BARACUTEY CUBANO

Por Fidel Suárez Cruz

Condenado a 20 años de prisión.
Director de la biblioteca independiente San Pablo
y activista del movimiento 20 de Mayo.
Sandino, Pinar del Río.



Prisión Kilo 8, Pinar del Río, julio 1 de 2010, (PD) Hace cuatro meses de la muerte del prisionero de conciencia Orlando Zapata Tamayo. Lo que en un principio pareció ser el principio del fin de la dictadura, hoy empieza a parecer lejano.

Propusieron aplazar la discusión de la Posición Común europea hasta el mes de septiembre, con el propósito de dar una nueva oportunidad al régimen de La Habana, cuando en realidad se debía endurecer dichas sanciones, además de retirar a todos sus embajadores de Cuba como hicieron con Sudáfrica en su momento.

Al parecer 51 años de encarcelamiento, injusticias, abusos, torturas y asesinatos, no es suficiente. Precisamente con la muerte de Orlando Zapata nos declaramos en huelga de hambre muchas personas que a riesgo de nuestras vidas, quisimos enviar al mundo un mensaje de amor a la patria, por los seres humanos, por la vida misma. Sabemos que hay muertes necesarias. Por eso aplaudimos la decisión de engalanar una de las paredes del edificio de Naciones Unidas en New York con una foto enorme de Zapata Tamayo.

Creímos que por fin Naciones Unidas cumpliría sus funciones como organismo de paz y libertad. Pero vemos como la dictadura cubana ha sido elegida vicepresidenta del Consejo de Derechos Humanos. Esa es la sanción impuesta por negarle a este pueblo los más elementales derechos del ser humano. Esa es la sanción para un régimen que año tras año se niega a recibir la inspección periódica de la Comisión del Consejo de Derechos Humanos. ¿Hasta cuándo Naciones Unidas será cómplice de los que provocan el dolor del pueblo cubano?