lunes, febrero 27, 2023

En las escuelas de Cuba llueve orine. Roberto Álvarez Quiñones: Hoy, con el doble de población de 1958, el país cuenta con 160 escuelas rurales menos que antes de que los Castro asaltaran el poder.

 Tomado de https://diariodecuba.com/

En las escuelas de Cuba llueve orine

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Hoy, con el doble de población de 1958, el país cuenta con 160 escuelas rurales menos que antes de que los Castro asaltaran el poder.

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Por Ronerto Álvarez Quiñones

Miami

25 febrero 2023

Recientemente, durante la visita a México del "presidente" cubano Miguel Díaz-Canel, el mandatario Andrés Manuel López Obrador anunció: "Yo ofrezco al presidente Miguel Díaz-Canel que México va a encabezar un movimiento más activo para que nos unamos todos los países y se defienda la independencia, la soberanía de Cuba y nada de darles un trato de país terrorista".

Ante semejante agravio a los cubanos, al apoyar a la tiranía comunista que ya casi acabó con Cuba, es práctico echar un vistazo a algunos de los "logros de la revolución" que a estas alturas tan enfáticamente elogia el presidente populista mexicano.

Y un buen comienzo es otear brevemente el sistema nacional de educación, que junto con la salud pública ha sido el principal baluarte de la propaganda castrista. Durante décadas, Fidel Castro fabricó con ambos servicios sociales sus más exitosos mitos publicitarios. Los vendió como "obra genuina de la revolución cubana". El planeta todo se lo creyó y Castro I devino benefactor de su pueblo y de los pobres del mundo. Y se atornilló en el poder ad infinitum.

Llueve orine en las escuelas cubanas

Ahora pongamos los pies en la tierra y veamos lo que dijeron hace unos días dos madres de escolares en Holguín: "En la escuela de mi hijo, para no embarrarse de orine los zapatos habría que entrar en zancos, pues se acumula fuera del inodoro. Y los inodoros no descargan, permanecen llenos de caca todo el tiempo. Simplemente no hay mantenimiento, es una asquerosidad", se quejó indignada Suriley, madre de un estudiante de secundaria básica en Holguín.

Otra madre holguinera, Dayné, afirmó que "del techo gotea orine con agua desde el baño de arriba", y que los inodoros "cogen gusanos porque no se descargan". Ana Laura, hija de Laura Inés, está en segundo grado en una escuela primaria y nunca ha ido al baño de la escuela, dice que "prefiere aguantar y aguantar antes que ir a un lugar tan asqueroso".

Y eso que estas quejas de Suriley y Dayné son solo tangenciales, pues se refieren a los servicios sanitarios y la falta de higiene, no a la crisis sistémica de la enseñanza en Cuba, que huele peor que los baños escolares.

Volviendo un poco atrás, según los bajos estándares del Tercer Mundo podría decirse que hasta los años 80 el castrismo logró tener un amplio sistema de instrucción escolar, que no educacional, cosa muy diferente.  

Pero todo era postizo, se basaba en una doble falacia: 1) la educación no era financiada por el Gobierno de Cuba, sino por el Kremlin, con subsidios de hasta 3.000 millones de dólares anuales; 2) el verdadero propósito de Castro no era educativo propiamente, sino el de realizar la mayor operación de lavado de cerebro ocurrida nunca en el hemisferio occidental. Por eso cerró todos los colegios privados, y despidió a los maestros y profesores "formados por la burguesía" que no se sumaron al adoctrinamiento comunista.

Escuelas en el campo: despilfarro, alumnas embarazadas, abusos

En uno de sus arranques de megalomanía a Castro I se le ocurrió un demencial plan "único en el mundo", aunque con fuerte tufo fascista. Construyó 535 gigantescas escuelas de tres y cuatro pisos en los campos cubanos, con una severa afectación a la economía nacional y la vida de los cubanos.

Los cientos de miles de estudiantes secundarios y preuniversitarios que fueron internados en aquellas escuelas en lugares remotos eran obligados a trabajar media jornada como peones agrícolas. Y los estudiantes de las ciudades eran llevados a trabajar en la agricultura por períodos entre 45 días y tres meses.

Así, niños y adolescentes fueron separados de sus padres y puestos bajo el control del Estado para adoctrinarlos mejor y formar el "hombre nuevo". La promiscuidad sexual y la violencia verbal y física alcanzaron altos niveles. Muchas alumnas adolescentes resultaron embarazadas y se convirtieron en madres solteras. Otras abortaron con riesgos para sus vidas.

En los 20 años que duró el plan, hasta 1991, se utilizaron diez millones de toneladas de cemento, se ensamblaron 2.000 ómnibus rusos (Girón) para transportar a los estudiantes.  Se consumieron 16 millones de toneladas de alimentos y 15 millones de toneladas de combustible. Eso sin contar el equipamiento técnico y docente, uniformes, y todo el cuantioso avituallamiento necesario en general. Con aquellos recursos se pudo desarrollar notablemente la infraestructura de la economía para satisfacer mejor las necesidades de la población.

Al acabarse el maná que caía desde Moscú, aquellas inmensas escuelas rurales fueron cerradas y abandonadas. Algunas convertidas en cárceles, otras en refugios de delincuentes, en viviendas tomadas por asalto. Otras siguen vacías porque nadie quiere laborar en terrenos llenos de marabú.

Los maestros dejan las aulas

Como resultado de aquel disparate, hoy Cuba, con el doble de población de 1958, cuenta con 160 escuelas rurales menos que antes de que los Castro asaltaran el poder. Actualmente hay 4.729 escuelas rurales y hace 65 años había 4.889, según la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) del régimen, y el antiguo Ministerio de Hacienda.  Y desde 2013 se han cerrado 1.934 escuelas rurales. Hace diez años había muchas más en los campos del país

El objetivo prioritario de los Castro siempre fue el de sembrar en la conciencia nacional cubana una visión torcida de la sociedad, la historia, el mundo, la humanidad, el desprecio a los valores de la cultura y la democracia occidentales, las libertades del ciudadano moderno. Y para glorificar al socialismo, el dictador y su claque.

Hasta la propia Campaña de Alfabetización tuvo propósitos doctrinarios. Las primeras palabras que enseñaban los brigadistas Conrado Benítez eran loas a la revolución y a Fidel. A propósito, Cuba con un índice de 23% de analfabetos en 1956 había sido reconocida por la ONU como uno de los países con menos analfabetos en Iberoamérica y todo el mundo. En España era de un 50%. Además, para alfabetizar no era necesaria una tiranía estalinista.

(En algunos libros que consulté  cuando yo era profesor universitario de un Instituto Superior Pedagógico en Cuba, se planteaba que el analfabetismo era del 18%-; en otros el 23% Comentario del Bloguista de Baracutey Cubano)

Corriendo ya la tercera década del siglo XXI, con impresionantes avances en la tecnología e innovaciones científicas, Cuba presenta un asombroso y triste atraso técnico-científico, educacional y cultural que la remonta a la primera mitad del siglo XX.

Cuando la "explotación capitalista", Cuba en educación se ubicaba en la punta de vanguardia de Latinoamérica, junto a Argentina, Uruguay, Costa Rica y Chile. Hoy está en la cola. Faltan maestros, aulas adecuadas, libros de texto, uniformes, equipos imprescindibles para las clases y las prácticas de laboratorios.

Escasean los lápices, las libretas, y los uniformes. No hay acceso libre a internet, ni programas de estudios propios del siglo XXI. Los edificios y muebles están en estado ruinoso, sueltan los pedazos. Y ya vimos que hasta gotean orine en las aulas.

Un bachiller de 1958 era un sabio comparado con uno de hoy

La educación hoy en Cuba una vergüenza nacional, no solo en lo docente, sino por la grave pérdida de valores éticos, cívicos y morales. Niños y adolescentes, incluyendo hembras, se gritan entre sí obscenidades inimaginables.

Más de 35.000 maestros y profesores han abandonado las aulas entre 2009 y 2021, debido al bajísimo salario que reciben y a otros factores. Las plazas vacantes generalmente se cubren con jovencitos improvisados como maestros sin la preparación necesaria. Muchos no articulan bien las palabras y no se les entiende bien lo que dicen. La corrupción campea sin control. Con regalitos al "profe", muchos alumnos aseguran su aprobación en exámenes.

(Instituto de Segunda Enseñanza (Bachillerato,  Preuniversitario) de Manzanillo construido por el gobierno del Presidente Carlos Prío Socarras. En  esa presidencia se construyeron varios de ellos con similar estructura como es, por ejemplo, el de la ciudad de Pinar del Río. Comentario del Bloguista del blog Baracutey Cubano) 

Si saltando las barreras del tiempo se pusiesen hoy a competir en conocimientos un bachiller graduado en 1958 y uno de 2022 nos quedaríamos boquiabiertos de lo mal parado que saldría el bachiller de estos tiempos por su indigencia educacional.

Pienso que no sería una exageración afirmar que hoy no hay en Latinoamérica un panorama educativo más desastroso que el de Cuba. Por algo ni Miguel Díaz-Canel, ni nadie en la cúpula dictatorial, menciona ya la palabra educación.

No obstante, Andrés Manuel López Obrador sigue alabando los "logros" de la revolución comunista, incluida la educación. No alcanzamos a saber si es que no tiene idea de lo que dice, o si compite para convertirse en el peor enemigo externo del pueblo cubano.

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La enseñanza en Cuba. ¿Instrucción o adoctrinamiento?


Por: Dr. Alberto Roteta Dorado.-
20 de agosto de 2019


Santa Cruz de Tenerife. España.- La lucha por la supervivencia es una condición inherente a todas las criaturas vivientes. El hombre es capaz de extrapolar esta cualidad a las instituciones, entidades, edificaciones e instancias fruto de su creación, a las que intenta salvar de la destrucción y del olvido cuando estas pasan a su fase decadente. Para esto se auxilia de formas muy inverosímiles, y aunque parezca increíble, con frecuencia acude a métodos cuasi inhumanos para salvaguardar lo que considera una reliquia. 


Es por esto que no debe sorprendernos cualquier disparate en los sendos titulares de algunos medios oficialistas cubanos, o en las llamadas redes sociales – tan de moda por estos tiempos–, los que movidos por cierto ímpetu en pos de hacer algo por su perdida revolución se empeñan en realzar aquellos elementos que aun siguen considerando dentro de sus “triunfos”, cual paradigmas intocables.  

Cuando creía haber visto todo alguien comparte lo que tal vez considera sea lo último en materia de “hazañas” de la revolución cubana. “Unesco: La educación cubana es un ejemplo para el mundo”, es el titular de un medio conocido como Actualidad, y que comparte en las redes uno de los que se empeña en hacer sobrevivir lo que resulta demasiado decadente y carcomido como para poder hacer algo por su supervivencia. 


Dicho artículo en realidad fue publicado en febrero de 2014. No obstante, el encargado de promoverlo ahora, a pesar de haber pasado más de cinco años, lo hace cumpliendo lo que le han “orientado” desde “niveles superiores” (tratando de emplear el obsoleto y ridículo lenguaje de los comunistas de la isla), esto es, tratar de demostrar al mundo las “proezas” de la llamada revolución cubana, justamente ahora que está en su peor momento, no solo desde el punto de vista económico con las grandes penurias y escaseces que ya todos conocemos, sino desde el punto de vista social, ético y moral.


(Martha del Carmen Mesa, Viceministra primera del Ministerio de Educación Superior (MES))

Recordemos que esa educación gratuita y para todos que tanto se han encargado de pregonar los defensores del castrismo no es más que una apariencia a modo de imagen estereotipada. Detrás de esa imagen, que al parecer la UNESCO se creyó, se esconde la verdadera historia de un sistema educativo fundamentado en el más cruel adoctrinamiento de nuestros tiempos. 

En los primeros años de la década del sesenta tuvieron lugar una serie de transformaciones capaces de invadir todos los espacios del territorio cubano. Nada ni nadie quedaron exentos a la terrorífica influencia de los radicales cambios que se gestaron de manera gradual, pero siempre aniquilando todo aquello que el régimen consideró “rezago del pasado” o residuos “pequeño-burgueses”, acudiendo a su terminología oficial.  

El llamado gobierno revolucionario se encargó de marginar a los profesores de una trayectoria destacada en los años precedentes al 1959 que no mantuvieran una conducta acorde a los nuevos cánones que estableció el comunismo. Esto determinó un gran éxodo de docentes, en su mayoría doctores en pedagogía, y en filosofía y letras por la Universidad de La Habana, y de otros que sin tener esta honorable categoría – actualmente corresponde a una licenciatura en ciencias pedagógicas– eran personas de una cultura extraordinaria y con vocación por el magisterio, lo que unido a la marginación que ejerció el régimen con los que se quedaron, originó el primer gran caos educacional.

A partir de entonces comenzaron los maestros y profesores improvisados que sin tener conocimientos  pedagogía – una verdadera ciencia y todo un arte en su sentido esencial y fundamental– tuvieron que dar “su paso al frente” ante el llamado que les hizo la naciente revolución cubana. 

(Jorge Mañach)

Atrás quedaron los tiempos de Jorge Mañach y de Medardo Vitier – por solo citar a dos insignes pedagogos y filósofos cubanos–, colosales pilares de la docencia en la etapa anterior a la usurpación del poder por Fidel Castro. Aquellos que no tenían una línea de formación, y ante todo de praxis, de carácter marxista no pudieron continuar sus investigaciones y sus labores en la docencia de un país que de la noche a la mañana se convirtió al socialismo, y en el que se declaró al engendro monstruoso de la filosofía marxista-leninista como forma oficial de filosofía.  

Con la campaña de alfabetización, promovida entre el 1 de enero de 1961 y el 22 de diciembre de 1962, comenzó el proceso de adoctrinamiento más grande de la historia de la nación cubana. Bajo la óptica de enseñar a leer y escribir a las multitudes se intentó – y por desgracia se logró– transformar el pensamiento de los hombres

Este fue el verdadero objetivo de la masiva campaña que tuvo como autor intelectual nada menos que al Che Guevara, personaje que ya por aquel entonces había dirigido los fusilamientos masivos de miles de cubanos y estaba a punto de declarar en la ONU que seguirían fusilando, amén de haber inculcado el odio entre los hombres, aunque actualmente los niños cubanos han de repetir, cual sagrado mantra, cada mañana antes de comenzar sus clases: “Pioneros por el comunismo, seremos como el Che”. 

Con este precedente qué se podía esperar de la educación cubana de la era castrista, considerada por los seguidores del régimen como etapa revolucionaria. La mala-suerte estaba echada. En lo adelante un fracaso tras otro ha caracterizado a la educación cubana, a pesar de que algunos se aferran a creer lo contrario, y lo peor, que sabiendo de sus derrotas se encargan de convertir cada revés en una “victoria”.  

Ya las multitudes estaban listas, cartilla y manual en mano, para reproducir las consignas comunistas devenidas luego en célebres frases del peor régimen del hemisferio occidental de nuestro tiempo. Luego las aspiraciones fueron otras. Había que hacer una campaña por alcanzar el sexto grado de escolaridad, después las Facultades Obrero-Campesinas, las pretensiones de un noveno grado, y con el tiempo la masividad de la educación superior, aunque algunos universitarios cubanos sean semianalfabetos.     

No importa que se tenga o no los conocimientos y las habilidades que se sobreentiende exijan los planes de estudios y las normas curriculares de la enseñanza. Hay que aprobarlos a todos; esa es la premisa del corrupto régimen que intenta afianzarse mostrando al mundo cifras numéricas y  sin importar la calidad, algo que la UNESCO en 2014, y posteriormente otras instituciones internacionales, al parecer desconocen o prefieren desconocer. 

Si se realizara un sondeo mediante una muestra aleatoria estratificada a estudiantes de diversos niveles de la enseñanza podrá comprobarse el grado de desconocimiento generalizado de los educandos cubanos, incluidos los universitarios de cualquier carrera.

Se perfectamente que esto no es un fenómeno exclusivo de la educación cubana, sino que de manera general en el mundo existen serios problemas con la calidad del aprendizaje y la enseñanza. Solo que no siempre nos encontramos con un disparate tan grande como el que se comparte en las redes sociales, aún cuando es noticia algo caducada, acerca de que “La educación cubana es un ejemplo para el mundo”. 

Este escueto escrito que se publicó en el medio Actualidad está basado en informaciones de aspecto cuantitativo como: calidad, primera infancia, la primaria, los jóvenes, la alfabetización de los adultos y la paridad entre los sexos; dejando a un lado los aspectos cualitativos, donde se debió incluir la  de la enseñanza siempre que esta se hubiera medido en realidad por observadores mediante la aplicación de métodos cualitativos y no reafirmada según los datos ofrecidos por las autoridades del castrismo.  

Debe distinguirse bien lo que es instrucción, educación y en primer lugar lo que es adoctrinamiento. Es justamente esta última categoría la que ha prevalecido en el sistema educativo cubano, esto es, su verdadera razón de ser para lograr el servilismo masivo que se requiere para sostener a un sistema dictatorial y totalitario. 

¿Cómo pueden instituciones y organizaciones creerse semejante disparate cuando en realidad cada inicio de un curso escolar representa una odisea ante la carencia de maestros y profesores, sin contar que la calidad de dichos maestros es la peor?

Justamente al inicio del curso escolar 2014-2015, coincidiendo con el año en que la UNESCO declaró de manera pública la idea de que el sistema de enseñanza cubano constituye un ejemplo para el mundo, había un déficit de 10. 800 maestros y profesores, lo que significa que solo se contaba con el 93% de la plantilla requerida para poder ofrecer instrucción a casi dos millones de educandos de diversos niveles de la enseñanza.   

Esta deficiencia se ha mantenido cada curso toda vez que al inicio del curso 2016-2017 se repetía la historia, esta vez con el 94,2% de los docentes requeridos; aunque en este curso se reporta que 390 centros escolares se encontraban en estado crítico en cuanto a infraestructura, lo que determinó que se tuvieran que reubicar miles de estudiantes en otros centros ante el cierre de dichos colegios a punto de derrumbarse. En el 2017-2018 hubo un déficit de 16.000 maestros y para el curso 2018-2019 una carencia de 10.000, lo que demuestra que resulta imposible el slogan de que la educación cubana sea un modelo ante el mundo.

No obstante, los dirigentes comunistas de la isla se mantienen aferrados a un “proceso de perfeccionamiento de la educación” que jamás termina – como tampoco culmina la disparatada idea de esa sociedad que hace seis décadas dicen estar edificando mediante la permanencia de un modelo socioeconómico de tipo socialista–, y que sin importar las consecuencias pretenden sostener. 

Dentro de las llamadas “estrategias” que el régimen ha adoptado en sus intentos de hacer sobrevivir la “educación” en medio del caos se encuentran ideas tan disparatadas como la utilización de adolescentes de 15 años, los que recién han concluido sus estudios de secundaria básica, para “formarlos” como profesores de dicho nivel de enseñanza. 

Ya se podrán imaginar los lectores que podrá salir de este nuevo engendro propuesto en el 2017, toda vez que dichos educandos al no haber recibido una formación con un mínimo de calidad no podrá esperarse que puedan aportar absolutamente nada a los estudiantes, excepto la reiteración de las consignas socialistas y alguna que otra reseña de elogio –aprendida de memoria unas horas antes se presentarse al aula– al considerado líder histórico de la llamada revolución cubana, con lo que incentivarán el culto a la personalidad, la adoración y el servilismo que tanto promueven los sistemas totalitarios. 

Otra de las opciones a las que ha tenido que acudir la dictadura castrista consiste en utilizar a estudiantes de la enseñanza universitaria entre el tercer y quinto años de estudios para dar clases en las secundarias básicas, nivel del mayor déficit de maestros; otro desacierto, por cuanto, se sobreentiende que dichos estudiantes no tengan motivaciones de carácter pedagógico y solo asumirán su rol por cumplir lo establecido sin ser señalados luego como una negación ante una “tarea designada por la revolución”.   
     
En fin, que si alguna vez alguien dudó de las historias que se cuentan acerca de que durante los exámenes de ingreso a la universidad los aspirantes no saben escribir correctamente la letra del himno nacional cubano, o no tienen la menor idea de los aspectos más elementales de la historia patria, o de la pésima ortografía de aquellos que salen de las universidades cubanas, que no quepa la menor duda, todo es real, aunque para muchos resulte increíble. 

A estas alturas ¿qué más da? Al fin de cuentas  –como suele ponerse en sendos carteles en la isla– “la universidad es para los revolucionarios”, y algunos seguirán creyendo la utopía de que “la educación cubana es un modelo para el mundo”; solo que dicho modelo es el del adoctrinamiento y no el de la instrucción. 
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Nota del Bloguista de Baracutey Cubano
Cuba en 1958 tenía uno de los índices de analfabetismo más bajos del continente americano; diferentes autores los sitúan entre el 18% y el 23%. Una frase de Fidel Castro fue  ¨yo no te digo cree, yo te digo lee¨. Lo que no dijo el Manipulador en Jefe es que se iba a apropiar de todos los medios masivos de comunicación de Cuba, en particular de la prensa escrita y de todas las imprentas, y que sólo se publicaría lo que la tiranía quería que el pueblo cubano leyera, a la vez que prohibía la entrada al país de diarios, libros, revistas, etc. que tuvieran un mensaje en contradicción con el adoctrinamiento  que le imponía el naciente Castrismo  al pueblo cubano con su bloqueo cultural e informativo.
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Alfabetizadoras cubanas en el antiguo Cinódromoal cual se le llamó posteriormente Estadium Eduardo Saborit, el autor de  la canción Cuba, qué linda es Cuba y del himno de la alfabetización; foto de archivo.

Muchos brigadistas fueron enviados zonas de conflicto armado  con una cartilla Castrista  para adoctrinar  enseñando la letra F con el nombre Fidel, la letra R con la palabra Revolución, etc. y cantando el himno  de la alfabetización  cuya letra  muestro a continuación. La perversidad del Castrismo buscando mártires de vidas ajenas  es inigualable en la historia cubana,  pues saben que en los conflictos armados se hace presente el heroismo pero también en algunas personas,  independientemente de la causa  por la que estén luchandom,  los peores y más bajos sentimientos del ser humano .

Himno de la Alfabetización. Eduardo Saborit

Somos la Brigada Conrado Benítez,
somos la vanguardia de la Revolución,
con el libro en alto cumplimos una meta:
llevar a toda Cuba la alfabetización.
Por llanos y montañas el brigadista va,
cumpliendo con la Patria, luchando por la paz.
¡Abajo  imperialismo!, ¡Arriba  libertad!
Llevamos con las letras la luz de la verdad.
Cuba, Cuba, estudio, trabajo, fusil,
lápiz, cartilla, manual,
 alfabetizar, aalfabetizar.

 Ah!, El adolescente de 16 años Manuel Ascunce Domenech  fue situado en un momento álgido de la lucha  en casa de Pedro Lantigua, un campesino de la zona que era guía (práctico) de las tropas Castristas que combatían a los alzados antiCastristas y que les mostraba a la tropa  los lugares donde  los alzados podían refugiarse, según testimonió (a principios de los años 90s del pasado siglo XX en unos supuestos juicios sobre el daño del Imperialismo norteamericano al pueblo de Cuba) el General Anibal Velaz  quién era un alto jefe del MINFAR en toda la provincia de Las Villas en esos años.. Los alzados ya le habían enviado amenazas a Pedro Lantigua. El jefe de la tenientura que llevó a cabo el asesinato de Manuel Ascunce Domenech y la muerte de Pedro Lantigua fue Braulio Amador sin que se tenga conocimiento, hasta ahora,  que alguna capitanía o comandancia de los alzados tuviera conocimiento o hubiera dado la orden de asesinar al adolescente brigadista, aunque Fidel Castro  en un discurso culpó a los jefes insurgentes de las montañas del Escambray..

Guillermo Fariñas, quién, según él,  tuvo un tío  en el selecto grupo El Molino  de la Seguridad del Estado, en la provincia de Las Villas y su padre combatió en El Congo junto a Che Guevara, escribió en  su artículo TOTAL FALTA DE CONSIDERACIÓN : 

Luís Felipe Denis Díaz, un difunto General, en una conferencia en los Camilitos de la desaparecida provincia de Las Villas expresó: “Nosotros como Seguridad del Estado contábamos con la colaboración de los maestros voluntarios en las zonas de guerra”. Así que serán los historiadores quienes dirán si Ascunce era  colaborador o no de la Seguridad del Estado o quizás  hasta agente pues hubo reclutamientos  por parte del DSE hasta de adolescentes de 13 años.

Luís Felipe Denis Díaz fue el jefe de la Seguridad del Estado en todo El Escambray cuando la lucha contra las guerrillas antiCastristas y anticomunistas.

Manuel Ascunce Domenech no fue el único brigadista asesinado. El Castrismo obtuvo sus mártires para sostener su régimen ¨de difuntos y flores¨.

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