martes, junio 04, 2019

Juan F. Benemelis: El Cártel de La Habana (I). De su libro Las guerras secretas de Fidel Castro

Tomado de http://taniaquintero.blogspot.com/

El Cártel de La Habana (I)

Por Juan F. Benemelis
(De su libro Las guerras secretas de Fidel Castro)

Fidel Castro siempre ha sostenido contactos y realizado transacciones con el "bajo mundo". El área de la Sierra Maestra, donde se desarrolló la lucha guerrillera contra el dictador Batista, era la principal zona productora de marihuana de Cuba.

Castro no sólo permitió que en los territorios bajo su control se continuase cosechando la droga, sino que la utilizó para recoger fondos que le permitiesen adquirir armamentos. Fue a través del bandolero Crescencio Pérez, por años refugiado en esas serranías y ascendido a comandante guerrillero por el propio Castro, que tuvo lugar esta fructífera transacción comercial.

En julio de 1957, varios líderes de la oposición política opuestos también a los métodos de Castro, visitaron a los rebeldes en la Sierra Maestra. Luego de ese encuentro, Raúl Chibás, figura central de este Frente Cívico Revolucionario, ofreció una conferencia de prensa en el Hotel Sands de Miami Beach con portavoces de grupos anti-batistianos.

Ante los líderes políticos y representantes de la prensa, Chibás expresó con desilusión "la gente de Fidel ha organizado siembras de marihuana en distintos puntos inaccesibles, y Fidel lo permite porque dice que la marihuana excita la combatividad de las gentes. Desde la Sierra se transporta la marihuana para los pueblos cercanos y se vende, y de este modo recaudan dinero".

Durante los años 50, algunas de las familias más poderosas de la mafia de los Estados Unidos habían decidido trasladar sus centros operacionales y estados mayores a La Habana para burlar la vigilancia del FBI. Así, personajes como Lucky Luciano, Anastasia, Santos Trafficante, Meyer Lansky, las familias Gambino y Colombo operaban desde los lujosos hoteles y casinos de esta isla tropical. En noviembre de 1957 tuvo lugar una convención de las veintisiete “familias” de la Mafia en los montes Apalache, al norte del estado de Nueva York, convocada por Vito Genovese, capo di tutti capi de Nueva York.

A la convención de Apalache asistieron entre otros Carmine (Lilo) Galante, Joseph Dipalermo, Salvatore Santora, Santos Trafficante, "Big John" Ormento, Natale-Evola, Joseph Bonnano, las familias Luchese, Gambino, Colombo, Rusotti, Buffalino, LaRocca, Licavoli, Balistrieri, y Aiuppa, entre otros.

El propósito de la conferencia era organizar el negocio más fantástico de casinos concebido hasta el momento; el lugar escogido era una franja de 120 kilómetros que corría de La Habana a Varadero, en la costa norte de Cuba, donde se erigiría una verdadera cordillera de hoteles y cientos de casinos.

En La Habana se hallaba Lucky Luciano, quien sería el organizador de todo este andamiaje; y el negocio envolvería también el tráfico de heroína europea a Estados Unidos, vía Cuba. El plan no se pudo efectuar debido al derrocamiento de Batista, y la Mafia desarrolló entonces a Las Vegas y Atlantic City como alternativas a La Habana.

Cuando se inicia la revolución cubana, casi todas las operaciones de la mafia norteamericana cesaron, al interrumpirse sus vínculos con el antiguo régimen. Ello no fue óbice para en el transcurso del año 1959, el propio Castro se entrevistase con la mayoría de los grandes mafiosos que abandonaban la Isla, o que regresaban a ella para cancelar sus negocios.

De tales conversaciones quedaron lazos y compromisos que luego fueron utilizados ventajosamente por Castro para realizar operaciones comerciales ilícitas a través de México, Suiza y Canadá, que también conseguían burlar el embargo norteamericano.

¿Cuál era el tipo de relaciones que Castro mantenía con cuatro poderosos grupos de la mafia norteamericana desde aquella época? Arthur M. Schlesinger, asesor personal del presidente Kennedy, explica en su libro "Robert Kennedy and his Time", cómo tales conexiones permitieron que Castro sobreviviera fácilmente a los elaborados planes que la CIA acarició durante largo tiempo para asesinarle. Sus nexos con la familia de Santos Trafficante, entre otros, le mantenían informado sobre los planes de Washington.

En un informe de la época, emitido por el Buró Federal de Narcóticos de Estados Unidos, se especulaba ya sobre los tempranos orígenes de la coalición de Castro con el tráfico de narcóticos en los Estados Unidos a través de esas cuatro familias. Schlesinger comenta en su libro que, en julio de 1961, el Buró conocía que Santos Trafficante, uno de los jefes del crimen organizado con lazos en La Habana, representaba los intereses de Castro en el narcotráfico hacia Estados Unidos.

Mediante esos lazos ilegales, Cuba realizó durante la década de los sesenta una serie de transacciones comerciales, muchas veces en alta mar, a través de las que se adquirían semillas de arroz, pastos, semen congelado, ejemplares vacunos y otros productos agrícolas de alto rendimiento.

Pero éstos no serían los únicos vínculos que Cuba explotaría. En el verano de 1960, Raúl Castro, ministro de defensa cubano, visitó Checoslovaquia donde sostuvo largas entrevistas con su contraparte, el general Jan Sejna. El resultado fue un acuerdo de asistencia mutua entre ambos ministerios para la experimentación de la producción de drogas.

Este acercamiento checo-cubano sucede al tiempo que la URSS comienza a desarrollar una comunidad de inteligencia con el concurso de todos los aparatos de espionaje del bloque soviético, en que ha de figurar destacadamente el Departamento Z de la inteligencia checoslovaca.
***************
Tema relacionado

Etiquetas: , , , , , , , , , , , ,