domingo, agosto 27, 2006

¡ ATERRORIZADOS !

¡Aterrorizados!


Por Juan González Febles
CUBANET

El trabajo de Pérez Navarro se concentra en amenazar y tratar de aterrorizar al pueblo de Cuba. Pretende que desista de abrirle grietas al bloqueo informativo que mantiene la dictadura militar castrista. Las multas son del orden de los 30 mil pesos. No quieren antenas satelitales. No quieren consumo de programas transmitidos por antenas satelitales y cables fuera del control de la censura oficial

La Habana, Cuba – Juan González Febles (Cubanet) - El trabajo lo firma Lourdes Pérez Navarro. Aparece publicado en el rotativo Granma en su edición del miércoles 9 de agosto del año en curso. Su título: "Piratería de señales satelitales". Confieso que me quedé en una pieza. No se trata de que alguna vez haya encontrado límites para la conducta incivil del gobierno de Fidel Castro. Se trata solamente de pudor y escrúpulos.

En Cuba hay sólo dos periódicos de circulación nacional. Uno de ellos es Juventud Rebelde y el otro, su hermano mayor, Granma. Lo que publica Granma es sagrado para el dogma castrista. Hay quien afirma que algunos de sus editoriales, piezas paradigmáticas del más rancio anti periodismo, fueron escritos de puño y letra por el mismísimo Fidel Castro.

El trabajo de Pérez Navarro se concentra en amenazar y tratar de aterrorizar al pueblo de Cuba. Pretende que desista de abrirle grietas al bloqueo informativo que mantiene la dictadura militar castrista. Las multas son del orden de los 30 mil pesos. No quieren antenas satelitales. No quieren consumo de programas transmitidos por antenas satelitales y cables fuera del control de la censura oficial.

La invasión más temida por el gobierno de Fidel Castro no sería la militar, organizada y dirigida por Donald Rumsfeld. Se teme a las aguerridas huestes de Cristina Saralegui, Laura y de Don Francisco. A los misiles de exterminio ideológico, Sábado Gigante, show de Cristina y show de Laura. A los Fonomemecos y a los bacteriológicos y altamente tóxicos chistes de Guillermo Álvarez Guedes.

De esta forma, el gobierno de Fidel Castro reconoce haber perdido la "Batalla de Ideas". Fue derrotado por el esfuerzo conjunto de las televisoras comerciales del sur de Florida y el pueblo de Cuba.

En su trabajo, Pérez Navarro llega a afirmar: "Pero más grave y peligrosa es la intervención de señales televisivas satelitales que no se brindan en el país, que tienen un contenido ¿enajenante? y responden a la política de la administración Bush, abiertamente encaminada a lograr la destrucción de la revolución cubana". Sin comentarios.

No se trata de frustrar la acción de tenebrosos espías o de opositores declarados al gobierno de Fidel Castro. Tampoco son periodistas independientes. Es una guerra contra el cubano de a pie que es a fin de cuentas quien inventa y coloca los dispositivos para salirse de la agobiante propaganda gubernamental. En otras palabras: Están en guerra contra todo el pueblo.

Uno se pregunta: ¿Dónde quedó aquello de "no le decimos al pueblo cree, le decimos lee?" Resulta evidente que la dictadura de Fidel Castro se preocupó en enseñar a leer a los pocos analfabetos que encontró en 1959, sólo para no dejarles leer con libertad. Quizás éste sea el superobjetivo en Venezuela, Bolivia y el resto de América Latina.

Por lo pronto, la dictadura, aterrorizada y en pleno ensayo de sucesión anti democrática, se emplea a fondo contra su propio pueblo. Al igual que los esfuerzos baldíos por terminar con los balseros, las grietas satelitales y de todo tipo, continúan. Nada lograrán con multas, cárcel y represión. En las vísperas del final, lo que define mejor a la élite de poder castrista es el terror. Un terror que se vuelve contra ellos.

Aterrorizados, ven amanecer la libertad en cada pantalla de televisión, en cada hogar. No importa si por videos, satélites o por mensajes enmascarados desde la propia televisión oficial.