BARACUTEY CUBANO

Hannover, 1. Enero 2007
Por María Elena Morejón Rodríguez

Más allá de rumores y “lleva y trae” como vulgarmente se le pudiera llamar al intercambio de criterios que desde meses sume a los cubanos en la incertidumbre, creo que existe una criminal y peligrosa complicidad por parte de gobiernos, políticos y hasta no tan políticos, tanto de un bando como del otro, en torno al tema Cuba.
No hay que ser un experto politólogo para darse cuenta de lo mal montada que está toda la puesta en escena de la dictadura castrista. Una y otra vez se cometen errores de magnitud escandalosa en los pasos que desesperadamente están dando en la cúpula de poder en Cuba y me pregunto:
¿Hasta cuando hay que esperar para denunciar con seriedad que los cubanos no somos seres diferentes, que no somos animales de corral amaestrados y que merecemos el mayor de los respetos?
Esa exigencia nos corresponde en primer lugar a los que en libertad podemos expresarnos en el exilio, a los que de una forma u otra se nos han abierto las puertas en espacios gubernamentales, a los que tenemos acceso a las informaciones y por consiguiente podemos ver con claridad lo que el actual desgobierno de la isla se está proponiendo, que no es más que asegurar todas las fichas antes de comenzar el juego.
¿Seremos tan irresponsables los cubanos de permitir que nuestro pueblo quede una vez más sin voz que permita que una criminal dictadura se legitime ante los pueblos del mundo como lo hizo la de Fidel Castro?
¿No les basta a los demócratas cubanos con las experiencias acumuladas en estos 48 años?
¿Hacen falta más y más crímenes y sufrimiento para que despertemos de una vez y decidamos luchar de una manera seria por nuestra patria?
¿No es suficiente ver como tanto Europa como los Estados Unidos de América permanecen de brazos cruzados y como simples espectadores ante la debacle cubana-venezolana-boliviana?
¿Hasta cuando seguiremos llorando y mendigando a otros pueblos que hagan lo que solo nos corresponde a nosotros?
Hoy los periódicos del mundo anuncian el mensaje de Fidel Castro al pueblo de Cuba por el Nuevo Año, algo que nadie que se respete puede creer, si el dictador puede hablarle al presidente de China por teléfono, si lo puede hacer con Hugo Chávez, ¿que le impide ofrecer unas palabras al pueblo de Cuba? ¿Solo un minuto de voz?.
El pueblo de Cuba merece respeto, respeto de sus gobernantes, pero también respeto de los pueblos del mundo y en especial de los que en libertad podemos ser su voz y exigir con dignidad, con seriedad y con toda la fuerza del mundo seamos respetados. Creo que llegó justo el momento de exigir una posición común de la comunidad internacional.
Si no dejamos de jugar el juego de la dictadura, de esperar la próxima fecha en que “pueda aparecer” el tirano, si no dejamos de especular si vive o está muerto y no nos ponemos a exigir que sea cual sea el estado de salud del dictador, Cuba merece un gobernante elegido por el pueblo y sus derechos sean respetados, el primero, que se le deje de manipular, lamentablemente pasaremos otro medio siglo pidiendo y pidiendo lo que nosotros mismos no acabamos de defender como la situación lo requiere. Ante la caída en desgracia de Castro, anunciada el 31 de Julio del 2006 se dedicaron todos los esfuerzos a crear esperanzas en una reaparición del “líder” en la Cumbre de La Habana en el mes de Septiembre, para sorpresa de muchos no fue así, entonces las expectativas se trasladaron para las celebraciones de su fiesta de cumpleaños el 1ro de Diciembre, de ahí pasaron a la posible aparición en el desfile del 2 de Diciembre y finalmente a un mensaje que para todos era obvio que debería leer en persona para las celebraciones del “Aniversario 48 del triunfo de la revolución”, tampoco en estas fechas se le vio aparecer, más allá de un lamentable video el 28 de Octubre que más que seguridad trasladó al pueblo la imagen de un anciano incapaz de volver a abrumarlos con horas de discursos. Una y otra vez la prensa mundial como la maquinaria propagandística de la dictadura han jugado con la desesperación de un pueblo que vive desinformado, manipulado y vilipendiado por el desinterés general por sus derechos y por eso creo que es hora de que a esta situación se le ponga freno definitivamente. Si el dictador está vivo y su salud es mucho mejor ahora, hay que exigir que se presente al pueblo, es nuestro derecho y así sería en cualquier parte del mundo, ¿por qué no en Cuba?. Si está muy enfermo también hay que exigir que el pueblo sea informado y no más manipulado y por encima de todo hay que exigir a los gobiernos del mundo que no se presten a continuar engañando a los cubanos, son repugnantes las actitudes de los gobiernos de Venezuela, China y España, por solo mencionar por su nombre a los que más seriamente se han prestado para este crimen contra nuestro pueblo. Creo que este sería el primer paso serio para salir del círculo vicioso en que se ha querido encerrar los intentos por la democracia en Cuba.
Cubanos, amigos, hermanos, la ansiada libertad de Cuba y los cubanos está en serio peligro, la carta del Presidente de China Hu Jintao a Fidel Castro que aparece hoy en el libelo de la dictadura es una seria prueba más de lo que estos testaferros planean con nuestra patria.
¿Dejaremos arrebatarnos una vez más nuestras ansias de respirar el aire de nuestra Tierra, de ver nuestros hijos crecer junto a su amada familia, de celebrar en nuestras mesas la sagrada Navidad y unir nuestras copas el amanecer de un Nuevo Año?
Queda de nuestra parte.