Es un blog diario digital conformado con los artículos, opiniones, ensayos, etc. del Catedrático universitario Lic. Pedro Pablo Arencibia Cardoso sobre diferentes temáticas de la problemática cubana, actual e histórica, así como por noticias y artículos de otros autores que se consideran de gran interés para profundizar en la realidad cubana.
jueves, julio 11, 2019
RELEVANTES PRUEBAS E INDICIOS DE QUE FIDEL CASTRO Y RAÚL CASTRO RUZ ESTABAN VINCULADOS AL COMUNISMO INTERNACIONAL ANTES DEL TRIUNFO REVOLUCIONARIO DE ENERO DE 1959 Y QUE NO FUERON SUCESOS POSTERIORES AL 1 DE ENERO DE 1959 LOS QUE LOS FORZARON A TOMAR EL CAMINO COMUNISTA
Fidel Castro en sus propias palabras
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Salvador Díaz Versón
El periodista Salvador Díaz Versón quién había ocupado un alto cargo
policial en uno de los gobiernos auténticos tenía en su poder los
expedientes de la Liga Anticomunista donde estaban depositados muchos
años de investigación sobre los comunistas en Cuba y fuera de Cuba. El
expediente A-943 correspondía a Fidel Castro Ruz y en él se reflejaba
que Fidel Castro había comenzado a trabajar para la Unión Soviética en
1943 y que en su reclutamiento y entrenamiento había desempeñado un
importante papel un diplomático supuestamente llamado Gomer Bashirov,
En el expediente también habían fotos y documentos que que evidenciaban
su conexión con Moscú. Después del triunfo de la Revolución y
concretamente tan cercano como el 23 de enero de 1959 se requisaron los
archivos que estaban, si mal no recuerdo haber leido, en la casa de
Salvador Díaz Versón en Cojimar. También creo recordar que esa casa fue
la primera casa oficial de Fidel Castro la cual era compartida con una
habitación del Hotel Havana Hilton, Una carta de Fidel Castro dirigida
a Abelardo Adán en Praga que fue interceptada por Salvador Díaz Versón
decía: ¨ Nuestro amigo me dijo que me mantiene reservado para mayores
esfuerzos y que no debo quemarme viajando ahora. Ellos tienen un
plan en el cual yo seré el eje que se implementara muypronto. Es
posible que entonces volvamos a vernos sin temor al imperialismo
yanqui¨. La información de casi todo lo que está en este párrafo están
en las páginas 777 y 778 del excelente libro (aunque no coincido en
algunas interpretaciones que aparecen en él) titulado La Verdadera República de Cuba , del Dr.Andrés Cao Mendiguren.
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Sobre la biografía del dictador Raúl Castro Ruz escrita por Nikolai Leonov
Por Pedro Pablo Arencibia
30 de julio de 2015
Nikolai Leonov sirviendo de traductor entre Nikita Jrushov, Leonid
Brezhnev y Fidel Castro cuando Fidel Castro fue de visita a la URSS
después de la Crisis de Octubre para limar asperezas. URSS 1963.
En
este mes de julio de 2015 se presentó en sesión especial de la Asamblea Nacional del Poder Popular de la República de Cuba un libro biográfico titulado Raúl Castro, un hombre en Revolución,
escrito por Nikolai Leonov, ex espía y posteriormente un muy alto
oficial de la KGB soviética, pues llegó a ser el segundo hombre de la
KGB. Vladimir Putin no sólo fue su subordinado, Leonov fue su mentor.
No me he leido el libro, pero supongo que en él no se responden
algunas preguntas sobre Raúl Castro, Fidel Castro y la participación o
involucramiento, o no, de organismos de la Unión Soviética, URSS,
en el ataque al Cuartel Moncada, el entrenamiento de los futuros
expedicionarios del yate Granma y/o la compra de ese yate así como la
ayuda, de cualquier tipo, a las fuerzas comandadas por Fidel Castro y
Raúl Castro, respectivamente, en la Sierra Maestra y en el II Frente
Oriental ¨Frank País¨, frente guerrillero cuya comandancia se
encontraba en la Sierra Cristal.
¨El
libro Raúl Castro, un hombre en Revolución, del investigador ruso
Nikolai Leonov, tuvo su primera presentación en Cuba, durante una sesión
especial de la Asamblea Nacional del Poder Popular, ante los diputados
de todo el país que conocieron detalles de la que constituye la primera
biografía del presidente cubano.
(Eusebio) Leal realizó un minucioso repaso de
la génesis de la obra, desde el encuentro de Leonov con Raúl, cuando en
1953 ambos viajaron, desde Génova hasta Latinoamérica —hacía México, el
ruso, y hacia Cuba, Raúl—, en el barco Andrea Gritti, donde nació una
amistad que aun se mantiene.¨
(Fidel Benitez Domenech, Nikolai Leonov y Raúl Castro en el buque Andrea Gritti)
El presentador comentó las
actividades revolucionarias que ya en esa época llevaba a cabo Raúl,
quien cumplió 22 años a bordo de ese propio barco. Coincidencias
históricas hicieron que los dos amigos se encontraran y que Leonov
pudiera conocer más adelante a Ernesto Che Guevara y a Fidel Castro,
ahondando el acercamiento ideológico y personal que había comenzado con
Raúl.¨
(Nikolai Leonov como alto oficial del KGB)
Sin embargo, hay personas calificadas que plantean que hubo, además de
amistad, otras relaciones entre Leonov y Raúl Castro en los comienzos
de esa amistad ; una de esas personas es el ex Teniente General (de dos
estrellas; es decir: General de División) de los servicios de
Inteligencia y Contrainteligencia rumanos Ion Mihail Pacepa, quien
desertó a EE.UU. en 1978, siendo el más alto oficiaL del entonces campo
socialista que haya desertado.
(Ion Mihail Pacepa en una ceremonia militar en la Rumanía del dictador comunista Nicolae Ceausescu)
¨Kruschev soñaba con pasar a la historia como el lider
sovietico que habia instalado el comunismo en el continente americano y
estaba dispuesto a hacer todo lo que fuera necesario para hacer su
sueño realidad. Pero Kruschev no tenia confianza en Fidel, creia que no
tenia nada que ver con el marxismo Los lideres del partido comunista
cubano estaban convencidos de que Fidel era un peligroso aventurero y
la burocracia del partido sovietico tambien estaba renuente a apoyarlo.
Pero Kuruschov si tenia confianza en Raul. Segun Sakharovsky, que habia traido secretamente a Raul a Moscu a mediados de los años 50,
fue un amor a primera vista. Nikita y Raul amaban el vodka. Ambos
estaban fascinados por el marxismo. Ambos odiaban la e scuela, la
religion y la disciplina. Ambos se consideraban expertos militares.
Ambos estaban obsesionados con el espionaje y el contraespionaje. Y a
los dos les gustaba dormir con las botas puestas. Sakharovsky
consideraba que la 'calida relacion' entre los dos hombres habia
convencido a Kuruschev de apoyar decididamente a la revolucion cubana.
(Ion Mihail Pacepa)
Por ordenes de Kruschev, Sakharovsky le habia dado a Raul un
asesor de inteligencia: Nicolai Leonov, el experto en America Latina
del PGU. Leonov (hoy un retirado general de la KGB y miembro de la
Duma), le dio a Raul inteligencia sobre las fuerzas militares del
dictador Fulgencio Batista, y lo ayudo con su guerra de guerrillas. En
junio de 1957, Leonov le dio documentos y fotografias mostrando que
Washington estaba dando armas a apoyo logistico a Batista, y sugirio
que Raul tomara unos cuantos rehenes americanos para obligar a
Eisenhower a retirarse del conflicto. Raul lo hizo. El 26 de junio de
1958, sus guerrilleros secuestraron a 50 militares y civiles americanos
y canadienses que estaban trabajando en Cuba. Por temor a la vida de
los rehenes, Batista declaro un ceso al fuego. Eso le permitio a los
sovieticos traer nuevas armas a Cuba. El curso de la revolucion cubana
cambio para siempre. Habia empezado la era de los secuestros politicos. El 31 de diciembre de 1958, Batista huyo de Cuba, y los hermanos Castro tomaron la direccion
del pais. Durante los proximos meses, Raul organizo la ejecucion de
cientos de oficiales de la policia y el ejercito de Batista. Los
cadaveres eran enterrados en tumbas colectivas en la afueras de Santiago
de Cuba.
(Ion Mihail Pacepa y el dictador comunista rumano Nicolae Ceausescu)
Un año despues, el viceprimer ministro sovietico Anastas Mikoyan
aterrizo en La Habana. Fue recibido por Fidel, Raul y el nuevo asesor
de la KGB, Alexander Shitov. La tarea de este ultimo era ayudar a Raul a
crear una KGB cubana y un ejercito estilo sovietico. En 1962,
Kruschev dio el extraordinario paso de nombrar a Shitov como embajador
en Cuba. Pronto, Moscu empezo a construir secretamente bases de cohetes
en Cuba. Kruschev, Raul y Shitov - no Fidel - pusieron el mundo al borde la guerra nuclear.¨
Este bloguista de Baracutey Cubano
señala que el espía Alexander Ivanovich Shitov había estado en
América del Sur con fachada de periodista de la agencia soviética TASS
con el nombre de Alexander Alexeiev; fue embajador de la URSS en Cuba, con ese nombre falso, en los primeros años del Castrismo en Cuba.
En una síntesis biográfica de Raúl Modesto Castro Ruz de un sitio de
biografías de Internet se lee algo que puede avalar o lo planteado por
Pacepa, basado en lo que expresó Sakharovsky (General de la KGB, jefe de la Primera Dirección;
the organization responsible for foreign operations and intelligence
collection activities by the training and management of the covert
agents, intelligence collection management, and the collection of
political, scientific and technical intelligence) pero
haciendo las observaciones que la expresión ¨mediados de los años 50s¨
se refiere a 1953 y que la información de Inteligencia a Raúl sobre
las fuerzas militares de Batista y los documentos sobre las armas y
apoyo logístico de EE.UU. a Batista le fueron enviadas por Leonov a
Raúl y no dadas. Algo perfectamente posible pues, por ejemplo, José
¨Pepe¨ Ramírez Cruz (posteriormente y durante décadas Presidente de la
Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, ANAP) que ocupó en la
¨estructura civil¨ del II Frente Oriental una posición dirigente dentro
de los campesinos, era un experimentado cuadro del Partido Socialista
Popular o PSP (nombre del Partido Comunista en esa época) que fue
enviado por la dirección nacional de dicho partido (por cierto: José
Ramírez Cruz no era campesino ni vivía en la zona del II Frente
Oriental) y recordemos que los Partidos Comunistas estaban subordinados
a la dirección de la Tercera Internacional o KOMINTERN (supuestamente
eliminada en 1943) y Raúl Castro ya había ingresado, o estaba en
proceso de ingresar, públicamente a la organización juvenil de dicho
partido. El PSP tenía militantes no públicos en sus filas y en las filas
de su organización juvenil.
¨Estudió
en los colegios de los jesuitas, primero en Santiago de Cuba y luego en
La Habana, en cuya universidad empezó una diplomatura en ciencias
sociales que no terminó debido a sus actividades políticas. Su
compromiso ideológico marxista es anterior al de su hermano Fidel.
Afiliado a la Juventud Socialista, organización del Partido Socialista
Popular (PSP, de orientación comunista), en febrero de 1953 participó,
en Viena, en el Congreso Mundial de la Juventud y visitó varias
capitales del bloque soviético.
...
...
Tras su liberación, se trasladó a México, donde ayudó a su hermano a captar adeptos y a organizar el movimiento insurreccional. Allí
restableció sus relaciones con el agente soviético Nikolai Leonov,
quien ejerció gran influencia sobre la incipiente guerrilla. A
fines de 1956, Fidel, Raúl y ochenta camaradas zarparon de México en el
yate Granma y desembarcaron en la provincia de Oriente. La mayoría de
los insurgentes resultaron muertos o fueron capturados por las tropas de
Batista, pero los hermanos Castro y doce compañeros lograron huir y
refugiarse en la Sierra Maestra para comenzar la lucha que les
conduciría a la toma del poder.¨
Se plantea por algunas personas que
Fidel y Raúl Castro ya estaban vinculados al Comunismo internacional
desde antes del asalto al cuartel Moncada el 26 de julio de 1953 y que,
mediante el oficial de la KGB Nikolai Leonov, el comunismo soviético le
brindo en México ciertos recursos a la preparación y expedición del
yate Granma.
En el artículo Los secretos del general Nikolai Leonov donde el autor Víctor Carrato entremezcla fragmentos del mencionado libro de Nikolai Leonov con observaciones suyas se lee:
¨En el verano de 1956 me encontré por casualidad con Raúl
Castro en México. Fue muy emocionante… Fui el primer soviético que
conoció al renombrado compañero “Che”. Le prestó ayuda médica a Raúl
y otros compañeros enfermos. Cuando los aspirantes a revolucionarios
fueron arrestados en México, en 1956, Guevara fue el único que admitió
que era comunista y que estaba estudiando ruso. (Habló abiertamente de
su relación con Nikolai Leonov, de la Embajada Soviética).
¿Cuánto hubo de suerte y cuánto de planificación en su trabajo y en su amistad con los cubanos, incluido Raúl Castro?
Yo mantenía en secreto mis encuentros con los revolucionarios cubanos.
El Che Guevara me pidió que le buscara unos libros en español. Esos
libros eran Chapaev, de Furmanov; Un hombre de verdad, de Boris Polevói,
y Así se templó el acero, de Nikolai Ostrovski. Los hallé en nuestra
Embajada. Mantuve amistad con el Che Guevara hasta su viaje a Bolivia,
donde murió.Leonov tuvo que salir de México después de que los
rebeldes fueron detenidos por la Policía mexicana y se descubrió una
tarjeta de presentación de Leonov en un libro que leía Guevara.¨
(Una digresión: el bloguista de Baracutey Cubano se pregunta si el Che Guevara era, supuestamente, médico ¿ Cuál fue esa ayuda médica a Raúl y a otros compañeros enfermos?)
No obstante, lo verificable, hasta ahora, es lo siguiente,
lo cual se extrajo del ensayo Razones de Angola IX, de César Reynel:
¨La inteligencia checa, que desde 1948 era incapaz de tomar una
sola decisión sin consultar con Moscú, pidió asesoramiento de los
soviéticos y recibió respuesta a través de la decisión del Presidium de
Comité Central que hoy puede ser consultada en el Archivo del Presidente
de la Federación Rusa (Extracto del Protocolo 198, reunión del
Presídium de diciembre 27, 1958, folio 3, lista 65, Fichero 871). En esa
resolución (que ya está desclasificada y es pública), el PCUS aprobó
“la intención de los amigos checos de ayudar al movimiento de liberación
en Cuba”, y dio instrucciones precisas de no dejar ningún rastro
escrito diciendo que la armas eran para Cuba, que verificaran
exhaustivamente la seriedad de las intenciones de la compañía (léase
contacto), y que no enviaran ningún arma que pudiera ser rastreada como
perteneciente al bloque soviético.
(Fidel Castro, Nikita Jrushov y Emilio Aragonés Navarro en la URSS. 1963)
En el libro¨One hell of a Gamble (The Secret History of the Cuban
Missile Crisis) de los investigadores Aleksander Fursenko Timothy
Naftali que desde febrero de 1959, según los archivos
abiertos de la KGB y la GPU soviéticas, comenzaron los acercamientos a
la Unión Soviética iniciados no por Jorge Risquet, que es la versión
oficial trasladándolos a fecha posterior, sino por Emilio Aragonés en
México. Para el que no tenga ese libro, puede leer el artículo ¨La
crisis de octubre y la verdadera historia del año 1959 a la luz de los
archivos secretos de la URSS y de los Estados Unidos ¨ de Miguel Ángel
Sánchez en la Revista Encuentro número 10 de otoño 1998, donde se
analiza en detalles la más relevante información que da el mencionado
libro.
No olvidemos que los que abrieron, como excepción y por muy breve
tiempo, los archivos de la KGB y la GPU para esos dos periodistas
norteamericanos no son nada ingenuos y no mostraron ni desclasificaron
todo lo que hay en esos archivos.
Tampoco olvidemos que los primeros especialistas extranjeros en Inteligencia y
Contrainteligencia que asesoraron a los incipientes órganos de la
Seguridad del Estado después del triunfo de la Revolución fueron los
checoslovacos, hispanosoviéticos y ex combatientes de la Guerra Civil
española. Uno de ellos fue Angel Martínez Riosola, ¨Angelito¨, cuyo
verdadero nombre era Francisco Ciutat de Miguel quien llegó a Cuba el 4 de marzo de 1960; su avión procedía de Venezuela pero antes había recorrido varios países europeos como Checoslovaquia y Bélgica.
Era graduado de la prestigiosa Academia Voroshilov, de la Unión
Soviética, donde también ejerció como profesor. En el 40 aniversario de
la invasión de Bahía de Cochinos, recuerdo, aunque ha pasado mucho
tiempo, a Fidel Castro decir en la televisión que si la invasión
hubiera sido por Trinidad, no tenía ninguna probabilidad de éxito, pues
¨Angelito¨ había hecho fortalecer dicha zona con fuerte artillería y
tropas. Se afirma que participó en combatir a los alzados antiCastristas de la Sierra del Escambray y hasta que fue herido;
quizás este ¨asesor¨haya formado parte del grupo operativo especial
¨Molino¨. Posteriormente ofreció asesoramiento militar en Vietnam y en
Argelia . En Vietnam fue un importante apoyo del General Võ Nguyên Giáp.
Mucho de lo anterior no escapaba a los órganos de Inteligencia de los EE.UU.,
los cuales tenían informado al Presidente Dwight D. Eisenhower, el cual
el 17 de marzo de 1960 aprobó el documento titulado “Un programa de acción encubierta contra el régimen de Castro”,con
el objetivo de derrocar a la amenaza que se establecía a 90 millas de
las costas de EE.UU. pese a que su gobierno de manera
extraordinariamente rápida había reconocido la llegada al poder del
nuevo régimen en Cuba. No olvidemos que ¨el gobierno de los 100
días¨ (realmente fueron 127 días) de Ramón Grau San Martín no fue nunca
reconocido por los EE.UU. pues Grau se negó a jurar ante el Tribunal
Supremo de Justicia y sobre la Constitución de 1901 argumentando que
dicha constitución contenía la Enmienda Platt.
**************
Nota del Bloguista de Baracutey Cubano
En el artículo El hombre que tuvo tres nombres,
se lee que fue el comunista Flavio Bravo (era miembro del Partido
Socialista Popular o PSP que era en ese momento el nombre que tenía el
primer partido comunista en Cuba) la persona que recibió el 4 de
marzo de 1960 al importante estratega militar hispano soviético
Francisco Ciutat de Miguel, también conocido como Pavel Pablovich
Stepanov, o Ángel Martínez Riosola ¨Angelito¨, quien además de ser
teniente coronel durante la Guerra Civil en España (1936-1939) había
estudiado y posteriormente enseñado en la academia militar más
importante de la Unión Soviética.
(De izquierda a derecha: ¨Angelito¨, Sergio del Valle, Raúl Castro y Raúl Menéndez Tomassevich)
Pero Angelito no fue el único asesor militar que llegó de la URSS en
ese momento. En ese artículo el autor cita una entrevista suya con la
viuda del ¨Comandante Angelito¨ en la que se lee:
—¿Cree de verdad que Paco se parecía al padre de Fidel?
—Yo pienso que esa fue una galantería de su parte, para distinguirlo entre unos diez españoles que integraban este grupo de militares de academia llegado a Cuba como asesores.
Lo cierto: Paco y Fidel establecieron muy buenos lazos, tal vez por esa
forma de tratar con la gente que tenía mi marido que, aunque nada bien
parecido, poseía unos ojos azules magnéticos, preciosos, incapaces de
reflejar ira, odio u otro sentimiento parecido.
Uno de esos asesores hispano soviéticos fue el General Enrique Líster Forján quién fue el que le sugirió a Fidel Castro crear los Comité de Defensa de la Revolución o CDR y dirigió la implantación de la Libreta de (des)Abastecimiento:
Del libro Fidel Castro: Escupiré sobre su Tumba cuyo autor es Alejandro Prieto Blanco.
¿Alguien cree todavía, por ejemplo, que las órdenes de Fidel
Castro cuando sucedió el bombardeo de preludio de la invasión de Bahía
de Cochinos así como durante las batallas que hubo en esa invasión
salieron de la cabeza de Fidel Castro?¿Alguien cree que las exitosas
estrategias de la Seguridad del Estado en contra de las organizaciones
antiCastristas de las ciudades y de los campos cubanos fueron diseñadas
por los cubanos que pertenecían a la Seguridad del Estado sin
cooperación alguna de los asesores del campo socialista? En uno de los libros titulados Las reglas del juego, libro escrito por la Comisión de Historia de los Órganos de la Seguridad del Estado y la Dirección Política Central del Ministerio del Interior por los 30 años de la Seguridad del Estado se lee:
Por César Reynel Aguilera
Montreal
Diciembre 22 de 2010
Amor a primera sombra
Si aceptamos que en el Moscú de 1958 nada sabían de Fidel Castro estamos
aceptando, entonces, que la velocidad del noviazgo entre la revolución
cubana y la Unión Soviética es equivalente, en términos de política
real, a enamorarse de una persona desconocida antes de que doble la
esquina.
Si algo caracterizó las relaciones del PCUS y la KGB con los mal
llamados líderes del Tercer Mundo fue precisamente la cautela. No existe
un sólo caso, en la geopolítica soviética, en que las relaciones con un
“movimiento de liberación nacional”, en el poder, hayan ocurrido con la
rapidez y profundidad que tuvo el compromiso soviético con el
castrismo. En menos de diez y ocho meses los ‘bolos’, que es como los
llamamos en Cuba, lograron controlar económica y militarmente una plaza
que en las claves de su inteligencia pasó a tener el nombre código de
“Cabeza de Playa” (Avanpost).
La explicación de esa penetración tan rápida, profunda e inusual es que
los soviéticos sí sabían de la Revolución cubana —mucho más de lo que le
conviene reconocer a la versión oficial del castrismo. Ya en octubre de
1958 Nikita Jruschov habló de la “heroica y desigual lucha del pueblo
cubano contra la opresión imperialista”. Ese mismo año, en el mes de
diciembre, el Presidium del Comité Central del PCUS tomó una decisión en
la que es importante detenerse.
Unas semanas antes la embajada Checa en la Ciudad de México recibió la
visita de un supuesto representante de la Armería Polini, radicada en
San José, Costa Rica. Esa persona, todavía no identificada hoy, solicitó
a los checos el abastecimiento de armas, morteros y municiones para las
columnas rebeldes de Fidel Castro. Una vez más es importante recordar, y
recalcar, que esos contactos no ocurren, ni pueden ocurrir, sin la
existencia de vías (caminos) que garanticen la legitimidad de la persona
que contacta y minimicen, en lo posible, la posibilidad de una
provocación o de un engaño. En Cuba esas vías siempre pasaron, directa o
indirectamente, a través del PSP. En 1958, recordemos, ya Fabio Grobart
llevaba una década viviendo en Praga y trabajando para la Federación
Sindical Mundial, una organización que ya hoy se sabe que fue (al igual
que la FMJD) una las fachadas que utilizó la KGB para su trabajo en el
exterior.
La inteligencia checa, que desde 1948 era incapaz de tomar una sola
decisión sin consultar con Moscú, pidió asesoramiento de los soviéticos y
recibió respuesta a través de la decisión del Presidium de Comité
Central que hoy puede ser consultada en el Archivo del Presidente de la
Federación Rusa (Extracto del Protocolo 198, reunión del Presídium de
diciembre 27, 1958, folio 3, lista 65, Fichero 871). En esa resolución
(que ya está desclasificada y es pública), el PCUS aprobó “la intención
de los amigos checos de ayudar al movimiento de liberación en Cuba”, y
dio instrucciones precisas de no dejar ningún rastro escrito diciendo
que la armas eran para Cuba, que verificaran exhaustivamente la seriedad
de las intenciones de la compañía (léase contacto), y que no enviaran
ningún arma que pudiera ser rastreada como perteneciente al bloque
soviético.
Una lectura ingenua de esa resolución podría ser que los soviéticos, o
la KGB, ante la inminencia del triunfo castrista, decidieron sumarse a
la Revolución. La realidad, sin embargo, es que en Cuba, en diciembre de
1958, ni los más optimistas soñaban con la fuga batistiana. Al mismo
tiempo, esas operaciones de contacto y solicitud de ayuda no se preparan
de un día para otro; lleva meses hacerlo de una forma adecuada y
segura. Por último, el hecho de que esa solicitud haya alcanzado el
conocimiento del Presidium no significa que otras operaciones similares,
y anteriores, no hayan podido suceder sin el conocimiento y la
autorización de la política soviética. Si algo enseña la historia de la
KGB, después del XX Congreso del PCUS, es que su condición de poder,
dentro del poder, le dio un alto margen de libertad a la hora de decidir
qué informar y qué no informar.
Con la fuga batistiana el cortejo entre cubanos y soviéticos fue tan
intenso, y tan rápido, que no puede ser explicado bajo la ingenua idea
del guiño y el tanteo. Tuvo todas las características de un noviazgo ya
pactado. En fecha tan temprana como enero de 1959, Alexander Alexeiev,
antiguo jefe de la estación de la KGB en Buenos Aires, y funcionario
especialista en América Latina de la Comisión de Asuntos Culturales del
Comité Central del PCUS, pidió ser enviado a La Habana y su solicitud, a
recomendación de Alexander Shelepin, jefe de la KGB, fue aceptada por
el Comité Central (Archivo del Presidente de la Federación Rusa: A.
Shelepin al Comité Central, Sept. 15, 1959, Folio 3, Lista 65, Fichero
891, p. 1).
Para muchos analistas esta solicitud, y su aceptación, es prueba de la
necesidad que tenían los soviéticos de llenar ese supuesto vacío de
inteligencia, e información. Desde el punto de vista operativo, sin
embargo, ese nombramiento indica exactamente lo contrario. Alexeiev era
un cuadro de inteligencia demasiado importante para enviarlo a una
situación desconocida. La KGB nunca trabajó así. Alexeiev fue a Cuba
porque, entre otras cosas, la inteligencia soviética sabía que a pesar
de la situación convulsa, y de las incógnitas que rodeaban la figura de
Fidel Castro, existían un grupo mínimo de condiciones que garantizaban
la seguridad de su enviado, la discreción de su trabajo y el posible
éxito de la misión encomendada. Y así fue; los cubanos tardaron varios
meses en extender la visa al enviado de Moscú, pero cuando Alexeiev
llegó a La Habana tuvo una seguridad personal garantizada por el aparato
de inteligencia del PSP, logró acceso inmediato a Fidel Castro y, sin
muchos preámbulos, empezó a despachar sobre la visita de Anastas
Mikoyan, la venta de armas y unos convenios de colaboración que incluían
millones de toneladas de azúcar y barriles de petróleo.
Cuando Alexeiev llegó a La Habana, el 1 de octubre de 1959, lo hizo muy
bien informado; ya el 26 de febrero de ese mismo año se había reunido
con Severo Aguirre en Moscú (Centro de almacenamiento de la
documentación contemporánea. Reunión de Alexander Alexeiev con el
miembro de PSP Severo Aguirre: Feb. 26, 1959, Folio 5, lista 50, fichero
174, pág. 7). De esa reunión la alta jerarquía soviética supo, por boca
de un representante del círculo político del PSP, que el Partido
merecía ser reconocido por el triunfo de la revolución, sobre todo por
su trabajo para controlar las acciones de Fidel Castro, quien había
empleado “el terror individualista desde el comienzo de su lucha contra
la tiranía en las montañas”, algo que, según las propias palabras de
Aguirre, “interfería con el trabajo del PSP”. “Nosotros hicimos todo lo
posible —recalcó Aguirre— para que Fidel Castro abandonara esos
métodos”.
Otro rastro documental de la visita a Moscú de ese representante del PSP
ilustra, de forma muy clara y temprana, la esencia de la estrategia que
los soviéticos escogieron para darle al castrismo una ayuda militar,
ideológica, y económica, que ya estaba prácticamente decidida. Cuando
Severo Aguirre solicitó al editor del periódico Pravda (miembro activo
de la KGB), el respaldo a la revolución cubana de los órganos de
propaganda soviéticos, la respuesta que obtuvo fue la siguiente: “Las
cosas van bien, y el imperialismo americano podría usar esos artículos
de Pravda como justificación para sus futuros ataques a las estructuras
democráticas de Cuba. Si las cosas empiezan a deteriorarse en Cuba,
entonces Pravda brindará más información y publicará sus expresiones de
solidaridad”. (Centro de almacenamiento de la documentación
contemporánea: Carta de Severo Aguirre al Comité Central. Marzo 1, 1959,
Folio 3, Lista 50, Fichero 174, pág. 11).
En marzo de 1959 (aproximadamente) un representante del PSP, todavía
hoy no identificado, se reunió con el Mariscal Vasili Sokolovsky, jefe
del estado mayor del Ejército Rojo, para discutir la ayuda militar
soviética al triunfante Ejército Rebelde. Antes de esa importante
reunión, el representante del PSP escribió un informe titulado: “Las
fuerzas armadas tradicionales y actuales en Cuba” (Centro de
almacenamiento de la documentación contemporánea. Archivo del
secretariado del Comité Central: Reporte anónimo de un representante del
PSP, con sumario de la reunión sobre este tema entre el autor del
reporte y el Mariscal Sokolovsky. Sin fecha, por el contexto, alrededor
del primero de marzo de 1959. Folio 5, lista 50, fichero 174, págs.
35-52).
Ese encuentro tuvo dos consecuencias importantes, la primera: dio
lugar a la resolución del Presidium del Comité Central de enviar a Cuba
diez asesores hispano-soviéticos, con la misión de reorganizar y convertir al Ejército Rebelde en una fuerza militar moderna.
Uno de eso asesores, que llegó a La Habana en marzo de 1960, y fue
conocido por los cubanos como Ángel Martínez Riosola (su verdadero
nombre fue Francisco Ciutat de Miguel, y los soviéticos lo bautizaron
como Pavel Pablovich Stepanov), es recordado, según las palabras del
comandante Belarmino Castilla, como el hombre “que llevó a las FAR la
organización y la estrategia militar modernas”. La segunda consecuencia
fue la oferta, “inesperada”, del Mariscal Sokolovsky, de entrenar
pilotos de combate cubanos. La fecha es, recordemos, marzo de 1959; el
día cinco de ese mes, allá en La Habana, varias decenas de pilotos,
fueron acusados falsamente de ser batistianos y condenados, en un
segundo juicio, a penas que oscilaron entre veinte y treinta años de
prisión. El castrismo necesitaba pilotos.
Un mes más tarde, en abril de 1959, Raúl Castro envió a Lázaro
Peña, a Moscú, con la solicitud de asistencia soviética para las
fuerzas armadas cubanas. Raúl Castro pidió la asistencia de unos cuantos
comunistas españoles que fueran graduados de las academias militares
del Ejército Rojo. En esa visita Lázaro Peña también hizo llegar un
mensaje de Blas Roca, invitando a los soviéticos a “desarrollar
relaciones económicas con Cuba, comprar azúcar cubana y abastecer al
país con maquinarias agrícolas y equipamiento industrial” (Archivo del
Presidente de la Federación Rusa: Boris Ponomarev al Comité Central,
Abril 15, 1959, Folio 3, lista 65, fichero 874).
Esos tres contactos —bien tempranos y de alguna forma redundantes y
contradictorios—, de tres miembros distintos del PSP, dos que han sido
identificados (Severo Aguirre y Lázaro Peña) y uno que todavía hoy
permanece bajo el anonimato, ilustran la existencia de una organización,
como la del PSP, estructurada en círculos concéntrico, con un alto
nivel de compartimentación y con acceso a escalones muy diferentes
dentro de la jerarquía soviética. Mientras Aguirre y Peña tuvieron que
contentarse con anfitriones de niveles intermedio, el misterioso enviado
anónimo del Partido tuvo acceso a un Mariscal del Ejército Rojo que
era, además, el jefe de su Estado Mayor.
¿Quién pudo haber sido ese enviado? Es difícil saberlo con certeza.
Lo único que podemos saber, por el momento, es el grupo que requisitos
que tuvo que reunir para que ambas partes, la soviética y la cubana, lo
consideraran como la persona idónea para un contacto del más alto nivel
y, por tanto, de la más alta discreción y confiabilidad. Tiene que haber
sido un cubano, de preferencia que hablara ruso, que tuviera
conocimientos militares, que fuera bien conocido y confiable para los
estrictos estándares de seguridad de la KGB y de la inteligencia militar
soviética. Al mismo tiempo, tiene que haber sido alguien con acceso a
la más alta jerarquía del movimiento castrista, y depositario de un
respeto y una confianza que Fidel Castro sólo tuvo para con unos pocos
miembros del PSP.
Flavio Bravo encaja perfectamente con ese perfil. Fue el
hombre que se ganó la confianza de Fidel Castro desde sus años en la
Universidad de La Habana. Fue el comunista que avaló la membrecía Raúl
Castro en el PSP. Estuvo exiliado en Moscú desde 1952, hablaba ruso y se
sabe que estudió en alguna de las academias militares soviéticas. En
1961 fue jefe de operaciones del Estado Mayor General de las FAR, cargo
que conservó hasta después de la Crisis de Octubre. En 1963 fue jefe
(operativo y real) de la misión cubana en Argelia; y a partir de ahí su
nombre aparece vinculado, de una forma u otra, a casi todas las
operaciones “cubanas” en África, incluida la reunión con Agostino Neto
en mayo de 1975, en Brazzaville.
Hay dos detalles que apuntan hacia la posibilidad de que haya sido
Flavio Bravo quien se entrevisto con el Mariscal Sokolovsky. El primero
es que a la llegada de Ángel Martínez Riosola a La Habana fue
precisamente “Julio” (nombre de guerra de Flavio) el contacto que lo
estaba esperando en el aeropuerto “José Martí” y lo guió con todos los
cuidados y rigores de una operación de inteligencia. Al mismo tiempo, el
Mariscal Sokolovsky es el creador de la famosa doctrina que lleva su
nombre y que tiene, entre uno de sus puntos principales, el carácter
decisivo, sobre el destino de una guerra general, de la fase más
temprana de la misma. Esa doctrina, que puede ser traducida al cubano
con el famoso dicho de que “el que da primero da doble”, fue esencial en
el diseño de la estrategia nuclear soviética y se convirtió, por tanto,
en una de las razones del emplazamiento de misiles nucleares en Cuba.
Cuando eso sucedió, casualmente, el jefe de operaciones del Estado Mayor
General de las FAR eraun hombre en el que los soviéticos siempre
tuvieron una gran confianza.
Rectificándome: La casa en la que se instaló Fidel Castro con algunos de sus secuaces en Cojimar, no era la casa de Salvador Díaz Versón, sino la de un muy conocido médico según expresó, en una entrevista en Voces de Cuba, Ernesto Díaz Rodríguez dirigente de Alpha 66 y natural de Cojimar.
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Licenciado en Matemática Pura en la Universidad de La Habana (UH) y Catedrático universitario con 24 años de experiencia en la docencia universitaria cubana; posee la Categoría Docente Principal de Profesor Titular universitario. Fue expulsado el 29 de enero de 1997 del Instituto Superior Pedagógico de Pinar del Río ( universidad de perfil formativo o pedagógico) por motivos políticos. Activo colaborador desde su fundación de la revista VITRAL y del Centro Católico de Formación Cívica y Religiosa (CFCR) de la Diócesis de Pinar del Río. Colaboró en Cuba con las organizaciones opositoras: Todos Unidos, Asamblea para Promover la Sociedad Civil en Cuba y con el Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos (CUTC).
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COLABORADORES:
Paul Echániz
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Rectificándome: La casa en la que se instaló Fidel Castro con algunos de sus secuaces en Cojimar, no era la casa de Salvador Díaz Versón, sino la de un muy conocido médico según expresó, en una entrevista en Voces de Cuba, Ernesto Díaz Rodríguez dirigente de Alpha 66 y natural de Cojimar.
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