domingo, julio 12, 2020

Carlos Alberto Montaner: La influencia de Estados Unidos en el mundo


Nota del Bloguista de Baracutey Cubano

No debemos mirar y juzgar la lejana  historia   con los espejuelos , gafas o lentes del presente.


El filósofo y ensayista José Ortega y Gasset, en su obra Meditaciones del Quijote, escribió: "Yo soy yo y mi circunstancia y si no la salvo a ella no me salvo yo". Este influyente pensador puso de relieve que la persona estaba formada por dos partes esenciales: el sujeto y el mundo con el que a cada quien toca trajinar. Nos desplazamos en un pedazo del mundo; en una época específica cuyo entorno también nos configura y, a él respondemos desde nuestra existencia. Ello trazará biografías distintas.

Pero además:

¿Cómo trataba Jefferson a sus esclavos? ¿ Cómo trataba a su ¨esclava¨  Sally Hemings? 

Veamos: 

En El Dr. Jefferson y Mr. Thomas, por Gabriel Jackson, se lee:

Pero existían también límites muy evidentes dentro de los principios democráticos de Jefferson. Pensaba que las mujeres habían de quedar confinadas a la realización de labores domésticas y familiares y, con toda certeza, no debían participar en debates políticos. Pensaba que la esclavitud era una institución abominable, tan mala en sus efectos sobre la conducta de los amos blancos como en su cruel injusticia para con los esclavos negros. Creía que la esclavitud debía ser abolida, y que previsiblemente lo sería, en un futuro no demasiado lejano. Pero al mismo tiempo estaba convencido de que los blancos eran superiores mentalmente en algún grado a los negros y que la emancipación habría de ir acompañada del «traslado» a algún otro territorio diferente de los Estados Unidos. Heredó esclavos de sus dos padres y, más tarde, de su suegro. Tenía la reputación de ser un amo amable, pero en su condición de propietario de diversas plantaciones en Virginia, su vida económica, y la de sus amigos y colegas, era completamente dependiente del trabajo de los esclavos negros.

Sobre la ¨esclava¨ Sally Hemings

(Madison Hemings, son of Sally Hemings and Thomas Jefferson, Pike County (Ohio) Republican, 1873) 
 podemos leer  en idioma Inglés:
A diferencia de innumerables mujeres esclavizadas, Sally Hemings pudo negociar con su dueño. En París, donde era libre, la joven de 16 años acordó regresar a la esclavitud en Monticello a cambio de "privilegios extraordinarios" para ella y la libertad de sus hijos no nacidos. Durante los siguientes 32 años, Hemings crió a cuatro hijos, Beverly, Harriet, Madison y Eston, y los preparó para su eventual emancipación. Ella no negoció ni recibió libertad legal en Virginia.

No olvidemos que Karl Marx    se acostaba con su criada, la embarazó y tuvo un hijo:



Ciertamente Helene vivía en una situación servil comparable a la de un sirviente liberto romano trabajando solamente por el techo y un plato de comida.

El hijo no reconocido de Karl Marx

Para el año 1851 -no se sabe si a partir de una relación consentida o de un abuso- Helene da a luz un niño, Frederick Demuth. Ante la sospechosa «casualidad» que naciera un niño a una mujer que prácticamente no tenía vida social todas las miradas cayeron sobre Marx, quien en vez de hacerse cargo obligó a su ricachón amigo, Engels, el mismo que pagaba sus vicios, a reconocer al niño como propio.....

Poco se sabe de la relación entre ambos ya que Karl Marx siempre negó rotundamente la paternidad. De todas maneras, gracias a una carta escrita por Louise Freyberger a August Bebel fechada en el año 1898, sabemos que Marx no solo no reconoció al joven, sino que además lo despreció y constantemente insultó.

Semejante secreto carcomería la conciencia de Engels, quien en su lecho de muerte, ya sin casi poder hablar, confesaría a Eleanor, la hija menor de Marx, la verdad sobre el origen bastardo de Frederick Demuth.

¿Qué es lo irónico de esto? Marx siempre deseó hijos varones, de hecho son sabidos los desprecios que propinó a su mujer durante el mismo parto al enterarse el sexo de sus hijas, llegando a decir en el nacimiento de la primera «Mi esposa dio a luz un bebé; desgraciadamente ésta es una niña y no un niño»..
*****************

La influencia de Estados Unidos en el mundo

Por Carlos Alberto Montaner
11 de julio, 2020

El aniversario de la república norteamericana fue acompañado con ataques a Thomas Jefferson. Le reprochaban haber tenido esclavos mientras escribió que todos los hombres eran iguales ante la ley y tenían los mismos derechos y deberes. Lucian Truscott IV, su descendiente directo, periodista y escritor, encabezó la ofensiva en el NYT. Es el hijo de un famoso general de la II Guerra Mundial.

Los detractores de Jefferson destacaban su hipocresía, y el hecho de que hubiera engendrado varios hijos con su esclava predilecta, Sally Hemings, 23 años más joven que el tercer presidente de Estados Unidos y uno de los más brillantes.

Sally era, a su vez, medio hermana de su esposa. Su madre, africana, había sido víctima de su “dueño”, el capitán de barcos John Wayles, quien le dejara una considerable dotación de esclavos a Martha, su hija “legítima”, y unos terrenos valiosos en Virginia. Sally era la menor de los seis hijos que le hizo Wayles a su esclava.

Jefferson comenzó a tener relaciones con Sally cuando la bella mulata, muy clara, tenía 15 o 16 años. Jefferson era viudo en ese momento de Martha Wayles. Aparentemente, tuvieron seis hijos, de los que cuatro llegaron a la vida adulta.

Es cierto que la “Declaración de Independencia”, redactada por Thomas Jefferson, presentada el 4 de julio de 1776, es uno de los documentos más difundidos de la Humanidad, y uno de los más copiados, pero mi opinión es que no influyó excesivamente en el destino de otras sociedades.

(Thomas Jefferson y su esclava Sally Hemings)

Incluso, a juzgar por los despachos de los embajadores acreditados en el país, se pensaba que no había muchas posibilidades de que saliera bien el experimento republicano creado por trece estados que se miraban con recelo unos a otros.

Pero salió bien. Al extremo de que el joven ensayista francés Alexis de Tocqueville, el gran analista de la “Democracia en América”, declarara en 1835 que en ese país se estaba forjando el liderazgo del planeta. ¿Por qué y cómo? Sospecho que fue la consecuencia de las deficiencias más que de los éxitos.

Me explico. Súbitamente, los estadounidenses se vieron desamparados. Le ofrecieron a George Washington la corona de la nueva nación. Declinó cortésmente la proposición. Sirvió por dos periodos y se volvió a la plantación. Era uno de los hombres más ricos de su tiempo. Los “americanos” tendrían que enfrentarse con las dificultades republicanas.

Todos los hombres eran iguales ante la ley a fines del siglo XVIII. Ese era el principio. Ya sabemos que los negros, las mujeres, los analfabetos, y quienes carecían de propiedades, no estaban incluidos en ese “todos los hombres”. No obstante, los principios son esenciales y acaban por abrirse paso. Al menos lo eran para los blancos educados, generalmente plantadores y, con frecuencia, propietarios de esclavos.

Primero se eliminó la educación y el tener propiedades para poder votar. Luego, al costo de una guerra terrible, los negros fueron liberados y, a trancas y barrancas, los incorporaron al proceso no sin grandes obstáculos. Por último, las mujeres ganaron el derecho al sufragio en 1920.

La República, afortunadamente, no estaba sujeta a dogmas preestablecidos que señalaran un camino unívoco para sostener el poder, como era propio de las ideologías. Se limitaba a crear instituciones que fueran solucionando los problemas en la medida que fueran surgiendo. Estados Unidos fue la primera “Sociedad de acceso abierto” que registra la historia moderna.

Hasta ese momento todas las sociedades eran de “acceso limitado” y se basaban en el concurso a los “mandamases” para que ejercieran la autoridad, a cambio de lo cual el poder se volcaba en ayuda de quienes lo sostenían. Incluso hoy, las tres cuartas partes del planeta exhiben síntomas de ser sociedades de acceso limitado, y sólo dos docenas de naciones han tomado voluntariamente el camino norteamericano.

¿En qué consisten las SAA y las SAL? Los términos (y el concepto) fueron formulados por Douglass North (1920-2015), Premio Nobel de Economía en 1993, uno de los pensadores más creativos de Estados Unidos, en su último ensayo, escrito junto a dos de sus colaboradores cercanos, J.J. Wallis y B.R. Weingast: Violencia y órdenes sociales: un marco conceptual para interpretar la historia humana registrada.

Si el linaje no servía para crear las estructuras humanas, dado que todos los individuos tenían los mismos derechos ¿a qué se recurría? Sencillo y, a la vez, complicado: a los méritos personales. Tener privilegios se convirtió en una pésima característica en la sociedad estadounidense. Una rémora. Eventualmente, todos tendrían los mismos derechos y deberes. Incluso, se puso de moda el vestido del hombre común.

Uno de los últimos privilegios cayó tras la Guerra Civil (1861-1865): se trató del postrer conflicto en el que fue posible liberarse mediante el pago a otra persona de servir en las Fuerzas Armadas. A partir de la nueva regla, solo el médico o el azar podían librar a los reclutas de sus responsabilidades.

En el terreno económico la respuesta vino del Mercado. Como se sabe, no hay fortunas permanentes en Estados Unidos. Basta contemplar la lista de los millonarios en las revistas especializadas. La mayoría de los nombres cambian generación tras generación. Al menos, se supone que los estados no protejan a las empresas de la voluntad popular expresada en la libre elección de los bienes y servicios. Es cierto que los poderosos tratan de vulnerar este principio, y a veces lo logran, pero siempre será por un periodo.

Fue este ejemplo –meritocracia más mercado más ausencia de privilegios- y no el magnífico texto pergeñado por Jefferson, lo que acabó conquistando el corazón de Inglaterra, Holanda, Francia y las dos docenas de naciones que han hecho suyos los valores de la igualdad ante le ley. Es un camino largo, y lleno de contramarchas, pero no hay otro.

Etiquetas: , , , , , , , , , , , ,

2 Comments:

At 2:36 p. m., Anonymous Reakpolitik said...

Lamento que este blog opte por seguir dando tribuna a una persona que ni importa ni interesa, pues hace mucho tiempo que no tiene credibilidad ni respetabilidad. Para eso hay muchos medios igualmente dudosos, por no decir corruptos, como CNN. No voy a perder mi tiempo en leer lo que erupte el tipo--y mi problema con el sujeto es de antes de la era de Trump, aunque con Trump se ha destapado por completo. Diera pena si no resultara tan despreciable, por no hablar de bochornoso.

 
At 10:38 p. m., Blogger Unknown said...

Muy buen artículo, mis felicitaciones a Carlos muy inteligente el camino que nos muestra

 

Publicar un comentario

<< Home