lunes, mayo 15, 2006

CASTRO INAUGURARA MONUMENTO AL HOLOCAUSTO JUDIO

CASTRO INAUGURARA MONUMENTO AL HOLOCAUSTO JUDIO E INVITA A CEREMONIA AL EX JEFE DE OPERACIONES DE LA MOSSAD EL GENERAL ISRAELI RAFI EITAN Y A UN PROMINENTE RABI HEBREO

José F. Sánchez
Jefe de Buró
Cuba
Dept de Investigaciones
La Nueva Cuba
Mayo 14, 2006


A pesar de una moratoria establecida por Israel en sus relaciones diplomáticas con el régimen, el Ministro de Asuntos de Retirados, el general Rafi Eitán, ex Jefe de Operaciones de los servicios de inteligencia israelíes (Mossad) y el ex Gran Rabí, Meir Lau, viajarán a La Habana para reunirse con el dictador vitalicio cubano Fidel Castro.
Eitan, Rabbi Lau y Castro se espera participen en una ceremonia de dedicación de un monumento al Holocausto Judío, en la capital cubana, cuya construcción ha sido ordenada por el propio Fidel Castro. Castro había expresamente expresado en el pasado sus deseos de reunirse con el Rabi Lau, y pidió a Eitán, al que la une una amistad de muchos años, sirviese de intermediario e hiciera posible el encuentro.
General israelí Rafi Eitán, ex Jefe de Operaciones de la Mossad; se le responsabiliza por el escándalo de espionaje del "Caso Pollard", dentro del Pentágono. En la actualidad es ministro en el actual gabinete israelí y un multimillonario con vastos intereses económicos e inversiones en Cuba. --->
En Israel, algunos miran con cierta aprensión la visita de Eitan a Cuba dado sus viejos vínculos con la dictadura cubana, que le han permitido desarrollar importantes y bien conocidas inversiones de negocios. Se teme que este gesto pueda generar un impacto negativo en los Estados Unidos, especialmente en la actualidad, cuando Eitán ostenta un cargo de ministro en el nuevo gabinete israelí, ya que es el mejor interés de Washington, que su estrecho aliado Israel, mantenga el mínimo de relación con La Habana.
Por otra parte, el momento político tampoco favorece cualquier gesto amistoso de Israel hacia Castro, cuyos estrechos aliados, tanto en Teherán como en Caracas, no sólo han denunciado como una farsa histórica la mera existencia del Holocausto -que ahora el dictador cubano pretende honrar con un monumento- sino que casi a diario anuncia el uno -Irán- el cercano final del estado judío, o el otro, Venezuela, donde el discurso oficial con frecuencia está plagado de incesante retórica antisemita. Al mismo tiempo, aparte de las tradicionales relaciones de Castro con Hamas y otras organizaciones terroristas musulmanas, para nadie es un secreto que su influencia personal sobre Hugo Chávez han hecho posible la consolidación de una alianza anti-israelí entre Caracas y Teherán que ya va más allá de mero discurso.
Sin embargo, en Tel Aviv, fuentes cercanas a Eitán tratan de restar importancia a la visita: "Se trata de un visita absolutamente privada," dijo el vocero del general Eitan, Yuval Porat. "No es algo que requiera ni informar ni pedir permiso, y no representa un problema para nuestras relaciones con los estadounidenses." Fuentes de inteligencia señalan que la comitiva israelí lleva una misión mucho más delicada y sensitiva que podría servir temporalmente a los intereses de Tel Aviv: aprovechar el ya notorio oportunismo político de Fidel Castro, que no reconoce ideologías ni lealtades.
En Washington algunos se preguntan: ¿Planea Israel utilizar al dictador como mediador, aunque sólo con el objeto de ganar un poco más de tiempo? La "mediación" de Castro podría ser útil en atemperar temporalmente los bríos belicosos de Caracas -que ya le conducen en el peligroso camino de la guerra en el frente económico contra Washington e Israel-, del brazo de su recién estrenada pasión: sus aliados iraníes. No obstante, cualquier respiro, aunque efímero, es vital para Tel Aviv. Se trata de ganar tiempo, la misma carta que ahora juegan sus enemigos, los extremistas en Teherán. Pero, ¿qué prometerían a Castro a cambio de sus "desinteresados" esfuerzos?

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Entrevista al General Rafi Eitán. ex jefe de operaciones del Mossad

Por Ruben Weinsteiner
Mayo 12, 2005
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Dept de Investigaciones
La Nueva Cuba

Su nombre es una leyenda entre los espías de todo el mundo. Durante treinta años fue jefe de operaciones del Mossad, uno de los servicios secretos mejor engrasados de Occidente. La acción de comando por la que pasará a la Historia fue el secuestro (él lo llama "captura") del nazi Eichmann. Hoy, según dice, es un hombre de negocios que vive retirado de la primera línea.

Por su aspecto de abuelo , nadie diría que ha sido uno de los agentes secretos más emblemáticos de la segunda mitad del siglo XX. Él, irónicamente, pide disculpas: "Lo siento, me he olvidado a la rubia y el martini". Antes de empezar, advierte, ya sin ironía: "Me reservo el derecho a contestar o no a según qué preguntas". Y mira a su abogado, que, presente en la entrevista, hace las veces de intérprete.

Pregunta: Recientemente, se ha celebrado el 60 aniversario de los juicios de Núremberg. ¿Fue la operación de secuestro del jerarca nazi Adolf Eichmann, comandada por usted, una continuación de estos juicios?

Respuesta: Antes de nada, nosotros no secuestramos a Eichmann en Argentina: lo capturamos. Cuando el primer ministro de Israel, David Ben Gurion, nos encomendó la misión, no nos dio un nombre concreto. La idea era capturar a uno de los responsables del Holocausto y llevarlo a Israel para que fuera juzgado. Así, el mundo conocería la tragedia de los campos de exterminio nazis. Manejábamos varios nombres: Martin Bormann, secretario de Hitler, del que después de la entrada de los aliados en Berlín nunca más se supo; el doctor Mengele, también desaparecido después de la Guerra, y cuyo cuerpo sin vida aparecería años después en Brasil; Müller, oficial de las SS también desaparecido; y Adolf Eichmann. Fue de éste del primero del que tuvimos noticia. Tras capturarlo, llevarlo a Israel y ser juzgado, consideramos que la misión estaba cumplida. Cuando, después de Eichmann, teníamos noticia de un nazi, nos poníamos en contacto con las autoridades del país y les pedíamos que tomaran medidas contra él.

P: ¿Es ésa la razón por la que nazis como Otto Skorzeny llevaron una vida normal después de la guerra?

R: El de Skorzeny es un caso distinto al de Eichmann. Skorzeny no estuvo implicado en el asesinato masivo de judíos, gitanos o polacos. Por tanto, nunca quisimos capturarle. Skorzeny fue un militar. Además, en cierto modo, Skorzeny nos fue útil.


P: ¿Qué quiere decir?

R: En los sesenta nos llegó una información de unos nazis alemanes en Egipto que estaban colaborando con el ejército egipcio en la fabricación de misiles. Algunos de estos hombres habían estado bajo las órdenes de Skorzeny durante la guerra. Así que contactamos con él para que nos ayudara, y puedo decir que lo hizo durante un par de años. Yo mismo me entrevisté una vez con él, aquí en Madrid. Era un hombre alto, fuerte, altamente inteligente, y su inglés era fluido. Él liberó a Mussolini del Gran Sasso, y yo capturé a Eichmann en Argentina, así que intercambiamos tácticas de comando. Fue, para mí, una gran experiencia. Pero nunca fue un verdadero agente del Mossad, sí un colaborador.

P: ¿Se fiaban los servicios secretos israelíes de un oficial del ejército nazi?

R: Antes de contactar con Skorzeny, algunos de mis hombres tuvieron dudas. Yo los convencí diciendo que no me cabía duda de que Skorzeny colaboraría con nosotros a cambio de que le dejáramos en paz.

P: Tras los atentados del 11-M, se comentó la posibilidad de que en la preparación de los mismos participasen servicios secretos extranjeros. Usted fue jefe de operaciones del Mossad durante treinta años. ¿Cree capaz a algún servicio de espionaje de organizar una masacre así y atribuírsela a terroristas?

R: Como bien saben, soy un hombre de negocios, retirado del espionaje hace años. Todo lo que sé del 11-M lo sé por los periódicos. Mis noticias son que fue cosa de terroristas marroquíes relacionados con Al Qaeda. El objetivo de Al Qaeda es sembrar el caos, ya sea en Madrid, en Londres o en Rabat. Si analizamos cómo trabajan los fundamentalistas islámicos, llegamos a la conclusión de que Al Qaeda se organiza en multitud de células autónomas. Cada cierto tiempo, la cúpula sale en una televisión árabe, lanza un mensaje y eso basta para que cada célula decida qué pasos ha de dar. Los atentados de Madrid fueron para sacar a las tropas españolas de Irak. Y lo consiguieron, lo que no significa que Al Qaeda no vuelva a actuar en Madrid. De lo que sí estoy convencido es de que no hubo una conexión real entre Bin Laden y los terroristas.

P: Pero ¿pudieron participar servicios secretos extranjeros?

R: ¿Con qué fin?

P: Con el de cambiar un Gobierno.

R: No los servicios de inteligencia de un Estado democrático. Les diré algo: hoy, en las democracias occidentales, no hay secretos. Todo lo que se hace en las, llamémoslas así, tinieblas termina, tarde o temprano, saliendo a la luz. Por eso, ningún Gobierno puede actuar al margen de la ley sin correr ese riesgo. Basta con que alguien con ganas de hablar acuda con una historia a un periodista. Ahí está el caso Watergate. Hablo de Gobiernos democráticos, no de Corea del Norte o de Irán.

P: ¿Son estos dos países una amenaza para Occidente?

R: Corea del Norte no, por sus vecinos. Por un lado, tiene a China, que por intereses comerciales necesita de Occidente. Luego están Japón y Corea del Sur. En mi opinión, tarde o temprano, la situación geopolítica terminará obligando a Corea del Norte a someterse a las leyes internacionales. Irán es diferente, pues está gobernado por fundamentalistas. No obstante, tengo amigos en Irán que me dicen que las jóvenes generaciones no están por el fundamentalismo y que, en un plazo de diez años, terminarán desbancándolo. Pero, claro, puede pasar que, de aquí a diez años, Irán desarrolle programas de armamento nuclear que caigan en manos de Al Qaeda.

P: ¿Qué opinión le merece la retirada de Gaza y Cisjordania?

R: En un futuro cercano, es imposible llegar a cualquier tipo de acuerdo entre israelíes y palestinos, pero no porque nos opongamos nosotros, sino por ellos. Por tanto, la única solución es la separación. De esta forma, los territorios poblados mayoritariamente por israelíes serían para nosotros, y los que lo sean por los palestinos, para ellos. Deberíamos conservar, claro, algunos enclaves estratégicos, como el valle del Jordán. Luego, construir una muralla como la china. Y que los palestinos hagan lo que quieran. Por mí, como si se quieren ir al infierno.

P: Ha dicho que es un hombre de negocios, retirado del servicio activo. ¿Deja un espía alguna vez de ser espía, más cuando se han tenido tan altas responsabilidades?

R: Hace unas semanas, en Rusia, agentes de la FSB (antes KGB) me preguntaron lo mismo. "¿Cómo puede decir que ya no es espía? ¡Un espía siempre es un espía!" Depende. Hace poco participé en un ciclo de conferencias sobre antiterrorismo en la India. Quiero decir con esto que sigo vinculado a los servicios secretos de forma académica, pero no operativa. Tengan en cuenta mi edad, tengo 79 años.

P: ¿Para quién trabaja un espía, para un Estado o para un Gobierno?

R: Bueno, en un Estado democrático el Gobierno es su representante. Pero vuelvo a repetirles que los servicios secretos hoy tienen difícil actuar al margen de la ley.

P: ¿No son los códigos deontológicos un obstáculo para el trabajo de los espías?

R: No les quepa duda. Pero mírenlo de esta forma: imaginen que soy el jefe de unos servicios secretos y que llevo a cabo una operación que beneficia al partido del Gobierno y perjudica al de la oposición. Al cabo de unos años, cuando el partido de la oposición llegue al Gobierno y el del Gobierno vuelva a la oposición, el primero tomará medidas contra mí. Puedo decirle que, al menos en Israel, ningún acto de espionaje, militar o de Gobierno, queda fuera de la acción de los tribunales.

P: ¿Le da alguna credibilidad a las teorías de la conspiración que hablan de Gobiernos en la sombra tutelados por el club Bildelberg o la masonería?

R: Nunca he tenido relación con esas sociedades. Pero yo hablo de Gobiernos, y por lo que sé, esas sociedades son privadas.

P: ¿Es el trabajo de espía tan romántico como lo pintan en las películas y en las novelas?

R: Se viven situaciones de tensión, de riesgo, que no se viven en la vida civil. Lo cual no significa que la vida civil no tenga también su encanto.

P: ¿Duerme bien por las noches o hay algún recuerdo que le quite el sueño?

R: Duermo bien ahora y dormía bien hace treinta años, gracias.

P: ¿Esa cicatriz en el labio se la hizo en alguna operación de comando?

R: No, es el resultado de un accidente doméstico y de lo malo que era el cirujano plástico que me operó [ríe].


1 Comments:

At 6:59 p. m., Anonymous Anónimo said...

Lo que dice este senor es una extension de la verdad oficial.la verdad oficial esta llene de incongruencias y oscurantismo.alqaeada fue fundada por la cia y sigue siendo dirigida por esta.los atentados son orquestados por los gobiernos en la sombra y esto algun dia saldra a la luz .

 

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