estaba en los diecisiete años. Oyéndolo me amargué, pero no lo creí. Seguí pensando que no era posible. ¿ Cómo quitarle la vida a un amigo, a un compañero,. A un hombre tan valiente como era el chico? Que no se tomara en cuenta que era un menor de edad y que habían sido sus padres quienes lo habían confiado al ejército rebelde, precisamente para que no cayera en manos del ejército de Batista. Cuando llegaron las cuatro de la tarde, yo seguía sin creer que tal orden, dictada por Fidel: fusilarlo para dar un ejemplo a la Columna 2 y a los otros invasores. se ejecutara…..


Pero entonces lo amarraron a un árbol, mientras que el señor William Gálvez iba haciendo sádicamente los preparativos para el fusilamiento como si de una fiesta se tratara. (De su libro: “Memorias de un Soldado Cubano”)

(Publicado en le edición del jueves 1 de marzo del 2007)


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