martes, noviembre 29, 2022

Dimas Castellanos desde Cuba: Elecciones en Cuba: soberanía popular, pacifismo y renacimiento cívico

 
Tomado de https://diariodecuba.com

Elecciones en Cuba: soberanía popular, pacifismo y renacimiento cívico

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Las abstenciones en las 'elecciones' celebradas ayer permiten sostener que en Cuba está renaciendo el concepto de ciudadano.

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Por Dimas Castellanos

La Habana

28 noviembre 2022


Las "elecciones" celebradas ayer en Cuba para designar los delegados municipales del Poder Popular confirmaron dos hechos aparentemente contradictorios: la inexistencia de la soberanía del pueblo y el renacimiento cívico.

La soberanía del pueblo

Juan Jacobo Rousseau, en el destacado estudio El Contrato Social o Principios del Derecho Político (1762), arribó a la siguiente conclusión: "De la unión de las personas para defender y proteger sus bienes emana una voluntad general que convierte a los contratantes en un cuerpo colectivo político. Al ejercicio de esa voluntad general, devenida poder, se le denomina soberanía y al sujeto que la ejerce, es decir, al pueblo, soberano".

En correspondencia con la tesis de Rousseau, el Artículo 2 de la Constitución de 1940 estableció: "La soberanía reside en el pueblo y de este dimanan todos los poderes públicos". Y 13 años después, en el juicio por el asalto al Cuartel Moncada, Fidel Castro expresó: "En esta filosofía se alimentó nuestro pensamiento político y constitucional que fue desarrollándose desde la primera Constitución de Guáimaro hasta la de 1940".

Las últimas elecciones libres y democráticas en Cuba fueron efectuadas entre 1940 y 1948, en las cuales resultaron electos respectivamente Fulgencio Batista, Ramón Grau San Martí y Carlos Prío Socarras. Sin embargo, la corrupción político-administrativa y la violencia condujeron al golpe de Estado de 1952, que al interrumpir el orden constitucional, desembocó en la revolución de 1959.

Aunque el Artículo 3 de la actual Constitución de Cuba establece que "la soberanía reside intransferiblemente en el pueblo", a continuación aclara que el pueblo "la ejerce directamente por medio de las Asambleas del Poder Popular y demás órganos del Estado que de ella se derivan". Es decir, la soberanía se desplaza del pueblo a unas asambleas que no son elegidas directamente por el pueblo.

¿Cómo transcurre ese desplazamiento? El primer eslabón está conformado por las elecciones de circunscripción. En ellas —celebradas el pasado mes de octubre— el pueblo elige de forma directa, a mano alzada, los candidatos para las asambleas municipales. De aquí en adelante entran en escena las Comisiones de Candidaturas, conformadas por las llamadas organizaciones de masas, constitucionalmente subordinadas al Partido Comunista. Dichas Comisiones, cuya función es nominar a los candidatos para los órganos del poder desde la Asamblea Municipal hasta la Asamblea Nacional, gozan de potestad "legal" para incluir en las candidaturas hasta el 50% de personas no elegidas en la circunscripción, lo cual anula la soberanía del pueblo. ¿Por qué la anula? Porque para elegir y ser elegido realmente, los derechos políticos deben estar en consonancia con el Artículo 25 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el cual reza: "Votar y ser elegido en elecciones periódicas, auténticas, realizadas por sufragio universal e igual, y por voto secreto que garantice la libre expresión de la voluntad de los electores"; una condición que desapareció de Cuba cuando los revolucionarios que tomaron el poder en 1959, aunque habían prometido celebrar elecciones en un período de 18 meses, lanzaron el 1 de mayo de 1960 la consigna: "¿Elecciones para qué?"

Violencia versus pacifismo

Las elecciones en Cuba no han estado exentas de la violencia, flagelo que debutó con la colonización, se reprodujo en la República, desembocó en la Revolución de 1959 y se atrincheró con el modelo totalitario.

La Constitución de 1940, la más avanzada que ha tenido la Isla, emergió de unos de los escasos episodios de nuestra historia en que el diálogo sustituyó a la violencia. Esta Carta Magna, además de retomar la tesis de Rousseau acerca de la soberanía, prohibió la pena de muerte (Artículo 25); declaró punible la limitación o prohibición al ciudadano a participar en la vida política de la nación (Artículo 38); legitimó la resistencia adecuada para la protección de los derechos individuales (Artículo 40); refrendó el sufragio universal las féminas (Artículo 97), y suprimió la reelección para evitar los conflictos ocurridos en las primeras tres décadas del siglo XX.

En el programa que expuso en el juicio por el asalto al Cuartel Moncada, Fidel Castro prometió con la primera ley revolucionaria, restablecer la Constitución de 1940 —que ya había sido restablecida por Batista en 1955— como la verdadera ley suprema del Estado. Sin embargo, en noviembre de 1958, ante las segundas elecciones convocadas durante el Gobierno de Fulgencio Batista, a las que se presentaron cuatro candidatos — Andrés Rivero Agüero (Partido Acción Unitaria), Carlos Márquez Sterling (Partido del Pueblo Libre), Ramón Grau San Martín (Partido Auténtico) y Alberto Salas Amaro (Partido Unión Cubana)—, Fidel Castro dictó desde la comandancia en la Sierra Maestra la Ley 2 para impedir su celebración mediante el empleo de la violencia como lo estipula su articulado:

Artículo 1: Todo aquel que tome parte en la farsa electoral del día 3 de noviembre de 1958, como candidato a cualquier cargo electivo […], será sancionado con la pena de interdicción por un período de 30 años y en consecuencia estará impedido de desempeñar durante ese tiempo cargo público o electivo o por designación del Estado, la provincia o municipio.

Artículo 3: Cualquier agente político que se dedique al corrompido sistema de recoger cédulas será sometido a consejo sumarísimo de guerra y fusilado en el acto.

Artículo 4: El candidato a cualquier cargo electivo que sea capturado en la zona de operaciones del territorio libre será sometido y condenado a pena que puede fluctuar, de acuerdo con la mayor o menor grado de responsabilidad, entre diez años y la pena de muerte.

Artículo 5: En las zonas urbanas, la pena de muerte podrá ser ejecutada contra los culpables, tanto por las tropas rebeldes como por las milicias que operan en pueblos y ciudades.

Contraria a esa conducta, los activistas y opositores cubanos, respetando las reglas draconianas establecidas por el Partido-Estado-Gobierno, en lugar de realizar actos violentos han aceptado participar pacíficamente. En las elecciones municipales de abril de 2015, lo lograron dos candidatos por los municipios Plaza de la Revolución y Arroyo Naranjo. En las de 2017, nuevamente se presentaron varios candidatos y, para las recién celebradas, de una decena solamente José Antonio Cabrera Parada, del municipio Palma Soriano, Santiago de Cuba, pudo ser postulado. Al resto de los candidatos de la oposición, antes y después, les fue impedido mediante la arbitrariedad y el empleo de la fuerza.

El renacimiento cívico

En las elecciones parlamentarias del año 2003, la suma de las abstenciones, las boletas depositadas en blanco o anuladas, fue de 509.872 cubanos, el 6,13% del electorado. En las municipales de abril de 2015, aumentó a 1.566.095, el 18,64% del padrón electoral. En las de noviembre de 2017, la suma se elevó a 1.869.937 cubanos, para el 21,2% del electorado. Esa tendencia, caracterizada por el aumento creciente de los cubanos que optan por abstenerse, marca un renacimiento del civismo, que a pesar de los obstáculos que se le oponen dio un salto en septiembre pasado en el refrendo del Código de las Familias, donde por vez primera uno de cada cuatro cubanos no asistió a las urnas.

En las municipales celebradas ayer, según los datos oficiales preliminares, emitidos una hora antes del cierre oficial de las urnas, unos tres millones de cubanos se abstuvieron. Datos que, con la alteración que puedan sufrir al presentar las cifras finales, demuestran, que el concepto de ciudadano, desaparecido del escenario político cubano hace seis décadas, está renaciendo; un resultado que echa por tierra cualquier justificación para la existencia de un solo partido político.

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Fragmento de mi artículo:

Algunos apuntes sobre el Golpe de Estado  del 10 de marzo de 1952 cuya preparación  fue producto de una conspiración  en la que   Fulgencio Batista  participó  sólo a última hora.

Por Pedro Pablo Arencibia Cardoso

Una observación interesante: los estatutos constitucionales que impuso Batista inmediatamente después del golpe del 10 de marzo de 1953 fueron llevados al Tribunal de Garantías Constitucionales  y dicho tribunal emitió un fallo donde desestimó  la demanda . El tribunal por mayoría entendió de que esos estatutos no iban en contra de la Constitución de 1940. En el artículo del Dr. Alberto Luzárraga ( sobresaliente  abogado y banquero cubano) titulado  EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL Y SU ORGANIZACION: UNAPROPUESTA DE REFORMA, se lee:

¨...Aunque sin duda hubo buenas sentencias, aparentemente el tema constitucional no cobró suficiente importancia en la conciencia popular ni en el Tribunal en sí. Este efecto se palpó a raíz del 10 de Marzo cuando por una votación de 10 contra 5 el Tribunal de Garantías (por sentencia #127 de 17 de Agosto de 1953) desestimó el recurso interpuesto por 25 ciudadanos contra los Estatutos Constitucionales promulgados por Batista...¨


Hago la observación de que los miembros de ese  tribunal no estaban supeditados a Batista ni habían sido nombrados por Batista para ejercer esa responsabilidad. Sería interesante conocer los argumentos de los que votaron a favor de desestimar el recurso y los argumentos de los que votaron en contra. Tampoco he conocido de que Batista haya tomado represalias contra los 5 magistrados que votaron en contra de sus Estatutos.

En noviembre de 1954 se efectuaron  elecciones políticas generales pluripartidistas:

 Batista y algunos de sus cercanos colaboradores querían convocar a elecciones lo antes posible para mostrar sus intenciones democráticas; otros de sus cercanos colaboradores le aconsejaban a Batista que esperara a que la Oposición política le pidiera convocar a elecciones. Batista se inclinó por la primera variante y convocó a elecciones para noviembre de 1954; la oposición al ver que se acercaban las elecciones y no tenían posibilidad de ganar se fue al retraimiento; Ramón Grau San Martín fue el último al irse al retraimiento dos días antes de las elecciones donde no tenía ninguna posibilidad de ganar según  Manuel Márquez-Sterling que es el historiador de la fuente (2) que veremos en el siguiente fragmento extraido de Wikipedia. Manuel Márquez-Sterling  está muy lejos de haber sido, o ser, un simpatizante de Batista, al ser el hijo de Carlos Márquez Sterling el oponente más fuerte que tenía el candidato oficialist a Andrés Rivero Agüero en las elecciones del 3 de noviembre de 1958 y haber sido un crítico y opositor político a Batista 

Los resultados de esas elecciones de 1954 fueron:
Tomado de http://es.wikipedia.orgElecciones presidenciales de Cuba de 1954

Las elecciones presidenciales de Cuba de 1954 se llevaron a cabo el 1 de noviembre de ese año (1). Fulgencio Batista fue elegido presidente de la República para el período 1955-1959.

A lo largo de 1954 hubo algunos intentos de sabotaje al proceso electoral, incluyendo un complot organizado por el ex presidente Carlos Prío Socarrás y su ex Secretario de Educación. Durante la campaña electoralRamón Grau mostraba una importante intención de votos, pero no la suficiente para triunfar (2).Los abstencionistas, que en general apoyaban a Prio, los Ortodoxos y los Comunistas boicoteaban los actos de Grau, irrumpiendo en los mismos con consignas revolucionarias. Los actos de Batista, por el contrario, se desarrollaban sin disturbios (2).
El ex presidente Grau, sospechando que Batista cometería fraude, renunció a su candidatura dos días antes de los comicios. Batista fue entonces elegido presidente sin oposición. La participación se redujo a un 52,6% frente al 79,5% de las elecciones de 1948 (3).

(1)Aquel 30 de septiembre de 1954 Juventud Rebelde, 29 de noviembre de 2009.
(2) Cuba 1952-1959: The True Story of Castro's Rise to Power . Manuel Márquez-Sterling. Páginas 56-57. ISBN 978-0-615-31856-1
(3) Cuba: order and revolution. Jorge I. Domínguez. Página 124. ISBN 0-674-17925-0 

(Multitudes en rally electoral  en apoyo a Batista para las elecciones de 1954 1954)


Fecha: 1 de noviembre de 1954
Tipo de elección    General
Demografía electoral
Población     6,424,173
Habitantes inscritos     3,129,699
Votantes     1,639,962
Participación     52.4 %
Resultados:
Fulgencio Batista – Acción Unitaria
Votos     1,451,753     88.52 %
Ramón Grau – Partido Auténtico
Votos     188,209    11.48 %
Años después, en 1958,  Fulgencio Batista buscó una salida electoral ante la insurrección armada

En enero de 1958 Fulgencio Batista había restaurado después de un breve tiempo, las garantías Constitucionales en el país pese a la actividad subversiva existente. Según se lee en el libro oficialista En el último año de aquella República, del autor Ramiro J. Abreu (ex oficial del MININT y funcionario del Departamento América del Comité Central del Partido Comunista de Cuba en los años ochenta del pasado siglo XX, años en que fue publicado dicho libro en Cuba; libro prologado por Carlos Rafael Rodríguez), Batista hizo ciertos cambios en su gabinete, compulsado por ciertas fuerzas políticas nacionales y extranjeras y hasta por el propio Nuncio, Monseñor Luigi Centoz, que conllevó a una nueva imagen de su régimen y a una posible solución no violenta a la situación política del país. Leemos en sus páginas 81 y 82:
¨… Ya, desde antes, permitió la reestructuración de los partidos políticos de ´oposición´, restableció ´la libertad de prensa ´ y las garantías constitucionales´, y el 10 de marzo dio el indulto a 40 personas. Con el mismo propósito, Batista se deshizo de su Premier, Jorge García Montes, y nombró en ese cargo a su Embajador en Estados Unidos, Emilio Núñez Portuondo, De esta forma, dio paso al llamado gabinete de la concordia, con el cual procuró tener una apariencia de Gobierno flexible con ribetes liberales …¨
En ese libro también se lee, en sus páginas 99 y 100, que Batista en marzo de 1958 le propuso al Movimiento 26 de Julio que participara como un partido político en las próximas elecciones junto a los otros partidos. Fidel Castro se negó alegando que esa proposición era una trampa de Batista. Los que hemos padecido la tiranía Castrista este medio siglo, sabemos que la verdadera razón de la negativa de Fidel Castro era que no quería Poder, sino todo el Poder y de manera vitalicia. En varios países de Latinoamérica han gobernado, y gobiernan hoy, individuos que fueron líderes de la lucha armada en países donde se llevaron a cabo diferentes Procesos de Paz cuando en ellos mandaban regímenes más autoritarios y represivos que el de Fulgencio Batista en Cuba.
¨Para estar a tono con este clima político, el Episcopado hizo un llamamiento público a la paz y a la concordia; esta gestión determinó de inmediato, la constitución de una Comisión de Concordia Nacional, integrada por distintas personalidades de la época: la encabezó el ex coronel de la Guerra de Independencia Cosme de la Torriente; los ex vicepresidentes de la república, doctores Raúl de Cárdenas y Gustavo Cuervo Rubio; y los también doctores José Manuel Cortina y Ricardo Núñez Portuondo; Víctor Pedroso, presidente de la Asociación Nacional de Bancos; y un representante del Episcopado, Reverendo Pastor González, secundados a su vez por la élite de los hacendados, banqueros y comerciantes. En síntesis esta comisión procuró lograr un arreglo entre Fidel y Batista, mediante el cual el Ejército Rebelde depondría las armas, se liberarían a los presos políticos, se permitiría el regreso de los exiliados, se restablecerían las garantías constitucionales y se efectuarían elecciones libres con la participación del Movimiento 26 de Julio como un Partido político tradicional más. Es evidente el carácter maniobrero y de completo servicio al régimen que tenía esa gestión de paz. El Comandante Fidel Castro denunció el 9 de marzo de 1958, en carta pública, los objetivos de esa comisión, con la cual terminó la corta vida de la misma.¨
 Pero volvamos a las elecciones del 1 de junio de 1958. Para evitar que esas elecciones se efectuaran, el Movimiento 26 de Julio, incrementó sus sabotajes y asesinatos; el régimen respondió con sus sangrientas represalias; esto trajo como consecuencia la suspensión en marzo de 1958 de las garantías Constitucionales y el aplazamiento de las elecciones. Las indicaciones para ese incremento de las acciones por parte del M-26-7 están dadas por Fidel Castro en su Manifiesto del Movimiento 26 de Julio Al Pueblo, del 12 de marzo de 1958, el cual también está firmado por Faustino Pérez. Por cierto, Fidel en ese manifiesto llama a la huelga de abril y años después le echa la culpa a otros de haber llamado a la misma sin darse las condiciones ...

Fidel Castro en dicho manifiesto plantea, según Carlos Márquez Sterling en http://cuba1952-1959.blogspot.com : que todas las fuerzas obreras y estudiantiles de la isla fueran a una huelga general, que sería apoyada militarmente por el Ejército Rebelde.

Este manifiesto (lo pueden leer en idioma Inglés  AQUÍ) ) prohibia los viajes de cualquier tipo en la provincia de Oriente desde el 1 de abril, y anunció que los rebeldes abrirían fuego sin advertencia previa a cualquier vehículo que violara esa disposición. Asimismo, decretó que todos los pagos al gobierno debían de cesar, y que quien hiciera los pagos al gobierno, incluido los impuestos o tasas, sería considerado un traidor antipatriota y culpable de un acto contrarrevolucionario. A los que que trabajaran en el gobierno en los puestos administrativos o en los tribunales se les ordenó a renunciar. A los militares se les advirtió que serían juzgados como criminales, a menos que desertaran o se unieran al Ejército Rebelde. El manifiesto terminaba pidiendo que la gente diera su apoyo a la campaña de exterminiar a todos aquellos que sirvieran a la tiranía con las armas, declarando que a partir del 5 de abril comenzaría una guerra total y que tendrían la necesidad de aniquilarlos a donde quiera que estuvieran, como los peores enemigos de la libertad y la felicidad.

Sobre la oposición al gobierno de Fulgencio Batista (el cual como ya vimos había sido   elegido en las elecciones pluripartidistas del 1 de noviembre de 1954 según los códigos electorales por el que fue elegido constitucionalmente en 1940; señalo que para mí fue un gran error de Batista postularse) hay que tener el conocimiento y en cuenta que los líderes del Partido Ortodoxo y del Partido Auténtico (los dos partidos políticos mayoritarios en Cuba en ese momento) se había reunido y unido  en Montreal  para darle una salida  política al régimen de facto de Fulgencio Batista después de dicho golpe de Estado. El Pacto de Montreal era un peligro para las aspiraciones de Fidel Castro, el cual tenía tristes experiencias en los  procesos electorales estudiantiles y dentro del Partido Ortodoxo. Esa situación  compulsó a  Castro a hacer el ataque al Cuartel Moncada y así salir  a la palestra política nacional  como una figura significativa y descollante aunque  eso se llevara a cabo mediante   un gran número de mártires por lo descabellado del plan de ataque a la segunda fortaleza militar del país.

 
 Vista Parcial del acto de desagravio a Batista  efectuado en abril de 1957 por el ataque al Palacio Presidencial el 13 de marzo de 1957 por la Organización Auténtica  (36 atacantes) y el Directorio Revolucionario (8 atacantes).

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Fulgencio Batista al frente  de la  inauguración del Túnel de la bahía de La Habana el 31 de mayo de 1958

Hay que tener claro que una muy pequeña minoría del pueblo cubano se enfrentó decididamente al régimen de Batista y una muy pequeña minoría defendió  decididamente  al régimen de Batista. La gran mayoría del pueblo cubano  se cruzó de brazos y al triunfar se fue con los vencedores, como lo han hecho muchos pueblos en la Historia,  ya que el derrotado no era peligroso.  La alegría  de gran parte del pueblo cubano al triunfar la Revolución  fue porque erróneamente creyeron (en parte por la falsa propaganda de Fidel Castro) que se acabarían los atentados terroristas revolucionarios  en tiendas, cines, cabarets, establecimientos comerciales,  tiroteos y las consecuentes  víctimas mortales,  así como los muertos producto de la represión policial  a ese terrorismo revolucionario que por  la independencia que siempre tuvo el Poder Judicial durante el régimen de Fulgencio Batista ya que  muchos autores de ese terror revolucionario  era presentados a los tribunales civiles mediante el recurso de habeas corpus,  y posteriormente  salián mediante fianza a la calle y de ahí a la clandestinidad urbana, al aeropuerto o a las guerrillas en el campo cubano. 
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