Dimas Castellanos desde Cuba: De la Constitución de todos a la del Partido
Una característica de muchas constituciones iberoamericanas es su particularismo, pero son constituciones aunque algunos consideren al particularismo como un error. La Constitución norteamericana corresponde a una época y a un momento de las Trece Colonias de Norteamérica así como a una filosofía liberal, en el sentido europeo, donde se hace énfasis en los derechos del individuo; la Constitución Cubana de 1940, de carácter socialdemócrata, corresponde a una época y a momento de la historia Cuba así como a sus necesidades.
Un error bastante generalizado entre los iberoamericanos de todas las épocas, es pensar que con una buena Constitución se resuelven los problemas de una nación; cambiar la forma de pensar y de actuar de los individuos en la sociedad es quizás más importante que una Constitución: de nada vale la mejor Constitución del mundo si ella no se acata y respeta. La Constitución de 1940, si mal no recuerdo, tomó como modelos la de la República de Weimar y la de Uruguay; no fue un invento ¨cubiche¨ sin parangón alguno. El proceso de elección de los delegados a la Constituyente y la propia Constituyente de 1939 son para mí más importante que la propia Constitución de 1940 por el espíritud en que se desarrollaron.
Es muy poco conocido que el Mayor General (R) José Francisco Martí y Zayas Bazán (el hijo de José Julián Martí y Pérez, Apóstol de la independencia Cubana) desde su retiro invitó a su casa de descanso a los dos grandes líderes y rivales políticos del momento: Fulgencio Batista y Zaldivar y Ramón Grau San Martín y les pidió que por la memoria de su padre dejaran a un lado las rivalidades y hicieran lo mejor para Cuba; ambos rivales se pusieron de acuerdo en llamar a una Asamblea Constituyente para hacer una nueva Constitución para Cuba; ambos se dieron un estrechón de manos manos y el hijo del Apóstol puso su mano sobre dicho estrechón de manos.
El Presidente Federico Laredo Brú se reunió con todos los factores políticos, tanto los de dentro y los que habían estado en el exilio, y acordaron hacer unas elecciones para elegir a los delegados a la Asamblea Constituyente; dichas elecciones se efectuaron el 15 de noviembre de 1939.
Los resultados obtenidos en esas elecciones fueron:
(Tomado de http://www.vitral.org/vitral11/nushist.htm)
RESULTADOS DEL PROCESO ELECTORAL de 1939 CON VISTA A LA CONSTITUYENTE DE 1940.
Votos obtenidos ****** Número de delegados electos
1.- Partido Revolucionario Cubano (Auténtico) 225 223 ****** 18
2.- Partido Liberal 183 264 ****** 17
3.- Partido Demócrata Republicano 170 681 ****** 17
4.- Partido Unión Nacionalista 132 189****** 9
5.- Partido Unión Revolucionario Comunista 97 944 ****** 6
6.- Partido Ación Republicana 80 168 ****** 6
7.- Conjunto Nacional Democrático 77 527 ****** 4 (3)
8.- A B C 65 842 ****** 3 (4)
9.- Partido Nacional Revolucionario (Realista) 37 933 ****** 1
10.- Partido Popular 10 521 - 0
11.- Partido Agrario Nacional 9 359 - 0
TOTAL 10 989 431******* 81
Aclaración del Bloguista de Baracutey Cubano: los números entre paréntesis corresponden a cifras dadas en el libro La Verdadera República de Cuba, del Dr. Andrés Cao Mendiguren, página 509. Los partidos de la oposición al gobierno alcanzaron 45 delegados a la Constituyente y los partidos afines al gobierno alcanzaron los 36 delegados; observen que estas cifras difieren a las que aparecen en el artículo de Uva de Aragón que aparece en este post. Para las elecciones generales de 1940 Batista ganaría el voto de muchos votantes del Partido Demócrata Republicano, lidereado por el ex Mayor General mambí Mario García Menocal, al hacer coalición pues Batista se comprometió, entre otras cosas, si triunfaba a darle 12 puestos de Senadores a dicho partido y la muy importante Alcaldía de La Habana, la cual Menocal queria para su hijo Raúl. Ramón Grau San Martín, líder del Partido Revolucionario Cubano (Auténtico), sólo le ofreció a Menocal 6 puestos de Senadores y se negó a ofrecerle si ganaba la Alcaldía de La Habana, quizás la segunda posición más importante del país después de la Presidencia.
Mario García Menocal y Fulgencio Batista
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COMPOSICIÓN DE LOS INTEGRANTES.
30 abogados.
13 médicos.
4 periodistas.
4 propietarios.
3 hacendados.
2 comerciantes.
2 ingenieros.
2 industriales.
2 profesores de instrucción pública.
2 procuradores.
2 retirados militares.
1 doctor en Ciencias y Letras.
1 dentista.
1 farmacéutico.
1 albañil.
1 colono.
1 empleado.
1 pailero.
1 zapatero.
1 ingeniero.
1 ganadero.
1 agricultor.
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Tomado de http://www.diariodecuba.com
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Deberíamos recordar el ejemplo de la Asamblea Constituyente de 1940, en que delegados libremente elegidos por el pueblo, sin ninguna presión de poderes extranjeros, fueron capaces de discutir y conciliar criterios para lograr un equilibrio político y social en el país
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Por Uva de Aragón
12 de febrero de 2015
El 7 de febrero se cumplieron 75 años de que la Asamblea Constituyente de 1940 comenzara en La Habana las deliberaciones que dieron como resultado la carta constitucional de ese año, increíblemente progresista para su época. Muchos cubanos se sienten, y con razón, orgullosos de esa ley fundamental de la República, que otorgaba abundantes derechos sociales, algunos de los cuales no se han alcanzado aún en las democracias más avanzadas. A menudo en el exilio se ha defendido la necesidad de restablecer la Constitución de 1940. Y en la Isla, donde por tanto tiempo se negaron los méritos de la República, en los últimos años se ha reconocido su valor en artículos de prensa y seminarios.
Sin restarle importancia al documento, su brillo ha opacado un hecho más trascendental: la Asamblea que le dio vida. Tras años de “generales y doctores”, intervenciones directas e indirectas de los vecinos del norte, la violencia política, una dictadura, una revolución y un creciente militarismo, fueron electos democráticamente como delegados 72 hombres y tres mujeres, 35 representando el gobierno y 41 a la oposición.
Los debates tuvieron lugar en el Capitolio y eran seguidos por la radio con entusiasmo por el pueblo cubano. Muestran que los delegados escucharon la exhortación de José Manuel Cortina de dejar fuera a los ocho partidos a que pertenecían y mantuvieran “la Patria dentro”. Se discutieron y se incluyeron en la constitución temas fundamentales, entre ellos, igualdad ante la ley, derecho al habeas corpus, libertad de expresión y culto, educación, derechos sindicales y proscripción del latifundio.
Estas deliberaciones revelan asimismo el alto grado de preparación, inteligencia, poder de análisis y expresión de los constituyentes. La vigencia de los asuntos tratados es asombrosa. El intercambio entre Orestes Ferrara, Alicia Hernández de la Barca y Salvador García Agüero, no sólo sobre la pena de muerte, sino sobre la posibilidad de rehabilitación de los reos, es un buen ejemplo. Otra muestra de la modernidad de los asuntos fue la discusión sobre el matrimonio y la familia, con Ferrara opuesto a que el estado fuera capaz de “regular nuestras relaciones afectivas” y Ramón Zaydín argumentando que más allá de su esencia privada, la familia poseía una proyección social pública que debería regirse por algunas normas legales. Triunfó la idea de Zaydín y la constitución declaró igualdad de derechos en el matrimonio al hombre y a la mujer, y estableció normas para las pensiones, lo que aquí llamamos alimony y child support.
Más allá de los debates puntuales y sus resultados, la Asamblea Constituyente de 1940 es el único momento en la historia de Cuba, en que delegados libremente elegidos por el pueblo, sin ninguna presión de poderes extranjeros, fueron capaces de discutir y conciliar criterios muy diversos para lograr un equilibrio político y social en el país. Los cubanos, además, tuvieron plena conciencia de que la política es el arte de lo posible. Un aire de esperanza recorrió el país y la Constitución del 40 quedó fijada en el imaginario nacional como un hito histórico.
Cada vez que los cubanos tengamos la oportunidad de debatir criterios diferentes, deberíamos recordar el ejemplo de la Asamblea Constituyente de 1940.
Etiquetas: 1940, 1976, castrismo, Castro, comunismo, constitución, Constituyente, cuba, Fidel, Partido Comunista, PCC, raul castro, Raúl Castro, socialismo
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