lunes, marzo 15, 2010

MI RESPUESTA. PRISIONERO DE CONCIENCIA ÁNGEL MOYA SOBRE LA DIFAMACIÓN AL ASESINADO ORLANDO ZAPATA TAMAYO

MI RESPUESTA



Por Ángel Moya Acosta
Condenado a 20 años de prisión.
Presidente del Movimiento por la Democracia y la Libertad de Cuba.
primaveradigital@gmail.com


Prisión Combinado del Este, La Habana, 11 de marzo de 2010, (PD) Mi respuesta no es para el señor Enrique Ubieta Gómez por la infamia que escribió para el periódico Granma, órgano oficial del Partido Comunista. Mi respuesta es para el señor presidente Raúl Castro y es sobre los sucesos que provocaron la muerte en una huelga de hambre del prisionero de conciencia Orlando Zapata Tamayo.

El régimen represivo cubano no engaña a nadie. Todos sabemos que acostumbra a desacreditar a sus adversarios políticos. Para ello se valen de cualquier artimaña y de quien de forma lacayuna preste su servicio para lograr este propósito.

Lo escrito por el lacayo Ubieta Gómez no puede ocultar el hecho de que Orlando Zapata Tamayo es un preso político que murió en huelga de hambre.

La medicina cubana es cómplice de los carceleros y de la policía de Seguridad del Estado. Los médicos y enfermeros que trabajan en las prisiones cubanas toleran que se desnude y confine en celdas oscuras, sin agua, sin cama o colchón, a presos políticos cuando se declaran en huelga de hambre. Sean estos de conciencia o no.

Con estos y otros métodos, la Seguridad del Estado aumenta el sufrimiento de los huelguistas, para de esta forma, conseguir que depongan su actitud.

Los presos comunes y políticos que compartieron una convivencia en las cárceles con Orlando Zapata Tamayo declaran que los iniciadores de la violencia contra Tamayo fueron invariablemente sus carceleros, mandados por la policía de Seguridad del Estado. En no pocas ocasiones, esta violencia tuvo un marcado carácter racista.

En cincuenta años de régimen represivo, tenemos muchos mártires. Por citar algunos, tenemos a Pedro Luis Boitel y a los cuatro pilotos de la ONG humanitaria Hermanos al Rescate. Estas muertes son responsabilidad de Fidel Castro, mientras que la de Orlando Zapata Tamayo es entera responsabilidad del presidente Raúl Castro.

Por último, rechazo una vez más que mi libertad sea condicionada a la libertad de los cinco cubanos juzgados, sancionados y encarcelados por delitos de espionaje. Más uno de ellos, convicto de un delito de conspiración para cometer asesinato.

Soy un luchador pacífico por la libertad, el derecho y la justicia para el pueblo cubano. Ellos, por su parte, son espías y uno es cómplice de asesinato.

primaveradigital@gmail.com