domingo, agosto 27, 2006

PRECARIAS CANDIDATURAS PARA EL CONSEJO DE SEGURIDAD

Tomado de Democracia Participativa.net


Precarias candidaturas para el Consejo...

Por Yaxys D. Cires Dib




Dos Estados están concursando por alcanzar una silla no permanente que le corresponde a Latinoamérica en el Consejo de Seguridad de la ONU: Guatemala y Venezuela. Ciertamente más precarias no podían ser las candidaturas.

Guatemala, país centroamericano que cuenta con el apoyo de Estados Unidos no constituye en nada un sujeto relevante en el ámbito internacional. Sin embargo, hay algunos aspectos que no podemos dejar pasar por debajo del tapete. En primer lugar, Guatemala es uno de los dos países de América Latina que tiene vigente la pena de muerte; el otro es Cuba. Si bien en 2005 no se aplicó la pena máxima, a principios de este año Amnistía Internacional notificó la existencia de 29 condenados a muerte a la espera de ser ejecutados. En segundo lugar, está el tema de la negativa a realizar las correspondientes vistas penales contra los acusados de genocidio y crímenes de lesa humanidad por hechos cometidos durante la dictadura militar a principios de los años ochenta, cuando, en 1982, bajo el gobierno del general Ríos Montt, se estima fueron asesinadas por el ejército más de doscientas personas de una vez, lo que se conoció como la “Masacre de Dos Erres”.

En septiembre de 2005, el Tribunal Constitucional de España falló que la causa abierta por presunto genocidio contra el mencionado general guatemalteco, que gobernó entre 1981 y 1982, y otros oficiales, podía seguirse en España. Hace pocos meses un juez de la Audiencia Nacional española se desplazó hacia el país centroamericano para realizar las debidas diligencias, pero le fueron obstruidas las pretendidas actuaciones por las autoridades guatemaltecas. Actualmente existe una orden internacional de captura contra los sujetos.

Venezuela, país que cuenta con el apoyo de China y de Cuba, e incluyo a Cuba, pues aunque no es una potencia global, su gobierno si sabe mover bien los hilos de la diplomacia, principalmente entre los países usufructuarios de las misiones médica y educacionales cubanas. Este país es gobernado por el neopopulista Hugo Chávez, que desde su llegada al poder no ha cesado en su proyecto de crear una sociedad a imagen y semejanza de la Cuba de Fidel Castro, es decir, una sociedad carente de todo derecho y libertades. Actualmente en Venezuela todos los poderes son dominados por Chávez; también el Consejo Electoral Nacional. Ha encarcelado y perseguido a sus opositores, y ha atacados a los medios de comunicación que discrepan con su actuar.

Pero la mala voluntad de este señor no se queda en su país, sino que ha sostenido fuertes diferendos con países vecinos como Perú y Colombia, y con otros no tan vecinos pero latinoamericanos como México y Nicaragua. Chávez, con el respaldo de sus petrodólares, se cree dueño y señor de la región. Se mete en procesos electorales de otros países y ofende a presidentes irrespetando así la dignidad de otras naciones.

Tanto Guatemala como Venezuela representan lo que la ONU no debe ser. Éticamente es inaceptable que un país donde se le dan portazos de impunidad a la “justicia universal” alegando trabas legales o el principio de soberanía, sea miembro del Consejo de Seguridad que en algún momento tendrá que decidir sobre temas muy relacionados con los derechos humanos y cuestiones humanitarias. También es inaceptable que pertenezca al consejo un Estado en el que se violan constantemente los derechos humanos y las libertades, en el que hay un gobernante cada vez más autoritario, pero a la vez promotor de radicalismos y signo de división en la región. En fin, si fuera presidente de un país me las vería muy mal, quizás preferiría ordenar a mi embajador que se enferme el día de la votación.