DESDE CUBA: El calvario de Agustín Acosta Poeta nacional de Cuba para poder emigrar de Cuba
Tomado de http://www.cubanet.org/
El calvario de Agustín Acosta
Reinaldo Cosano Alén
Sindical Press

La dramática situación del matrimonio, desesperado porque llevaban de diez años sin ver a la hija y los nietos, nacidos en los Estados Unidos, llevó a Acosta a escribir la carta.
''Voy a cumplir 85 años y estoy enfermo (te escribo en la cama y mi mujer pasa a máquina estas palabras). Ignoro, naturalmente, el tiempo que me quede sobre la tierra. Mi vista está cada día peor y esto me tiene muy preocupado. Tal vez si el viaje se efectúa buscaré algún oculista que impida el avance de las alteraciones que casi siempre me prohíben leer y escribir. Yo con una artrosis en las rodillas que me impide caminar, ella con gripe. Solos los dos en cama y enfermos. No podemos salir a buscar medicinas y alimentos, y no tenemos a ninguna persona que nos ayude porque los parientes están lejos y los particulares, o no conocen nuestro estado o, egoístamente, quieren desconocerlo''.
Bien conocía el renovador de las letras en Cuba e Hispanoamérica, considerado un posmodernista, que el destierro de los cubanos va acompañado de confiscación, como ocurría en la época colonial. Con realismo y astucia ofrece el bocado de sus bienes. ''Es posible que a quien tiene en sus manos las complicadas operaciones de las salidas del país le interesa conocer que nosotros - mi mujer y yo - poseemos en el reparto Marazul, de la playa, una casa de dos plantas, completa y decorosamente amueblada; nuestra jubilación sumadas completan la cantidad de quinientos sei

La Constitución de 1940 prohibía las confiscaciones. Solo en caso extremo de interés público mediante compensación. No se conoce respuesta de Guillén, pero evidentemente la gestión, aunque demorada, resultó.
Agustín y Consuelo partieron de Cuba para siempre el 12 de diciembre de 1972, al año y siete meses de la carta enviada a Guillén. Tuvo razón al referirse a ''las complicadas operaciones de salida del país''.
El Congreso otorgó a Agustín Acosta en 1955 el título de Poeta Nacional por su extensa producción literaria y postura cívica. El tirano Gerardo Machado lo encarceló y quiso fusilarlo por la carta pública retadora dirigida contra el mandatario.
Agustín Acosta tuvo mejor suerte que su amigo José Lezama Lima, otro portento de las letras en Cuba e Hispanoamérica. Lezama murió en la isla. No pudo reunirse con su queridísima hermana Eloísa en España. Nunca le dieron el permiso salida.
El autor del poema La Zafra (1926) de raigambre social, “poesía de ambiente, a la vez que de combate'', según Max Henríquez Ureña, jamás mostró el más mínimo rencor hacia Guillén cuando el nuevo régimen desconoció su título de Poeta Nacional, y lo concedió a Guillén. Acosta había tomado distancia del castrismo.
Mediaba una vieja amistad entre colegas. Ambos coincidían como jurados en importantes concursos nacionales. El autor de Motivos de son', Sóngoro Cosongo, se trasladó en 1952 al Ateneo de Matanzas para escuchar a Agustín Acosta declamar sus versos.
Los nuevos aires de libertad en los Estados Unidos avivan en Agustín las pocas fuerzas que le quedaban. Escribió y publicó, El Apóstol y su Isla (1975), y Trigo de Luna (1979). Su viuda publicó ' Lejanía, dedicado a ella.
Agustín Acosta es desconocido por las últimas generaciones de cubanos. Se impone el deber de rescatar al autor de La Zafra.
cosanoalen@yahoo.com
ALGUNOS COMENTARIOS DEJADOS
Nausea ha dejado un nuevo comentario en su entrada "DESDE CUBA: El calvario de Agustín Acosta Poeta na...":
Esto da profunda pena, que alguien como Acosta, sobre todo a esa edad, se viera reducido a tal nivel. Parecido al caso de Lezama. Todo un bochorno.
1 Comments:
Esto da profunda pena, que alguien como Acosta, sobre todo a esa edad, se viera reducido a tal nivel. Parecido al caso de Lezama. Todo un bochorno.
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