BARACUTEY CUBANO

Por Armando Valladares*

( El titulo de este artículo fue la declaración del Canciller español durante el gobierno socialista de Felipe González. )

Yo estaba en ese momento al frente de la delegación norteamericana ante la Comisión de los Derechos Humanos de la ONU. Aquella complicidad con las torturas, con los crímenes y con la falta de libertad en Cuba habían convertido a los socialistas españoles en el mejor aliado de la tiranía castrista... Es bueno recordarles hasta dónde llegó esa complicidad.

Durante la lucha por conseguir los votos que iniciarían una investigación sobre las alegaciones de violación de los derechos humanos en la Isla, los diplomáticos españoles se convirtieron, por debajo de la mesa, en cabilderos del gobierno cubano tratando de debilitar la resolución que presento Estados Unidos y que apoyaban los países del bloque occidental, entre ellos la propia España. Por ello la traición del gobierno socialista español era mucho más grave y repudiable. Llegaron al deshonor de comentar a la agencia de prensa EFE los acuerdos y estrategias, que de manera confidencial, se tomaban en la reunión que todas las mañanas sosteníamos en la sede de la embajada de Alemania Occidental., todo en beneficio de la dictadura castrista.

Tuve que coordinar reuniones secretas con algunos aliados, porque la delegación española espiaba para Cuba. El canciller español seguía mintiendo al decir que en Cuba no se violaban los Derechos Humanos. Conocíamos de la existencia de un informe “TOP SECRET” que había confeccionado la Embajada Española en La Habana y que era guardado celosamente por la Cancillería.

Logramos que el documento llegara a nuestras manos y lo filtramos a la Prensa. Fue un golpe extraordinario que le quitó la careta al gobierno socialista, demostrando su complicidad con la tiranía cubana y que colocó al Canciller como un soberano embustero.

Decía el informe y cito textualmente: “…el trato a los prisioneros políticos, es cruel, inhumano y degradante… Varias familias que sufren persecución religiosa se han presentado a nuestra embajada”… Seguían hablando de malos tratos, de juicios sumarios… pero lo verdaderamente miserable era cuando decía que habían hablado con Fidel Castro para ayudarlo a “darle un poco de oxigeno” a aquella situación, pero que Castro había rechazado la ayuda de España, sin embargo -seguía diciendo el informe- y cito textualmente: “No podemos hacer publica esta investigación, porque sería darle la razón a los norteamericanos”

Esa actuación del gobierno socialista español pasará como una de las más despreciables de la historia… Estaban dispuestos a brindar ayuda al verdugo y esa ayuda significaba ayudarlo a ocultar las torturas y los crímenes ante la opinión pública. Ni una palabra de compasión para las victimas que también incluía a españoles pero… que eran anticastristas. ¿Puede haber una mayor complicidad…? Este es un sólo ejemplo. El gobierno socialista permitió a la Policía Política cubana actuar libremente en España, En pleno Paseo de la Castellana trataron de secuestrar a punta de pistola a un ex-ministro cubano que había pedido asilo en España.

La oficina del Comité Pro Derechos Humanos en Cuba fue asaltada por la Seguridad cubana, como prueba para que no hubiese dudas, dejaron una cajetilla de cigarrillos “Vegueros” marca que sólo se vendía en la Isla… Bajo la “vista gorda” de los socialista españoles vigilaban, amenazaban y perseguían a los cubanos exiliados…

Al conocido escritor y periodista Carlos Alberto Montaner le enviaron una bomba dentro de un libro, y aunque tenía todos los componentes, no estaba conectada para detonar. Era una clara amenaza de que podían hacerlo volar en pedazos cuando quisieran… También le escondieron micrófonos en su teléfono…La investigación que se inició por estos graves acontecimientos nunca tuvo resultado alguno, fue suspendida por una orden de la Moncloa.

El agente que llegó a España con la misión de asesinarme, se entregó a la Policía, lo estuvieron utilizando como doble agente, filmaron sus entrevistas con el Primer Secretario de la Embajada cubana que era el que le iba dando las instrucciones. Yo desempeñaba todavía el cargo de embajador y tuve que comunicarlo al FBI que manejó el asunto con la Policía Española. Cuando se hizo publica la conspiración, apareció en los periódicos. No hubo una sola reacción del Gobierno socialista .Hoy puedo decirlo porque ya pasaron veinte años. Los servicios de Inteligencia norteamericanos conocieron de un acuerdo entre el Gobierno cubano y el español mediante el cual España le permitiría a los servicios de Inteligencia castrista vigilar, hostigar, perseguir, secuestrar y hasta darle palizas a los cubanos anticastristas en España, pero sin llegar a matarlos.

Fidel Castro aceptaría a cambio, entre otras cuestiones el envío de etarras a Cuba. En el intento contra mi, se conoció que pensaban utilizar un veneno de efecto retardado. No me sorprendió en lo absoluto el resultado de la visita del Canciller Moratinos…

Sigue la complicidad… España se convirtió otra vez, en el embajador oficioso de la tiranía castrista, Logró que la Comunidad Europea retirara el apoyo a la disidencia y ahora va a tratar de obtener nuevas concesiones a la Revolución… ¡Que vergüenza…!

Como una bofetada fue la burla de Pérez Roque al negarse a tratar el tema de los derechos humanos, como había prometido, porque en Cuba -según el gobierno- no existen ni prisioneros políticos ni de conciencia… Ahora este Canciller repetirá la misma declaración que da titulo a este artículo “España no tiene ninguna evidencia de que en Cuba exista un problema de Derechos Humanos”

*Escritor, Ex-preso político cubano. Fue embajador de los EEUU ante la Comisión de los Derechos Humanos de la ONU