domingo, mayo 27, 2007

LOS CUBANOS SIGUEN EN EL LIMBO

Los cubanos siguen en el limbo


Por Miriam Leiva

Fidel Castro informa al pueblo sobre su delicado estado de salud pasados 10 meses de su Proclama cediendo provisionalmente el poder, y luego de haber mantenido a cada cubano en peligro de ser llevado a prisión por violar el mayor secreto de estado dictado por él mismo desde su lecho de muerte probable, según su nuevo artículo publicado este 24 de mayo.

Indudablemente, el Presidente tiene la exclusividad de que nunca nadie haya realizado semejante proeza. El mismo confirma que sufrió varias operaciones, sobrevivió con sueros y pesa apenas 80 kilogramos, a pesar de estar muy recuperado; bastante poco para su corpulencia y elevada estatura de 6 pies 2 pulgadas. Puede entenderse el motivo de que no haya demandado compensación al periódico El País de España por sus reportajes sobre las diversas operaciones.

No obstante estarse alimentando naturalmente, de acuerdo con su exposición, no parece que haya salido aún de la fragilidad y el peligro de alguna recaída, pues lacónicamente esboza un régimen de vida lógico para un anciano enfermo, pero muy ajeno al impetuoso Comandante en Jefe, señor no sólo de todas las fuerzas armadas, sino hasta de la respiración de cada cubano. Excusa su lejanía de visitantes, periodistas y cámaras con las demoras y molestias que ocasiona la preparación para tales encuentros, al parecer muy trabajosos para poder mostrar una imagen aceptable.

Al menos ya libera de las declaraciones para crear expectativas o destruir especulaciones sobre su real estado de salud y un eventual retorno al mando todopoderoso. Sobre todo devuelve parte de la soberanía nacional, entregada a Chávez, su vocero y eventual heredero de la Confederación Venezolano-Cubana del Socialismo del Siglo XXI. Quizás el dislate de Evo Morales al anunciar en varias ocasiones su aparición para grandes acontecimientos públicos, convenció al Presidente de que debía desvelar el gran secreto.

Ya todo el mundo sabe que la espera será hasta que la muerte nos separe, y todos podrían dedicarse a sus labores. Pero asegura su omnipresencia con el augurio de que se mantendrá dedicado al estudio y la escritura, para contribuir a salvar a la humanidad de los grandes peligros que corre, y que continuará informado sobre los asuntos nacionales. Nada dice acerca del margen de maniobra que tendrán los dirigentes provisionales ni, por tanto, del futuro que permitirá forjarse a los cubanos. En fin, las tareas podrían ser muchísimas, teniendo en cuenta que hay que reconstruir todo y edificar lo posible para que el país eche a andar.

La sagacidad del gobernante y sus actuales estudios sobre los problemas mundiales y los avances de la ciencia y la técnica pudieran ser muy útiles en su senectud para que, aprovechando lo más positivo de cada experiencia, permita a los ciudadanos desplegar sus potencialidades físicas, mentales, culturales y creativas en general, con la libertad de opiniones y las contradicciones dialécticas que han propulsado el desarrollo desde épocas inmemoriales, y muy aprovechadas desde los antiguos griegos.

Es tiempo más que suficiente para que las personas que comparten responsabilidades de dirección y mando en Cuba comiencen a actuar y, fundamentalmente, empiecen a liberar cada una de las ataduras existentes. Está pasando el momento en que la ingeniosidad característica de todos los cubanos deje de malgastarse en ''inventar para sobrevivir'' y se comience a ''trabajar para crear'', y poder vivir mancomunadamente en paz.

Periodista independiente cubana