lunes, enero 02, 2023

Roberto Álvarez Quiñones sobre Cuba: Cumple 64 años de edad el mayor embuste del siglo XX en Occidente. La 'revolución' fue una farsa desde sus orígenes y su hacedor, el mitómano compulsivo jefe Fidel Castro, fue él mismo una gran mentira.

 Nota del Bloguista de Baracutey Cubano

En el libro La verdadera República de Cuba, escrito por el Dr. Andrés Cao Mendiguren,  uno de los  mejores libros sobre la república cubana (1902-1958 ) que se ha escrito (quizás el mejor de los que  he leido en mi vida),  incluyendo la monumental obra en 10 tomos Historia de la Nación Cubana, aunque este último incluye el período colonial y llega hasta el año 1952, se lee:

 ¨Cabe decir que aquellos pensamientos de 1913 expresaban una realidad  porque esa nación  se alcanzó muy pronto  en décadas posteriores,  aunque en 1959  fue demolida por los que  usurparon el poder, y ha sido vilipendeada  por una oleada de intelectuales comprometidos o  mediocres. El testimonio de ello es que Cuba ocupaba  las primeras posiciones  en todos los renglones de los anuarios de las Naciones Unidas  para la América Latina. Y hay que reconocer que estos logros  tan destacados  no se hubieran podido conseguir  si nuestros gobernantes, y a pesar de sus errores,  no hubieran tenido interés  y acierto para  resolver los problemas de la sociedad cubana, si nuestros legisladores no nos hubieran  dado una legislación avanzada  y moderna, o si el  pueblo cubano no hubiera estudiado  y trabajado  para superarse. El pueblo cubano era exigente  y siempre aspiraba  a lo mejor, pero tenemos  que acusarnos  de un pecado,  y es que  cuando no lo lográbamos plenamente, en vez de analizar  los fallos  y aplaudir lo logrado, prodigábamos una crítica irresponsable.¨ (Cao, 2008, p. 87)

 Salvador Díaz Versón

El periodista Salvador Díaz Versón quién había ocupado un alto cargo policial en uno de los gobiernos auténticos   ( fue el jefe de la Inteligencia Militar del gobierno de Carlos Prío Sicarrás hasta el 10 de marzo de 1952)   tenía en su poder los expedientes de la Liga Anticomunista donde  estaban depositados muchos años de  investigación  sobre los comunistas en Cuba y fuera de Cuba. El expediente A-943 correspondía a Fidel Castro Ruz y en él se reflejaba que Fidel  Castro había comenzado a trabajar para la Unión Soviética  en 1943 y que en su reclutamiento y entrenamiento había desempeñado un importante  papel un diplomático supuestamente llamado Gomer Bashirov, En el expediente también habían fotos y documentos que  que evidenciaban su conexión con Moscú. Después del triunfo de la Revolución y concretamente tan cercano como el 23 de enero de 1959  se requisaron los archivos que estaban, si mal no recuerdo haber leido, en la casa de Salvador Díaz Versón en Cojimar.  Una carta de Fidel Castro dirigida  a Abelardo Adán en Praga que fue interceptada por Salvador Díaz Versón decía: ¨ Nuestro amigo me dijo que me mantiene reservado para mayores esfuerzos  y que no debo quemarme  viajando ahora. Ellos tienen  un plan  en el cual yo seré  el eje que  se implementara muypronto. Es posible  que entonces volvamos a vernos sin temor al imperialismo yanqui¨.  La información de casi todo lo que está en este párrafo están en las páginas 777 y 778 del excelente libro (aunque no coincido en algunas interpretaciones que aparecen en él)  titulado La Verdadera República de Cuba , del Dr.Andrés Cao Mendiguren.

El saldo estremadamente negativo de estos 64 años de tiranía Castro-comunista está ejemplificado en: 1) la destrucción de la economía cubana (la industria azucarera entre ellas); 2) la destrucción de la cultura del trabajo y el espíritu empresarial en el pueblo cubano; 3) una deuda externa que pasó de 7 dólares por habitante a miles de dólares por habitante pese a las millonarias condonaciones como fue, por ejemplo. la llevada a cabo por Vladimir Putin del 90% de la deuda que la tiranía de Cuba tenía con la extinta URSS, la cual se había traspasado para Rusia; 4) enfermedades psicosociales inducidas por el miedo, ¨la doble moral¨ (que al decir del fallecido escritor, poeta y ex prisionero político Raúl Rivero es no tener ninguna), etc.; 5) la fuga o salida hacia otro país del recurso más importante de un país: su población y muy en particular su población joven; 6) el daño antropológico en el pueblo cubano que ha dañado significativamente al alma cubana, daño que no excluye a la parte del pueblo cubano que vive fuera de Cuba y que está reflejado en estas palabras del poeta Gastón Baquero en una carta de 1982 a Lydia Cabrera, la autora del libro ¨El Monte¨: ¨Lidia: hiciste muy bien en nacer un 20 de mayo. Eres lista prenatal. Naciste en el día del nacimiento de la República, y tú y yo sabemos a cuánta maravilla sabe la palabra República, la República. Lo que eso quiere decir para los cubanos con un poquitico de raíces criollas intactas, es difícil contarlo a los extraños. Ahora andan sueltos por ahí y por aquí, y por todas partes, algunos cubanitos comemierdas que dicen no sentir la patria, ni importarles nada su destrucción y su pena. Yo creo que adoptan esa pose, no por la cursilería de hacerse los europeos o los norteamericanos, sino porque les falta el valor de amar a Cuba, de querer a la patria, y estar lejos de ella. Para no sufrir, fingen no amar, no sentir nostalgia, ni echar de menos las raíces. Han hecho de la expatriación una despatriación, para que no les duela la diáspora, porque su egoísmo, su frivolidad y su hedonismo de quincallería les exige quitarse del corazón todo lo que pueda llevarlos al santo insomnio de Cuba.¨¨

En resumen: El saldo de estos 64 años es: un país destruido y el alma cubana grave y profundamente herida.

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Tomado de https://diariodecuba.com/

Cumple 64 años de edad el mayor embuste del siglo XX en Occidente

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La 'revolución' fue una farsa desde sus orígenes y su hacedor, el mitómano compulsivo jefe Fidel Castro, fue él mismo una gran mentira.

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Por Roberto Álvarez Quiñones

Miami

01 de enero 2023 

Quién nos lo iba a decir a los cientos de miles de cubanos, probablemente millones, que salimos a festejar en las calles la caída de la dictadura de Fulgencio Batista el día de Año Nuevo de 1959. Aquel domingo yo estaba en misa en la hoy catedral de Ciego de Ávila, situado al fondo del templo, y al oír gritos de "¡Batista se fue!", "Se fue Batistaaa…", y escuchar el sonar incesante de los claxon de los automóviles, salí, y más eufórico que nunca en mis 17 años, me sumé a la algarabía contagiosa que lo invadía todo.

Sí, hoy se cumplen 64 años de aquel primero de enero, génesis de lo que resultó ser el mayor embuste del siglo XX y lo que va del XXI en el hemisferio occidental: la "revolución cubana", versión latinoamericana de "la gran estafa", como llamó el peruano Eudocio Ravines al mundo comunista surgido en 1917 en Europa del Este y varios países de Asia.

A decir verdad, la "revolución" fue una farsa desde sus orígenes. Su propio hacedor, el mitómano compulsivo jefe Fidel Castro, fue él mismo una gran mentira. No era, ni de lejos, el héroe que lanzó al mundo el tonto de Herbert Matthews en el diario The New York Times.

Cuando Castro I llegó al cuartel Moncada y sonaron los primeros disparos, huyó sin avisar siquiera al resto de los asaltantes que se retiraran pues se había perdido el "factor sorpresa". Murieron 61 de sus compañeros. Seis en combate y 55 asesinados, masacrados cruelmente.

A diferencia de los jefes invasores independentistas Antonio Maceo y Máximo Gómez, ninguna de las columnas guerrilleras que bajaron de la Sierra Maestra a combatir, ni las que avanzaron hacia Occidente, fue encabezada por el jefe militar máximo. El comandante sin batallas permaneció dos años refugiado confortablemente en lo alto de la sierra, arropado por su cariñosa secretaria y confidente, Celia Sánchez. A Playa Girón llegó cuando los combates habían cesado y los brigadistas habían sido tomados prisioneros.

Desde las montañas prometió que acabaría con los latifundios y entregaría las tierras a los campesinos sin tierra, que se le construiría a cada familia necesitada una "vivienda decorosa", que se restituiría la Constitución de 1940 y habría elecciones 18 meses después del triunfo "revolucionario". Todo era mentira.

Cinco semanas después de entrar en La Habana, la versión cubana del Capitán Araña, al tomar posesión como primer ministro del Gobierno (16 de febrero de 1959) aseguró que lo hacía provisionalmente: "Yo no soy un aspirante a presidente de la República. No me importa ningún cargo público, no me interesa el poder", afirmó el caudillo.

"No soy comunista"

De visita en EEUU, en abril de 1959, Fidel Castro dijo en el Club de Prensa de Nueva York: "Que quede bien claro que nosotros no somos comunistas. Que quede bien claro".  Y en Washington aseguró a los periodistas: "Yo no estoy de acuerdo con el comunismo. Cuba no nacionalizará ni expropiará propiedades privadas extranjeras y buscará, por el contrario, inversiones adicionales".  

Ya en mayo de 1958, en la Sierra Maestra, había asegurado: "No he sido nunca ni soy comunista. Si lo fuese, tendría valor suficiente para proclamarlo". Y agregó: "Nunca ha hablado el Movimiento 26 de julio de socializar o nacionalizar la industria. Ese es sencillamente un temor estúpido hacia nuestra revolución".

¿Temor estúpido? Al mes siguiente, en mayo de 1959, el mitómano en jefe impuso su Ley de Reforma Agraria y expropió las tierras y fincas a sus legítimos dueños, hasta estatizar casi el 80% de todas las tierras cultivables de la Isla. Y el 13 de octubre de 1960 estatizó todas las empresas privadas grandes y medianas del país, cubanas y extranjeras. En abril de 1961 declaró el carácter socialista de la "revolución", y dijo que él era marxista-leninista desde hacía tiempo. O sea, que se había estado burlando de todos, todo el tiempo.

Sin cumplir ninguna de sus promesas, el tirano continuó mintiendo y haciendo promesas, burlándose de todos. En los años 60 y 70 prometió que Cuba produciría tanta o más carne per cápita que Argentina y más leche y queso que Holanda, gracias a sus enfermizas y nefastas vacas híbridas F-1; que el país de autoabastecería de arroz y exportaría sus excedentes. Lanzó su demencial plan de producir diez millones de toneladas de azúcar y realizar la "madre de todas las zafras del mundo", así como el Cordón (cafetalero) de La Habana, el Cordón Lechero, el Triángulo de Ceba de Camagüey, el Plan Alimentario, etc.

Absolutamente todos sin excepción fueron un rotundo fracaso que endeudaron como nunca al país y redujeron el ya muy precario nivel de vida de los cubanos.

Pero dejemos a un lado la cuasi infinita lista de engaños y vayamos al "tupe" mayor. Recuerdo muy bien que a fines de 1958 lo que querían los cubanos era que el dictador Batista se fuera y se restaurara de la Constitución de 1940. Y punto. Nunca escuché a nadie estar anhelando una revolución social en Cuba. ¿A santo de qué? ¿Para transformar qué, y cómo?

Sin embargo, el ególatra Castro I (recuerden que no estaba interesado en "ningún cargo público") para atornillarse en el poder ad infinitum, con dinero regalado por Moscú, fabricó su más exitoso mito: que en Cuba era necesaria una estremecedora revolución social a lo bolchevique para acabar con la pobreza y el atraso que causaban la explotación del imperialismo yanqui y el capitalismo criollo. Convirtió a Cuba en el pequeño David bíblico enfrentado al implacable gigante Goliat "yanqui". Y el mundo entero se lo creyó.

¿Hacía falta una iconoclasta revolución social en Cuba?

¿Hacía falta una revolución transformadora de la sociedad en un país que, junto a Uruguay y Argentina, registraba el más alto nivel de vida en América Latina, según datos de la ONU, y cuyo ingreso per cápita duplicaba al de España y se acercaba al de Italia? Precisamente en 1958 había en la Embajada de Cuba en Roma 12.000 solicitudes de italianos deseosos de emigrar a la Isla.

Cuba se autoabastecía de carne de res, cerdo y pollo, pescados y mariscos, leche, frutas tropicales, viandas, hortalizas, huevos, café y tabaco. Y exportaba sus excedentes. Con más de 6,7 millones de cabezas de ganado vacuno, Cuba triplicaba el promedio mundial de 0,32 bovino por habitante según la FAO. Producía unos 1.000 millones de litros de leche fresca con la mejor ganadería tropical del mundo. Ocupaba el primer lugar en América Latina en consumo de pescado y el tercero en consumo de calorías, con 2.682 diarias. Son todos datos oficiales.

El salario industrial promedio en Cuba, de seis dólares diarios, era el tercero más alto en América, y el octavo mundialmente, detrás de EEUU (16.80), Canadá (11.73), Suecia (8.10), Suiza (8.00), Nueva Zelanda (6.72), Dinamarca (6.46) y Noruega (6.10). El salario agrícola cubano era de tres dólares, el séptimo más alto del mundo. Todas esas son estadísticas de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). En 1956, Cuba fue reconocida por la ONU como uno de los países con menos iletrados en Iberoamérica y el mundo (23%). La mayoría de las naciones latinoamericanas, y España, rondaban el 50% de analfabetismo.

La Habana era un centro financiero de envergadura con 62 diferentes bancos extranjeros y cubanos, con unas 340 oficinas en toda la Isla. Cuba poseía la mayor cantidad de bancos de América Latina en proporción al tamaño de su población. Yo trabajé en The Royal Bank of Canada en La Habana, entonces uno de los diez mayores bancos del mundo.

Según datos de la Cámara de Comercio de Cuba, en 1957 la Isla tenía 142.742 automóviles, el triple que Chile (47.950), casi el doble que Colombia (84.500), 13 veces más que Costa Rica (10.985), y 17 veces más que Panamá (8.232). En total Cuba tenía 196.902 vehículos automotores, uno por cada 29 habitantes, el mayor promedio latinoamericano.

A Cuba habrá que llevarla primero a 1958 para poder edificarla

En fin, Cuba a fines de los años 50 avanzaba decididamente hacia lo que hoy se conoce como Primer Mundo. Empero, hoy la realidad cubana parece un cuento de horror de Horacio Quiroga.

Solo unos pocos datos al azar son harto elocuentes: la mitad de las tierras cultivables del país están abandonadas, ociosas, y las cultivadas registran los más bajos rendimientos quizás del mundo entero. Datos oficiales de abril de 2021 revelaron que en Cuba hay 6,4 millones de hectáreas cultivables, y hoy solo se cultivan 3,1 millones de hectáreas, el 49% del total.

Está vigente en el país la cartilla de racionamiento de alimentos más longeva de que se tenga memoria. Ocho millones de cubanos carecen de la "vivienda decorosa" que prometió Fidel. El extremo este de la Isla sigue conectado con el extremo oeste por la vieja Carretera Central estrechita construida hace 91 años, y por el ferrocarril terminado en 1908.

Para resumir gráficamente la desgracia cubana acudamos a la imaginación: un madrileño que de adolescente en 1958 visitó con su familia La Habana, entonces una de las urbes más bellas y exuberantes del planeta, visita de nuevo la ciudad fabulosa que conoció más de seis décadas atrás.

Dando saltitos cual bailarín de ballet, el visitante va esquivando las aguas negras, basureros nauseabundos y montones de escombros que encuentra a su paso. Con cuidado para evitar ser aplastado por un ruinoso balcón, recorre calles de Centro Habana, La Habana Vieja y el Vedado.

Se tropieza colas gigantescas de gente enloquecida que grita improperios. Conversa con algunos, pero no logra descifrar lo que le dicen, guturalmente, mal articuladas las palabras, le resultan ininteligibles. Pasa por una escuela y lo estremecen gritos entre niñas de groserías y obscenidades inimaginables. Y habla con un funcionario del Partido Comunista que le pregunta qué le parece el avance social de Cuba desde que la visitó cuando era "explotada por el imperialismo".

El forastero, estupefacto, le responde: "Perdone, tío, pero usted me está tomando el pelo".

Y da en el clavo. La "revolución" fue y es una tomadura de pelo. Y trágica, tanto, que cuando ya no haya castrismo-comunismo habrá antes que reconstruir el país y llevarlo en el tiempo al 31 de diciembre de 1958 para entonces comenzar la edificación de la Cuba, moderna, próspera, democrática y libre que soñamos los que en buena hora allí nacimos.

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En mi libro La Historia de Cuba que te ocultaron y otros temas se lee: 

En el siguiente video aparece Fidel Castro antes del triunfo revolucionario, vestido de guerrillero y en la Sierra Maestra, diciendo en inglés: "Nuestras ideas no son comunistas ni marxistas: nuestra filosofía política es una Democracia Representativa con justicia social y una economía bien planificada" .

Fidel Castro dice no ser ni Comunista ni Marxista cuando estaba en la Sierra Maestra



Los proCastristas ¨justifican¨todas las mentiras de Fidel Castro como una brillante estrategia de Fidel Castro para poder triunfar, pero yo me pregunto: ¿ Cuantos dieron sus sacrificios esfuerzos y hasta sus vidas (René Ramos Latour ¨Daniel¨, quién fue el sucesor de Frank País al éste morir, era anticomunista)  creyendo en esas mentiras de Fidel Castro? . Posteriormente no pocos  de los que lucharon en contra de Batista y otros que creyeron en la Revolución en los primeros tiempos, se levantaron en armas en las montañas o integraron el movimiento clandestino en contra de la naciente tiranía.¿Quiénes entonces son los traidores a la Revolución ?

Fidel Castro al triunfar la Revolución implantó un régimen no democrático ni representativo ni participativo (marxista´leninista según las propias palabras de Fidel aceptadas por el movimiento comunista internacional) donde tampoco están presentes la justicia social, ni ninguna otra justicia, y que la única economía planificada que se implantó fue aquella en que hasta los productos básicos no existen o escasean tremendamente.

De martiano Fidel Castro no tiene nada y su actuar así lo demuestra pues al mentir y no decirle  a los que se incorporaban a la lucha antibatistiana en el Movimiento 26 de Julio que su filosofía política era marxista leninista radical contradecía la enseñanza martiana, pues José Martí escribió:

"... La independencia de un pueblo consiste en el respeto que los poderes públicos demuestren a cada uno de sus hijos. En la hora de la victoria sólo fructifican las semillas que se siembran en la hora de la guerra. Un pueblo, antes de ser llamado a guerra, tiene que saber tras de qué va, y adónde va, y qué le ha de venir después. Tan ultrajados hemos vivido los cubanos, que en mí es locura el deseo, y roca la determinación, de ver guiadas las cosas de mi tierra de manera que se respete como a persona sagrada la persona de cada cubano, y se reconozca que en las cosas del país no hay más voluntad que la que exprese el país, ni ha de pensarse en más interés que en el suyo."  ("Carta a J.A. Lucena.", New York, 9 de octubre de 1885. Tomo 1. Página 186.)
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Discurso pronunciado por el Comandante en jefe Fidel Castro Ruz en el Parque de la Ciudad de Camagüey, el 4 de enero de 1959
Fecha: 04/01/1959

Libertad de prensa hay ahora, porque sabe todo el mundo que mientras quede un revolucionario en pie habrá libertad de prensa en Cuba (APLAUSOS).  Quien dice libertad de prensa, dice libertad de reunión; quien dice libertad de reunión, dice libertad de elegir sus propios gobernantes libremente (APLAUSOS).  Cuando se habla del derecho de elegir libremente, no se refiere solo al presidente o a los demás funcionarios, sino también a los dirigentes; el derecho de los trabajadores a elegir sus propios dirigentes (APLAUSOS).  Cuando se habla de un derecho después de la Revolución triunfante, se habla de todos los derechos; derechos que son derechos porque no se pueden arrebatar, porque el pueblo los tiene asegurados de antemano.

Cuando un gobernante actúa honradamente, cuando un gobernante está inspirado en buenas intenciones, no tiene por qué temer a ninguna libertad (APLAUSOS).  Si un gobierno no roba, si un gobierno no asesina, si un gobierno no traiciona a su pueblo, no tiene por qué temer a la libertad de prensa, por ejemplo (APLAUSOS), porque nadie podrá llamarlo ladrón, porque nadie podrá llamarlo asesino, porque nadie podrá llamarlo traidor.  Cuando se roba, cuando se mata, cuando se asesina, entonces el gobernante tiene mucho interés en que no se le diga la verdad.  Cuando un gobierno es bueno, no tiene por qué temer a la libertad de reunión, porque los pueblos no se reúnen para combatirlo, sino para apoyarlo.  Quienes, como nosotros, tienen hoy el privilegio de ver a la masa del pueblo reunirse para brindarnos su respaldo, pueden comprender perfectamente, que solo cuando los gobernantes se han granjeado la enemistad de su pueblo, pueden concebir la estupidez, la injusticia, de negarles a los ciudadanos el derecho a reunirse (APLAUSOS).

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En ese mismo discurso  el flamante tirano expresó:


Cómo vamos a decir: ésta es nuestra patria, si de la patria no tenemos nada?

Mi patria, pero mi patria no me da nada, mi patria no me sostiene, en mi patria me muero de hambre.

¡Eso no es patria! Será patria para unos cuantos, pero no será patria para el pueblo (aplausos).

Patria no solo quiere decir un lugar donde uno pueda gritar, hablar y caminar sin que lo maten; patria es un lugar donde se puede vivir, patria es un lugar donde se puede trabajar y ganar el sustento honradamente y, además, ganar lo que es justo que se gane por su trabajo (aplausos).

(Castro barks at an aide who forgot papers he wanted. This is during the stopover in Camaguey. From Life magazine - Castro in Triumphant Advance to Havana - January 19, 1959 )

Patria es el lugar donde no se explota al ciudadano, porque si explotan al ciudadano, si le quitan lo que le pertenece, si le roban lo que tiene, no es patria.

Precisamente la tragedia de nuestro pueblo ha sido no tener patria. Y la mejor prueba, la mejor prueba de que no tenemos patria es que decenas de miles y miles de hijos de esta tierra se van de Cuba para otro país, para poder vivir, pero no tienen patria. Y no se van todos los que quieren, sino los pocos que pueden. Y eso es verdad y ustedes lo saben (exclamaciones).

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La escondida ideología del joven  Fidel Castro según sus propias palabras: eran marxistas-leninistas radicales 



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Entrevista con Carlos Franqui

 Por Ricardo Cayuela Gally
30 Noviembre 2006 

 (En la foto  escriben Antonio Hart cuando realmente es Armando Hart)

¿Por qué posteriormente se crea el mito de “los doce”? Porque Fidel Castro tenía un conflicto con el movimiento clandestino muy grave: después del fracaso de la huelga general de abril de 1958, mandó intervenir el movimiento de las ciudades, y a la victoria prácticamente lo disolvió. Entonces creó el “mito de los doce” como los únicos responsables del triunfo, a pesar de que en Santiago de Cuba había dicho que esa guerra la había ganado el pueblo. Porque es verdad: la nuestra no fue una victoria militar, fue una victoria por rendición del ejército, porque al final el pueblo se puso en contra.

Una de mis grandes discusiones con Guevara siempre fue ésta. Porque él, como todos los comandantes de la Sierra, se creía esta historia de la guerrilla como madre y triunfadora de la Revolución, y yo siempre le decía: “Tú te acordarás de Lenin, que no hay revolución sin movimiento revolucionario.” Fidel Castro crea ese mito para pasar todo el poder al ejército rebelde y, a través de éste, a sí mismo. ¿Por qué hice El libro de los doce? Por varias razones. En primer lugar, porque “los doce” míos no son los de Fidel. Aparecen las luchas de la ciudad y aparece algo fundamental: que la Revolución no es comunista, a través de la boca de todos ellos. Usé la capacidad de hablar de los cubanos para escribir ese libro coral, cuya única herramienta fue un micrófono. El libro se publicó en todo el mundo, en parte por la sensibilidad de la época de los sesenta a este tema. El último sitio donde se publicó fue en Cuba, y prácticamente en un momento de confusión, porque a Fidel nunca le gustó. Y esto porque en el libro hay ya algunos detalles, como que cuando muere Frank País y todos pierden el apetito, menos Fidel Castro, que revelaban ya parte de su carácter de absoluta indiferencia hacia el dolor ajeno y la suerte de los demás. O el detalle de cómo Fidel Castro engañó a Matthews, del New York Times, cosa que éste nunca me perdonó, al hacer desfilar varias veces a los mismos guerrilleros para dar la impresión de ser un ejército rebelde mucho mayor al real
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Dos breves fragmentos del documental Doble asesinato: Frank País y la revolución cubana:

Es importante señalara que Frank País tenía antes de unirse al Movimiento 26 de Julio un movimiento articulado nacionalmente y que Frank fue el que envió a la Sierra Maestra  50 hombre armados después del  naufragio, más que desembarco,  del yate Granma y la desbandada, más que combate, de los expedicionarios en Alegría de Pío donde Fidel Castro y Raúl Castro emprendieron la huida, al igual que hicieron después del ataque al Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953, desentendiéndose del  grueso de los expedicionarios. Si mal no me he informado, Celia Sánchez, subordinada a Frank País,  fue  la que había preparado por el  Movimiento 26 de Julio  el recibimiento,  traslado y apoyo a los expedicionarios del Granma pero que al igual que la revuelta del 30 de noviembre de 1956 no cumplieron su objetivo por el retraso que tuvo el yate Granma en llegar a Cuba;  se dice que la incorporación de Guillermo Garcia y de Crescencio Pérez no fue espontánea.
Doble asesinato: Frank País y la revolución cubana (35 de 42)




Doble asesinato: Frank País y la revolución cubana (36 de 42)














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2 Comments:

At 11:35 p. m., Anonymous Realpolitik said...

Pero, aunque es indiscutible que todo fue mentira, que los cubanos compraron gato por liebre a un precio tan alto que lo siguen pagando tras 64 años de desastrosa involución, prácticamente todo el mundo externo (y hablo del mundo "bueno") sigue como si la "revolución" fuera legítima, válida y hasta admirable. Por eso yo ya no respeto a casi nadie, aunque desprecio me sobra.

 
At 1:35 a. m., Anonymous Realpolitik said...

Ahora, Fidel Castro es bastante difícil de superar como farsante, ya que tenía no solamente la aptitud nata sino el poder para darse gusto mintiendo, algo que para él era tan natural como respirar. Y, por supuesto, tuvo siempre mucho público dispuesto a seguirle la corriente, aunque cuesta trabajo creer que su histrionismo, demagogia y ridiculez (como eso de no quitarse nunca el disfraz de militar que nunca fue) no resultaran harto sospechosos.

 

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