El homosexual más hombre que he conocido. Armando Lopez recordando el cumpleaños y el ostracismo al que fue sometido en vida Virgilio Piñera
El homosexual más hombre que he conocido
Por Armando Lopez
5 de agosto de 2018·
Hoy cumple años el homosexual más hombre que he conocido: Virgilio Piñera (1912-1979). Cuando en 1961, Fidel Castro ordenó a los escritores y artistas cubanos: “Con la revolución todo, contra la Revolución nada”, el débil, pero inmensamente fuerte Virgilio, alzó su mano y en alta voz exclamó “¡Tengo miedo! El dramaturgo que había creado el teatro del absurdo antes que Ionesco (Electra Garrigó, 1948), el poeta que se atrevió a definir a los cubanos con su poema La Isla en Peso, fue condenado al silencio por decreto. Cierto que, en 1968, su obra Dos Viejos Pánicos, fue premiada por Casa de las Américas (para amortiguar el escándalo de las prisiones para homosexuales de las UMAP), pero muy pronto, al narrador de los Cuentos Fríos y de La carne de René, lo retornaron al ostracismo…
EL LEGADO DE FIDEL
Por Nancy Pérez-Crespo
Los días 16, 23 y 30 de junio de 1961 los intelectuales cubanos fueron citados para reunirse con el recién estrenado dirigente de la revolución que tenía muy ilusionada a la mayoría de los escritores y artistas de Cuba. Pero Fidel Castro, plantó una enorme pistola sobre la mesa y leyó una alocución conocida como «Palabras a los Intelectuales» que generaron reacciones muy diversas entre los miembros de la « intelligentsia » del país.
Un conocido escritor y poeta, Virgilio Piñera, solo alcanzó a susurrar: «Yo quiero decir que tengo mucho miedo. No sé por qué tengo ese miedo pero eso es todo lo que tengo que decir». Y así se lo hizo saber al Comandante: «tengo mucho miedo»
Fue justamente ese hombre menudo, más bien escuálido, dramaturgo, poeta y gay para rematar, quien se atrevió a prenunciar la palabra maldita, porque Virgilio no sabía que estaba profetizando el futuro de la nación cubana con esa palabra, el vocablo que habría de dominar y domeñar a casi todo el pueblo cubano durante más de medio siglo: El miedo.
Fue durante ese ya famoso encuentro de los escritores y artistas con Castro, que definió por el «miedo» el rumbo a seguir, porque al miedo de Virgilio, el dictador respondió con la sentencia que ha sido cumplida hasta la saciedad: «Dentro de la revolución todo, contra la revolución nada».
¿Miedo?, sí, ese miedo de Virgilio es el mismo que sienten hoy muchos cubanos, un miedo que paraliza y obliga a bajar la cabeza ante esos perversos que atropellan, que les niegan derechos y que además, los humillan.
Pero como paradoja, ese miedo lo han injertado en Miami. Aquí en el exilio, a resguardo de la dictadura, en este país, libre y democrático. Conozco gente que siente el mismo miedo de Virgilio, esencialmente entre los que viajan a Cuba.
Y tienen motivos para vivir aterrorizados por el miedo que genera esa tiranía, porque cada día son más los esbirros castristas instalados en Miami. Unos viviendo del Welfare, algunos de la mesada que les manda la tiranía, pero otros y son los más, están situados en lugares de trabajo muy favorables para poder servir mejor a la tiranía y están prestos para hacer daño, para chivatear, para matar si es necesario y el régimen así se lo exige.
Son ya tantos los lugares contaminados en Miami por esa calaña, que aparentemente no existe un lugar seguro, primordialmente para los que combatimos de frente la dictadura y también para los cubanos con los que Raúl Castro y sus gendarmes tienen cuantas pendientes.
Trabajan en hospitales y hasta las oficinas de Children and Family, desde canales de televisión hasta los periódicos, desde los laboratorios médicos hasta el aeropuerto. En los lugares más inesperados y algunos, supuestamente de alta seguridad y a riesgo, estos individuos, situados en lugares estratégicos, comprometen la seguridad de los exiliados enemigos de la dictadura.
La infiltración de elementos castristas en nuestro exilio no es reciente, recordemos la Red Avispa. Pero ahora funciona a gran escala y mucho más eficiente. En los últimos años la Oficina de Intereses de EU en La Habana, la conocida SINA, no está usando los tradicionales filtros políticos. Ellos solo buscan supuestos terroristas y los avales que llevan a la entrevista con la SINA para obtener el visado, le son dados por el propio régimen.
Para nosotros, los exiliados, esta penetración del castrismo en nuestro terreno tiene que ser un estímulo más para combatirlos, porque si tanto nos vigilan y nos espían, es porque mucho nos temen.
No, no podemos sentir miedo, al contrario, tenemos que combatir la infiltración castrista en nuestro patio. Debemos denunciar a todos los esbirros que detectemos, como en el caso del represor Crescencio Marino Rivero, el ex jefe de prisiones de Cuba que se mudó a Miami, y que tuvo que regresar a la Isla en medio de acusaciones de que abusó de presos políticos, dando inicio a una investigación federal de inmigración que podría ponerlo en la cárcel.
También una manera de combatirlos es exigiéndole a nuestros Congresistas y Senadores que supervisen con más rigor las reglas que debe de cumplir la SINA y el Departamento de Estado para otorgar la Visas y que no lo están haciendo. Toda persona que ha estado vinculada a un régimen violador de los derechos humanos no puede entrar a los Estados Unidos. Y si es un cubano que cruza las fronteras, sea México o Canadá, tiene que ser investigado porque si fue abusador de opositores o un cómplice del régimen no puede calificar para la Ley de Ajuste Cubano. Basta ya de otorgar beneficios migratorios a los esbirros del régimen cubano.
Tenemos que estar muy alertas para detectar donde se puede encontrar un canalla de estos.
Etiquetas: castrismo, Castro, censura, fidel castro, palabra a los intelectuales, piñera, teatro, teatro del absurdo, Virgilio Piñera
3 Comments:
Sí, este hombre que era muy poca cosa físicamente, y cuya homosexualidad era evidente, fue el único en aquella nutrida concurrencia que se atrevió a levantarse y señalarse ante el “Caballo” como alguien que temía al “nuevo orden” impuesto sobre Cuba y que palpaba el peligro “revolucionario.”
Y eso no fue todo, aunque fue bastante. Piñera pudo haber hecho lo mismo que Carpentier y tantos otros con o sin talento, incluyendo otros “maricones” como Miguel Barnet y Alfredo Guevara, o sea, se pudo haber vendido al castrismo, y por supuesto le hubiera ido mucho mejor. Pero, no lo hizo, porque no quiso prostituir su obra y su dignidad como escritor. Eso también es valentía, y es más hombría que la de muchos supuestos machos. Honor al que honor merece.
Felicidades a Pedro Pablo por el blog...ya sabe...soy asiduo aqui pero no dejo de maravillarme con información q siempre me sorprende y nutre. Excelente trabajo de los escritores y de PPA por su trabajo en este blog q vemos a diario y GRATUITAMENTE. Historia pura. Salud!
Hola Julio
Gracias por esas felicitaciones y por tu asidua lectura al blog Baracutey Cubano con el cual trato de aportar algunos elementos de verdad que la tiranía Castrista ha tergiversado o escondido. Trato de hacer una selección o antología diaria de lo que, en mi opinión, son las noticias y artículos más importantes sobre la historia y situación cubana o temas relacionados (de alguna manera) con Cuba a los que trato de enriquecer al añadirle mis notas del Bloguista (formada a partir de las palabras Bloguero y periodista) y algunos videos o fotos.
Salud también para tí y para todos los tuyos.
Un abrazo
Pedro Pablo
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