domingo, agosto 06, 2006

CASTRO, SECRETOS DE UNA SUPERVIVENCIA

Tomado de


http://www.libertaddigital.com/bitacora/piomoa/comentarios.php?id=1357

Castro, secretos de una supervivencia
4 de Agosto de 2006 - 11:16:32 - Pío Moa

Muchos se asombran, o lo fingen, de la supervivencia de Castro. Su secreto, en el fondo muy simple, es el de todos los regímenes socialistas: un adoctrinamiento obsesivo combinado con una red monstruosa de control y chivateo, manzana por manzana de casas. Nadie puede sentirse seguro ni opinar con libertad. Sólo queda la huida. Para impedirla, los socialismos del este europeo erizaron de alambre de espino y puestos de ametralladoras sus fronteras con el oeste. Castro no lo necesita, le basta una vigilancia naval no muy costosa. Aún así, ha huido de Cuba el 20% de la población, toda una marca, y huirían muchos más, si pudieran.

Otro secreto de Castro es su capacidad para chulear, literalmente, a sus protectores y a sus propias víctimas. A la URSS, para la cual el bastión cubano resultaba carísimo; y a los exiliados, cuyas remesas a sus familiares evitan que la situación degenere en hambre generalizada. Entre todos los ineficientes sistemas socialistas, el de Castro debe de ser el más ineficiente, y va a dejar una generación aún menos emprendedora y más inepta que la de Alemania Oriental.

La banda criminal de Castro llega al colmo de la bancarrota ideológica y la mentira cuando atribuye sus males al "bloqueo" useño. No hay tal bloqueo, pues Cuba comercia prácticamente con quien quiere, o mejor dicho, con quien puede, pues apenas está en condiciones de pagar sus compras. Y tiene gracia, una hedionda gracia, que un régimen construido sobre el supuesto de que el comercio con los "imperialistas" es desigual, es un saqueo, provoca la miseria del Tercer Mundo, anhele ahora ese "saqueo" y culpe de sus males a que Usa haya decidido, por su cuenta, no "saquearle".

Sin embargo, Castro ha gozado, y todavía goza, de las simpatías de la izquierda y del progrerío mundial. ¿Se debe esa simpatía a ignorancia de los hechos? De ningún modo. Se debe, precisamente, a esos hechos. Decir esto quizá parezca una boutade, pero no lo es.