Alfredo M. Cepero: EL BUEN PASTOR Y EL FALSO PASTOR
EL BUEN PASTOR Y EL FALSO PASTOR
Por Alfredo M. Cepero
Director de www.lanuevanacion.com
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5-3-17
"Yo soy el Buen Pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas". Parábola del Buen Pastor -Juan 10,1-18.
La parábola del Buen Pastor es una de las más emblemáticas e ilustrativas de la Santa Biblia porque sintetiza en muy pocas palabras el mensaje y la misión por los que vino a la Tierra el Hijo de Dios. Es la máxima expresión del amor de un pastor que sacrifica hasta la propia vida para proteger a aquellos que se le han encomendado a su cuidado. Ese mensaje y esa misión fueron expresados con vehemencia y valentía en días recientes por un prelado venezolano. El Cardenal y Arzobispo de Mérida, Baltazar Porras Cardozo, demostró ser el buen pastor del pueblo de Venezuela.
En un mensaje de conmovedoras palabras, el purpurado se despoja de sus merecidos atuendos de Príncipe de la Iglesia y se abraza a los jóvenes que se juegan la vida por la libertad de la patria. En su mensaje, Porras Cardozo deja bien claro que no está interesado en el favor de los poderosos sino comprometido con el bienestar de los desamparados y perseguidos de su pueblo, el "Juan Bimba" consagrado en la poesía y la prosa de Andrés Eloy Blanco.
Aunque no acostumbro a hacer citas demasiado largas de otros autores, en esta ocasión no puedo resistir la tentación de hacerlo. El tema es tan importante y las palabras tan elocuentes que deben de ser repetidas hasta el cansancio para que las escuche un mundo hasta ahora insensible a la tragedia de Venezuela.
En su mensaje a los jóvenes, emitido el 13 de abril pasado, el cardenal hace un acto de confesión patriótica cuando dice: "Yo estoy con los muchachos, ..con los que se escapan de las madres, que ya no pueden atarlos a las casas… Con los muchachos que se empecinan en despertar un país dormido que solo se lamenta, un país verbo, país paz de la fea, de la sumisa…Estoy con los muchachos, porque creo en las conquistas, no en las regalías, porque soy como ellos, un poco tonto, otro bravío, o simplemente porque no me da la gana de dejarle mi país a las hienas". ¡Bravo Cardenal, Bolívar lo bendice desde su gloria eterna!
Como era de esperar, la jauría que se ha apoderado por la fuerza de Miraflores y que repite las consignas ofensivas que le envían desde La Habana, la emprendió contra el prelado. La respuesta soez expresó que: "Guiado por el demonio, el Cardenal Baltazar Porras envía carta apoyando odio y violencia de guarimberos. Rompiendo con toda regla y paradigma, los religiosos venezolanos se han dedicado a politizar la fe católica y a apoyar a vándalos que sólo buscan violencia y desestabilización".
Pero, en honor a la justicia, Porras Cardozo no es la excepción entre los miembros de la curia venezolana sino la regla. En enero de este año, la reportera en Caracas del ABC de Madrid, Ludmila Vinogradoff, daba cuenta de que: "El arzobispo de Caracas, cardenal Jorge Urosa, instó a los sacerdotes a leer en todas las misas del pasado domingo una homilía en la que animaba a los venezolanos a "no dejarse intimidar" y a "erradicar la dictadura" por la vía "pacífica y democrática". Con esto no queda duda alguna de que la Iglesia de Venezuela, a diferencia de la de Cuba, ni pide permiso ni acepta órdenes de Roma a la hora de enfrentarse a los tiranos que oprimen a su patria.
¡Qué contraste entre esta Iglesia de Venezuela erguida ante sus opresores y la Iglesia de Cuba arrodillada ante los diablos que martirizan a mi patria! ¡Qué contraste entre sus buenos pastores y nuestros falsos pastores! ¡Qué contraste entre Baltazar Porras Cardozo y Jaime Ortega Alamino! El primero confrontando a sus tiranos y el segundo al servicio de nuestros déspotas. A propósito, volvamos a la parábola del buen pastor donde hace referencia a los falsos pastores. "No así el asalariado, que no es el pastor ni las ovejas son suyas. Cuando ve venir al lobo, huye abandonando las ovejas, y el lobo las agarra y las dispersa. A él sólo le interesa su salario y no le importan nada las ovejas".
1 Comments:
Lo mejor que se puede decir de Ortega es que por lo menos no es descendiente de una gran figura de la historia de Cuba, como lo era el difunto prelado Carlos Manuel de Céspedes, que aparte de tener fama de "loca" era un defensor abierto del "Che" Guevara. Claro, deshonrar a Dios sigue siendo peor que deshonrar al "Padre de la Patria."
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