viernes, diciembre 14, 2007

CUBA EN EL INFORME DE DESARROLLO HUMANO 2007-2008 ( I PARTE )

Cuba en el informe de desarrollo humano 2007-2008 (I parte)


Por Oscar Espinosa Chepe

LA HABANA, Cuba, diciembre (www.cubanet.org) - En los últimos años se intensifica la práctica de efectuar evaluaciones mundiales sobre una gran diversidad de aspectos económicos, sociales, políticos, culturales y tecnológicos, que usualmente reflejan las ubicaciones de los países. Estos informes son realizados anualmente por prestigiosos organismos y renombradas revistas temáticas.

Posiblemente uno de los trabajos más completos es el efectuado por el Programa para el Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD), denominado Informe sobre Desarrollo Humano, que abarca múltiples aspectos por países como el estado de la economía, situación de la salud, la educación, asuntos sociales, energía, medio ambiente, igualdad de géneros y otros. A fines de noviembre se presentó el correspondiente al período 2007-2008, dedicado a la lucha contra el cambio climático.

En esta ocasión Cuba ocupa el nivel 51 a nivel mundial, descendiendo un escalón respecto a la evaluación del pasado año. Como en ocasiones anteriores, por encima están 6 países de América Latina y del Caribe: Barbados, Argentina, Chile, Uruguay, Costa Rica y Bahamas; mientras México le pisa los talones.

Según informaran altos funcionarios del PNUD, la posición de Cuba está muy relacionada con los proclamados avances en educación y salud. En cuanto a los aspectos económicos el desempeño es incierto, pues los datos brindados por las estadísticas oficiales cubanas no son tomados en consideración al carecer de suficiente credibilidad. Esto coincide con el criterio de otros importantes organismos de ONU como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Desde hace años el gobierno cubano anuncia crecimientos del PIB de dos dígitos, sin sustentación alguna y en absoluta contradicción con el deprimido nivel de vida de la población y el lamentable estado de la economía

Indudablemente, en la educación y la salud Cuba alcanzó niveles relativamente altos para un país del Tercer Mundo. Esto en parte es consecuencia de los avances existentes antes de 1959 cuando, según los datos de entonces, la mayor de las Antillas ya ocupaba un puesto relevante en la región a pesar de la existencia de problemas por resolver. Además, con posterioridad al triunfo de la revolución, las nuevas autoridades realizaron considerables inversiones en ambas actividades, lográndose adicionales progresos, aunque debe subrayarse que con rasgos negativos, como una excesiva politización y el mantenimiento de concepciones dogmáticas en la educación.

Esos logros también se debieron a la fuerte subvención proveniente de la Unión Soviética y sus aliados de Europa del Este durante decenios. A partir de los años 1990, al terminar la “ayuda”, la educación y la salud pública han sufrido fuertes embates, por la disminución de los recursos disponibles, así como por la pérdida por distintas vías de parte del personal calificado. Esto ha provocado un proceso involutivo esencialmente en la calidad del servicio prestado en ambos sectores, agravado por la masiva exportación de maestros, profesores y especialistas de la salud. Esta crisis se ha querido paliar mediante la improvisación de fuerza de trabajo calificada, en cursos de sólo meses – maestros, personal paramédico y enfermeras emergentes, etc.- lo cual en modo alguno ha sido una solución, reconocido hasta por los controlados medios de información oficiales. Por tanto, pudiera haber una contradicción entre las evaluaciones cuantitativas del informe del PNUD y los servicios reales recibidos por la población.