viernes, febrero 14, 2020

Roberto Álvarez Quiñones: En Cuba la cuestión del aseo personal es digna de la Edad Media. '¿Es posible imaginarse a un ministro cubano en 1958 anunciarle a la gente que durante tres meses no se podrá enjabonar, ni lavarse la boca con pasta dental?'



En Cuba la cuestión del aseo personal es digna de la Edad Media

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'¿Es posible imaginarse a un ministro cubano en 1958 anunciarle a la gente que durante tres meses no se podrá enjabonar, ni lavarse la boca con pasta dental?'
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Por Roberto Álvarez Quiñones
Los Ángeles
12 febrero, 2020 2020


¿Cómo olían las axilas de la gente común trabajadora en los tiempos del Cid Campeador? Seguramente no a rosas. No existía  el desodorante, ni jabones de baño perfumados a la venta en las esquinas. No había cómo cepillarse los dientes con agradables dentríficos desinfectantes, ni detergentes para fregar platos y  limpiar los mesones y tabernas. No se conocía el papel higiénico, ni la crema de afeitar refrescante, agua de colonia o lociones aromáticas.

En Cuba 1.000 años después, en pleno siglo XXI, ocurre lo mismo. Recientemente la ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz, anunció que hasta abril no habrá productos de aseo personal a la venta, porque la "tensa situación financiera" obliga a destinar las escasas divisas a importar alimentos y combustibles. Luego se informó que la espera no será hasta abril, sino hasta marzo. Total, es casi lo mismo.

En pocas palabras, a los cubanos de a pie en la Isla la dictadura los está arrastrando hacia atrás en el tiempo, a vivir en la Edad Media profunda, época que no vivieron como pueblo (no existía, salvo los aborígenes), pero que recibieron en el siglo XX como regalo de los hermanos Castro (siempre aclaro lo de cubanos de a pie, porque la nomenklatura  dictatorial  no carece de nada, gracias a la explotación a la que somete precisamente a esos cubanos nada privilegiados).

Desde enero la escasez de todo se ha disparado: faltan de manera intermitente o fija el gas para cocinar, la harina, el pan, la carne de puerco, pollos, huevos, pescado, puré de tomate, sal, aceite vegetal, leche, frutas, café, y hasta de arroz; así como medicamentos, gasolina, transporte, vivienda. Todo ello de la mano del hedor ambiental y el peligro de epidemias que emanan de los basureros nauseabundos en las calles.

Pero ahora se agrega algo insólito, puede que también las propias personas  lleven mal olor encima si no adquieren  en el mercado negro productos de aseo, si logran conseguirlo  y a precios prohibitivos, pues la ley de la oferta y la demanda no hace excepciones.

Y es probable que en marzo o abril Betsy se aparezca ante los medios y diga que no alcanzaron las divisas  para importar productos de aseo y que será en agosto que se "normalizará" la situación.

Por supuesto, la ministra afirmó que "el financiamiento tiene que destinarse a sortear las adversidades del crudo bloqueo".  O sea, la culpa del mal olor y la falta de higiene también la tiene Washington.

Cuando casi todos los productos de aseo se producían en Cuba

Lo que la funcionaria no dijo es que antes de 1959 y de que los Castro comenzaran la guerra contra EEUU al confiscar propiedades estadounidenses por valor de 1.800 millones de dólares, en Cuba se producía la inmensa mayoría de los productos de aseo, limpieza e higiene que se consumían. No había que importarlos. Tres grandes fábricas habaneras, Crusellas, Sabatés (fundadas en el siglo XIX) y los Laboratorios Gravi, se encargaban en buena medida de ello, junto con otras plantas.

Crusellas (800 trabajadores) estaba asociada con la compañía estadounidense Colgate-Palmolive, y Sabatés con Procter & Gamble. Crusellas producía en la Isla los jabones Candado, Palmolive e Hiel de Vaca, la pasta dental Colgate; el limpiador Ajax;  Kolonia 1800 y Myrka; agua de tocador Rhum Quinquina (para el cabello); agua de violetas Lavanda; champú Halo Colgate, así como desodorantes, brillantina, polvos y talcos.

Existían además en el mercado cubano los detergentes FAB, Tide, Ace y Lavasol, los jabones Rina, Camay, Heno de Pravia, Suave, Oso, Tornillo, Llave, Elsa; Glostora (para el cabello), la pasta dental Gravi, y  otros productos de alta calidad elaborados en Cuba.

Quienes tienen más edad recuerdan los comerciales en la TV, la radio y la prensa. Además, Cuba estaba a la cabeza de Latinoamérica en técnicas publicitarias. Yo me acuerdo de frases  como "Ponga el Oso a trabajar", "Rina es duro, duro de verdad", "Jabón Camay,  embellece desde la primera pastilla"; la "sonrisa Colgate", "Jabón Candado, con pirey, fuerza blanca"; "El nuevo Ajax, limpiador perfumado";  "Lavasol  da blancura de sol", "Ace hace de todo", y muchas otras, con su musiquita y todo.

¿Es posible imaginarse a un ministro cubano en 1958 anunciarle a la gente que durante tres meses no se podrá enjabonar, ni lavarse la boca con pasta dental?

Y que no me vengan a decir los defensores del régimen que aquellos productos de aseo no estaban al alcance del "pueblo trabajador". Difícilmente podía encontrarse en Cuba a un empleado u obrero industrial —recordemos que el salario promedio era de 130 dólares en 1958, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT)—  con mal olor corporal o en la boca por no poder comprarse un jabón o un tubo de pasta dental.

Mercancías con valor agregado que aumentaban el PIB

Lo más importante es que si bien eran producidos en asociación con compañías estadounidenses, se elaboraban en Cuba. Eran productos cubanos y daban empleo a miles de cubanos que con su consumo familiar hacían crecer la economía nacional. Se importaba la materia prima, pero el valor agregado al producto ya terminado iba al Producto Interno Bruto (PIB).

Por eso la balanza comercial de Cuba antes del comunismo siempre registraba superávit. Las exportaciones superaban a las importaciones. Qué contraste tan brutal: en la Isla desde hace seis décadas, con excepción de un superávit casi simbólico de 10 millones de dólares en 1974, en los otros 59 años transcurridos desde la sovietización de la economía (13 de octubre de 1960) la balanza comercial ha registrado un  déficit tras otro, sin parar.

Esos continuados déficits (algunos astronómicos) conformaron una deuda externa sumamente elevada para el pequeño tamaño de la economía cubana.  Baste decir que en los años 80 el monto de la deuda cubana, de 51.000 millones de dólares, equivalía al 85% del PIB,  proporcionalmente la mayor deuda de Latinoamérica según el FMI.

Con la URSS  y demás países socialistas la deuda superó los 40.000 millones de dólares, y con el Club de París llegó a 11.100 millones, de los cuales perdonó a los Castro 8.500 millones en 2015.  Rusia en 2014 condonó  a La Habana el 90% de los 35.000 millones de dólares que le debía. Putin, consciente de que nunca lo cobraría todo redujo el adeudo a 3.500 millones. Inútil intento, tampoco los va a cobrar.

Paladares que están cerrando sus puertas

En cuanto a la falta de higiene en Cuba, esta no solo impide el aseo de los cubanos como requiere vivir en el siglo XXI y no en el XI cuando las hazañas del legendario don Rodrigo Díaz de Vivar, sino que impacta fuerte al sector privado.

Desde toda la Isla se reporta que muchos "paladares" están cerrando porque no tienen detergente para fregar los platos, ni productos para limpiar el local, y las moscas  los han invadido. El colmo es que en Morón (Ciego de Avila)  la cuentapropista Dairis González fue multada con 3.000 pesos  (143 dólares) por no tener detergente para limpiar su carro de granizados.
O sea, corriendo ya el año 62 de la "revolución" los cubanos comen cada vez peor y menos, hay más escasez de todo incluso en las "shopping", el país produce  menos alimentos, bienes de consumo fundamentales, combustibles y materias primas, no hay dinero para importarlos, y ahora tampoco pueden asearse adecuadamente.

Y todo va a seguir agravándose. Venezuela no puede aumentar sus subsidios ni la entrega de petróleo gratis a la Isla. Y el cash proveniente de EEUU (remesas, paquetes y visitas) no será suficiente para mantener a flote una economía que es incapaz de sustentarse a sí misma.

En resumen, el castrismo está obligando a los cubanos en el tercer milenio a conocer en directo cómo se vivía a principios del segundo, 500 años antes de que Colón mostrase que la Tierra no es plana.
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Nota del Bloguista de Baracutey Cubano

En la tabla No. 23 se puede observar  como los porcientos de las importaciones de  los Bienes  de consumo  No Duraderos  van disminuyendo entre 1912 y 1957, lo cual se explica  por el incremento  en los porcientos de las importaciones  de Materias primas y envases;  sobre todo a partir del año 1927 en que el Presidente Gerardo Machado y Morales  introdujo una  nueva Ley  Arancelaria que   de manera significativa impulsó la creación y desarrollo de  industrias nacionales; en particular  aquellas industrias relativas al aseo personal y de  la higiene en general.


La tabla anterior fue  tomada del libro del comunista y castrista Oscar Pino Santos:

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T V Libertad
Published on Oct 16, 2018
Hambre y pobreza en Cuba: Hoy vs Cuba republicana. Un análisis sobre el hambre, pobreza y necesidades en la Cuba comunista en comparación con Cuba republicana y su rendimiento agricola, alimentario e industrial por Julio M. Shiling, Director de Patria de Martí con Lucy García y Maité Luna, periodista y conductora del programa Levántate Cuba de Televisión/Radio Martí

Hambre y pobreza en Cuba: Hoy vs Cuba republicana



CAPITULO II
El Dr. Jorge Salazar Carrillo, profesor titular de economía de la  Florida International   University (FIU) sobre el  gran desarrollo económico de Cuba en el siglo XX antes de Castro



CAPITULO III
El Dr. Jorge Salazar Carrillo, profesor titular de economía de FIU sobre la  destrucción total de la economía de Cuba, 1959 - 2014

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Nota del bloguista de Baracutey Cubano

Según el economista y comunista Oscar Pino Santos en su  librito La penetración del Imperialismo norteamericano en la economía cubana, escrito en 1957, el 25 % de los alimentos que consumían los cubanos, siendo Cuba un país agrícola,  eran importados. Lo que no dice ese economista comunista que murió en el 2005 trabajando en el Consejo de Estado es que esa importación se debía en gran parte no por  ineficiencia económica del país, como ocurre desde hace 53 años,  sino por distintas razones; veamos algunas: 
1) Resultaba mucho más barato comprar, por ejemplo,  el arroz en los EE.UU., en los Estados de la cuenca del Mississipi, que cultivarlos en Cuba; con otros cultivos sucedía lo mismo. Era más barato comprar en EE.UU. la manteca de cerdo, la cual apenas se consume en los EE.UU.pero que era entonces de consumo tradicional en Cuba, que producirla en Cuba o producir aceites vegetales.
2)  En Cuba se intentó  por los años 20s y 30s cultivar trigo, sobre todo en las provincias centrales, pero no dió resultado, luego la harina de trigo, fundamental para hacer panes, galletas, confitería, etc., se tenía que comprar en el exterior cubano  y así otros productos que eran de consumo tradicional del cubano. 
3) Finalmente, los cubanos  estábamos acostumbrados a consumir bacalao de Noruega, tasajo uruguayo (en Cuba estaba prohibida la matanza de ganado caballar),  al igual que la mantequilla holandesa, quesos franceses y suizos, turrones, jamones y vinos  españoles, peras, manzanas, melocotones, albaricoques enlatados de EE.UU., calamares y sardinas españolas, etc. .En resumen:  Los cubanos éramos un poco sibaritas  dentro del alcanze que tenían nuestros bolsillos y nos gustaba darle gusto al paladar, aunque los alimentos y bebidas fueran exóticos. 

En el mencionado librito y en el  Cuadro No. 20 se muestra el consumo doméstico, producción nacional e importaciones de los principales productos alimenticios en el período 1954-1956 donde se observa que la cantidad y el valor (en porcientos) del consumo doméstico de producción nacional fueron el 81% y el 71% respectivamente, mientras que la cantidad y el valor del consumo doméstico de importación fueron 19% y 29% respectivamente. En ese cuadro, cuya relación de alimentos bien serviría como ejemplo objetivo de cual era la canasta básica del cubano promedio de aquellos tiempos, muestra datos interesantísimos como el hecho de que el 98% de la cantidad y el 92% del valor de los productos lácteos consumidos por la población cubana era de producción nacional. 
 
Por cierto, Oscar Pino Santos pese a la gran ineficiencia  económica que él ayudo a crear después del 1 de enero de 1959, no tengo conocimiento de  que hubiera escrito o dicho públicamente críticas a la ineficiencia endémica y sistémica del período revolucionario. Quizás por eso, poco antes de morir, se le otorgó el Premio Anual  correspondiente a las Ciencias Sociales. Aclaro que en Cuba antes de que muriera Oscar Pino Santos, yo entregué a la revista Vitral de la Diócesis de Pinar del Río, un artículo donde tocaba estos temas relacionados con Pino Santos y su librito La penetración del Imperialismo norteamericano en la economía cubana. No se publicó ¿?.

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2 Comments:

At 4:10 p. m., Blogger Angel Riguero said...

Que excelente trabajo del compatriota Roberto Alvarez.......el aseo personal en epocas
pre-historicas....el Pite-kantropus-erectus no contaba con jabon, con detergentes y pasta
dental...pero le abundaba el agua para darse un buen chapuzon....hoy el Pite-kantropus-
erectus Cubano ( a esta realidad los ha llevado del sucio comunismo) carece de jabon.
detergente, pasta dental y AGUA para asearse.....siguiendo la Robolucion del churre
implantada por el maximo cerdo que se descubria desde lejos debido al mal olor que emitian
sus simisscas patas......los datos ofrecidos por el compatriota Alverez debian ser enviados
a otro eunuco mental, el Senador Bernie Sanders para ver si se atreve a comparar la Cuba de
ayer con la Cuba de hoy en la que aparecia temparno en los 60's marchando con el lider del
churre en un acto en la Habana..........alli posiblemente el decrepito americano ahijado de Lenin aprendio como llevar a cabo la Robolucion del mal olor, la intriga, la mentira,
el robo.el asesinato, el fusilamiento, las torturas, el enriquecimiento a costa del
sufrido pueblo, etc.,etc......imaginense al noble pueblo Norteamericano, con mas de 300
millones de habitantes, sin lavarse ni arriba ni abajo por tres meses.

 
At 10:54 p. m., Blogger PPAC said...

Hola estimado lector Angel Riguero

Muchas personas identifican a Regino Boti con Bernie Sanders pese a que Boti era mulato y tenía cerca de 30 años mientras que Sanders es blanco y en 1960 (la foto es del 5 de marzo de 1960 cuando el entierro de las víctimas de lo ocurrido al descarfar el barco La Coubre) tenía 19 años aproximadamente.

Aquí le envio más información:
En esa foto aparecen, de izquierda a derecha, en primera o en segunda fila, Fidel Castro, Primer Ministro, Raúl Roa, Ministro de Relaciones, Osvaldo Dorticós, Presidente, el Che Guevara, Presidente del Banco Nacional, Regino Boti, Ministro de Economía, Augusto Martínez Sánchez, Ministro del Trabajo, Antonio Núñez Jiménez, Director Ejecutivo del INRA, el comandante del Segundo Frente del Escambray, William Morgan, detrás, el Presidente del Banco de Comercio Exterior, Alberto Mora, y, por último, el también comandante del Segundo Frente, Eloy Gutiérrez Menoyo.
Otra foto de aquella marcha, de Venancio Díaz, tomada desde un ángulo más hacia el centro y la derecha, muestra al dirigente sindical David Salvador, con camisa a cuadros, de los brazos del comandante Luis Crespo y Fidel Castro. Detrás, entre Castro y Salvador, Osmani Cienfuegos, que había sustituido a Manuel Ray como Ministro de Obras Públicas, por haberse opuesto Ray al encarcelamiento de Huber Matos. Quien aparece vestido de miliciano, entre Crespo y Salvador probablemente sea Luis M. Buch, Secretario de la Presidencia y del Consejo de Ministros.
http://baracuteycubano.blogspot.com/2019/03/lo-que-no-se-dice-en-cuba-sobre-la.html

Todos nos equivocamos; recuerdo que el hoy finado Dr. Antonio R. ¨Tony¨ de la Cova , Ph. D. en Historia, me rectificó en un par de ocasiones...

Gracias por ser un asiduo lector de Baracutey Cubano y dejar comentarios en él


Un fuerte abrazo

Pedro Pablo

 

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