jueves, enero 04, 2007

NUESTRO AMADO INFIERNO

Tomado de Payo Libre.com

Nuestro amado infierno
Por Yosvani Anzardo Hernández
3 de enero de 2007

Holguín, Cuba – www.PayoLibre.com – El infierno no es un lugar para el castigo, sino un espacio para la convivencia. Y hasta me atrevo a asegurar que su diferencia fundamental con el paraíso no sea que el uno es malo y que el otro es bueno; que en uno impera el odio y en el otro el amor. O que al primero se va como castigo y al segundo se llega como premio. No señores, la diferencia radica en la forma en que se asimila en ambos la felicidad humana.
La anterior convicción la adquirí interactuando e intentando comprender a la gente de mi pueblo. Por qué permitimos tanta humillación y durante tanto tiempo. Cuando se me acabaron los argumentos intentando justificar el por qué de esta gran estafa suciopolítica, encontré a Sor María, una monja colombiana que vive en el pueblo de Cueto, en el oriente del país. Cuenta esta santa señora que existió una monjita piadosa y caritativa como no había dos. Y empeñó toda su vida en ayudar a los demás. Por eso cuando murió, el señor la trajo, bueno no, la llevó al paraíso, porque entiendan que yo escribo desde el infierno.
La pobre monjita se sentó en un rincón y allí permaneció todo el día visiblemente triste. Los Ángeles no entendían su desventura, pues ella había ganado la morada del señor. Y entonces Dios la mandó para el infierno, donde la noble monja enseguida se puso en acción, y comenzó a socorrer a todos los que ella creía que necesitaban de su ayuda y donde evidentemente, sería feliz.
Desde entonces creo que es cierto: no sólo cada cual tiene lo que se merece, sino que cada cual merece lo que desea, y creo que a la vez esto constituye uno de los mayores peligros humanos: Cuidado con lo que deseas, porque se puede convertir en tu castigo.
Los cubanos nos quejamos a diario de nuestras desdichas, pero muchos confían en que otros vendrán a resolverla nuestros problemas. Afortunadamente, cada vez es mayor el número de personas que consideran lo contrario, y comienzan a confiar en el poder, de los que poco, o nada tienen.
( Nota del Blogguista. Nuestro Infierno representado en El Gran Apagón de Pedro Pablo Oliva; observen a la derecha al grupo de los 4 de ¨La Patria es de Todos ¨, la tribuna vacia, abajo izquierda, y a Fidel muerto, al lado del Papa, con las zapatillas pontificias puestas: poder vitalicio; ángeles caidos, o sea, ¨los tronaos¨, ¨el camaleón¨ expectante ( arriba de Fidel y el Papa) que cambia y cambiará de color según las circunstancias, y otras realidades cubanas de la Isla. No faltaron los ojos, siempre vigilantes, de la Seguridad del Estado cubana )

A menudo recuerdo lo difícil que es dejar de ser esclavo. No porque difícil sea eliminar al amo, sino porque nuestros más peligrosos enemigos somos nosotros mismos. Y sobre todo cuando nos negamos a entender que más allá de nuestra frontera el mundo existe y los hombres ríen.
Los habitantes de este país siempre preguntan a los que vienen del extranjero qué cómo es el mundo afuera. Como si hablara con extraterrestres. Y sobre todo, casi siempre lo hacen con la esperanza de oír cosas malas del mundo, para así justificar nuestra cobardía. Y cuando no escuchamos lo que deseamos, preferimos pensar que nos están tratando de engañar.
A mi no me sucede, porque si no estuviera convencido de que soy extraterrestre, creería que soy cubano.
Agencia de prensa Jóvenes sin censura (El gobierno cubano le niega a esta agencia su reconocimiento legal).