Abel R. Castro Figueroa: MATEMÁTICAS EN CUBA (2-A)
MATEMÁTICAS EN CUBA (2-A)
Por Abel R. Castro Figueroa
24 de febrero, 2023
acastro@iteso.mx
Tener éxito no
es casual,
es una variable
que depende del esfuerzo.
Sófocles
En 1968, varios destacados
matemáticos de Francia asistieron al Congreso Cultural de La Habana, entre
ellos Laurent Schwartz, que había ganado la medalla Fields en 1950 y era uno de
los matemáticos más importantes y famosos del mundo. Impartió una conferencia
en la Escuela de matemáticas y también se presentó en televisión. Un grupo de
estos matemáticos formó el Comité de Liaison
para apoyar la educación superior en Cuba. Didier Dacunha-Castelle fue el
primer presidente de este comité, que inició Escuelas de Verano intensivas ese
mismo año. Algunos franceses, como Claude George y Claude Mutafian,
permanecieron en La Habana dos años. Todos fueron excelentes profesores. Aclaro
que en aquellos cursos participaron especialistas de una variada gama, y hubo
unos cuantos que ni siquiera conocí y no menciono.
Diederich Hinrichsen, de la República Federal de Alemania (RFA), fue contactado por Dacunha-Castelle, que buscaba a alguien para enseñar topología general. Diederich (a quien decíamos Didi) llegó a La Habana en 1970 para una estancia de un año, en la que inició una regular y fructífera relación con matemáticos cubanos. Dictó conferencias y realizó seminarios tanto en la Universidad de La Habana como en el Instituto Pedagógico, y ayudó de diferentes maneras, por ejemplo, logrando que llegara a Cuba una computadora personal. También dirigió la escritura de un magnífico libro de Topología. Los alemanes pronto formaron su propio grupo de apoyo, el KOWIZUKU. Por entonces también fue a Cuba Egbert Brieskorn, que había sido candidato a la Medalla Fields, con quien el que escribe asistió a un bello curso de Sistemas Dinámicos. Mis peripecias como su contraparte las cuento en El País de la Siguaraya. Brieskorn no fue enviado por el KOWIZUKU, sino por la propia IMU que contaba con diferentes comisiones. Estos profesores eran simpatizantes de la Revolución Cubana, y casi todos de izquierda. Ambos comités se extinguieron en poco tiempo; me consta que al menos uno de los europeos se desencantó al ver en realidad cómo eran las cosas, y por su parte, ya el gobierno cubano también prefería el acercamiento a los soviéticos. Esta postura se acentuó después de la entrada de Cuba en el CAME, en 1972.
Aquí hablaré de compañeros
brillantes, pero eso no implica la inexistencia de otros tan brillantes como
ellos que, por diferentes razones, algunas relacionadas con el sistema de
gobierno imperante en Cuba, no pudieron aplicar su inteligencia para obtener
resultados matemáticos y grados científicos. También aclaro que mi conocimiento
es limitado; si alguien discrepa de lo que aquí afirmo, o piensa que falta algo
imprescindible, le ruego que me lo haga saber a través de la dirección
electrónica que figura bajo el título: seré presto para subsanar errores y
remediar omisiones. Aclaro también que no me referiré a quienes se han
dedicado de modo fundamental a la Educación Matemática, las Matemáticas
Aplicadas, la Computación, o la Física. Por último, anuncio otro escrito que le
seguirá a este dentro de unos meses, donde hablaré de otros matemáticos cubanos
relevantes y podré agregar enmiendas de ser necesario. Aclaro que aquí aparecen
hechos objetivos, que como tales no tienen discusión, y algunas opiniones que
son de mi entera responsabilidad.
En
esta parte me referiré a los matemáticos cubanos con segundo doctorado (esto se
precisa más adelante) que, o son los más destacados en los últimos 20 o 30
años, o están entre ellos. En el breve período 1989-1993 lo alcanzaron
Guillermo López Lagomasino, Andrés Fraguela Collar y Miguel Jiménez Pozo en ese
orden. En 2008 lo obtuvo Juan Bory Reyes, y en 2012 Ricardo Abreu Blaya. A
continuación, comentaré brevemente sobre ellos. También alcanzó este grado José
Ruiz Schulcloper, pero aquí no lo tomo en cuenta porque entiendo que su trabajo
es de Matemáticas Aplicadas.
Este Segundo Doctorado no es otro
doctorado, sino un doctorado de nivel superior. Existe en varios países;
Francia, por ejemplo, es uno de ellos, y tal vez donde primero se definió tal
grado (en 1808). En ese país se denomina Doctorado de Estado. De los franceses
del Comité de Liaison tenían doctorado de estado Didier Dacunha-Castelle y
Claude George. En la antigua URSS ese segundo doctorado se conocía simplemente
con el nombre de doctor, y por eso el que alcanzaba lo que en todas partes se
llama doctor, homologable al Ph.D., en Cuba se llamaba candidato en ciencias
(кандидат наук) o simplemente candidato. Esta situación creaba inconvenientes,
sobre todo en los cubanos que visitaban otros países, pues del título de
"Candidato" nadie infería que se hubiese alcanzado algún nivel
superior a la licenciatura, solo que tal vez la persona algún día podría ser
doctor. Además, los que ya habían alcanzado el segundo doctorado no eran
debidamente estimados. Durante demasiado tiempo esta denominación se mantuvo en
Cuba; la precisión tardó hasta 1992, cuando se creó el segundo doctorado y se
definieron los conceptos y la nomenclatura por la Comisión Nacional de Grados
Científicos. El primer doctorado se denota por D.C. y se llama "doctorado
en ciencias en determinada especialidad", por ejemplo, haciendo referencia
a una persona, se dice que es doctor en matemáticas. El segundo doctorado se
denomina Doctorado en Ciencias, y se denota mediante Dr. Cs. Es claro que, para
alcanzar este grado, además de muy inteligente, hay que ser, como diría un amigo
español con cierta ironía, un pelín obsesivo.
La escritora norteamericana Kate
Sanborn dio una conferencia en California en 1893 titulada “¿Qué es el
genio?” donde, refiriéndose a los escritores, expresó que “el genio es
inspiración, talento y transpiración”. Más tarde Edison, el inventor, emitió
una expresión más cuantificada, repetida por muchos otros, que es la que
sobrevive: “El genio es un uno por ciento de inspiración y un noventa y
nueve por ciento de transpiración”. Como sea, para obtener logros hay que
esforzarse, y eso se aplica a cualquier ámbito, como se sabía al menos desde Sófocles, de acuerdo con el epígrafe.
Guillermo Tomás
López Lagomasino entró en la carrera el curso siguiente
al mío, pero teníamos diferentes planes de estudio y nos graduamos ambos en
1971. Como mi plan se reajustaba, tuvimos alguna asignatura común, tal vez el
semestre de Álgebra Multilineal de Claude Mutafian. Magnífico profesor, a pesar
de su tartamudez, que era capaz de conseguir que nuestra intuición llegara
hasta lo más abstracto. Mutafian publicó varios tomos de Álgebra Moderna que
eran una delicia. Por esa época era muy popular un libro del periodista y
político francés Jean-Jacques Servan-Schreiber llamado "El Desafío
Americano", lo que hizo que Mutafián titulara su serie de tres libros
"El desafío algebraico". Hablaba del "placer orgásmico de una
demostración", pues defendía la idea de que primero se debía entender todo
intuitivamente, y por qué se hacían las cosas de cierto modo, para que luego el
sentido de las definiciones y demostraciones resultara una consecuencia
natural. Esto chocaba con la presentación bourbakista que estaba de moda, pero
sus clases iluminaban nuestros pensamientos.
En una asamblea que se celebró en el
Anfiteatro de Biología donde se elegían dirigentes de la Federación Estudiantil
Universitaria (FEU), Guillermo mismo explicó improvisando su "trayectoria
revolucionaria" como se llamaba entonces, iniciada nada menos que en los
Estados Unidos, donde había participado de adolescente en manifestaciones de
apoyo a Cuba junto con su familia. Después sería presidente de la FEU de la
Facultad, hasta tiempo después de graduarnos. De inmediato comenzamos a
trabajar como profesores en el Departamento de Matemáticas Generales, que
entonces estaba dirigido por José Luis Fernández Muñiz (+). Lagomasino fue
Segundo Jefe del Departamento hasta 1974.
En 1978 defendió en Moscú su tesis para el primer doctorado bajo la supervisión del Académico Andrei A. Gonchar. De regreso a Cuba trabajó, de 1980 a 1995, como editor de la revista Ciencias Matemáticas, fundada por la Sociedad Cubana de Matemáticas y Computación (SCMC) en acuerdo con la Universidad de La Habana. Esta asociación era necesaria, pues las Sociedades Científicas en Cuba no son personas jurídicas: por ejemplo, no pueden comprar ningún material de oficina ni pagar salarios, eso tenía que hacerlo el llamado Organismo Rector, que era alguna institución estatal. En ese período fue de nuevo Segundo Jefe de Departamento, después Jefe, y luego Vicedecano de Investigaciones.
No sé si Guillermo recordará que en
una ocasión (gracias seguramente a una asignación del sindicato o algo
semejante) compartimos con nuestras familias por unos días una casa en la playa
de Bocaciega ("el mejor lugar del mundo para vivir", afirmó alguna
vez Lichi Diego). No soltaba el lápiz y el papel, siempre analizando algún
asunto de matemáticas que ya hasta tal punto le interesaban. En su condición de
jefe del Departamento, el que yo haya logrado alcanzar mi doctorado se lo debo
a él y nunca lo olvidaré; me complace dejar esta constancia pública. Recuerdo
también una oportunidad en que nos citaron al Aula 9 y dirigió la reunión un
personaje de cuyo nombre me alegro no acordarme, creo que era vicerrector, que
después de utilizar frases tan impropias para su rango como "Vienen dando
jan" —jan es una vara de madera rematada en un clavo que no se usa, como
dice el Diccionario de la RAE (confundiéndolo con la coa) para hacer hoyos en
la tierra, sino para picar a los bueyes— quiso captar voluntarios para
participar en las brigadas de respuesta rápida, pero su lenguaje no era claro,
se trataba de una de esas cosas que en ocasiones convenía solo insinuar, o tal
vez tanteaba para ver la reacción. La voz de Guillermo se alzó nítida desde el
fondo del salón, expresando lo que casi todos los demás pensábamos y ninguno se
atrevía a decir: "¡Si lo que quieren es que vayamos a darle palos a la
gente, conmigo no cuenten!". Enseguida fue secundado por otros. El
vicerrector cambió el tema de inmediato y no presencié otra ocasión en que se
hiciera ese intento en la Facultad.
En el bienio 1987-1989 Guillermo fue
investigador visitante en el Instituto Steklov de la antigua Unión Soviética, y
defendió su segundo doctorado. Fue el primero de los cubanos en hacerlo. Entre
los resultados de su Tesis se contaba la demostración de una conjetura del
académico Gonchar que no se había podido demostrar desde su aparición diez años
antes. En 1991-92 pasó un año sabático en España, con el respaldo del
ministerio de educación de ese país, y un semestre en la Universidad Carlos III
de Madrid (UC3M), donde empezaría a trabajar como profesor fijo (pasando por
diferentes nombramientos al principio) desde 1995, año en que se radicó
definitivamente en España.
En Cuba fue acreedor de diferentes
reconocimientos, como el Premio Pablo Miquel, máximo reconocimiento que otorga
la SCMC, la Distinción Especial del
Ministro de Educación, y la Orden Nacional Carlos J. Finlay, además de otros
concedidos por diferentes instituciones. En 1988 fue considerado uno de los
tres trabajos más valiosos de ese año en el Instituto Steklov, donde pasó dos
años como investigador invitado.
También ha sido invitado, como
profesor, por las universidades norteamericanas de South Florida y Vanderbilt
(esta última en tres ocasiones), y varias veces por períodos de algunos meses
por la Universidad de Coimbra, la UC3M —naturalmente, antes de formar parte de
su planta— y la Universidad Politécnica de Madrid (UPM). Como investigador ha
estado invitado en las universidades de Orsay (3 meses), Bremen (1 mes, en 3 ocasiones; es aquí donde
trabajaba Didrich Hinriksen), y en la Complutense de Madrid (1 mes). Para
estancias más breves y la impartición de cursos cortos, ha estado más de dos
veces en las universidades españolas de La Laguna, Almeria, Granada, Sevilla,
Zaragoza, La Rioja, Santander y Vigo, y en la universidad portuguesa de Aveiro.
Pertenece
al Consejo Editorial de Journal of Aproximation Theory, la revista más
reconocida en esa especialidad, y cuenta con gran cantidad de publicaciones,
particularmente en el tema de los Aproximantes de Padé, rama de la teoría de
aproximación donde ha dejado su impronta. Después de jubilarse sigue en esta
posición.
Guillermo intercambió varias veces
con la Universidad de Jaén y con su revista dedicada a la aproximación, que
publica desde 2009. Esta universidad realiza anualmente una Jornada de
Aproximación. Muchos latinoamericanos no están familiarizados con la
expresión española "Irse por los cerros de Úbeda" para referirse a
alguien que se sale del objeto que se discute. Pues bien, Úbeda no sólo existe,
sino que es Patrimonio de la Humanidad, y fue en esta ciudad que se celebró la
Jornada número IX, en 2018, que fue dedicada a los 70 años de Lagomasino.
Este no fue el único reconocimiento.
La UPM y la UC3M, donde trabajaba hasta su jubilación, celebraron también en
2018 una conferencia internacional, el 7o Taller Iberoamericano de
Polinomios Ortogonales y Aplicaciones, que también le fue dedicado a Guillermo
por su aniversario. Los trabajos presentados fueron publicados en el libro Orthogonal
Polynomials: Current Trends and Applications. Proceedings of the 7th EIBPOA
Conference.
Como es natural, Guillermo tuvo una participación destacadísima en el evento.
Ha formado parte de cerca de veinte
proyectos de Investigación financiados en convocatorias públicas, como
responsable en varios de ellos. Entre las instituciones de respaldo se
encuentran la Academia de Ciencias del Tercer Mundo (TWAS), el Centro
Internacional de Física Teórica de Trieste, el Programa de Ciencias de la OTAN,
e instituciones de España y Portugal. Ha publicado varios libros como Proceedings
de eventos, pero desde su época estudiantil colaboró eon un libro de Claude
Mutafian sobre Álgebra Multilineal. Cuenta con unos 130 trabajos publicados,
que tienen más de 2,260 referencias. Dirigió 16 trabajos de doctorado, contando
el último que estaba en proceso cuando se escribían estas líneas.
Me he enterado de que Lagomasino en su adolescencia era bueno en el béisbol. Tal vez las Grandes Ligas se perdieron un buen integrante. De lo que no hay dudas es de que Cuba ha tenido en él un brillante matemático. Para más detalles sobre su vida académica invito a visitar la página:
Andrés Fraguela Collar era conocido desde estudiante como uno que le daba duro al estudio, al punto de que era catalogado como docentista, en la época un supuesto defecto ideológico que se aplicaba a los que ponían la tarea de la adquisición de conocimiento sobre otras actividades. Así siguió, y así ha seguido. También dibujaba muy bien, y al parecer ha conservado esa costumbre. Aquí podrán ver uno de sus últimos dibujos. Como profesor de la carrera, buscaba siempre los resultados más generales y abstractos.
Trabajó como profesor en la UH de 1972 a 1980 y fue Jefe del ICIMAF (Instituto de Cibernética, Matemáticas y Física de la Academia de Ciencias de Cuba, ACC) entre 1980 y 1992. Como vicepresidente de la Sociedad de Matemática participó en la organización del Primer Congreso, realizado en 1982, que se ha mantenido con periodicidad trienal. Entre sus distinciones en Cuba se encuentran el Premio Pablo Miquel, el Premio Nacional de Ciencia y Tecnología “Manuel F. Grant” de la ACC, y el Premio al mejor trabajo de Ciencias Técnicas, Físicas y Matemáticas, también de la ACC.
Fue
nombrado Representante de Cuba en el Consejo Científico del Instituto Stephan
Banach de Matemáticas del CAME, el Consejo de Ayuda Mutua Económica (donde el
autor del presente escrito pasó un semestre dedicado a los Sistemas Dinámicos).
Fraguela también fue Asesor del Ministro, y miembro del Consejo Científico de
la ACC durante varios años. Defendió su tesis de Doctorado en Ciencias
Matemáticas y Físicas en la Universidad Estatal de Moscú en 1980 (el tutor fue
el mencionado A. G. Kostyuchenko) y el Doctorado de Estado en 1991, en
colaboración con el Instituto Steklov.
Andrés Fraguela Collar al terminar su primer doctorado
El
CONACYT de México inició en 1992 el primer grupo del Programa de Cátedras
Patrimoniales, con apoyo de la National Science Foundation de los Estados
Unidos, para invitar a investigadores de
alto nivel, casi todos con segundo doctorado. Aprovechaba México de esa manera
a los que querían emigrar de lo que había sido el campo socialista. Más de 20
rusos, un búlgaro y un cubano fueron invitados. Ya saben de qué cubano se
trata: Fraguela, a quien debieron haberle dado un estipendio adicional, pues
era el único que sabía español y con frecuencia tenía que actuar como
traductor. Los búlgaros son algo atravesados, y no lo digo porque se hayan
encaprichado en ponerle nada menos que a su capital un nombre español; si usted
quiere decir “si” o ”no” en Bulgaria moviendo la cabeza, sepa que debe hacer el
“otro” movimiento, no el que tiene usted por costumbre. Pero el matemático
búlgaro, por supuesto, también hablaba ruso. A Fraguela lo habían solicitado de
tres instituciones diferentes, de manera que pudo escoger, y seleccionó la BUAP
(Benemérita Universidad Autónoma de Puebla). El tiempo ha demostrado que fue un
gran acierto.
Por
solicitud del rector organizó el Posgrado de Matemáticas y creó el grupo de investigación
en Modelación Matemática y Ecuaciones Diferenciales, considerado por el CONACYT
como un grupo de alta productividad. En este grupo se han formado más de 60
doctores de varios países. Personalmente Fraguela ha asesorado y graduado 19
doctores y más de 30 Maestros en Ciencias que trabajan en diferentes
Universidades de México.
A
partir del año siguiente recibió una estrecha colaboración de Miguel Jiménez y
también participaron los doctores cubanos José Luis Fernández Muñiz y Francisco Guerra,, así como tres especialistas rusos, todos invitados por
Fraguela. En este marco, ha participado en medio centenar de proyectos,
nacionales e internacionales, de los que ha dirigido unos 35. Ha sido nombrado
Visitante Distinguido de las Ciudades de Puebla y Atlixco en México y también
el reconocimiento de Visitante Distinguido de la Universidad Complutense de
Madrid.
Ha sido coordinador del Centro Multidisciplinario de
Modelamiento (sic) Matemático y Computacional de la Universidad Autónoma de
Puebla. Fue invitado como representante de Latinoamérica al Congreso de la
Unión Matemática Africana celebrado en Luanda, Angola, en 2019. Es
miembro de la Academia de Ciencias de México y del Sistema Nacional de
Investigadores (SNI, nivel II) de ese país.
Las
cinco personas de que aquí hablo, con mayor o menor alcance, han intentado
realizar investigaciones aplicadas, pero Fraguela ha demostrado una especial
habilidad para atraer (o dejarse atraer) por especialistas de diferentes ramas
del conocimiento científico, y ha logrado convocar a personalidades destacadas
y trabajar con ellas en equipos multidisciplinarios con magníficos resultados
en áreas como geofísica, epidemiología, y diversas ramas de la medicina y la
física. Eso, sin olvidarse de las investigaciones teóricas.
Ha dedicado también muchas energías
a la formación de profesores. Tiene una amplia
experiencia en la enseñanza de Matemáticas en todos los niveles educativos y en
varios países. Se destaca su contribución en México, donde ha sido Coordinador del Programa de la Secretaría de
Educación de México para definir los Marcos de Referencia en Pensamiento Lógico
Matemático para el ingreso a la Educación Superior en México. Fundó el
“Programa Integral de Formación de Maestros” (PIFMA), que está patentado con derecho de autor y se ha aplicado en México, República Dominicana y Angola. Me
sorprendió gratamente ver que aplicaba la Inteligencia Artificial antes de que
ChatGPT se pusiera de moda. Fue invitado a la República Dominicana
por el Banco Mundial y el Ministerio de Educación de ese país. Recomiendo la
visita al website de PIFMA donde se encontrarán detalles: www.pifmaeducation.com.
Cuenta con unos 150 papers y
capítulos de libros, y unos 8 libros. Por supuesto, ha realizado ponencias,
conferencias, cursos, etc. El 11 de Septiembre de 2020 la BUAP le organizó un
homenaje por su 70 aniversario, en plena epidemia de COVID. Este homenaje se
recogió en un video que también puede ser visto en este blog Baracutey Cubano
mediante el siguiente enlace:
https://baracuteycubano.blogspot.com/2020/09/video-del-homenaje-al-relevante.html
Aquí hay un enlace a dos de sus libros: uno dedicado a la enseñanza que describe el PIFMA, y uno dedicado al COVID, del que es Editor.
https://drive.google.com/drive/folders/10O43MMNlNqHF0MEC22cW8KINO0AQ1Znz?usp=sharing
Etiquetas: andrés fraguela, ciencias, cuba, cubanos, Doctorados, Doctores, Guillermo López Lagomasino, matemáticas, matemáticos, relevantes, segundo nivel
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