BARACUTEY CUBANO

 Tomado de https://zoepost.com/

Hasta que no haya leyes justas, la rebeldía proseguirá

Por Guillermo “Coco” Fariñas Hernández

21/02/2023

La Chirusa, Santa Clara, 21 de febrero del 2023; (Cartero Antitotalitario). Si comparamos la metodología represiva de la Junta Militar NeoRaulista de los años 90 y la primera década de los 2000, sin lugar duda algo ha cambiado. Y esa transformación punitiva está centrada en un objetivo principal, que consiste en lograr sacar del territorio nacional a los opositores políticos no violentos, para poder negociar con una ya creada o chantajeada “Oposición Leal”, cada día más proactiva y visible.

Un funcionamiento represivo que se incrementó con el masivo estallido social del 11 de julio del año 2021 u 11-J, donde de una manera espontánea 72 municipios de las actuales 15 provincias de la Isla se lanzaron a protestar. Así el proceso de desecación de la Oposición Interna Cubana resultó acelerado exponencialmente, lo que ha traído nuevos records para la emigración nacional en el último año 2022.

Aquella represión fundamentalmente física que predominó en los años 90 del pasado Siglo XX o el la primera década del Siglo XXI, sin lugar dudas ha mermado y las golpizas disminuido sustancialmente. En los tiempos que corren, los oficiales operativos de la Seguridad del Estado del Ministerio del Interior o sus homólogos más discretos tras bambalinas se centran más en causar mayores daños psíquicos a los contestatarios.

Pues actualmente son muy planificadas y dosificandas por los agentes represivos, las acciones a tomar contra los anticastristas, siempre con el fin de crear sentimientos de desaliento, frustración e indefensión en los adversarios a la Junta Militar de La Habana. Lo que trata de enviar un mensaje a cada anticomunista, de que es lo más lógico partir hacia el exilio para salvar la integridad física como ser humano.

Porque hasta cuando son ejecutadas las palizas -pues las mismas nunca han terminado al interior del Castrismo- siempre tienen el fin previsto de amedrentar a los anticastristas, para que abandonen el país. Jamás se debe desconocer, que los actuales oficiales de la Dirección de Contrainteligencia (DCI) del Ministerio del Interior (MININT) en realidad son unos “científicos de la represión”.

Porque no es sano olvidar en el batallar anticomunista por la restauración de una República de Leyes en Cuba, que varios de los represores castristas poseen títulos académicos, como son doctorados o masters en ciencias disímiles. Algo que se puede comprobar al enfrentarlos en un interrogatorio, donde se observa cómo están al tanto de “Los 198 Métodos de Lucha No Violenta” o discuten con frialdad las obras literarias que son clásicos anticomunistas.

Ya algunos de los siempre represores, que hoy están aparentemente retirados de la vida militar y punitiva activa, pero ejercen como profesores o investigadores científicos de instituciones nacionales. Incluso; varios de los más afortunados imparten conferencias y hasta cursos completos en universidades extranjeras. Siempre en defensa de la doctrina totalitaria de la Junta Militar NeoRaulista y sus aliados por todo el planeta.

Durante la mitad de la segunda década del Siglo XXI y los 2 años con unos pocos de la tercera década queda bien claro, que la represión castrista es más psicológica que física. Donde las presiones contra los presos políticos y sus familiares más allegados es sistémica. Consistente en desestabilizar a todo el soporte consanguíneo de ayuda y solidaridad, que pueda poseer el encarcelado.

El Alto Mando de los Órganos de la Seguridad del Estado en Cuba apuesta por exiliar a casi todos los opositores anticastristas asentados dentro del Archipiélago. Donde lo que se busca esencialmente, es que las condiciones de vida sean tan precarias para los reos políticos y sus familiares más cercanos, que la única tabla de salvación que perciban, sea huir de Cuba y dejar de dar la batalla dentro del país.

Al interior del Anticastrismo no se tiene derecho a ser ingenuo, porque La Junta Militar de La Habana con la expulsión de la Isla de la gran parte de sus adversarios políticos está buscando 3 objetivos específicos: 1ro- Recibir las remesas familiares de sus propios enemigos; 2- Ir disminuyendo la radicalización política de la diáspora anticastrista y 3- Infectar con ideas de cohabitación con los regímenes totalitarios.

O sea; que los acontecimientos recientes de la liberación con destierro incluido de 222 prisioneros políticos de la República de Nicaragua, que como se conoce, los organismos de represión política del Sandinismo fueron conformados por Cuba, la Unión Soviética y la Alemania Comunista. Junto a la visita del Cardenal y Representante del Vaticano Beniamino Stella con un discurso pidiendo la liberación de los jóvenes presos políticos del 11-J, para nada son casuales.

Siempre históricamente La Santa Sede y el propio Papa Francisco han sido los mediadores en el conflicto de la Junta Militar NeoRaulista versus La Nación Cubana en Rebeldía. El hoy difunto Cardenal Jaimiel Ortega y Alamino lo reconoce en sus memorias escritas, donde describe los primeros contactos entre los representantes de La Habana y Washington, durante la etapa del Deshielo entre los mandatarios Barack Obama y Raúl Castro Ruz.

Para los crípticos gobernantes cubanos actuales es una necesidad perentoria, proyectar una imagen benevolente de la Junta Militar de La Habana, y a la vez, esos más de 700 presos políticos jóvenes del 11-J son “un clavo caliente” inmanejable. Es así, que los represivos han venido manipulando desde las primeras semanas de su encarcelamiento, para que los familiares luchen por una libertad para éstos compatriotas, pero con destierro adosado.

Lo que nunca acabarán de comprender esos “científicos represivos” que están ultimando los detalles finales del intercambio de los prisioneros políticos del 11-J por sacar a la República de Cuba del incómodo Listado de Países Patrocinadores del Terrorismo y poder tener acceso al financiamiento capitalista, que a pesar de pronto sacar del territorio nacional a cientos de reos anticomunistas, la historia del mundo y de Cuba nos confirman, que hasta que no haya leyes justas, la rebeldía proseguirá.

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* Guillermo “Coco” Fariñas Hernández es Coordinador General del FANTU. Preso Político en 3 ocasiones. Premio “Andrei Sajarov” a la Libertad de Pensamiento del Parlamento Europeo.

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