viernes, diciembre 08, 2006

LA CUBA DESPUÉS DE CASTRO

Reporte Geopolítico de Inteligencia Stratfor


LA CUBA DESPUES DE CASTRO


Por George Friedman
Stratfor.com
Infosearch:
José F. Sánchez
Analista
Jefe de Buró
Cuba
Dept. de Investigaciones
La Nueva Cuba
Diciembre 8, 2006


Ahora es aparente que Fidel Castro se está muriendo. Tiene 80 años, de manera que ello no debe sorprender a nadie. La dirigencia cubana maneja su muerte como si se tratara de un secreto de estado — tratando de ocultar lo que es más que evidente — pero esa es la naturaleza del régimen. La cuestión que se encuentra sobre el tapete es si el gobierno cubano podrá sobrevivir tras la muerte de Castro — y cualquiera que fuese el caso, que rumbo Cuba tomará.

El régimen comunista en la Isla, tal y como lo hemos conocido hasta el presente, no puede sobrevivir a la muerte de Castro. Con bastante seguridad, el hermano de Fidel, Raúl asumirá el control del liderazgo; el Partido Comunista, los militares el sistema de seguridad y los ministerios gubernamentales continuarán funcionando. Pero el régimen que Castro creara dejará de existir. Desaparecerá porque Castro estará muerto, y cualquier cosa que le sobreviva no será nunca igual. Se transformará significativamente.

La partida de Fidel Castro del escenario, nos conduce entonces a dos interrogantes. La primera, ¿qué el futuro aguarda para Cuba? Y la segunda, ¿le importa eso a alquien más que no sean los cubanos?..

EL ASCENSO DE RAUL LEVANTA LA INTERROGANTE DE QUE ESPERANZA HABRA PARA CUBA

Ahora, los tiempos de la magia terminaron, y predominan ahora los tiempos del preguntar sobre qué tendremos mañana para comer y vestir. Los sucesores no entienden de magia ni poesía — y aunque pueden culpar a los EE.UU. por todos los fracasos del proceso revolucionario, no es lo mismo que lo hiciera Fidel Castro. Los regímenes no sobreviven sólo y simplemente por la fuerza bruta. Tiene que haber creyentes. Stalin tenía sus creyentes, como los tenían Hitler y Saddam Hussein. Pero, ¿quién cree en Raúl y sus generales-empresarios? Ciertamente las herramientas del poder están en sus manos, como lo estuvieron en manos de otros regímenes comunistas cuyos gobiernos colapsaron. Pero el tener los instrumentos del poder, con el tiempo, no sería suficiente para retener el poder. Es es difícil envisionar a este régimen de funcionarios sobrevivir por mucho tiempo. Sin Fidel, no hay sino poco lugar para la esperanza...

UNA CUESTION DE CONTROL

...Sin una potencia extranjera que le subsidie, Cuba es geopolíticamente impotente. No puede amenazar las vías marítimas de Estados Unidos. No puede ser una base por armas nucleares que pudiesen ser utilizadas contra los EE.UU. Desde la caída de la Unión Soviética, los cubanos ha estado tratando de hacerse útiles a alguna potencia extranjera. La Habana se acerc;o a los chinos, pero ellos no mordieron la carnada. Los rusos podrían estar interesados en el futuro, pero en la actualidad tienen sus manos llenas de problemas en su propio vecindario. Naciones como Corea del Norte e Irán no están en posición de explotar esa oportunidad.

Si Fidel muere, Hugo Chavez de Venezuela y Evo Morales de Bolivia no van a mirar a Raúl en busca de inspiración y legitimidad. Más bien, Raúl es el que mirará hacia Venezuela necesitado de petróleo barato, mientras que Chávez reclamará para sí el lugar de Fidel como máximo lídera de la izquierda latinoamericana.

De manera que, si Cuba no es ya más el centro de la izquierda revolucionaria latinoamericana, ¿entonces qué es ahora? Devendrá en una isla con alguna que otra importancia estratégica ocasional — aunque nada importante al presente — con un régimen de funcionarios tan inspiradores como un Congreso del Partido búlgaro en 1985. Cuba con Fidel fue la esperanza de la izquierda latinoamericana. Cuba sin Fidel sólo ofrece un método aburrido, un estado con un pasado glorioso y un futuro dudoso.

EL PASADO COMO PROLOGO

Ciertamente, Raúl y sus colegas poseen formidables herramientas con las que tratar de garantizar la seguridad, pero no son mejores que las que tuvieron Rumania y Alemania Oriental. Esas herramientas de control poblacional funcionarán bien por un tiempo, pero no permanentemente. Para que el régimen sobreviva, Cuba debe transformar su vida económica, pero al hacer esto, arriesgará la sobrevivencia de su régimen — ya que para el régimen el control económico es uno de los instrumentos de estabilidad. Raul no es el hombre capaz de redefinir el país, pero el tratá de hacerlo.

De manera que estamos pesimistas acerca de la habilidad del régimen para sobrevivir. O más precisamente, no creemos que el régimen sucesorio — un comunismo sin Fidel — pueda sostenerse en el poder por mucho tiempo. Raul Castro le extiende ahora una mano a los Estados Unidos, pero opuesto a todo lo que pueda haber sido establecido por la mitología cubana, los Estados Unidos no pueden resolver los problemas de Cuba con ponerle fin al embargo comercial. El embargo es un gesto político, no una realidad funcional. Terminarlo o mantenerlo, el problema cubano es de Cuba — y sin Fidel, los cubanos tendrán que enfrentarse a su propio problema."