miércoles, marzo 04, 2020

Mike Porcel: ¿un hombre ‘aplastado’?. Zoé Valdés: ¿Por qué no han invitado al Concierto Anticomunista de Miami al gran trovador?

Nota del Bloguista de Baracutey Cubano

Quizás el hecho de que una  canción de Mike Porcel fue  la canción ganadora   para el XI Festival Mundial de las Juventudes y los Estudiantes (que se   había celebrado entonces  recientemente en Cuba en el verano de 1978)  haya tenido que ver  en el freno a que Mike Porcel saliera de Cuba cuando el éxodo  por el puerto de El Mariel.

Sueños al Pairo (Documental Cubano)

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AmericaTeVeCanal41
Marzo 3, 2020

El cantautor cubano Mike Porcel habla sobre documental sobre su vida censurado en Cuba


Tony Pinelli habla de su participación en el acto de repudio a Mike Porcel


Tony Pinelli admite haber participado en acto de repudio al músico Mike Porcel

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Mike Porcel: ¿un hombre ‘aplastado’?

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¿Por qué no han invitado al Concierto Anticomunista de Miami al gran trovador?
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Por Zoé Valdés
2020-03-03

Alguien, un hermano martiano, tuvo la gentileza de enviarme el último documental prohibido en Cuba, titulado Sueños al pairo; también otra amiga me lo reenvió, y finalmente asistí a una proyección privada. Después de haberlo visto tres veces, debo reconocer que llevo noches sin dormir debido a diversos sentimientos encontrados, y no sólo porque conozco a Mike Porcel, el sujeto, el tema del documental, y sé de su dolorosa historia personal, y aprecio su extraordinaria obra de compositor, poeta, trovador, su inmensa cultura musical, y su genuina sensibilidad, rayana en lo druida sacerdotal; además, porque, pese a las buenas intenciones del documental, no he podido contener la ira frente a los testimonios de los que son entrevistados en este documento fílmico, producido y dirigido en Cuba por los jóvenes realizadores José Luis Aparicio y Fernando Fraguela, quienes se han convertido en los más recientes perseguidos del Icaic (Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos), institución absolutamente controlada y dirigida por el régimen.

Con Mike Porcel se ensañó la tiranía castrista desde que apareció en la escena artística cubana como miembro del célebre Grupo Los Dada, aunque al inicio todo sucedió poco a poco. Luego pasó a ser el creador conceptual y musical del grupo Síntesis, había compuesto anteriormente dos discos para Amaury Pérez Vidal (quien testimonia en el documental); de Síntesis se tuvo que marchar –él lo explica sucintamente en el documental, debido a contradicciones estéticas, quién sabe si a más, Mike es un hombre íntegro y no dirá nada que ofenda ni siquiera a los que lo ofendieron a él–, para emprender una carrera en solitario, que fue igual de exitosa que pesarosa.

Creador de la tan oída y tarareada canción "En busca de una nueva flor" en aquel año del Festival Internacional de la Juventud y los Estudiantes, cuyo evento se celebró en La Habana, pronto la envidia de otros trovadores, notablemente la de Silvio Rodríguez, convirtió a Mike en un personaje orwelliano, de la tan leída novela (realidad ficcionada) 1984; perseguido por el Ministerio de la Verdad, que no era y no es más que el Ministerio de la Mentira.

(Mike Porcel)

Mike decidió entonces marcharse de Cuba, en el momento en el que por fin se pudo, cuando se abrió el puerto de Mariel y familias que vivían en el exilio debieron invertir sus ahorros en alquilar embarcaciones para viajar a buscar a sus familiares en Cuba. El resto es archiconocido. El régimen aprovechó, llenó los barcos de escoria y de locos, aunque mucha gente buena y de gran talento pudo escapar, como fueron los casos de Reinaldo Arenas, Juan Abreu y algunos otros. A mí me consta que escaparon en tablitas, a Reinaldo Arenas le iban a impedir la partida, lo que aparece muy claro y explicado en sus memorias, Antes que anochezca, como también en la película basada en ellas. Eso fue precisamente lo que le ocurrió a Mike Porcel, no le permitieron salir. Quedó varado en la isla durante nueve largos y aterradores años, en los que no dejaron ni un solo instante de acorralarlo, a él y a su familia, incluyendo a su hijo pequeño, al que expulsaron del conservatorio. El horror, sin más.

Sí, el horror de las hordas que intentaban destrozar las dos entradas de su casa durante aquellos días fatídicos, mientras ellos debieron acuartelarse, porque los querían linchar literalmente, a él, a su familia, a su madre enferma, a su hijo. Como se puede ver en las imágenes del filme que hicieron las hordas castristas en las calles de aquel vergonzoso año ochenta, que apedrearon, golpearon e insultaron a familias enteras de cubanos cuya única falta era ansiar partir hacia tierras de libertad.

El Icaic argumenta hoy que justamente la censura se debe a esas imágenes del pueblo combatiente y a las palabras áridas del discurso de Fidel Castro, con su –al parecer– olvidado (no por mí, yo no olvido) "que se vayan, no los queremos, no los necesitamos". O sea, una vez más, para ellos, no se debe dañar la imagen de lo que fue y es todavía; y sin embargo, ningún reparo en continuar deliberadamente destrozando destinos, en este caso no sólo el del músico, además el de los realizadores.

Para mí no han sido en exclusiva esas imágenes lo que constituye objeto de censura, el hecho es que Mike Porcel todavía molesta, su música la tienen clavada en el hipotálamo, no lo tragan ni lo tragarán nunca, su honestidad los perturba profundamente. Aunque quién quita que si un día, después de muerto, les diera dinero en abundancia, ahí estarían como los primeros ladrones y carroñeros que siempre han sido…

A mí, sin embargo, lo que más me altera, lo que me encoleriza, son los testimonios presentes y los ausentes, por igual. No se puede ser más cobarde que Frank Fernández esquinado a su maldad, como una tripa suelta y amargada del régimen. No se puede ser más astuto y doblelenguaje que Pedro Luis Ferrer, quien hasta exige que le apaguen la cámara para él poder continuar abiertamente en su decir a medias. El peor es Amaury Pérez Vidal, porque éste habla supuestamente desde la amistad. No dudo que haya querido ser amigo de Mike, e incluso no sospecho que lo haya sido: el genio despierta tanto odios y celos como alabanzas y guataquerías por parte de quienes más encelan sus valores. Pero eso de contar que cuando hicieron uno de sus discos de música barroca les exigieron añadir maracas y tumbadora, de lo contrario no saldría el disco, y que por esa razón los castigaron a alimentar leones dentro de las jaulas del zoológico, y que todavía, años más tarde, en el avión en el que acompañó al niño Elián González, afirmara orondo que Fidel Castro era su papá y el papá de todos los cubanos, no es que yo lo vea incoherente, es por encima de todo muy malvado de su parte, y demasiado hipócrita en la actualidad.

La ausencia de Silvio Rodríguez, de Argelia Fragoso y de otros más no me extraña. Silvio es un resentido de mucho cuidado, y Fragoso, en fin, puedo imaginar que "el miedo le devora el alma", como en aquella película que vi en el cine Rialto.

También he visto otro testimonio, que no aparece en el documental, de Eduardo Ramos. El hombre se arrepiente de haber sido de los primeros en acosar a Mike Porcel en aquellos constantes y abusadores mítines de repudio a pie de casa. Y termina con una de esas excusas que ya no se pueden aguantar más: "Todos participaron de aquello". No, siento recordarle que no todos participamos de "aquello", y que inclusive los que nos negamos a participar también fuimos golpeados y severamente calumniados. Yo misma, al salir de la casa de una amiga que vivía en la calle Lealtad, tuve la mala idea de recurvar por el Malecón, en sentido contrario a la manifestación de repudio por el Pueblo Combatiente contra los que se iban del país. Lo hice porque sentí la curiosidad de ver qué era aquello, y pensé de manera ingenua que podía hacerlo desde la no participación, caminando en sentido inverso al rebaño. De pronto, alguien me señaló, como a una fugada, como a esa que no iba con ellos, sino contra ellos, y de inmediato una turba me cayó encima, más pronto de lo que yo pudiera reaccionar. No sólo me ripiaron la ropa encima del cuerpo, me arrancaron hasta mechones de pelo, la golpiza fue bestial. Tampoco lo olvidaré, nunca.

Tras la censura de este documental, Mike Porcel ha vuelto al candelero, el revuelo ha sido y es impresionante, todos escriben sobre el caso, incluidos los que hasta ahora lo habían ignorado y olvidado desde el exilio, y los que ganan premios Casa de las Américas residiendo en Miami, los recogen, los cobran y Santas Pascuas…

Me alegra que Mike vuelva a la palestra pública, lo merece como persona y como músico. Aunque debiera recordar que cuando hice aquella antología titulada Censuré à Cuba, que editó la FNAC (Francia y España) con Reporteros sin Fronteras, algunos músicos participantes del exilio me pidieron que Mike no estuviera. El argumento era el mismo del de las maracas y los timbales. Mike era un trovador, y esa música ya no le decía nada a nadie, según ellos. Había que poner mucha timba, que en aquel momento era la moda. Tuvo que venir un español, el que portaba el proyecto desde la dirección de la FNAC, Miguel Barroso, para aprobar mi criterio. De más está decir que no sólo puse a Mike Porcel entre los principales, como él lo merece, además escribí un texto sobre él, en el que recalcaba la importancia musical de su obra en el ámbito de la cultura universal (no sólo de la cubana), así como la de su testimonio como víctima del comunismo que ha sabido siempre alzarse y caminar con su arte como escudo y con la frente muy alta. Lo hizo en España y lo ha hecho en Miami, donde reside.

Por esa razón me ha extrañado mucho que ahora, en este Concierto Anticomunista que sucederá en Miami por primera vez, al que he sido invitada, y cuya invitación es para mí un honor, no se haya pensado en Mike Porcel. Cuando lo propuse, el día 20 de enero, me dijeron que ya había un cupo demasiado grande. Sin embargo, no entiendo cómo reguetoneros (los timbaleros actuales) que hasta ayer estuvieron moviéndole el fambeco (trasero) a los castro-comunistas sean figuras preponderantes en ese concierto. No digo que no deban estar, sólo subrayo que Mike Porcel debiera no sólo estar, sino además ser invitado por la Casa Blanca a cantar allí y ser condecorado con la Medalla de la Libertad. No es normal que yo siga insistiendo en que Mike Porcel, con su extraordinaria obra, esté presente.

Hará unos meses el escritor Luis de la Paz presentó a Mike en Miami, nadie de los que hoy se suman a la lista de los yonosabíaporquesoymujoven estuvo presente. Tampoco en el microconcierto que le organizaron Joaquín Gálvez y también Luis de la Paz. Eso de "yo no sabía por que soy muy joven" me revienta tanto... ¿Tampoco sabes lo que fue la persecución de los judíos y la masacre comunista durante, antes y después de la Segunda Guerra Mundial, o tu nivel de conocimiento es selectivo?

La grandeza de un hombre se mide, como bien saben, no sólo por la gran cantidad de amigos que lo aman (entre los que me encuentro) y seguidores que abejean a su alrededor, sino por la tasa de mediocridad y cretinismo de los que lo han perseguido, y de los que lo han ignorado.

Mike Porcel ha tenido lo principal: el amor de su familia. El respeto y el amor de muchos que jamás lo olvidamos por su entereza, que lo admiramos por ser el inmenso artista que será hasta que esos ojos, que nos contemplan vibrantes y tan sinceros desde el final del documental, se cierren y entonces pasen a ser parte de mayores y mejores ecos.
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TRAILER Sueños al pairo

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CARTA DE REPUDIO DEL MOVIMIENTO DE LA NUEVA TROVA A MIKE PORCEL

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El documental sobre Mikel Porcel censurado y los archivos del ICAIC

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'No es tanto sobre Mike Porcel, como acerca de la miseria humana de los entrevistados, así como de esos seres terribles que desfilan por los noticieros de la época del Mariel, tirando huevos y pidiendo la muerte de la escoria.'
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Un acto de repudio posterior a 1980 en La Habana. RTV MARTÍ

Por Néstor Díaz de Villegas
Hollywood
03 Mar 2020

Acabo de ver el documental Sueños al pairo, de José Luis Aparicio y Fernando Fraguela, sobre el trovador Mike Porcel, una obra censurada en la Muestra Joven ICAIC 2020. Es un trabajo que permite conocer, a los que no lo conocen, o revisitar, a los que le perdieron el rastro, la vida y la carrera de un músico cubano borrado de la historia.

De estos tristes casos debería haber un canal permanente, con fondos y recursos que permitieran explorar los archivos y contar las tragedias de tantos desaparecidos. Una comisión fílmica de la memoria histórica con un equipo de realizadores encargados de la tarea.

Sueños al pairo no es tanto sobre Mike Porcel, aunque hable de él, como acerca de la miseria humana de los entrevistados —de algunos de ellos, al menos, los de adentro—así como de esos seres terribles que desfilan por los noticieros de la época del Mariel, tirando huevos y pidiendo la muerte de la escoria.

(Refugiados en la Embajada del Perú, 1980)

Es decir: se trata, más que todo, de un documento sobre la degradación del cubano. Porque, si los edificios y las calles se han deteriorado hasta el punto de caerse en pedazos encima de sus moradores, el alma del cubano es una loma de huesos parecida a las que vemos en imágenes de Auschwitz y Treblinka.

En Sueños al pairo vemos al castrismo sin careta, al fidelismo como el crimen de lesa humanidad que siempre fue, y a Fidel Castro, como a un dictador enloquecido que reincide, a la vista del mundo y sin el menor asomo de autocrítica, en los mismos atropellos de sus predecesores, un genocida que a finales del siglo XX, y a la altura de sus 54 años de edad, manda a las jaurías a entrarle a cabillazos a los que se le opongan, uno que azuza a la canalla apelotonada delante de una embajada con 10.000 personas hacinadas adentro, haciéndose caca y pipi unas encimas de las otras, para que las golpee y apedree.

Un führer que acumuló todo el poder del mundo, y que todavía no le bastó, y quiso doblegar también al soñador de la guitarrita y al pepillo de los pantaloncitos apretados. Ahí lo vemos en toda su vileza, y el documento de José Luis Aparicio y Fernando Fraguela de alguna manera nos responsabiliza también a nosotros por haberlo dejado vivir, por el crimen histórico de haberle permitido expirar en su cama. Todos somos culpables.

Allí lo vemos, sirviéndose, para sus sucios propósitos genocidas, de los barquitos camaroneros que alquilaron o compraron a precio de oro los exiliados, esas lanchas donde vació sus cárceles y despachó a sus delincuentes, confundidos entre los poetas y los trovadores, entre nuestras abuelas y hermanos. "¡Que se vayan, no los queremos, no los necesitamos!", dice La Bestia, que ahora reposa en los bien guardados archivos del ICAIC.

El terror les impide a los entrevistados expresar indignación. Son sofistas, paqueteros, culpables por omisión y tergiversación. Amaury Pérez es el descarado mayor, haciendo los cuentos de cómo fue reprimido, y contándose entre los gusanos: "¡No hagamos de Mike un mártir!". Pedro Luis Ferrer le exige al camarógrafo que deje de filmar para poder decir la verdad, a medias. José María Vitier calcula y sopesa cada una de sus palabras, no vaya a ser. El pianista Frank Fernández es un asco, un saco de basura recostado a un piano.

Toda esa vileza, que contrasta escandalosamente con la imagen limpia y honesta de Mike Porcel, es lo que el ICAIC quiere censurar, es lo que no quiere que vea la población penal. Las vacas sagradas de la cultura como perfectos degenerados. Esta es la razón por la que Silvio Rodríguez, Pablito Milanés y Argelia Fragoso, declinaron participar en el filme. ¿Y qué iban a decir ellos?

Sin embargo, cuando ruedan los créditos, aparece una larga lista de agradecimientos que incluye a casi todos los que cuentan en el mundo del cine cubano, desde Miguel Coyula y Jorge Dalton hasta Carlos Lechuga, Lynn Cruz, Fernando Pérez y Claudia Calviño, personas que han perdido el miedo y están situadas en el bando opuesto a los Frank Fernández de este mundo.

Les corresponde a ellos exigir la custodia de los archivos del ICAIC, ese repositorio gráfico de los crímenes de la dictadura. La memoria histórica de la nación es la legítima dueña de todas nuestras imágenes, tanto las hermosas como las horribles.

Este artículo apareció originalmente en el blog N.D.D.V. bajo otro título. Se publica con autorización del autor.

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1 Comments:

At 3:27 a. m., Blogger Chas said...

Curiosa omisión de Pablo Milanes en el articulo, participante en el mitin de repudio. según declaraciones del propio Mike.

 

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