Alberto Méndez Castelló desde Cuba. Video: Instituto de la Memoria Histórica Cubana contra el Totalitarismo: 25 años de lucha. Quienes lo fundaron nos han traído los hechos que nos ocultaron o tergiversaron, porque sin historia no hay nación.
Tomado de https://www.cubanet.org/
Instituto de la Memoria Histórica Cubana contra el Totalitarismo: 25 años de lucha
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Quienes lo fundaron nos han traído los hechos que nos ocultaron o tergiversaron, porque sin historia no hay nación.
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Por Alberto Méndez Castelló
Septiembre 29, 2024
PUERTO PADRE, Cuba.- Este domingo, el Instituto de la Memoria Histórica Cubana contra el Totalitarismo cumple 25 años. Fundado el 29 de septiembre de 1999 es, en los más de 65 años de dictadura totalitaria que ya transcurren en Cuba, un cuarto de siglo de trabajos y esfuerzos frente al “olvido” y el vilipendio de la historia nacional por parte del régimen castrocomunista.
Desafortunadamente, ese crimen ya es con la complicidad de demasiados cubanos, rebajados a la condición de “voluntarios”, cuales cubanos coloniales, como en otro tiempo y circunstancias pero por iguales móviles –la incuria patria traducida como apostasía utilitaria– los llamara José Martí, y no importa si actuaron o actúan por acción u omisión, pues, por sus resultados, en la connivencia igualmente concurre el crimen de lesa humanidad por trato cruel e inhumano a la población civil, y no solo por la muerte, la cárcel, el destierro y los pueblos cautivos, cubanos todos, sino también por la destrucción del folclor y la historia nacional.
“Si no sabes para dónde vas, regresa, para que recuerdes de dónde vienes”, dice el proverbio hindú, y quienes fundaron el Instituto, que sufrieron ellos mismos persecución y los horrores del presidio político en Cuba, procurando cumplir con ese apotegma nos han traído –para que recordemos de dónde venimos– los hechos históricos que nos ocultaron o tergiversaron, porque sin historia no hay nación, pueblo, ni país, sino al decir aristotélico, mero “montón de gentes”, como hoy es Cuba.
Abúlica, apachurrada cívicamente o, por nimiedades entre cubanos en gresca vociferante perenne, sin principios morales, transformada la cubanidad y lo cubano en chusma y en negocios ilícitos constitutivos de mafias, huidizas por cobardes de los costos de la libertad, prefieren ellos los cohechos y las holguras de las prebendas, sin importar si terminan en la cárcel.
A la cárcel, sí, por ladrón, o por corrupto, pero… ¡Oh, no por contrarrevolucionarios!, transformándose así una nación que estuvo en eclosión, laboriosa, productiva, pobre, pero honrada, en aldea de gentuza conducida contra quienes sí han llevado la patria en ellos, sin importar las consecuencias, durísimas, para los pocos que tuvieron valor para enfrentar al régimen totalitario, cuando a millones les enrollaron la coyunda, y aplaudieron. Oh, sí. Triste. Pero esa es la Cuba que nos toca investigar para escribir su historia.
Porque si de forma tangible, jurídica, el totalitarismo castrista en Cuba comienza a cimentarse tan temprano como el 7 enero de 1959, cuando por la primera reforma constitucional fue removido el Poder Judicial, abriendo camino así a los tristemente recordados “tribunales revolucionarios”, y ya para el 7 de febrero la Constitución de 1940 fue reformulada a conveniencias de la juricidad del “Estado revolucionario”, llamándola Ley Fundamental, lo cierto es que, desde el punto de vista histórico, psicológico y sociológico, desde muchísimo tiempo antes, quienes venían observando la personalidad de Fidel Castro, se percataron que había en él un dictador en ciernes, acumulando poder absoluto.
Abúlica, apachurrada cívicamente o, por nimiedades entre cubanos en gresca vociferante perenne, sin principios morales, transformada la cubanidad y lo cubano en chusma y en negocios ilícitos constitutivos de mafias, huidizas por cobardes de los costos de la libertad, prefieren ellos los cohechos y las holguras de las prebendas, sin importar si terminan en la cárcel.
A la cárcel, sí, por ladrón, o por corrupto, pero… ¡Oh, no por contrarrevolucionarios!, transformándose así una nación que estuvo en eclosión, laboriosa, productiva, pobre, pero honrada, en aldea de gentuza conducida contra quienes sí han llevado la patria en ellos, sin importar las consecuencias, durísimas, para los pocos que tuvieron valor para enfrentar al régimen totalitario, cuando a millones les enrollaron la coyunda, y aplaudieron. Oh, sí. Triste. Pero esa es la Cuba que nos toca investigar para escribir su historia.
Porque si de forma tangible, jurídica, el totalitarismo castrista en Cuba comienza a cimentarse tan temprano como el 7 enero de 1959, cuando por la primera reforma constitucional fue removido el Poder Judicial, abriendo camino así a los tristemente recordados “tribunales revolucionarios”, y ya para el 7 de febrero la Constitución de 1940 fue reformulada a conveniencias de la juricidad del “Estado revolucionario”, llamándola Ley Fundamental, lo cierto es que, desde el punto de vista histórico, psicológico y sociológico, desde muchísimo tiempo antes, quienes venían observando la personalidad de Fidel Castro, se percataron que había en él un dictador en ciernes, acumulando poder absoluto.
Pero esa suprema categoría humana, la de la libertad personal y nacional, los cubanos no la conseguiremos nunca sin el magisterio de la Historia, porque como dice el proverbio, “si no sabes para dónde vas, regresa, para que recuerdes de dónde vienes”. Y estaremos con los grilletes del totalitarismo todavía, sin saber lo que es la libertad, si no volvemos para saber que venimos de una democracia transformada en dictadura.
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Wenceslao Cruz
29 septiembre, 2024
25 Aniversario del Instituto de la Memoria Histórica Cubana contra el Totalitarismo
Documental: Mito y realidad de la medicina en Cuba - IMHCT
Los sin derechos
Etiquetas: castrismo, cuba, cubana, dictadura, hechos, historia de cuba, histórica, Instituto, memoria, ocultaron, Pedro Corzo, tergiversación, tergiversaron, totalitarismo, verdad, video
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