BARACUTEY CUBANO

Atado y bien atado

Por Nicolás Pérez Diez Arguelles


El 20 de abril de 1975 el presidente de España, Carlos Arias Navarro, con el rostro consternado y emoción contenida anunciaba al pueblo español y al mundo que Francisco Paulino Hermenegildo Teódulo Franco Bahamonde, jefe de Estado y caudillo de España por la gracia de Dios, acababa de fallecer a las 5 y 25 de la mañana, víctima de una larga y penosa enfermedad.

Había muerto rodeado de su esposa, Carmen Polo, su hija Carmencita y su yerno, Cristóbal Martínez Bordiú, marqués de Villaverde.

El generalísimo dedicó los últimos años de su vida a dejar tras su desaparición física un fuerte legado franquista. En honor a él hay que admitir que nunca cedió en sus convicciones. El 27 de septiembre de 1974 a pesar de las protestas del Papa Paulo VI, y del mundo entero, ordena el fusilamiento de cinco adversarios. Quince países europeos retiran de Madrid a sus embajadores, fue asaltada la embajada de España en Lisboa, pero Franco ni pestañea. Por entonces se dedica a preparar los cuadros futuros y las instituciones franquistas. Su trabajo fue el propio de un militar que tenía el orden como oficio y la constancia como virtud. Años antes, en 1969, había nombrado al príncipe Juan Carlos como su sucesor a título de rey. En la lectura de su testamento político, leído a las pocas horas de su muerte por el ministro de la presidencia Rafael Arias-Salgado Montalvo, Franco hace saber al mundo que ha dejado el franquismo ``atado y bien atado''.

Al día siguiente de su muerte, la atadura trenzada con laboriosidad se desata, y comienza la nueva era de la transición. Ella cristaliza tiempo después en la Unión de Centro Democrática (UCD), formada por ex franquistas como Adolfo Suárez, Demócrata Cristianos, Liberales e Independientes. Quienes presidian las tendencias eran los llamados barones de la UCD, que por su capacidad de liderazgo, historial y simpatías populares representaban un color del arco iris ideológico ibérico.

Inspirado en este ejemplo, en días pasados en esta ciudad de Miami se ha creado el Partido Unión Nacional. Quienes llevan adelante este proyecto son un nutrido grupo de ex presos políticos. Ellos me explicaron hace pocos días que se fundó este partido por cinco razones básicas:

• La muerte de Fidel Castro puede provocar que una revolución ''atada y bien atada'' durante 59 años, aires de libertad la desaten en 59 minutos.

• Las pretendidas diferencias entre los opositores al régimen comunista son más virtuales que reales. Salvo las excepciones que confirman la regla, toda la oposición está de acuerdo en los 7 u 8 puntos esenciales para fundar una nueva república.

• El pueblo de Cuba siente especial simpatía y un indudable respeto por aquellos que fueron condenados por los tribunales revolucionarios y sufrieron las cárceles castristas.

• Los ex presos políticos y ex combatientes son el único grupo de cualquier índole, dentro o fuera de la isla, que cubre de inmediato y de facto, en los primeros instantes del cambio, todo el territorio nacional porque en cada provincia, en cada municipio, en cada barrio e incluso casi en cada cuadra hay uno de los cerca de 200,000 reclusos que, en diferentes épocas, sufrieron condenas en prisión.

• Este grupo sobrevivirá cualquier desencuentro programático, porque en la práctica se ha demostrado que los ex presos apuestan en sus relaciones al factor humano y al respeto y, aun en diferentes posiciones, jamás discuten públicamente sus diferencias. Y es que la madurez del camino andado les ha enseñado, según ellos mismos me explicaron, que un pasado común repleto de sangre, sudor y lágrimas es más fuerte, incluso, que la propia ideología.

Espero que triunfen en sus propósitos y culmine esta obra, ellos se lo merecen.

nicop32000@yahoo.com

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