FIDEL CASTRO NO PERDONARA JAMAS A KIRCHNER POR "LA OSADIA" DE LA CARTA SOBRE EL CASO MOLINA
SE COMPLICAN AUN MAS LAS RELACIONES ARGENTINO-CUBANAS
FIDEL CASTRO NO PERDONARA JAMAS A KIRCHNER POR "LA OSADIA" DE LA CARTA SOBRE EL CASO MOLINA
José F. Sánchez
Jefe de Buró
Cuba
Dept. de Investigaciones
La Nueva Cuba
Julio 24, 2006
Según fuentes noticiosas argentinas las iras de Fidel Castro sacudieron durante los tres días de su estancia, el segundo piso del hotel Holyday Inn, base de la delegación cubana, y sitio donde se alojara el dictador cubano. Como es bien conocido habían alquilado 26 habitaciones, aunque nadie jamás precisó cuál de ellas ocupaba Castro.
En el lobby del hotel se pudo observar las frustraciones de los funcionarios cubanos cuyos debates sobre "el empeoramiento" de la situación con Argentina por el caso de la neurocirujana Dra Hilda Molina, parecía haber reemplazo cualquier otro tema. Algunas fuentes que fueron testigo de la desazón de altos funcionarios de la delegación cubana, indicaron que los mismos no podían ocultar ni sus angustias ni disimular su ira por la decisión la Casa Rosada de invitar a Fidel a Córdoba para que luego "se apareciera" Kirchner con un reclamo oficial por "la aborrecible" traidora (en referencia a la Sra Molina). El enojo de los funcionarios castristas era de tal magnitud que ello movió a que funcionarios del gobierno argentino simpatizantes con el régimen cubano trataran de restañar heridas y se acercaran -para "bajar la temperatura"-, al ex embajador de Cuba en la Argentina, en la actualidad Vicecanciller y encargado para América Latina, Alejandro González Galiano.
No siendo suficientes estas gestiones para aplacar los violentos tremores de los ataque de ira de Fidel Castro los argentinos decidieron pedir la intersección de Felipe Pérez Roque. Peroo ya nada podría calmar las furias del dictador vitalicio de la Isla. La "rabieta" de Fidel era incontrolada y Castro no se hacía más que repetir que se le había participado lo de la "osada" decisión de Nestor Kirchner de entregarle la ya célebre carta protocolar por el caso "Molina", sólo cuando ya estaba volando hacia la Argentina. Desde la Presidencia argentina se trató de dar una explicación para calmar la ya notoria iracundia de Castro, y se le volvió nuevamente a explicar que la seguridad cubana jamás había participado a Buenos Aires siquiera la hora en que había partido Fidel Castro de Cuba. La contrarrespuesta cubana: a nadie le iban informar algo tan sensitivo, porque la parte cubana se reserva el derecho de controlar la seguridad de Fidel Castro, no el país huésped.
Según la cancillería cubana los argentinos "no respetaron los usos y costumbres diplomáticos y el tema de Molina terminó opacando un hecho político fundamental, como fue la Cumbre".
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EL DICTADOR QUE HAMBREA A SU PUEBLO NO SE PRIVO DE LUJOS EN SU VISITA
Infobae
Argentina
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Celso Sarduy Agüero
Jefe de Buró
Cono Sur/Sudamérica
Dept. de Investigaciones
La Nueva Cuba
Julio 23, 2006
Toda la comitiva cubana encabezada por el dictador Fidel Castro se alojó en Córdoba en uno de los hoteles más lujosos de la provincia. Con cinco estrellas el "Holliday Inn" dispuso de sus suites de 100 metros cuadrados para que el lujo de la hotelería de la cadena norteamericana estuviera al servicio del invitado. Cada habitación dispone de todas las innovaciones tecnológicas para la conexión tanto por los teléfonos, hasta en el baño, como por fax o computadora.
Para el traslado Fidel Castro utilizó un BMW 525 con 218 caballos de potencia considerado por todos los especialistas como el auto del año en el 2004. Según explicó el responsable de la concesionaria que alquiló el vehículo se trata de “un auto imponente que no pasa desapercibido”. Andres Lustich señaló por Radio 10 que a Castro “le gusto la marca alemana porque pidió un Serie 3 para su custodia”.
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