lunes, marzo 06, 2006

CON ADELA EN LA DISTANCIA

Nota del bloggista:
Adela Soto Alvarez tiene un blog cuya dirección es:

http://adelasoto.blogspot.com

Este blog Baracutey Cubano cuenta y se honra frecuentemente, al igual que otros sitios de la Web, con sus colaboraciones. Trabaja como redactora en Miami en el Proyecto de Bibliotecas Independientes y escribe en la recien fundada revista para niños: Limón Partido. Su útimo trabajo publicado en este blog ha sido " La esclava doméstica" donde narra la problemática de la mujer cubana trabajadora

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Con Adela en la distancia

Por: Luis Cino

Bitácora Cubana, 6 de marzo de 2006 - La Habana (Cubanet.org)

Escribía poemas desgarrantes porque necesitaba paz y no sabía qué hacer con tanta incertidumbre. Nadie sospechó tamaña voluntad en ella.
( Adela Soto, al centro, con un grupo de opositores pinareños durante un ayuno poco tiempo antes de partir para el exilio ) -->

Todos temíamos por Adela Soto. Nos dolía Adelita. Pensábamos que no soportaría tantos pesares. Que acabaría aplastada por las tristezas. Que un día su cuerpo no resistiría más. Calculamos mal la talla inmensa de su corazón que rimaba con lo imposible.

Nada pudo evitar que escribiera poemas y además, hiciera periodismo para la libertad.

Adela podía con todo. Con los quebrantos de su salud. Con el cuidado de sus padres ancianos y enfermos. Con sus respuestas de abuela precoz a un nieto que indagaba por una madre lejana y soñaba con una casa bonita.

Además, pudo soportar el cerco de odios de la policía política. No le perdonaban que hubiera abandonado los medios oficiales para escribir sin riendas desde la oposición. Pretendieron borrarla de la vida cultural como si nunca hubieran existido premios, menciones o guiones para la radio.

Creyeron que el desamparo la ahogaría. Que sería vulnerable mientras la tuvieran confinada en una casa ruinosa en una esquina de la ciudad de Pinar del Río. Multas, prohibiciones y amenazas harían el resto.

Se equivocaron los gavilanes torvos que atisbaban su mala suerte. Adela Soto crecía a golpes de adversidad. Un nuevo verso o la búsqueda de noticias siempre terminaban derrotando al desaliento. Todavía le quedaba una reserva de valor y ternura para, en los peores momentos, dar ánimo a los demás.

La recuerdo caminando por Santos Suárez, Lawton, el Barrio Chino o San Miguel del Padrón. Con el niño aferrado a su mano y en el hombro un enorme bolso azul cargado de medicinas, botellas de agua y manuscritos de poesía que soñaba convertir en libros. Buscando, como si en ello se jugara la vida, un teléfono en La Habana para sacar sus noticias y crónicas al exterior.

Paraba en casas amigas a descansar sólo unas horas antes de abordar trenes de madrugada que la llevaran a visitar a su hijo preso en Santa Clara.

Prefiero recordarla anunciando otro poemario en un recital privado para amigos en el que cabía algún bolero. Compartiendo con nosotros el regocijo por el premio de poesía del concurso El Heraldo 2002.

Siempre avaro con los versos de mis amigos poetas, tengo la suerte de conservar varios poemas de Adela Soto. De tanto releerlos, me doy el gusto de citar de memoria algunos de mis versos preferidos:

"Mi deseo es ser hoy sin el manto de orfandad
De esquirlas que llevo en la garganta
Dame ahora el presente y no me lo atiborres
Con tantos peces huyendo de tus manos
Déjame ser yo misma sin melindres
Que es demasiado ronco el viento que nos carga
Dame como prodigio la ventana o la puerta
Y el verde promontorio de todo el horizonte
Pero déjame libre desandando mis calles
Sin tu ojo pendiente a la señal de alarma."

Las plegarias de los poetas suelen ser desmesuradas. No caben en una dictadura. A veces, ni siquiera en la vida.

Adela Soto está hoy en el exilio. Es inútil decir que escribe libre. Siempre lo hizo.

Le dolió irse. A nosotros, sus amigos de tiempos duros, egoístas, nos dolió más. Sólo tenemos el consuelo de saberla a salvo de casi cualquier desastre. De cualquiera excepto del desastre terrible que es estar fuera de Cuba.

( En la Feria del Libro de Miami en enero de este año junto a Bertha Mexidor, al centro, y Emma Artiles ) -->
Tenemos la certeza, porque la conocemos, de que con su poesía domará a la bestia brava de la nostalgia. Será por poco tiempo. Sólo el necesario.

Adelita regresará silbando su esperanza al pueblo pequeño pero hermoso que le contaba su padre. Los que la queremos estaremos esperándola junto al árbol y el granero.
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A este blogguista le gustaron mucho estos versos:


Poemas escritos en cautivero


Por Adela Soto


Poema al amigo y al colega encarcelado

Me duelen tanto los domingos
con tu recuerdo metido en el silencio
en este silencio colmado de raíces
donde la paz no aparece en ningún lado
Tu voz aprisiona mis sentidos
tu olor a hierba fresca es el único bálsamo
en este rondar y rondar entre los muros
donde cada golpe me llega hasta los tuétanos
Ya no sé qué hacer con tanta lluvia
con los pajarillos que desordenan mi paciencia
al saberte en cautiverio sin motivos
Tú mi fiel amigo encarcelado
Tú mi colega sometido
a la triste condena de la espera.
...

A mitad de la condena.

Estoy a mitad de la condena
no se ha cumplido la última profecía
y como vez deambulo sin encontrar el nido
Mis ojos son veleros que se encallan
se pierden mis poemas
se anuda mi garganta
y la impiedad es la única que se ancla
A veces siento el cielo caer en mi cabeza
otras pierdo de nuevo los sentidos
y la brújula no señala mis pasos
¿Qué será de mi esqueleto carcomido,
de mi cerebro a punta de escopeta
y mis manos aferradas a la nada?
¿Que será de mis libros bajo fianza,
de mi libre expresión bajo censura,
de mi mayor anhelo tras las rejas?
¿A dónde ir sin voz y sin camino
si el tiempo cruza perezoso
frente a una manada de improsultos
capaces de apalear hasta su sombra?

***


Plegaria a la juventud.


Juventud que te vas y te lo llevas todo
por qué sólo me dejas el aire enloquecido
una fuente reseca
y el gozne de éste cuerpo que chirría
Juventud que te vas y te lo llevas todo
por qué al irte
no me dejas el sabor de tus noches
tan amantes y llenas
y el pincel de tus dedos
dibujando en mi espalda
la caricia en la nuca
y la ilusión que siempre
se postró ante tu paso
Juventud que te vas y te lo llevas todo
por qué dejas mis ojos atados y sin opciones
y el peso de las sombras como una barricada
Por lo menos al irte
dejáme un beso ardiente sobre el mosaico frío
tú indecisión ,tú pálpito
tú paciencia o tu miedo
Pero no me dejes esta calle vacía
sin color ni mensajes
sin tus sueños y un nido.