jueves, julio 25, 2024

Luis Cino Álvarez desde Cuba: Víctimas y verdugos: Deportados del Escambray y la vigilancia en Sandino. Videos sobre los llamados pueblos cautivos y la lucha armada rural contra el castro-comunismo

 Tomado de https://www.cubanet.org/

Víctimas y verdugos: Deportados del Escambray y la vigilancia en Sandino

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Conozco casos de guardias de prisiones que terminaron en la cárcel. Y cuentan, cuando salieron, que fue un infierno. El mismo infierno al que un día, creyéndose impunes, sometieron a los reclusos.

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Por Luis Cino

24 de julio, 2024

LA HABANA, Cuba.- En su libro El Imperio, el polaco Ryszard Kapuściński (1932-2007), una de las más grandes plumas del periodismo, dedica un capítulo a la visita que realizó en 1991 a Magadán, ciudad del extremo oriente de Rusia que durante la tiranía de Stalin fue el principal centro de tránsito de los presos (laguerniks) enviados a los campos de trabajo forzado (gulags) y por donde se exportaba el oro y otros minerales extraídos por ellos en Kolymá.

Refiere Kapuściński: “Se camina por las calles de Magadán a través de altos pasillos abiertos en la nieve. Son muy estrechos. Al encontrarse con otra persona, hay que detenerse y dejarla pasar. A veces me topo cara a cara con un hombre mayor. Y siempre, sin ninguna excepción, tengo que contenerme para no preguntarle: ‘¿Y usted qué fue, verdugo o víctima?’ ¿Por qué me intriga y me corroe tanto esta pregunta? ¿Por qué no soy capaz de mirar a estos hombres de una manera natural, desprovista de esa pertinaz e insidiosa curiosidad? Pero, si a pesar de todo, me armase de valor y le hiciese esa pregunta y él se mostrara sincero, oiría en respuesta: ‘Tiene delante las dos cosas, verdugo y víctima’.

Sobre el siniestro mundo de los gulags, descrito por Varlam Shalámov (Relatos de Kolimá) y Aleksandr Solzhenitsyn, explicaba Kapuściński: “En muchos casos no se podían separar los dos papeles. Alguien primero pegaba a otros en su calidad de oficial interrogador, después lo metían en la cárcel y le pegaban a él, cumplida la condena, salía y se vengaba, etc. Era un juego de pesadilla del que todos salieron perdedores”.

Conozco casos de policías y guardias de prisiones (que desde los tiempos de las UMAP suelen ser militares castigados) que terminaron en la cárcel. Y cuentan, cuando salieron, que fue un infierno. El mismo infierno de maltratos y humillaciones al que un día, creyéndose impunes, sometieron a los reclusos. Lo menos que les pasó fue que les dieran comida podrida para que no se la pudieran comer, la dejaran y pudieran los guardias utilizarla para el sancocho de los puercos.

La pregunta que intrigaba y corroía a Kapuściński, su “pertinaz e insidiosa curiosidad”, me recordó la de un amigo pinareño que hace unos meses visitó Sandino, el pueblo cautivo en Guane, en el extremo más occidental de Cuba, adonde en la primera mitad de la década de 1960 el régimen deportó a cientos de campesinos del Escambray (centro de la Isla) para evitar que ayudaran a las guerrillas anticastristas.

Mi amigo, con una curiosidad similar a la de Kapuściński, quería saber quiénes fueron de los deportados y quiénes los guardias que los vigilaban pero, aunque indagó, muy poco pudo sacar en claro.  

Me contó que durante años “los villareños”, como los pinareños llamaban a los deportados, fueron mal mirados. Sobre ellos pesaba el estigma de ser “gusanos, contrarrevolucionarios”.  Se suponía que, si no tuvieron parientes alzados, de un modo u otro tuvieron algún tipo de relación con “los bandidos”, como llamaba el régimen a los insurgentes. Y, por ello, muchos evitaban tratarlos para no buscarse problemas, ya que la policía y sus informantes de los Comités de Defensa de la Revolución no les quitaban la vista de encima a “los villareños” y estaban pendientes de todo lo que hacían y decían.

Siempre se sabía quiénes eran de “los villareños”, por mucho que estos evitaran hablar de su pasado. Además de que en los pueblos pequeños todos se conocen, se diferenciaban y los reconocían por el modo de hablar. Pero el paso del tiempo, los amores, la vida y las penalidades compartidas fueron diluyendo los antagonismos, los viejos rencores y los celos regionalistas. Hoy, en las familias de Sandino hay tantos descendientes de “los villareños” como pinareños. Y también personas de otras partes del país, especialmente de las provincias orientales, que fueron llegando e hicieron crecer el poblado, que actualmente da nombre a un municipio de más de 30.000 habitantes.   

A los jóvenes no les importa demasiado si sus abuelos fueron alzados o guardias. Es más, con tanto silenciamiento de las historias para dar por buena la historia oficial de “la lucha contra bandidos”, unido al miedo y al empeño que pusieron sus mayores en olvidar, algunos, los de menos edad, ignoran que alguna vez hubo una guerra en el Escambray.

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Desplazados y Pueblos Cautivos


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Nota del Bloguista de Baracutey Cubano

Una observación interesante: el Doctor en Ciencias Arnaldo Jiménez de la Cal, quien fuera el oficialista historiador de la ciudad de Matanzas, en su libro Principio y fin del bandidísimo en Matanzas. (1998), que fue Premio 26 de Julio del año 1997, expone en sus datos que de los aproximadamente 600 alzados (o sea, individuos que participaron en la lucha con el arma en la mano; luego no se tiene en cuenta los suministros, guías, personal de apoyo, etc. ) que hubo en la provincia de Matanzas, y que fue aproximadamente el 25% del total que hubo en todo el país, sólo tres habían pertenecido a los cuerpos armados de la anterior República, mientras que más de 90 habían pertenecido a los cuerpos del régimen Castrista: Milicias Nacionales Revolucionarias, Ejército Rebelde, Policía Nacional Revolucionaria, etc.. En ese libro del Dr. Jiménez de la Cal, se citan fragmentos de discursos locales de Fidel Castro donde se dice que fueron errores de la Revolución los que conllevaron a que tantos campesinos se alzaran.

Un mito existente en Cuba es que  los cubanos seguidores de Castro derrotaron sin ayuda personal foránea  alguna:   a los alzados en las zonas rurales de Cuba, a los conspiradores y combatientes anticastristas en las ciudades, a los brigadistas en la batalla de Bahía de Cochinos cuando el desembarco de la Brigada de Asalto 2506 en abril de 1961, etc.;  lo cual no es cierto. En este post  sólo daremos tres ejemplos.

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Tomado de https://www.youtube.com/watch?v=jtYcqIcWiAw

Streamed live on Aug 12, 2023

IMHCT y Plantados invitan a la conferencia "El Año del Cuero Duro".

Esta conferencia conmemora el 60 aniversario de un año difícil para la resistencia cubana que la historia recoge como el "Año del Cuero Duro". 1963 fue el año más espinoso para nuestros heroicos patriotas cubanos que operaron en las montañas y llanos de Cuba durante años en contra del totalitarismo que se adueño de la isla.

Conferencia sobre "El Año del Cuero Duro"


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Al filo del Machete


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Sobre la Guerra Civil en Cuba  para combatir a la dictadura Castrista  en los años 60 del siglo XX  que niega tanto  la aceptación pasiva del Castrismo como  cobardía por parte del  pueblo cubano

Por Pedro Pablo Arencibia Cardoso

13 de abril de 2021

(FRAGMENTO)

En el artículo Datos de una guerra civil del historiador cubano Rafael Rojas (radicado en México   y hermano del actual  Viceministro de Cultura del Castrismo)  se lee: ¨El concepto de guerra civil resulta más apropiado que el de ''contrarrevolución'' a la hora de historiar aquel conflicto. El discurso oficial atribuye a los ''contrarrevolucionarios'' la falsa homogeneidad ideológica, política y social de la propia ''revolución'' y, a la vez, niega la identidad nacionalista de los opositores al comunismo. Cuando el campo intelectual y académico de la isla acepte que aquellas decenas de miles de adversarios al gobierno de Fidel Castro fueron cubanos que deseaban lo mejor para su país y no apátridas y traidores que trabajaron por la destrucción de la isla y su anexión a Estados Unidos, comenzará la verdadera reescritura de la historia contemporánea de Cuba

En efecto: en Cuba en la década de los años 60 del pasado siglo hubo una  Guerra Cívil en contra de la tiranía impuesta por el Castrismo;  tal es así que hasta el régimen Castrista así lo ha entendido y dicho en ocasiones. En el tomo I del libro Las Reglas del Juego, elaborado por miembros de la Dirección Política del MININT y publicado en 1992 por la Editoral San Luis, editoral del MININT se lee ( sólo teniendo en cuenta a los insurgentes alzados en zonas rurales y no a la oposición urbana de la cual hubo más de 300 organizaciones según ha expresado Fidel Castro) lo siguiente:

¨El General de Ejército Raúl Castro calificó este largo batallar como una guerra civil; en 1967 expresó que en aquellos encuentros contra el bandidismo perdieron la vida cerca de 500 combatientes revolucionarios, y las operaciones costaron al Estado cubano entre 500 y 800 millones de pesos. Ese fue el balance de la destrucción de 179 bandas y casi 3 600 alzados que asolaron el teritorio nacional a mediados de 1960 y 1965 fundamentalmente. Cien mil hombres rastrearon las antiguas seis provincias del país para aniquilar a unos 200 grupos de alzados. ¨ ( pag 125-126)

(Luchadores anticastristas del Escambray. En varios post de este blog Baracutey Cubano se han identificado erróneamente algunos de los fotografiados. Julo M. Lara (dueño de la foto y uno de los fotografiados)  muy gentilmente atendió a mi solicitud  y me envió el siguiente email:

(Julio M. Lara)

 Muy estimado Pedro, ante todo gracia por su elocuente  elogio y comentario. Esa foto fue tomada en una reunión de líderes que Evelio (Duque) -tratando de unir todas las fuerzas bajo un liderazgo– realizo, y no fue en Manacal como algunos dicen -fue cerca de Topes de Collantes, en una zona conocida como “Dos Ríos”. Por consiguiente hay algunos que por haber pertenecido a otras columnas no me acuerdo de sus nombres, y otros que si me acuerdo, por el largo tiempo que hace –no me acuerdo de sus nombres aun reconociéndolos. Pero me acuerdo de unos cuantos, empecemos: de pie en la parte posterior, de izquierda a derecha los dos primeros pertenecían a la tropa de Osvaldo Ramírez; seguidos por el matrimonio Tunon (Tuñón)  (campesinos de la zona); a continuación Evelio Duque con gorra y Osvaldo Ramírez con sombrero; a la derecha de Osvaldo creo – no estoy seguro era Monguito Pérez, a continuación era uno de nosotros que no recuerdo su nombre, al final el heroico Tomasito San Gil. Arrodillados al frente de izquierda a derecha el primero era Víctor (Chiche) Gámez, el segundo fui yo, el tercero era Ignacio  (bigote) Zúñiga,  los dos que siguen eran de nuestra tropa pero no recuerdo sus nombres, el sexto era mi amigo, hermano y compañero de toda la guerra Antonio (Tata) Aragón, el ultimo no me acuerdo su nombre. Tomas San Gil, Tata Aragón y yo nos conocíamos de antes de la guerra.

      Yo he escrito seis libros en una serie “Exponiendo al Comunismo”, además escribí mi autobiografía “God Satan and Me”,  o en castellano “Dios Satanás y Yo”.  Si deseas leerlo, con mucho gusto te obsequio y hago llegar una copia.)

Nunca en contra del gobierno de Fulgencio Batista  hubo una oposición violenta tan numerosa a lo largo y ancho de toda la República de Cuba. Hago  la observación que quizás  las cifras anteriores de  alzados en las áreas rurales  han sido disminuidas por razones políticas pues otras fuentes oficialistas hablan de aproximadamente 5 000 alzados; un elemento que sirve para medir el alcance de esa guerra civil  fue la creación de los llamados ¨pueblos cautivos¨ como fueron, en Pinar del Río: ¨Sandino¨, ¨Briones Montoto¨, ¨López Peña¨ y muchos más en el país  en que se encarcelaron bajo un régimen carcelario menor severo a cientos de  familias desalojadas de sus casas y de sus tierras en las áreas montañosas del mal llamdo  Escambray,  pues realmente  se le debe llamar macizo montañoso de Guamuhaya, pues el Escambray es un pequeño territorio cercano a la ciudad de Santa Clara en el que no hay ni agua. En esas cifras no se tienen en cuenta tampoco a  los cubanos  que luchaban en las organizaciones urbanas anticastristas y anticomunistas dentro de Cuba; la punta del iceberg  de ellas son aquellas que planearon atentados contra el tirano Fidel Castro. Tampoco se tienen en cuenta  a los  numerosos cubanos que operaban en infiltraciones  y ataques a la dictadura desde el exterior ya estuvieran vincukados a la CIA o a organizaciones independientes, incluyendo a la Brigada de Asalto  2506 con aproximadamente 1500  brigadistas cubanos que era casi la totalidad de los invasores en Bahía de Cochinos. No olvidemos que la dictadura Castrista, em medio de la mal llamada Guerra Fría,   estaba financiada, entrenada, armada  y  asesorada  por el campo socialista encabezada por la hoy extinta URSS; dos ejemplos de ello es que el asesor  hispano-soviético ¨Angelito¨ (Francisco Ciutat de Miguel estaba en Cuba  desde el 4 de marzo de 1960  y el grupo especial ¨El Molino¨ tenía asesores del campo socialista para combatir  a los alzados del Escambray.

(Algunas localizaciones de los grupos  de las guerrillas antiCastristas y anticomunistas en la zona central de Cuba )

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Tomado de los archivos de este blog:

EL DUEÑO DEL ESCAMBRAY


Por Guillermo Fariñas

Periodista independiente.
cocofari62@yahoo.es

La Chirusa, Villa Clara, octubre 15 del 2009, (PD) El 23 de febrero de 1982, un grupo cadetes militares de los países socialistas que estudiaban en la ciudad de Tambov, Unión Soviética, fueron invitados a un acto conmemorativo por el Día del Ejercito Rojo. La actividad era en una de las academias moscovitas para oficiales ya graduados. Los organizadores de la conmemoración no escatimaron en servir bebidas etílicas a los rusos o extranjeros, allí presentes, porque según rezaba una máxima tradicional aquel país euro- asiático:” Una fiesta donde no se termine borracho, no puede llamarse fiesta y menos llamarse buena”.

De pronto allí, se rompió la armonía que existía en una de las mesas, pues un retirado Coronel General soviético comenzó a discutir acaloradamente con el coronel del Ministerio del Interior cubano, Antonio Menéndez Tomassevich, el Agregado Militar de esa entidad en la embajada cubana en la extinta nación. Una acalorada polémica surgió entre aquellos dos perdidos borrachos. Versaba sobre quien fue el verdadero artífice de la destrucción, en la primera mitad de la década de los años 60, de las guerrillas anti- castristas en el Escambray, el macizo montañoso del centro de la mayor isla del Mar Caribe.

Según la historiografía oficial, el hoy fallecido General de División Raúl Menéndez Tomassevich fue el máximo responsable, en cuanto a la estrategia y tácticas para la eliminación de los popularmente conocidos “Alzados”. Por lo menos esto es lo que se le asegura al ciudadano cubano de a pie.

( Gral. Tomás Raúl Menéndez Tomassevich )

El coronel Antonio, hermano del general Menéndez Tomassevich, defendió el supuesto papel histórico de su cercano familiar. El polemista era Dimitri Pavlovich Abramov, fundador, junto al famoso Mariscal Blucher, de las Unidades Anti- Bandidos en el incipiente Primer Estado Socialista del Mundo.

El general ruso se ufanó ante los congregados que fue él quien capturó a los últimos guerrilleros blancos de Rusia y logró afianzar el poder de los Soviet. Estos fueron los renombrados “Lobos de Tambov”, una región relativamente cercana a la urbe moscovita, donde en los bosques del territorio homónimo, se combatió hasta 1938.

Después de participar en la Guerra Civil Española, durante toda la Gran Guerra Patria, Abramov asesoró la creación de frentes partisanos en Ucrania y Bielorrusia. A partir de 1945, orientó a los gobiernos de Bulgaria, Checoslovaquia y Hungría, para hacer lo que sabía bien: neutralizar a la perfección guerrillas anticomunistas.

Posterior al triunfo de la Revolución Cubana y tras la muerte en combate del supremo jefe anti- guerrillero, comandante Manuel “Piti” Fajardo, a Abramov se le envió de urgencia de responsable superior soviético tras bambalinas para enseñar a los todavía bisoños comandantes contrainsurgentes isleños.

Abramov estableció un Estado Mayor de avezados asesores soviéticos a los pies de las montañas del Escambray, en el poco notorio poblado de Condado. Allí no podían acceder sin el permiso suyo o de sus más cercanos ayudantes, ni los oficiales de mayor rango cubanos, una cuestión que creó disgustos entre los aliados de armas.

El dominio de Abramov del idioma español desde los sucesos de la península ibérica le sirvieron para hacerse pasar por un hispano- soviético ante las tropas de Lucha Contra Bandidos (LCB) al servicio del castrismo, con el nombre de “Adams”, que los viejos combatientes de aquella contienda entre compatriotas todavía recuerdan con horror.

Adams implantó los métodos usados en la extinta URSS, como fueron matar los animales de corral, bovinos, equinos, porcinos y vacunos, para que la guerrilla no pudiera abastecerse en proteína animal. Fumigó y quemó cultivos, también envenenó los ríos para rendir a los campesinos alzados..

En la discusión en Tambov, Abramov argumentó a su contrincante que personalmente escogió la localización del primer Pueblo Cautivo, creado en el municipio de Cifuentes y que las autoridades isleñas nombraron “Wilfredo Pages”. En ese sitio reconcentró obligatoriamente a los familiares de los guerrilleros.

Estudió la geografía del archipiélago, dándose cuenta que lo más parecido a la Siberia Rusa era el extremo oeste de la isla en Pinar del Río y ordenó levantar allí tres grandes “pueblos cautivos”, que son “Antonio Briones Montoto”, “Ramón López Peña” y “Sandino”, lo que consideró su jugada maestra, pues dejó a sus perseguidos sin base social futura.

Con reproche, le espetó a la cara al coronel castrista: “Tu hermano, que está ahora de Jefe Militar en Angola, pidió mi retirada de la Asesoría Militar Soviética, porque le he criticado su poca imaginación para capturar a Jonás Zabimvi, pues ese es un guerrillero natural y solo lo pueden apresar sus propios seguidores”.

Concluyó con el menor de los Tomassevich: “Dile a Tomas que sigue comportándose como un buen táctico, pero es el peor estratega al que haya tenido que asesorar en mi vida, porque nunca piensa en el mañana, que ante la historia de Cuba, él limpió al Escambray, pero la historia oculta conoce que yo fui el real dueño del Escambray”.

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Nota del Bloguista de Baracutey Cubano

Los  primeros especialistas extranjeros en Inteligencia y Contrainteligencia  que asesoraron a los incipientes órganos de la Seguridad del Estado  después del triunfo de la Revolución fueron los checoslovacos, hispanosoviéticos y ex combatientes  de la Guerra Civil española. El General hispano-soviético Enrique Líster (el verdadero fundador de los CDR (Comités de Defensa de la Revolución) en Cuba  fue uno de ellos.



Otro  de ellos fue Angel Martínez Riosola,   ¨Angelito¨, cuyo verdadero  nombre  era  Francisco  Ciutat de Miguel ((Madrid, 28 de octubre de 1909-La Habana, 30 de noviembre de 1986) quien llegó a Cuba el 4 de  marzo de 1960;  su avión procedía de Venezuela pero antes había recorrido varios países europeos como Checoslovaquia y Bélgica. Era graduado de la prestigiosa Academia  Voroshilov, de la Unión Soviética,  donde también ejerció como profesor. En el 40 aniversario de la invasión de Bahía de Cochinos, recuerdo, aunque ha pasado mucho tiempo,  a Fidel Castro decir en la televisión que  si la invasión hubiera sido por Trinidad,  no tenía ninguna probabilidad de éxito, pues ¨Angelito¨ había hecho fortalecer dicha zona con fuerte artillería y tropas. Se  afirma que participó en combatir a los alzados antiCastristas de la Sierra del Escambray y hasta que fue herido; quizás este ¨asesor¨haya formado parte del grupo operativo especial  ¨Molino¨. Posteriormente ofreció  asesoramiento militar en Vietnam y en Argelia . En Vietnam fue un importante apoyo del General Võ Nguyên Giáp.

Las tempranas  relaciones políticas, militares,  de Inteligencia y Contrainteligencia con la Unión Soviética y otros países en el marco de la mal llamada Guerra Fría, las invasiones Castristas que partieron tempranamente de Cuba (desde marzo-abril de 1959, a Panamá, Nicaragua, Santo Domingo, Haití, etc.) y otras acciones subversivas.  no escapaban a los órganos de Inteligencia de los EE.UU., los cuales tenían informado al Presidente Dwight D. Eisenhower, el cual el 17 de marzo de 1960 aprobó  el documento titulado “Un programa de acción encubierta contra el régimen de Castro”,con el objetivo de derrocar a la amenaza que se establecía a 90 millas de las costas de EE.UU. pese a que su gobierno de manera extraordinariamente rápida había reconocido  la llegada al poder del nuevo régimen en Cuba.
 
Tomado del sitio español  http://pares.mcu.es/ :

Francisco Ciutat de Miguel

Militar, exiliado español. Su padre fue también militar aunque, al fallecer, en 1925 Francisco entró en la Academia de Infantería de Toledo. En 1928 ejercía de alférez cuando ingresó en el regimiento de Infantería de Garellano, número 43, de guarnición de Bilbao y comenzó su trayectoria militar ocupando el puesto de jefe de una sección de morteros. En 1935 logró por concurso-oposición pasar a formar parte de la Escuela de Estado Mayor de Madrid y en el momento en el que se inicia la guerra civil ya había aprobado el primer curso. A lo largo del conflicto bélico ejerció primero como teniente de infantería, posición desde la cual fue ascendiendo progresivamente gracias a su habilidad como estratega. En agosto de 1936 José Giral, por aquel entonces presidente de la República, le nombró jefe de operaciones del Estado Mayor del Ejército del Norte y desde noviembre de dicho año trabajó bajo el mandato de Francisco Llano Encomienda como jefe de Estado Mayor del Ejército del Norte. A raíz de un enfrentamiento con el presidente vasco José Antonio Aguirre, es apartado de su puesto en el Ejército del Norte y a partir de octubre de 1937 trabajó en el Estado Mayor del Ejército de Maniobra como jefe de la sección de operaciones y subjefe del Estado Mayor junto con Vicente Rojo. A continuación diseñó la estrategia militar republicana que se llevaría a cabo en el frente de Levante, fue ascendido a teniente coronel en abril de 1939 y ejerció como jefe del Estado Mayor del Ejército de Levante. 

En 1939 escribió El combate defensivo en terreno montañoso, publicado por el Comisariado de Levante. Con el fin de la contienda bélica partió rumbo a la URSS y pasó a integrarse en la Academia Frunze de Moscú. Tras su graduación comenzó a trabajar como docente para esta Academia. Alcanzó el grado de teniente coronel del ejército soviético y luchó en la segunda guerra mundial ya con el nombre ruso de Pável Pablóvich Stépanov. 

En 1954 ejerció como el principal asesor de Vo Nguyen Giap en Duen Bien Phu (Vietnam) y en marzo de 1960 de Raúl Castro en el Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas Revolucionarias. Tuvo como alumno al Che Guevara en su tiempo libre. Con el nuevo nombre de Ángel Martínez Rosada, generado por Fidel Castro, durante varios años fue comandante en jefe para el ejército cubano. Cofundó junto al comandante Juan Almeida Bosque, el Ejército Central. Colaboró en la transformación de las milicias populares cubanas en un ejército profesional y formó parte de la lucha en Escambray como comandante a lo largo de la invasión de la Bahía de los Cochinos. También batalló en Argelia, durante la guerra contra Marruecos y contrajo matrimonio con la rusa Sofía Kokuina. Pasó a integrar el Comité Central del PCE tras el VIII Congreso que tuvo lugar en los alrededores de París. En 1977 volvió a España una vez legalizado el PCE, donde vivió hasta que enfermó en abril de 1985. Falleció en Cuba como él mismo quiso y fue enterrado en el panteón de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.

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 El comunista español que copió al NKVD en el Escambray

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Ángel declara que eran bandidos y que así había que llamarles. La idea agradó a Castro, y desde entonces no existe en Cuba otra manera de nombrar a los que lucharon contra el régimen en esa contienda.
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 ¨Angelito ¨ recibiendo un reconocimiento o una condecoración de manos de Fidel Castro  y Raúl Castro. Comentario añadido por el bloguista de BC.

Por Álvaro Alba
julio 28, 2015
El peligro de un Nuevo Idioma o Neolengua, dentro del socialismo fue adelantado por George Orwell en 1984. En Cuba existe un término que se le aplicó a los que con las armas se enfrentaron al sistema impuesto desde 1959 – Bandidos. Ese fue el calificativo para todos los que estaban combatiendo en las montañas y llanos de Cuba contra Castro.

Nada de insurgentes, rebeldes, alzados, guerrilleros, simplemente bandidos. La guerra se llamó Lucha contra Bandidos. Dentro del Ejército se crea la Sección de Lucha contra Bandidos y las unidades de combate se llamaron Batallones de Lucha contra Bandidos. Existe desde 1984, en el centro de la Isla, en Trinidad, un Museo Nacional de la Lucha contra Bandidos, ubicado en el edificio del Convento e Iglesia de San Francisco de Asís, el más emblemático de los edificios de esa villa. Bandidismo fue el término escogido y no fue al azar la elección.

Ese calificativo lo acuñó un español, asesor hispano-soviético, como se le llamaba a los primeros consejeros que llegaron de la URSS a Cuba. Ese asesor fue Ángel Martínez Riosola o Francisco Ciutat, al igual que los demás hispano-soviéticos venía con el fogueo del combate en la Guerra Civil Española, la Segunda Guerra Mundial y la persecución a los nacionalistas ucranianos, lituanos y estonios que lucharon contra las autoridades soviéticas.

Ciutat fue coronel del ejército republicano, jefe de estado mayor de un frente que al ser derrotado el bando republicano escapa a la URSS. En la Academia Militar Voroshilov, en Moscú, fue profesor junto a otros españoles durante la Segunda Guerra Mundial. En la URSS tuvo igual graduación militar y era conocido como Pablo Pablovich Stepanov. A Cuba llegó en marzo de 1960, en vuelo desde Venezuela, a través de Praga y Bruselas, algunos dicen que para evitar cualquier relación con la URSS, otros que fue para reunirse con los dirigentes españoles exiliados y coordinar una mayor ayuda a La Habana.

A la isla arribó con un pasaporte a nombre de Ángel Martínez Riosola, o simplemente el Comandante Angelito. Estuvo presente en los combates de Bahía de Cochinos y en la creación de las estructuras militares del país. Fue asesor en la jefatura de las operaciones en el Escambray durante los combates, incluso es herido en la pierna durante un enfrentamiento.

(Francisco Ciutat de Miguel (1909-1986) que tuvo además estos nombres en diferentes lugares y épocas: Pavel Pablovich Stepanov, Ángel Martínez Riosola o ¨Angelito¨, pues Fidel Castro Ruz le vio un parecido con su padre Ángel Castro . Foto y comentario añadidos por el bloguista de BC)

A principio de 1962, en una reunión donde estaban presentes Fidel Castro, Juan Almeida, jefe del Ejército Central, el jefe de operaciones, Raúl Menéndez Tomassevich y el asesor hispano-soviético, mientras explicaba Tomassevich la ubicación de las formaciones enemigas y las iba nombrando de diversas maneras: alzados, rebeldes, etc., Ángel declara que eran bandidos y que así había que llamarles. La idea agradó a Castro, y desde entonces no existe en Cuba otra manera de nombrar a los que lucharon contra el régimen en esa contienda.

El término ya había sido acuñado en la URSS en la lucha contra los nacionalistas ucranianos, lituanos, estonios, letones y de otras nacionalidades, que tomaban las armas contra Moscú. La Constitución de la URSS de 1924 tenía un artículo (61) en su noveno capítulo, para definir las funciones del Departamento de Seguridad del Estado o Dirección Política Principal Unificada (OGPU), donde se explicaba que la función principal era la lucha contra la contrarrevolución económica y política, el espionaje y el bandidismo. Dentro de la OGUP estaba el Departamento de Operaciones, encargado de esa lucha contra los denominados “bandidos” y en 1944 se reorganiza y surge la Dirección General de Lucha contra el bandistismo dentro del NKVD, cuyo segundo departamento se especializaba en la zonas del occidente de la URSS. Y es que el 60 por ciento de los incidentes armados ocurrían en Ucrania, Lituania, Estonia y Letonia; y se hacía la distinción entre la lucha contra el “bandidismo político”, del criminal.

Los rebeldes de Lituania fueron los miembros de la Unión de Luchadores por la Libertad de Lituania, conocidos como Hermanos de la Foresta. En Estonia existe una organización de veteranos combatientes que estuvieron al lado de Alemania, y que se denomina Asociación de Luchadores de la Libertad, agrupando incluso a los que de 1918 a 1920 combatieron al Ejército Rojo, y a los que en la guerra mundial formaron las unidades al servicio del Tercer Reich. En Ucrania tomaron las armas el Ejército Insurreccional Ucraniano (UPA) y la Organización de los Nacionalistas Ucranianos (OUN). Por décadas se calificó a los que las integraban como traidores, colaboradores de los nazis y un anatema cayó sobre sus líderes.

En México se les llamó Insurgentes a aquellos que levantaron las armas contra España, y aunque entre ellos lucharon y cambiaron de bando, al final fueron calificados de Insurgentes. En España hay carlistas, republicanos, franquistas, pero nunca aparece el calificativo de bandidos. Los ingleses prefieren llamar a una contienda bélica civil con un poético nombre - “guerra de las rosas”. Una guerra civil marcó la historia de Estados Unidos y los vencedores norteños no llamaron bandidos a los vencidos sureños.

















En la foto: a la extrema izquierda el Comandante ¨Angelito¨, a su lado el Doctor en Medicina y Comandante Sergio del Valle, quién llegó a ser Ministro del Interior,  a su lado Raúl Castro Ruz, el de la extrema derecha  es el Comandante Raúl Menéndez Tomassevich, quien estaba preso por falsificar un cheque con el  nombre del Alcalde de la ciudad de Santiago de Cuba  cuando fue liberado por combatientes del Ejército Rebelde junto a otros presos cuando era trasladado; posteriormente  se incorporó al Ejército Rebelde en la lucha contra el gobierno de Fulgencio Batista. Tomasevich, junto a otros cubanos, invadió a Venezuela años después del triunfo de la mal llamada Revolución; también fracasó cuando lo enviaron a Angola a capturar o matar a Jonas Sabimbi. Comentario añadido por el bloguista de Baracutey Cubano.

A continuación una  imagen que aparece en el libro de fotos correspondientes a la obra Las Reglas del Juego, elaborado por miembros de la Dirección Política del MININT. Dicha obra está conformada por dos tomos  de textos y un libro de testimonios fotográficos.


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