BARACUTEY CUBANO

Miércoles 21 de diciembre de 2005
La periodista Estrella Fresnillo afirmó ayer que el creciente deterioro de Fidel Castro ha generado una actitud oficial de obsesiva vigilancia a la hora de transmitir la imagen del gobernante cubano a través de la televisión.

''Hay un control excesivo sobre todo lo que va a transmitirse de Fidel Castro, pues sus divagaciones y desvaríos son evidentes para todos los directores de programas, camarógrafos y periodistas, y es muy difícil extraer un fragmento coherente o una imagen positiva'', relató Fresnillo a El Nuevo Herald. ``Es una tarea ardua y en ocasiones es poco lo que puede sacarse al aire''.

En su desempeño por dos décadas como reportera y presentadora en la Televisión Cuba (ICRT), Fresnillo tuvo varias oportunidades de entrevistar al gobernante cubano ``cuando era un hombre que aún conservaba un sentido impresionante del aquí y el ahora''.
La periodista considera que esta ''vigilancia oficial'' se ha hecho más férrea después de incidentes como el desmayo sufrido por Castro en una comparecencia pública en El Cotorro en junio del 2001, y la estrepitosa caída que tuvo tras pronunciar un discurso en Santa Clara, en octubre del pasado año.
''Ninguna de esas imágenes pudieron verlas --si no estaban viendo la transmisión en vivo-- ni siquiera los propios periodistas de la redacción del Noticiero Nacional de Televisión [NTV]'', contó. ``Nadie sabe dónde están, ni nadie se atrevería tampoco a preguntarlo... yo he venido a verlas aquí en Estados Unidos''.
Fresnillo se encuentra desde hace varias semanas en Miami, luego de cruzar por segunda vez la frontera con Canadá para solicitar asilo político en EEUU. La periodista salió de Cuba por una invitación personal a Toronto, en junio, y realizó un intento anterior de entrada al país por Buffalo, Nueva York, pero fue devuelta entonces por un juez de inmigración a territorio canadiense.
La audiencia de asilo está fijada ahora para el próximo 27 de enero en un tribunal de Buffalo, pero ella está gestionando el traslado del caso a Miami, donde residen familiares suyos.
''El periodismo cubano es una anquilosada maquinaria de censura, donde todos estamos entrenados para cumplir el esquema condicionado del sistema de un modo tan servil que ni siquiera hace falta advertir lo que no se puede abordar o mencionar'', consideró. ``Me cansé de seguir actuando como el perro de Pavlov: quiero vivir libremente y realizar mis sueños''.
Fresnillo recordó que fue incluso amonestada por transmitir en un reportaje imágenes del pianista exiliado Bebo Valdés junto a su hijo, el también pianista y compositor Chucho Valdés, quien reside en Cuba, durante un concierto en el extranjero.
''Me lo habían advertido antes, que Bebo Valdés no podía salir en la televisión por sus declaraciones hostiles a la revolución'', señaló la periodista, quien también conducía el espacio de temas históricos Toda la historia.
Agregó que son totalmente falsas las afirmaciones del régimen sobre el amplio acceso de los profesionales cubanos a la internet.
''Para muchos periodistas la internet está vedada en su propio centro de trabajo, porque no tienen acceso a la clave oficial de entrada'', explicó. ``A mí me regalaron una computadora y no fue hasta el 2003 que se me autorizó a tener internet en mi casa''.
Además de su trabajo en el ICRT, Fresnillo reportaba para la radio y colaboraba con una revista para aumentar sus ingresos mensuales a unos 500 pesos cubanos (unos $20). ''Gané más en una etapa que me dedicaba a vender dulces en la calle y llegaba hasta los 1,000 pesos al mes'', confesó