lunes, julio 31, 2006

REJAS NADA MÁS || UNA VISITA A VIÑALES

Rejas nada más

Rafael Ferro, Abdala Press

PINAR DEL RIO, Cuba – Julio (www.cubanet.org) - Cuba es una inmensa reja. Hay rejas por todas partes. Si alguien protesta por hambre, es puesto tras las rejas. También corre la misma suerte quien intente vender algo de su propiedad. Si usted es cubano y vive en la isla, no puede vender su auto, tampoco su moto ni el cerdo que crió; pueden ponerlo tras las rejas.

Rejas por doquier. Si es opositor al régimen, tras las rejas en juicio sumario. Si no encuentra trabajo y no le cae en gracia al policía de barrio, candidato a las rejas, en fin, todo rejas.

Y como si fuera poco, los mismos ciudadanos ya se van imponiendo sus cuotas de rejas; una manera de encierro privado, independiente, opcional. Ahora, el que tiene un poco de dinero, manda a confeccionar sus propias rejas
a soldadores callejeros.

Rejas en los portales, rejas para las ventanas, su asignación de rejas también para las puertas. Y de buenas a primera cada cubano se ha convertido en un prisionero de si mismo.

Nunca me gustó ver pájaros enjaulados ni pequeños árboles de parques con esos enrejados circulándoles los troncos para impedirles daños ocasionales. Los pájaros y los árboles son incompatibles con las rejas. Los seres humanos también.

Cuentan l
os más viejos que antes cada casa cubana enseñaba hacia la calle sus puertas abiertas de par en par, sin miedo a nada, como invitando al caminante a entrar para conocer gentes buenas. Eso quedó en el recuerdo.

Ahora se han cerrado las puertas, y como si no bastara, llegan las rejas, la macabra moda obligada del auto encierro. Tanto hierro a la vista, aplasta.

Es una
moda obligada. No hay otra salida en un país en el que el índice delictivo se dispara en ascenso, la escasez está al orden del día y cada cual, por desgracia, se va individualizando.

Eso tenemos, eso nos queda, nos han dejado eso: la prisión pequeña con los gritos de tantos ahogados tras los muros de la injusticia, y la prisión grande, esta isla toda que caminamos día a día los aparentemente libres, sobresaltados por el resplandor de las antorchas que van soldando los entarimados ferrosos de cada vivienda. Nuestra única opción, rejas… rejas nada más.

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UNA VISITA A VIÑALES

Rafael Ferro Salas, Abdala Press

PINAR DEL RIO, Cuba - Julio (www.cubanet.org) - Hace un tiempo ya escribí en un trabajo que el valle de Viñales era otra lágrima en el rostro de Cuba. Es que Viñales se ha convertido en una de las tantas prohibiciones que padecemos los cubanos.

El hermoso sitio está enclavado a 14 kilómetros de la ciudad capital de la provincia más occidental de la isla, Pinar del Río, conformado por una exuberante y variada vegetación y acompañado por una cadena de montañas rocosas llamadas mogotes; allí lo hermoso corta el aliento. Los mogotes de Viñales, a decir de los conocedores, son únicos en el mundo. Para los pinareños, Viñales siempre ha sido el sitio de identificación mundial. Ahora les está prohibido.

En lo alto del Valle de Viñales hay un motel que se llama Los Jazmines. Fue construido a mediados del siglo pasado. Ha sido remozado varias veces y a pesar del tiempo intenta mantener su esplendor, respaldado siempre por la belleza intacta del lugar.

Desde hace un tiempo las autoridades de la provincia decidieron desviar la carretera que conduce al lugar y el acceso por la vía nueva está permitido solamente a los visitantes extranjeros. Para los pinareños en particular y para los cubanos todos, ahora el Valle de Viñales y su motel Los Jazmines, son sitios prohibidos.

Hace unos días tuve la amarga experiencia de sufrir en mi piel esa prohibición. Me visitó un amigo que vive ahora en Estados Unidos. Lo primero que me dijo fue: "Quiero visitar Viñales, hace más de diez años que no voy por allá". Le respondí que solo él podría hacerlo, explicándole que ahora el lugar estaba vedado para los nacionales.

Mi amigo insistió y me aseveró que a lo mejor con un poco de suerte lográbamos pasar la barrera de lo prohibido. Debo confesar que me sentí algo esperanzado, entonces hicimos el viaje. Alquilamos el auto de un vecino y allá nos fuimos.

Tomamos la vieja carretera bien temprano en la mañana. Era un día bonito y valía la pena creer en la buena suerte, pero cuando llegamos el lugar todo fue distinto.

A la entrada de la nueva carretera que lleva al motel nos recibió un custodio. Saludó a mi amigo con una sonrisa al ver sus documentos de visitante foráneo. Al mirar mis papeles de identificación cambió su carácter. Observó a mi acompañante y le dijo: "Usted sí puede entrar, pero el ciudadano, no. Es cubano".

"Yo también soy cubano", le dijo mi compañero de viaje.

El custodio borró su sonrisa de inmediato. Me di cuenta de que las cosas iban a tomar un rumbo malo y dije: "No hay problema, deja que mi amigo llegue al lugar, yo espero aquí".

Ya me disponía a bajar del carro, entonces mi acompañante protestó tomando una determinación solidaria: "Si él no entra, yo tampoco". Yo, apelando a un último recurso, le dije al guardia: "¿Puedo tomar unas fotos del lugar para que mi amigo se las lleve cuando se vaya?"

El uniformado puso rostro de persona complaciente y aceptó. Siempre mi compañJustify Fullero le dejó caer en la mano un billete en señal de agradecimiento.

Hice algunas fotos y ahora las guardo de recuerdo junto a una promesa: No visito más Viñales. Espero que mi juramento no sea eterno. Volveré cuando las cosas cambien y terminen las prohibiciones. Por ahora -igual que los demás cubanos-, sigo llorando en silencio por mi valle.






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MOLINA, EL HÉROE QUE MURIÓ LEJOS ...

Molina, el héroe que murió lejos…

Por Luis Cino

Desde Cuba - Opinion

Cubanet / Noticuba Internacional


A inicios de los 60, casi 40 años antes del caso de la Red Avispa, el gobierno cubano orquestó una estrepitosa campaña por la liberación de un cubano preso en los Estados Unidos.

“Libertad para Molina” era la consigna que se repetía insistentemente. No se sabía a ciencia cierta quién era Molina ni cómo había ido a parar a New York. Nadie se preguntaba por qué, si tanto amaba a la revolución, no había regresado a Cuba después de enero de 1959.

Acerca de lo que realmente sucedió con Molina, sólo se sabía la versión oficial. Que Francisco Molina era víctima de una maquinación del imperialismo norteamericano contra la revolución cubana. Como hoy en el caso de los Cinco, no eran necesarias muchas explicaciones. Sólo había que repetir la consigna: Libertad para Molina.

El 22 de septiembre de 1960, una reyerta entre exilados cubanos y simpatizantes de Fidel Castro en el restaurante neoyorquino “El Prado” dejó el saldo de una víctima mortal y dos heridos. La muerta era una niña venezolana de nueve años de edad.

Nunca quedó suficientemente aclarado el trágico incidente. El gobierno cubano culpó del hecho a “gusanos pagados por la CIA”. No especificó cuán partidarios eran “los simpatizantes de la revolución”. Los mal pensados los tildaban de agentes del G2.

Uno de ellos era Francisco Molina del Río. La policía neoyorquina lo acusó de ser el autor de los disparos. Había testigos de los sucesos que afirmaban haberlo visto disparando el arma. Lo identificaban fácilmente. A Molina le
faltaba una mano.

El gobierno cubano afirmó que en el proceso declararon testigos falsos y que existieron arreglos con el fiscal. El abogado defensor, Samuel Neuburger, cuyos sus cuantiosos honorarios nadie sabe quién pagó, no pudo probarlo.

El 29 de junio de 1961, Francisco Molina fue condenado a un mínimo de 20 años de prisión, que amenazaban convertirse en una cadena perpetua.

Inmediatamente, un Comité Pro Libertad para Francisco Molina organizó una ruidosa campaña internacional, pero las gestiones más importantes se movieron por debajo del tapete. Paradójicamente, los años de la Administración Kennedy eran un buen momento para esos trajines.

Molina llevaba más de dos años preso en Estados Unidos, sin apelar la sentencia y con la condena en suspenso, cuando el gobierno cubano inesperadamente otorgó clemencia a 24 ciudadanos norteamericanos que estaban encarcelados en Cuba.

El abogado norteamericano James Donovan, experto en tratos secretos con el régimen cubano desde el caso de los prisioneros de la Brigada 2506, voló a La Habana y gestionó el canje.

Los 24 norteamericanos, acompañados por Donovan, viajaron a Miami en un avión fletado por la Cruz Roja.

Molina regresó a La Habana el 23 de abríl de 1963. Lo recibieron como un héroe. Hizo pocas declaraciones. No porque estuviera muy emocionado, que lo estaba, sino porque no lo dejaron hablar mucho. Luego, no se supo más de él. Se sumergió en un anonimato disciplinado y cederista.

La niña muerta resultaba embarazosa. El rostro y el muñón de Molina no eran demasiado fotogénicos para una revolución que vivía sus años dorados y a la que le sobraban héroes.

Dicen que Molina murió lejos y espantado. No tuvo suerte. Con un poco más de paciencia, hoy hubiera sido un protagonista de tribuna y discurso en la batalla de ideas. Quién sabe. Cuentan que prefirió volver al exilio. Dicen que de lejos, el amor crece, incluso por la revolución.



Fonte: CubaNet
http:www.cubanet.org


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Tomado de
http://www.aguadadepasajeros.bravepages.com/historias/urdaneta.htm



Circuito Sur (Data de Fusilados /Asesinada)


Magdalena Urdaneta
Asesinada en Nueva York


Este es otro triste caso en que debido a la prepotencia de un esbirro comunista, gatillo alegre nacido en Cuba, una niña murió.

Data: Corría el día 22 de Septiembre de 1960, ya el Dictador de Cuba y su delegación haciendo uso de la consabida demagogia, se habían movido del sitio donde se encontraban desde su arribo a Nueva York, para el Hotel Teresa ubicado en el barrio de Harlem. El motivo de la visita del Dictador a NY, era para participar en la Asamblea General de las Naciones Unidas (En ese hotel fue donde se dio el abrazo con el tristemente celebre soviético Nikita Kruszchev, sujeto que puso a Cuba al borde de su desaparición como Isla {Crisis de los Cohetes 1962}).

Desde la llegada del Dictador de Cuba a la ciudad de los rascacielos, los cubanos que ya estaban exiliados constantemente le hacían actos de rechazo, y sus simpatizantes, por supuesto que también le hacían manifestaciones, pero pletóricos de un asqueante servilismo. Francisco Molina del Río, alias El Gancho, residente de NY y agente del gobierno comunista de Cuba, era uno de los más abyectos cipayos en esas manifestaciones a favor del Dictador.

Ese día 22 de Septiembre, alrededor de las 2:30 p.m., el testaferro agente comunista Molina el Gancho, en unión de otros simpatizantes del naciente régimen marxista, se hallaban sentados en una de las mesa del restaurante El Prado; otra de las mesas era ocupada por cubanos exiliados, los cuales intercambiaban impresiones sobre los piquetes en contra del Dictador. La tensión en dicho salón se hacia sentir, los comentarios en voz alta proveniente de uno y otro lado, así lo ratificaban. En un instante los ánimos se alteraron, y con las voces entremezcladas de: "Gusanos, comunistas, contra revolucionarios", se formó la trifulca. Empellones, golpes, patadas, el local se había convertido en un pandemonio; de pronto, Francisco Molina del Río, alias El Gancho, sacó con su mano sana una pistola, y sin más hizo varios disparos, de los cuales uno de ellos desdichadamente impactó mortalmente en la niña venezolana de 9 años de edad, Magdalena Urdaneta.

Al siguiente día, Magdalena falleció en un hospital.

En el juicio contra Francisco Molina del Río, aparte de los cubanos exiliados, varios testigos independientes (no cubanos), testificaron que Francisco Molina era el sujeto que había hecho los disparos.

A Francisco Molina del Río, Alias El gancho, lo condenaron a 20 años, pero cuando tenía cumplido dos años en prisión, fue canjeado por negociaciones hechas entre el gobierno marxista de Cuba, y los EE.UU.

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LA CONCERTACION TOTALITARIA

La Concertación Totalitaria.


por Pedro Corzo

Es evidente que fuerzas políticas, algunas de ellas presentes en diferentes gobiernos, tienen una inclinación al control absoluto del poder. El hecho de que las condiciones del mundo moderno no lo hagan posible, o lo dificulten en extremo, no significa que su Utopía, su proyecto ideal de establecer una sociedad de valores absolutos haya declinado. Trabajan para cambiar al mundo, lo hacen con denuedo, mucha voluntad, y lamentablemente a veces tienen éxito.

Pero por supuesto a esa voluntad totalitaria hay que sumar el oportunismo y simpleza de pensamiento y acción de no pocos de los que se les oponen. La oposición al totalitarismo a veces queda por debajo de sus posibilidades. Afectan infinidad de factores: Ambiciones personales, intereses políticos, espíritu sectario, aliados inseguros y la miopía estratégica de la que adolecen algunos dirigentes democráticos.

Ejemplos sobran. Fidel Castro, tiene un control total de la sociedad cubana. Su autoridad es tan intensa y extensa que en muchas ocasiones reflejos de la misma son absorbidos por los que están fuera del país. La capacidad de intimidación del régimen cubano trasciende las fronteras. También su capacidad de premiar, con privilegios o prisiones, es un factor que logra controlar a la mayoría de aquellos que no están de acuerdo con sus propuestas y acciones.

Por décadas, sin importar la situación económica de país ni las condiciones de vida de la ciudadanía, el régimen ha sido prodigo con aliados reales y potenciales. Ha sido capaz de generar una clientela política, de estructurar movimientos afines que en foros internacionales y en gestiones políticas de diferentes países han podido orquestar instrumentos de presión que favorecen al régimen de La Habana.

Si es una realidad que las campañas desestabilizadoras que patrocino Fidel Castro en las décadas de los 60, 70 y 80 fracasaron, también es cierto que esas actividades le proporcionaron contactos y relaciones bien comprometidas con un proceso que favorece el establecimiento de sociedades iguales o similares a la que existe en Cuba.

Un ejemplo de la sobre vivencia de aquellos nexos iniciales fue el Foro de Sau Paulo, que aunque no paso de ser un pálido reflejo de lo que promovía permitió que la caballería antidemocrática y contraria a los valores occidentales corriese por los campos y ciudades latinoamericanas agitando la vieja bandera de cambios a un mundo mas justo, un mundo en el que todos perderíamos derechos y se igualaría la pobreza. Otro experimento fue el Foro Social de Porto Alegre, menos agresivo, pero muy útil en detectar factores que pueden ser usados en actividades más comprometedoras. Ese Foro, interpretando el nuevo discurso, esta impulsando una Coordinadora Andina de Indígenas que podría convertirse en un eficiente instrumento de desestabilización.

Recientemente indígenas de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Perú constituyeron la Primera Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas de América del Sur[1]. La institución fue creada en un congreso que se celebro en Cuzco e hizo acto de presencia por medio de un comunicado llamado “Declaración de Cuzco”. La agenda que promueve la Coordinadora se expresa contra el libre comercio y todos los aspectos que se identifican con la Globalización. También hacen un llamado de solidaridad con los gobiernos de Cuba, Bolivia y Venezuela. Los grupos de indígenas más activos fueron los de Ecuador y Bolivia.

Ese fracaso no causo desconcierto. La mezcla de una ideología de odio con el aderezo de la frustración, envidia y desencanto de muchos no ceso en su cocción. El terror siguió cabalgando. La Habana era la matriz pero los óvulos llegaban de muchas partes. Ya Moscú no pagaba las cuentas, pero los propósitos no desaparecían. Se “inventaba” para procurar fondos. Fundaciones, y generosas organizaciones no gubernamentales que eran sanas vestiduras de malas intenciones se acercarían a corporaciones millonarias, desesperadas por ser confiscadas y ver muertos, o en prisión, a su junta de directores.

El camino parecía más arduo, pero también más plural en eso de buscar recursos. Otra ventaja. No se contraían compromisos, no había una gran potencia detrás que dictase que hacer y como hacer las cosas. El tiempo paso, y hubo un destello de luz que con mucha habilidad capto el totalitarismo cubano. Un ruido de fusiles ametralladores en una vieja aspiración castrista, Venezuela, permitía avizorar el luminoso futuro.

El mayor Hugo Chávez Frías había intentado dar un golpe de estado contra una de las democracias más antigua del continente. El golpe fracaso, pero como la clase gobernante aparentemente no tenia una clara conciencia del peligro siguió jugando con fuego, y le permitió al comandante Chávez participar en actividades políticas. La historia es larga y muy ricas en detalles pero en resumen el desencanto de un amplio sector del pueblo de Venezuela y la falta de visión de los políticos tradicionales permitieron que Chávez asumiese la primera magistratura de la nación en comicios democráticos y pluralista.

En poco tiempo la agenda del presidente Chávez se hizo pública. Promovió un cambio de la Carta Magna, se aproximo al Mar de la Felicidad de Cuba y genero una pugnacidad con la sociedad civil venezolana con el fin de fracturarla y pescar en sus despojos.
El movimiento sindical, la libertad de prensa y el empresariado fueron objetivos destacados. Avanzo hasta establecer un verdadero centralismo democrático: Controla el Poder Judicial, la Asamblea Legislativa, el Poder Electoral y ha logrado crear un empresariado a fin a sus proyectos y una red de medios informativos oficiales que espera sustituir a los acosados medios independientes.

El presidente Chávez asumió como propio el proyecto totalitario. Algunos dicen que era un durmiente. Un compañero de viajes que estaba esperando la oportunidad de salir del closet y participar en la gesta revolucionaria. Su aproximación a Castro es calificada por entendidos en esas cosas de la mente como dependencia sicológica, pero para otros su manifiesta admiración por el dictador insular es una manera de auto declararse heredero del Proyecto de una América cesariana en la que no existan legisladores sino pretores, centuriones que cumplan la voluntad del Caudillo.

Pero más allá de una u otra realidad, sin excluir otras especulaciones, Hugo Chávez para muchos se ha convertido en el principal operativo político del viejo proyecto castrista. Es la espada, como diría Herbert Marcusse, del Zeus caribeño. Después de Chávez el régimen cubano cobro un nuevo aire, al extremo, sin entrar en detalles que no corresponden a este trabajo, que suspendió las tímidas reformas que se había visto obligado a realizar para sobrevivir después del fin de la Utopía Soviética.

Con Chávez se hizo posible despertar los viejos sueños. Se le quito un poco de polvo al viejo discurso antiimperialista. La antiglobalizaciòn se convirtió en punto capital de la nueva estrategia. Las armas, por lo menos en este periodo, conservaron su grasa protectora.

Las formulas desestabilizadoras no son nuevas. En alguna medida reproducían las que habían aplicado los viejos partidos comunistas: manifestaciones populares, huelgas, desacreditar las fuerzas políticas y la identificación de un enemigo nacional. Por otra parte el discurso de la lucha de clase perdía algo de su histórico brillo, pero era hábilmente sustituido por el de la reivindicación indígena.

La asociación Castro- Chávez evidentemente ha resultado exitosa. Este cóctel ha logrado embriagar a sus partidarios en varios países, aunque en unos han tenido más éxitos que otros.

Un ejemplo del éxito es Evo Morales quien gracias a la Concertación Castro- Chávez, dejo de ser un líder local para alcanzar el estrellato en su natal Bolivia. Desestabilizo el país, fue el motor de la caída de más de un gobierno.

Un denominador común entre Fidel Castro, Hugo Chávez y Evo Morales es que son mesiánicos, personas iluminadas y con proyección internacional. Los tres tienen un discurso expansionista y se esfuerzan por crear la imagen de que son objetivos de cualquier patraña internacional.

Morales, tal vez el mas modesto de los tres en eso de ambicionar al mundo dijo “Los movimientos indígenas latinoamericanos estamos avanzando no sólo para liberarnos sino para caminar junto a los otros pueblos y liberarlos. No somos excluyentes ni vengativos, por eso hemos llegado a la presidencia de Bolivia, para resolver los problemas de todos”[2] . Discursos que con textos diferentes y lugares distintos han pronunciado tanto Chávez como Castro.

Morales, aparenta seguir los pasos de sus mentores. Esta tratando de “refundar” al país con una nueva Carta Magna, esta incentivando las diferencias sociales y se opone a gobierno regionales con mayor independencia. Morales es también el promotor de una especie de internacionalismo indigenista. Ha procurado integrar a los movimientos indigenistas de varios países del sur y sobreponer esta integración a la nación misma, es el viejo cuento de que los obreros no tienen Patria y deben conformar una clase internacional que defienda sus intereses.

Otro dirigente providencial es Daniel Ortega que se prepara con su Frente Sandinista a asaltar la primera magistratura de su país una vez más. Nicaragua de asumir Ortega la presidencia seria una lanza de la penetración de la Concertación Totalitaria en toda Centroamérica, una región donde todavía persisten focos desestabilizadores con vasta experiencia en la guerra irregular.

Por supuesto que la Concertación a que nos referimos tiene dioses menores que aun no han tomado el poder pero que están al acecho del mismo.

Ecuador es un objetivo cercano. En ese país se han apreciado problemas de gobernabilidad desde hace varios años. El derrocamiento de Lucio Gutiérrez, 2005, fue un ejemplo directo. En el presente una denominada Juventud Bolivariana Alfarista con su líder Marcelo Larrea aparenta ser la punta de lanza de la Concertación en la patria de Eloy Alfaro.

Tal vez el mejor ejemplo sea el del peruano Ollanta Humala quien al final de una contienda electoral en la que fue fácil apreciar que junto al futuro político del Perú se debatía la capacidad de influencias de la Concertación, modifico sustancialmente su discurso y en cierta medida se distancio del padrinazgo de Hugo Chávez. Pero la realidad es que fue una estrategia, una maniobra que han desmentido sus frecuentes viajes a Bolivia, sus contactos con Caracas y su última visita a La Habana para someterse a una sencilla operación.

Otros dirigentes políticos latinoamericanos como el presidente argentino Néstor Kichner y el mexicano Manuel López Obrador, tienen, según numerosos analistas sus veleidades totalitarias bajo control por la fortaleza institucional de sus respectivos países, que aunque distan mucho de ser perfectas son evidentemente mas sólidas que las de los países anteriormente mencionados.

Lo de Manuel López Obrador en México demanda una especial atención si tenemos en cuenta que anuncio que se recrudecerá la resistencia civil contra el presunto fraude electoral. Esto hace pensar en Evo Morales que provocó un nivel de ingobernabilidad tan grande en su país que derrocó al gobierno de Gonzalo Sánchez de Losada.

La Concertación Totalitaria es una realidad peligrosa porque como decían los castro marxistas cubanos de los 60, las condiciones subjetivas están dadas, pobreza, inseguridad social, etc., y las objetivas están constantes y sonantes en las arcas del presidente Hugo Chávez.

La Cumbre del Mercosur en la ciudad de Córdoba, Argentina, marco un hito en el proyecto de la troica Castro, Morales y Chávez. Este último tiene petrodólares suficientes para convencer a los fundadores del Mercado Común del Sur de la conveniencia de la integración de Cuba y Bolivia y los mandatarios sureños estiman que el bolivariano solo tiene dinero, y no el suficiente talento para ponerles la soga al cuello.

La reunión de la Cumbre de los Pueblos, paralela a la cumbre del Mercosur, demuestra que la troica no tiene ninguna ponderación. Promueven el conflicto social hasta en la casa del huésped. Tanto Castro como Chávez aludieron a lo que algunos llaman el Cordobazo de 1969. El presidente sudamericano llego a decir "En Córdoba nació un nuevo Mercosur: hemos derrotado al ALCA.........con la entrada de Venezuela, el Mercosur tiene la fuente de petróleo más grande del mundo y deben saber ustedes que la prioridad es para los países del bloque regional"[3] Esta es una propuesta expansionista que busca clientes políticos para un proyecto en el que la agenda no incluye el concepto libertad.

El expansionismo castro-chavista es multicolor. Se sostiene en cualquier punto de vista que enfrente la Globalización o cualquier proyecto que promueva los Estados Unidos. También trasciende las fronteras del hemisferio, no para servir de trampolín a las pretensiones de otra gran potencia como hiciera Castro en las Guerras Africanas, sino para generar numerosos puntos de fricción en los que Estados Unidos y sus aliados se vean envueltos. En alguna medida están reeditando el “uno, dos, tres Viet Nam” de Ernesto Guevara.


Pedro Corzo
Periodista y Documentalista Cubano
Director del Instituto de la Memoria Histórica Cubana contra el Totalitarismo


Julio 2006.


1.Tips Revolucionarios.Fuerza Solidaria.Julio20-6wwe.fuerzasolidaria.org
2.14 de junio2006.Segundo Congreso de la Confederacion delos Pueblos Kichwas.Ecuador.
4.BBC.Mundo.Julio22-7

Librepress


Fonte: LiberPress
www.liberpress.com

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VENEZUELA, RUSIA E IRÁN RETAN A ESTADOS UNIDOS. CHÁVEZ, AHMADINEJAD Y PUTIN AL ATAQUE

Venezuela, Rusia e Irán retan a Estados Unidos
Chávez, Ahmadinejad y Putin al ataque

Las metas de Chávez son la alianza con el eje ruso-chino, la comunión con el islamismo radical, vía Irán, la expansión del triángulo revolucionario Venezuela-Cuba-Bolivia y la creación de la Patria Grande

"De nada sirvieron las protestas de Washington a Moscú, realizadas al más alto nivel. Estados Unidos, que siempre descalificó a Chávez y llegó a definirlo ingenuamente como "retórico", jamás creyó que la "alianza estratégica" Rusia-Venezuela llegaría tan lejos".

ALBERTO GARRIDO

ESPECIAL PARA EL UNIVERSAL

Cuando finalice el viaje de Hugo Chávez por Argentina, Belarús, Rusia, Qatar, Malí, Vietnam e Irán habrá quedado, de manera definitiva, trazada la posición de Venezuela en el contexto de la guerra global que comienza a desarrollarse para la construcción del Nuevo Orden Mundial _NOM_ que debe reemplazar al sistema bipolar que durante casi medio siglo le permitió el dominio del planeta a Estados Unidos y a la desaparecida Unión Soviética.
La alianza estratégica multipolar con el pujante eje rusochino, la comunión con el islamismo radical, vía Irán, la expansión del triángulo revolucionario-energético americano entre VenezuelaCuba-Bolivia y la socialización del Mercosur, sumada a la propuesta de formar la Federación de Estados de América del Sur como paso previamente al nacimiento de la Patria Grande de Bolívar, son las metas que se ha trazado Chávez, con el poder energético como motor de su geopolítica.

Rusia y el equilibrio

En noviembre de 2004 Chávez le concedió una entrevista a CNN, en Moscú. En esa oportunidad ya el jefe del Estado venezolano expresó que el balance de su visita a la tierra de Lenin y Putin era muy positivo: "Primero, en lo político, un fortalecimiento de la relación, la alianza estratégica Venezuela-Rusia. Incluso la profundización o la consolidación de una amistad y una línea política con el presidente Vladímir Putin, con su gobierno, con Rusia como un todo".

Chávez explicó el carácter de la relación estratégica. Se trataba de una "nueva etapa, que más que política es geopolítica". El esquema geopolítico fue precisado en la conversación. "Como tú sabes _le dijo al periodista_, Venezuela, la revolución venezolana, apuesta fuerte, juega fuerte por un mundo pluripolar. No queremos para nada la maldición del mundo unipolar. Necesitamos lo que Bolívar llamaba "crear el equilibrio del universo". En lo económico, igual. Un fuerte avance en la relación petrolera", dijo Chávez.

Pero no se trataba solamente del vínculo petrolero. También se negoció con la empresa Russall la inversión de 3 mil millones de dólares para desarrollar un complejo alumínico en Venezuela.

En el actual viaje a Rusia Chávez anunció un acuerdo bilateral para instalar en Venezuela una fábrica de tuberías con el fin de tender el gasoducto del Sur. La fábrica operaría con acero venezolano y tecnología rusa. Gazprom se encargaría de esa tarea. Gazprom es la niña mimada de la economía rusa. La aspiración rusa es la formación de un cartel del gas al estilo OPEP bajo su liderazgo. No está lejos de la realidad. Rusia es dueña de la cuarta parte de la producción mundial de gas. Petróleo, gas, energía nuclear y armas de última generación son la base del poder ruso.

Los nexos estratégicos multipolares con Rusia produjeron la firma de 37 acuerdos y 11 cartas de intención. Pero el más noticioso fue el relacionado con la compra de armas rusas por parte del Gobierno venezolano. Luego del "impasse" con Washington, motivado en la negativa de la Casa Blanca de efectuar el mantenimiento de la flota de F16 venezolana, y del virtual bloqueo armamentista de Estados Unidos a Venezuela (España, Israel, Brasil), Chávez adquirió 100 mil fusiles Kaláshnikov, para sumarlos al antiguo parque de FAL de la FAN y distribuir una parte entre la Guardia Territorial, que debe ser la responsable final de la esperada guerra asimétrica.

De nada sirvieron las protestas de Washington a Moscú, realizadas al más alto nivel. Estados Unidos, que siempre descalificó a Chávez y llegó a definirlo ingenuamente como "retórico", jamás creyó que la "alianza estratégica" RusiaVenezuela llegaría tan lejos.

El polo de Shangai

La Casa Blanca subestimó paralelamente a Rusia, una conducta inexplicable, fundamentalmente porque su secretaria de Estado es especializada en esa materia. Después del desmantelamiento de la Unión Soviética y de la crisis económica que hundió al gran oso del mundo bipolar, Rusia despertó y se propuso reconstruir su antiguo poderío de manera silenciosa. Con ese objetivo estableció una alianza con otra potencia emergente, China. La palanca de Arquímedes fue la Organización de Cooperación de Shangai (OCS), donde participan, además de Rusia y China, gobiernos todavía satelitales de Rusia como Kazajstán, Kirguistán, Tadjikistán y Uzbequistán. La Organización de Shangai se fundó como "quinteto", en 1996, sin China, e incorporó al coloso asiático en 2004, cuando se institucionalizó. En la última cumbre de la Organización, realizada en junio pasado, además de los países miembros actuaron como observadores India, Pakistán, Mongolia e Irán.

La OCS representa a más de una quinta parte de la población mundial y abarca 30 millones de kilómetros cuadrados. Si se añade a los países observadores esa cifra llega a 44% de los habitantes del planeta. De acuerdo con Rafael Poch, "la Organización de Shangai recuerda que el mundo se organiza al margen de Washington" ("El Congreso de Shangai va a más", La Vanguardia, Barcelona, 18-06-06).

Augusto Soto, colaborador del Real Instituto Elcano y ex profesor en la Academia de Kazajstán señala que "si se diese el acceso de Mongolia, India, Irán y Pakistán, la OCS sería un organismo con el que Occidente debería contar seriamente en el futuro" ("Institucionalización y futuro de la Organización de Cooperación de Shangai", ARI, No. 14, 2004).

La meta de China y Rusia, a través de la OCS, es múltiple. En primer lugar, "limpiar" de presencias extrañas los espacios estratégicos correspondientes a la zona de influencia del Grupo. La OCS le exigió a Washington la retirada militar de su "espacio vital". En cuanto a India, pese al acuerdo nuclear con Estados Unidos, que buscaba utilizarlo como contrapeso frente a China, ha reiterado sus lazos de amistad con Rusia. De acuerdo con la agencia de noticias Ria-Novosti, en una encuesta realizada por la empresa "Levada Center" a pedido del Gobierno ruso sobre los gobiernos vecinos, amigos o enemigos de Rusia, encontró que entre los primeros puntea Belarús y siguen Kazajstán, China y la India. El rechazo a Rusia es de Letonia, Georgia, Lituania y Estonia.

La OCS quiere tender un anillo de seguridad en torno a las reservas de hidrocarburos del Caspio. Su gran problema es Afganistán, al cual debe agregarse el neoterrorismo islámico. Ese es el poder de negociación final de Estados Unidos, si sabe utilizarlo.

Las razones por las que Rusia ignoró las peticiones de Washington de que no le vendiera armas a Venezuela son geopolíticas y solamente pueden resolverse en un plano macromultipolar, algo que Washington no acepta. De todas maneras, si esa situación ocurriera, tal como alguna vez se produjo, con Cuba en el medio, durante la crisis de los misiles entre la Unión Soviética y Estados Unidos, ya ese momento sería tarde para cambiar el rumbo de lo que se vivirá en algunos países del continente americano y del mundo musulmán.

Los cazas Su-30, los helicópteros multipropósito y los Kaláshnikov son apenas la punta del iceberg. Rusia se encuentra nuevamente en la geopolítica latinoamericana y mundial.




Fonte: El Universal
http://www.eluniversal.com

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VENEZUELA O EL MOSCÚ DEL SIGLO XXI || ¿ EL BESO DE CHÁVEZ ?

Venezuela o el Moscú del siglo XXI
Por un régimen democrático para Cuba


Por Carlos Alberto Montaner


La secuencia tiene cierta importancia. El 18 y 19 de julio se reunieron en Caracas los representantes de cincuenta partidos comunistas del mundo. Llegaron al país para apoyar el experimento venezolano del señor Hugo Chávez, esa cosa colectivista y autoritaria llamada ''socialismo del siglo XXI'' con la que el teniente coronel quiere conquistar el planeta. Los asistentes se sentían eufóricos. Marx y Lenin, finalmente, habían resucitado. El trauma del derribo del Muro de Berlín y de la desaparición de la URSS había sido superado. El eje Caracas-La Habana había reemplazado a Moscú. Hugo Chávez se perfilaba como la cabeza, o más bien la chequera, del nuevo imperio revolucionario que comenzaba a forjarse.

Un par de días más tarde el señor Hugo Chávez fue a Córdoba, Argentina, a ingresar oficialmente en el MERCOSUR y, de paso, a introducir de contrabando a su padrino y mentor Fidel Castro en la organización. Para que no quedaran dudas de su propósito, su vicecanciller le explicó a la prensa que para ellos el principal objetivo de la presencia venezolana en esa institución era de carácter político. Se proponen colocar al MERCOSUR en la primera línea de batalla contra las democracias occidentales. El MERCOSUR, dentro de sus planes, no es una lonja de comercio ni un ensayo de integración. Es una trinchera. Chávez y Castro se despidieron de Argentina con un número de circo montado en un estadio. Supongo que los otros presidentes deben haberse quedado preocupados, aunque ninguno lo dijo. No parece sensato que la orientación ideológica y el signo de las alianzas y los conflictos latinoamericanos los determinen dos sujetos evidentemente perturbados.

Inmediatamente, Chávez viajó a Bielorrusia, la última dictadura comunista que queda en Europa. Lo recibió Alexander Lukashenko, el líder estalinista de esa nación, y la televisión internacional transmitió la imagen y la voz de un Hugo Chávez risueño que felicitaba al país por no haber cedido ante lo que llamó, con gran deprecio, las ''revoluciones de colores''. Para el militar venezolano la liberación de los pueblos del Este de Europa y la llegada de la democracia a esa región del mundo fue una inconmensurable desgracia. Naturalmente, firmó alianzas estratégicas con el otro dictador y entonaron a dúo una tonadilla antinorteamericana.

Casi sin darse tregua el inquieto venezolano siguió rumbo a Moscú. Ya había comprado cien mil fusiles de asalto. Ahora el proyecto es adquirir varios escuadrones de MiG-29 y docenas de helicópteros. Parece que la bolsa disponible es de $1,000 mil millones, pero pudiera duplicar esa cifra si es necesario. Putin le venderá los aviones y, si el precio es conveniente, hasta la momia de Lenin. Chávez está dispuesto a contar con las mayores fuerzas armadas de América Latina. A los españoles también les ha comprado aviones y naves de guerra. Quiere triplicar los efectivos de Brasil y poner a temblar a los colombianos con un simple gesto. Si Venezuela, bajo su liderazgo, va a ser una potencia mundial, necesita tener un ejército enorme capaz de intimidar a sus adversarios y de admirar a los simpatizantes.

Lo más asombroso de este espectáculo es la indiferencia o la indolencia con que una buena parte de los venezolanos se le enfrenta. Según las encuestas más solventes, las de Alfredo Keller, la inmensa mayoría de los venezolanos no quiere que el país sea arrastrado en esa dirección, pero, simultáneamente, más de la mitad de la sociedad tiene una opinión positiva de su pintoresco presidente. Y, dentro de esa extraña esquizofrenia, los casos más graves son los llamados ''ni-ni'': ese tercio largo e irresponsable de la población que dice no estar ni con el gobierno ni con la oposición, como si en el país se jugara una simple disputa electoral entre dos bandos equivalentes, y no una trágica disyuntiva entre la inevitable catástrofe provocada por un iluminado que cree ser la reencarnación de Bolívar y Marx y la asustada racionalidad de una oposición que advierte inútilmente que la nación va hacia el despeñadero. Tal vez lo de ni-ni es porque no tienen corazón ni cerebro.

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Fonte: El Nuevo Herald
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¿El beso de Chávez?

Por Danilo Arbilla
periodista uruguayo, segundo vicepresidente de la SIP.

Tras el show de Córdoba con el Neomercosur, Chávez se fue de compras por el mundo, necesitado de ''juguetes'' nuevos para su sustento militar y de respaldo para su aspiración a integrar el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Dinero y aspiraciones le sobran, así como en igual medida desborda en iniciativas para promover el cambio y la nueva revolución. Va camino a superar a su ídolo Fidel, ''padre y maestro de todos nosotros'', como le llamó en Argentina. En ese país y en la reunión ambos, por supuesto, se excedieron largamente en sus discursos, violando el reglamento, e introdujeron el tema de ''el imperialismo'', desapareciendo en esta cumbre el tratamiento de los tópicos que tienen que ver con una unión aduanera y un mercado común que fueron, hasta el ingreso de Venezuela, la razón de ser de la asociación.

A Castro le hubiera ido de maravillas si no fuera por lo de Néstor Kirchner, que se atrevió a reiterarle el pedido para que autorizara la salida de Cuba de la médica Hilda Molina, quien desde hace 12 años quiere viajar al país sureño para ver y conocer a sus nietos argentinos. Kirchner probó en carne propia los efectos de la necedad ''progresista'' y Fidel, al igual que lo hace tantas veces el argentino, reaccionó virulentamente con desplantes, amenazas de irse e insultos a periodistas. Se dice que Kirchner, con su pedido, mostró coherencia en su política de defensa de los derechos humanos, pero habrá que ver si insiste y presiona como lo hace con otros asuntos o si sólo fue pour la galerie.

Mientras tanto Chávez apura los cambios. Agotadas las posibilidades de hacerlos en su país, al que ya le cambió el nombre, la constitución y el escudo, ahora avanza sobre el Neomercosur. Una de sus nuevas pretensiones, según circuló entre periodistas y delegados en Córdoba, es cambiar el propio escudo de la asociación, sumándole una nueva estrella a las cuatro que tiene. ''Ahora somos cinco los miembros'', parece que es su argumento y nadie le puede hacer entender que esas cuatro estrellas no están ahí por el número de sus integrantes, sino que se trata de la ``Cruz del Sur''.

Pero es que el comandante venezolano en sus ansias de protagonismo es capaz de acometer contra las galaxias y la armonía del universo y de hasta desplazar a personajes de la Biblia. A Cristo todavía no, pero sí a Judas.

Tras la aparición de un ''nuevo Evangelio'' que rehabilita al apóstol ''traidor'', ha perdido su poder emblemático aquello del ''beso de Judas'' en referencia al gesto que sirvió para identificar a Cristo ante los soldados romanos, y entonces ahora por la región se habla del ''beso de Chávez'' a raíz de cómo les fue a los candidatos que él apoyó en las elecciones de Perú (Ollanta Humala) y de México (Andrés Manuel López Obrador).

La ''maldición'' rondó por Córdoba y bastaba ver la cara seria y de preocupación de Lula cuando Chávez, en su tan extenso como poco medular discurso, se refirió a Brasil. El venezolano reconoció que le han aconsejado no meterse en asuntos de otros países y pareció que no iba a traspasar los límites, pero no pudo con su condición y mirando al brasileño le auguró: ``Vas a ganar''.

Ante las risas de todos su colegas, Lula esbozó una sonrisa, pero al mismo tiempo cruzó los dedos.

Todo parece un chiste; el problema es que es en serio.

Fonte: El Nuevo Herald
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EL ENTERRADOR DE HÉROES

EL ENTERRADOR DE HÉROES



Por Jorge Hernández Fonseca

www.cubalibredigital.com

30 de Julio de 2006

Un artículo prepotente y enano recorre el panorama cubano del exilio. Se trata nada menos que de “Enterrar a Martí”, de Alejandro Armengol. La revolución castrista ha sido fuente de muchos desaciertos, pero ninguno como la terrible degradación ética y moral que lega a la patria del futuro. El artículo de Armengol es una de sus manifestaciones, directo al corazón de la Nación cubana, herida por años de ataques semejantes a los valores simbólicos de la patria.

Martí ha sido objeto de estudio especializado desde hace más de un siglo. Sucesivas generaciones de valiosos intelectuales cubanos –la mayoría de ellos de mayor talento que el de Armengol-- han profundizado en la fecunda obra de Martí. Estudiosos cubanos de izquierda y de derecha han sido unánimes en fundamentar el pedestal que soporta la obra martiana.

Los variados campos que la obra del Apóstol no se limitan a la poesía o la literatura, de las que Armengol habla, si no también abarcan el área política, simbólica, organizativa, ideológica, periodística, diplomática y un largo etcétera, que ha fundamentado el pedestal merecido en que los cubanos lo colocamos y del que Armengol pugna no sólo por bajar, sino por enterrar.

Martí es llamado unánimemente de Apóstol porque fue el único cubano capaz, en el siglo XIX --y en circunstancias muy similares a que Armengol vive actualmente-- de unificar el exilio disperso, direccionándolo hacia la ‘guerra necesaria’ contra el colonialismo. Ese mérito, no emulado hasta hoy por cubano alguno, es suficiente para no enterrar a Martí.

La ideología neo-fidelista y materialista de eliminar los valores espirituales que Armengol abraza, lo lleva a proponer semejante barbaridad. Martí lógicamente que era un hombre de carne y hueso. Estudios especializados en áreas específicas pudieran sin dudas arrojar valoraciones poco halagüeñas de zonas puntuales de su obra, lo que de manera ninguna significarían su entierro, sino más bien, reafirmarían su carácter abarcador e integral.

Sin embargo, la crítica de Armengol, aunque ejemplificada superficialmente, no desmerece al Apóstol en áreas específicas con argumentos incontestables o con estudios irrefutables, como haría un crítico especializado que se respete, si no que más bien critica su imagen integral, de carácter netamente simbólico, y como Castro en tribuna, sugiere ‘genialmente’ enterrarlo.

Subliminarmente, Martí comenzó a ser enterrado por la dictadura cubana. La propuesta de Armengol es una manifestación de eso, consiente o inconscientemente. Solamente un dictador envilecido, ambicioso de gloria y poder, pudo generar la fuerza ideológica que ha hecho metástasis en mentes como la de Armengol, para sugerir --con todas sus letras-- su entierro.

Sin embargo, cada cual es dueño de su intelecto y la polémica que el artículo de Armengol provoca, no necesariamente implica desmeritar al proponente por el único hecho de estar, como diría todo buen cubano, “absolutamente equivocado”.

Martí, más que poeta, escritor, político u organizador, es sobre todo un símbolo. Creo importante decir que vivimos en un mundo simbólico, donde las imágenes do todo tipo, literarias, gráficas, poéticas, políticas, son el sustento de la ideología. La semiótica, ciencia reciente que estudia los íconos, signos y símbolos del mundo real, arroja luz para el papel de hombres como José Martí en la formación equilibrada de valores espirituales en las Naciones.

Enterrar a Martí implica --sobre todo-- eliminar del rico mundo semiótico cubano, el factor espiritual implícito en los aspectos simbólicos que los educadores toman de base para transmitir valores a las nuevas generaciones, asociadas al amor a la patria, a sus signos y símbolos, de los que Martí fue profuso creador, tanto con su ejemplo de vida, como en su prosa y acciones.

No se trata de dejar de profundizar imparcialmente en los valores especializados de las obras del Apóstol, o en sus manifestaciones individuales, valorándolas de manera especializada y dejando sentados sus valores reales. Nada en contra. Se trata de evitar sin embargo que, oportunistas de la pluma, asociados directa o indirectamente a la ideología de la dictadura cubana, desmeriten a Martí en el campo en que la patria lo necesita, los valores simbólicos asociados a las mejores cualidades ciudadanas, éticas y morales de nuestra querida Cuba.

La Nación cubana no es la tierra que el dictador pisa con sus ensangrentadas botas. Es sobre todo, el cúmulo de valores morales, éticos y espirituales que sus próceres legaron a la patria de manera profusa. La palma real no es sólo un árbol que ha hecho de Cuba su hábitat natural, es también el símbolo que nos identifica e asocia a la inigualable naturaleza que Dios nos legó. De igual manera, la bandera no es sólo telas de colores cocidas de una manera específica, es sobre todo el símbolo concreto del valor espiritual y trascendente de la Nación cubana.

Martí, en este contexto, no es sólo el escritor profuso, barroco y mágico que todos los que lo hemos leído conocemos. Tampoco es sólo el poeta que modestamente califica sus versos simples como ‘sencillos’, lo que le otorga el beneficio de la duda en cuanto a sus pretensiones con ellos. Martí no es sólo el patriota que se dispone, sin ser uno de los líderes de la guerra de los 10 años, a unificar las férreas voluntades de ‘generales y doctores’ de la Guerra Grande, hasta concretar y hacer posible la guerra que finalmente nos dio la libertad y la independencia.

Martí es aquella sensibilidad del alma cubana hacia el sentido ético y moral en el manejo personal, social, político e ideológico, que no podrá jamás ser enterrado, por muchos que sean los esfuerzos que la dictadura – y Armengol-- hagan para desaparecerlo del mundo semiótico de la Nación cubana. Por cada Armengol que surja en el panorama de desconsuelo que la dictadura siembra en nuestros corazones, surgirán hombres comprometidos con los valores trascendentes defendidos, sembrados y expuestos de manera brillante y genial por Martí.

Si vale la pena enterrar a alguien a partir de un debate como este, es al dictador que nos oprime e induce a mentes débiles al desprestigio de nuestros mejores hombres, dejando sin embargo a quienes se atreven a cruzar la línea de los valores que debemos inculcar con pasión a las futuras generaciones de cubanos, como un ejemplo de lo que no debe de ser hecho.

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ADIÓS A LA CORTESÍA

Adiós a la cortesía


Liannis Meriño Aguilera

30 de julio de 2006

Holguín, Cuba – www.PayoLibre.com – En los últimos tiempos el régimen cubano se ha ensañado en impartir enseñanzas con fines políticos marcados, pero ha olvidado transmitir la importancia de siempre llevar presentes hábitos de cortesía y educación formal.

Es evidente al observar la poca preparación que tienen los jóvenes cubanos con respecto a estos temas. No es menos cierto que el estado de desesperación en que se encuentran los residentes en la isla, debido a la crítica situación económica que atraviesan, influye, pero es inadmisible que por este motivo se pierdan valores tan importantes de la personalidad, como la solidaridad, el respeto y el amor al prójimo.

Un aspecto tan importante en la comunicación como el saludo ya es sólo un mito. Es usual escuchar a las personas entablando conversaciones con voces extremadamente altas. En los ómnibus, ya ni los ancianos ni las embarazadas tienen el derecho a sentarse, pues la minoría es la que sede a esa posibilidad.

Soy una joven cubana con 22 años. Me encuentro embarazada, entre las 24 y 25 semanas de gestación. Y he sufrido amargas experiencias por el solo hecho de tener una barriga bien grande. Resido en el municipio Banes, donde la transportación es escasa, y sólo hay una oportunidad de viajar en ómnibus destinados a transportar obreros del turismo, popularmente conocidas como las guaguas amarillas, porque todas llevan ese color.

Es triste ver como los trabajadores de forma despectiva he irónica para a los ancianos y embarazadas de los asientos. A otros les molesta que la población sea transportada junto a ellos, ya que opinan tener mejores olores.

Las colas son batallas que no tienen tiempo de paz. Si Homero reviviera se daría cuenta de que su Odisea se quedó atrás. Precisamente este miércoles decidí tomar helado, y cuando llegué a la heladería La Sombrilla, por el solo hecho de tener una barriga inmensa, alrededor de 20 personas me insultaron fuertemente. Sin hablar aun, sólo escuché: “las embarazadas también tienen que hacer la misma cola y lo ordenó el Partido Comunista”.

Alcé la vista y observé un grupo de personas que ocupaba el centro del local donde venden los tickets, y se extendía hasta la mitad de la cuadra. Permanecí dos horas de pie, sin resultado alguno. Ya desfallecida me dirigí al dependiente que me dijo sin piedad: “no voy a venderle a las embarazadas, hagan la cola”, sólo respondí “gracias” y me marché.

Un inmenso dolor me apretó el pecho: parte era hambre y lo otro era vergüenza. Ver como jóvenes iguales que yo hayan olvidado tan fácilmente las normas de cortesía, y peor aun es… que las autoridades municipales no se interesen por implantar el orden y facilitar los servicios a la población.

¿De quien será la culpa? ¿Es que a caso en las escuelas se utiliza la mayoría del tiempo para impartir enseñanzas comunistas y no queda un instante para practicar la educación formal? ¿Será esta una de las causas elementales de que ya una vez en las calles las personas no practiquen las normas de cortesía? ¡O es que el actual gobierno ayuda a hacer eco la frase “sí al comunismo, abajo la cortesía!





CAMPAÑA CUBANA POR LA LIBERTAD DE LOS PRISIONEROS POLÍTICOS
"Acuérdate de los presos como si tú también lo estuvieras".
Hebreos 13-3

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CRÓNICA DE UNA RESPUESTA A UN HIJO

Crónica de una respuesta a un hijo

Pablo Pacheco Ávila

30 de julio de 2006 / PayoLibre

Desde: Prisión de Morón, Ciego de Ávila – 19 de julio de 2006

Esperaba con gran impaciencia, como casi siempre, la visita de mi familia. Ese día, como casi siempre, llegaron algo retrasados debido a lo lejano que se encuentra mi dulce hogar de este presidio. No habían transcurrido 20 minutos, que para nosotros son oro, cuando mi pequeño hijo de 8 añitos me preguntó: "¿Papi, por qué estás preso?

Mi cerebro se comprimió, no por esperada esta pregunta dejó de afectarme.

Gracias a Dios mi conciencia reaccionó con rapidez, ni siquiera me interesó conocer quién se lo había revelado y le contesté: “Hijito de mi corazón, aún eres muy inocente para comprender estas cosas, pero debes saber que la mayoría de los hombres y mujeres que han vivido para una causa que creen justa han sido llevados a prisión desde el hombre de la historia Jesucristo hasta estos tiempos. Para solo citarte algunos cubanos: José Martí, el apóstol, Calixto García, Pablo de la Torriente Brau, incluso el propio Presidente Fidel Castro, Pedro Luis Boitel, Ángel de Fana, Eusebio Peñalver, Maritza Lugo, Martha Beatriz Roque Cabello, Vladimiro Roca, Raúl Rivero, Ricardo González Alfonso, Héctor Maseda, Normando Hernández, Miguel Galbán, Oscar Espinosa Chepe, mi amigo y hermano Pedro Argüelles Morán. En fin hijo, es una lista inmensa". (los que tienen enlace aún se encuentran en prisión)

“Jimmy, lo que necesito hijo es que al menos entiendas que tu padre se debe a su patria y todo, absolutamente todo lo que hace es por amor a Cuba y a su pueblo y a ti te pido que siempre que puedas ayudar al necesitado, lo hagas. Jamás albergues odio en tu corazón ni para aquellos que hoy nos mantienen separados y sobre todas las cosas, ama a Cuba, que ningún sacrificio por ella es grande.”

Mi unigénito me escuchaba con tanta atención que parecía un verdadero hombre en miniatura. Su madre, la Doctora disidente Oleydis García Echemendía trataba de escucharnos, pero el ruido del lugar y lo bajo de la conversación, le hacía imposible oírnos; pero ella sabía la pregunta de nuestro niño y parecía hipnotizada, aunque no logré contarle los pormenores del diálogo padre-hijo.

Antes de terminar la visita le dije a Jimmyto: "Mi corazón, un día comprenderás todo lo que he dicho y vivo con la convicción de que estarás orgulloso de tu padre", pero su rápida reacción hizo salir lágrimas de mis ojos. "Papi, ¿quién dice que yo no vivo orgulloso de ti? Si sólo sueño con ser como tú.

Al partir Ole, Jimmyto y quien me crió, a quien quiero como a un padre, Luisito; sentí un alivio tal en mi conciencia que puedo decir "Soy el hombre mas feliz de la tierra". No tendré que mentirle mas a mi hijo y ese es mi mayor placer como padre y como hombre.
”La corona de los ancianos son sus nietos, el orgullo de los hijos son sus padres.” Proverbios 17:6

Pablo Pacheco Ávila es un Preso Político y de Conciencia de la Causa de los 75, condenado a 20 años de prisión. Ejercía el periodismo libre.



CAMPAÑA CUBANA POR LA LIBERTAD DE LOS PRISIONEROS POLÍTICOS
"Acuérdate de los presos como si tú también lo estuvieras".
Hebreos 13-3
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Síntesis biográfico de Pablo Pacheco Ávila

Edad: 35 años. Nació el 4 de abril de 1970.
Esta casado con la Dra. Oleidys García y tienen un hijo de 6 años.
Licenciado en Cultura Física, desde muy temprana edad se integra a los movimientos contestatarios y de derechos humanos. En 1991 fue condenado a 3 años y 6 meses de prisión por el "delito de propaganda enemiga". En 1998 se integra a la Cooperativa Avileña de Periodistas Independientes (CAPI) afiliada al proyecto Nueva Prensa Cubana. Detenido desde el 18 de marzo tras un minucioso registro en su vivienda donde le ocuparon desde una maquina de escribir, libros de periodismo y hasta las hojas de papel en blanco fue confinado al cuartel de la seguridad del Estado en Ciego de Avila donde permaneció hasta el 4 de abril (precisamente el día de su cumpleaños) en que enfrentó -junto al director de CAPI, Pedro Argüelles Morán- un juicio injusto, ilegal y circense.
Condenado a 20 años, está cumpliendo la sentencia en el Centro Penitenciario Provincial de Agüica en la provincia de Matanzas a 359 kilómetros de donde reside su familia en Pasaje D #205-A e/ 4ta y 5ta Rpto 9 de abril, Ciego de Ávila, Telf.: 011 53 (33) 28 394. El 16 de Agosto fue trasladado a la prisión provincial de Morón, en Ciego de Ávila.

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CON MARTI, ADELANTE

CON MARTI, ADELANTE


Félix Luis Viera *
México, DF
México
Colaboración
La Nueva Cuba
Julio 30, 2006

En su artículo Enterrar a Martí, aparecido en El Nuevo Herald el pasado 24 de julio, Alejandro Armengol anuncia que es el momento de que el Maestro sea bajado de su pedestal ("La Patria es ara, no pedestal", diría el propio Martí) "que sólo sirve de provecho a los arribistas de cualquier tendencia", y propone Armengol que todo quede en que los historiadores sigan analizando el papel de Martí en la fundación de la República Cubana y los críticos valorando sus versos -"algunos brillantes, otros mediocres", asevera Armengol.

<--- Félix Luis Viera








Con toda humildad me sumo a los que piensan que José Martí no escribió sólo "algunos" versos brillantes, sino muchos. Por otra parte, ¿quién, que sea poeta, no habrá escrito "otros" versos mediocres? En el caso de Martí, si pasamos la pinza medianamente al ras, hallamos, por citar un ejemplo, un ripio imperdonable en los "Versos sencillos": Tiene el leopardo su abrigo/ en su monte seco y pardo. Este "monte seco y pardo", nadie lo dudaría, está arrastrado por los pelos -no tiene el menor asidero en lo que sería la "verosimilitud de la imagen"- para hacerlo rimar después con "leopardo", término, por demás, ya citado en los comienzos del verso inicial.

Pero como sugeriría el propio Martí, el Sol no está compuesto sólo de manchas. Y en su caso, en su sol, las manchas son mucho menos que los fulgores. Con esto quizás coincida la mayoría de los que han leído su obra, vasta, abarcadora -que no es lo mismo-, considerada como una de las iniciadoras del modernismo y que tiene, en muchas de sus facetas, logro difícil, la virtud de insertar el asunto patriótico o político en poesía de altos quilates.


Pero bueno, dejemos, como pide Armengol, que sean los críticos quienes sigan hurgando en este camino; mas, siempre que no olviden que existe una mediocridad per se y otra que resulta relativa dentro de la obra de un poeta mayor, como Martí. Sin olvidar, asimismo, tomar en cuenta la suma de su labor editorial y crítica que aún hoy tiene vigencia, ecos, llamados a la conciencia individual y colectiva.

Si el ideario de José Martí se ha convertido en "un catecismo de fácil manipulación, propicio a todos los usos", como afirma el articulista, no será, en mi opinión, porque resulte endeble; más bien se debe, en buena medida, a la habilidad de quienes lo han manipulado y al candor o ignorancia de los destinatarios. Pero en verdad, la obra martiana, en su mayor parte, resulta meridiana en su exposición.

Ahora bien, es cierto, a lo largo del siglo XX cubano, los huesos del Maestro, tomados como bandera, han sido traídos de un lado a otro por éste o aquél lidercillo, por uno que otro aspirante a caudillo, aun por grises poetas combatientes por la emancipación patria. Hasta podríamos culpar a Martí, depende del ángulo desde el cual se mire el asunto, de no pocos crímenes cometidos en su nombre. Pero insistimos: si dejas que te doren la píldora, y aun más, te la tragas, la culpa es tuya.

En su artículo, Armengol cita Nuestra América y alude específicamente a esa sentencia sin dudas desafortunada, medularmente provinciana, de Martí, cuando exhorta a que nuestro vino -el cubano; el vino cubano de entonces, vale aclarar-, si es menester, que sea de plátano, y "si sale agrio ¡es nuestro vino!"

Recuerdo que por allá por la década de 1960 alguien, no precisamente cubano, le enmendó la plana al Apóstol convocando a que nuestro vino, no porque fuese "nuestro", tenía que ser, para siempre, agrio. Otra enmiendita, par de décadas después aproximadamente, abogaba porque la máxima de Martí "Ser cultos para ser libres", debía considerarse en un sentido más amplio: Martí -dictaminaba el enmendador-, al exponer la frase, no quiso referirse sólo a la cultura, digamos, humanística, sino a la cultura en general, incluidas las ciencias, la tecnología, etcétera.

Un aparte: realmente la frase de marras tiene un viso de perogrullada y algunos orígenes en propuestas de otros personajes anteriores a Martí. De cualquier modo, ser culto -que no es lo mismo que ser instruido, creo que vale la aclaración-, sin dudas, enraíza un proyección para ser libre o para luchar por la libertad, pero no otorga la libertad por sí. Ejemplos sobran. Y cercanos.

Volviendo al texto de Armengol, éste, es justo, deja bien claro que aun cuando la citada frase de Martí sobre "nuestro vino agrio" expresada en Nuestra América -"(...) una exclamación lapidaria y funesta", afirma el articulista- ha contribuido al nacionalismo rampante, a la chapucería, a la tontería de sobreestimar a todo trance lo nacional en relación con lo extranjero, también es cierto que no se le debe achacar a Martí "toda la chapucería que se acumula a lo largo de nuestra historia", advierte Armengol. Yo agregaría que no sólo no debe achacársele "toda", sino, tal vez, sólo una brizna. No sería cabal sobredimensionar el efecto de esta sentencia martiana en el surgimiento de la tanta cochambre surgida posteriormente.

Mas, ahora soy yo quien agrega perogrulladas que ya sabemos desde siempre. José Martí -sin dudas, uno de los pioneros de la fundación de la patria cubana-, además de su obra poética y crítica y de su aporte teórico en lo que se refiere a lo político, ha sido, hasta hoy, el más clarividente de nuestros próceres. Tanto es así que aún sus postulados no han sido cumplidos cabalmente. El hombre que, debido a sus ideales independentistas, todavía adolescente sufriera la cárcel y posteriormente el destierro, fue un defensor de una patria "con todos y para el bien de todos", abogó persistentemente porque las minorías fueran incluidas y tomadas en cuenta en el gobierno de la Cuba libre, creó la plataforma para el Partido Revolucionario Cubano (un calificativo inédito en la época), llamó a la "guerra necesaria", la cual argumentó con suma claridad. "La patria es de todos", proclamaría. "No se funda una República, General, como se manda un campamento", le escribiría al Generalísimo Máximo Gómez. "Es preferible el bien de muchos a la opulencia de pocos", sentenciaría. Es decir, José Martí era un demócrata, por lo antes dicho y por el enjuiciamiento que emite en sus artículos cuando valora hechos sociales, movimientos políticos de otras latitudes, en ocasiones muy lejanas de Cuba, sobre todo en lo que a la esencia se refiere.

Para preparar la "guerra necesaria" puso todos sus esfuerzos y recursos en acción y logró lo que parecía imposible: poner de acuerdo, por medio de su poder de persuasión, de su palabra -que en este caso no debieron provenir de "pensamientos en los que lo luminoso de la palabra dificulta encontrar lo efímero de su contenido", como señala Armengol en su texto- a varios generales de la Guerra de los Diez Años, que en alguna medida se habían acaudillado y que, además, mantenían pugnas que parecían insalvables. Esto, fundamental para el inicio de la Guerra de Independencia, debió ser uno de los esfuerzos mayores que llevaría a cabo el Maestro.

Sería discutible afirmar con Armengol que "Parte de la genialidad de Martí radica en agrupar en una sola persona al pensador y al hombre de acción". Martí sí, quizás, sea lo más cercano a un genio que ha dado Cuba. Pero eso de hombre de acción -en el sentido épico del término, claro- no creo que sea posible asegurarlo; tal vez, aun el mismo lo dudaba si nos remitimos a su afán por demostrarlo (¿o demostrárselo) hasta la obsesión casi. En su última carta, dirigida a su amigo Manuel Mercado, un día antes de su muerte, da muestras de su entusiasmo porque "ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi país". Uno hasta puede pensar que más bien, aberración de por medio, se inmoló por la patria, o quién sabe si por hacer ver a los demás (¿y a sí mismo?) que era un hombre de acción, que podía ser también considerado un soldado, un guerrero, no sólo el Delegado o un "general de levita". Caído en combate a los 42 años de edad, tómese en cuenta la obra artística y la labor política de José Martí y es muy probable que coincidamos en que fue un hombre fuera de serie.

"Creo que para los cubanos ha llegado la hora de enterrar a José Martí", sentencia Alejandro Armengol en la primera línea de su artículo. Es demasiado. Más atinado sería, como afirma el articulista a seguidas, bajarlo del pedestal en el que algunos, por propia conveniencia, lo han situado. Pero enterrarlo no. Por el contrario, hay que desenterrarlo, darle aire humano, desacralizarlo, despojarlo de ese lastre de santurrón que algunos le han endilgado, pero siempre deberá estar entre nuestras guías para continuar el avance en pro del porvenir de la Isla. De ninguna manera, como afirma Armengol, "Librarse del apostolado martiano es un gesto de independencia necesaria". Si eso hiciéramos nos quedaríamos cojos, o mancos, o tuertos. "Un país no se fundamenta sobre el ideal exaltado de un poeta" -así concluye el artículo de Alejandro Armengol. Si observamos la poesía, la prosa, pero sobre todo -y esto es lo que más interesa en este caso- las propuestas políticas de José Martí, no creo que sea la "exaltación" uno de sus rasgos sobresalientes. Por el contrario, se advierte el predominio de la reflexión, de la serenidad; aunque éstas provengan de "un poeta".

Quizás José Martí haya sido endiosado por uno y otro rumbo, por uno u otro grupo, y esto haya provocado una especie de delirante retórica pro martiana que, como toda retórica, sólo tiene como resultado, finalmente, el rechazo. Mas, lo que sí sería un error, en mi modesta opinión, es dar comienzo a contrarrestar aquella retórica con una retórica antimartiana, caer en una especie de "teque antiMartí"; desmeritarlo, descuerarlo, rebajarlo en todo lo posible sólo para estar en "onda". Si bien, claro, no es éste el objetivo del texto de Armengol.

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domingo, julio 30, 2006

CREE EL MERCENARIO QUE TODO EL MUNDO LO ES || EL DIA QUE FIDEL CASTRO PERDIÓ LOS ESTRIBOS

Nota del Blogguista.

Ángel Castro, el padre de Fidel Castro aunque existan otros comentarios que solamente las pruebas de ADN dirán si son ciertos o no, se incorporó, según algunos biógrafos, a las fuerzas peninsulares que venían a luchar contra los independentistas cubanos de la Guerra de 1895 en los tiempos de Valeriano Weyler porque una persona de recursos económicos de esa empobrecida región de Galicia donde Ángel vivía, le pagó para que fuera por él a combatir, algo que en aquellos tiempos era una práctica totalmente legal.
Luego en la psiquis enferma de Fidel Castro quizás exista también en el uso y abuso de la palabra MERCENARIO algo relacionado con ese episodio de su padre, que hoy muchos definiríamos como mercenarismo, aunque en mi caso particular, esa palabra no lleva ninguna carga peyorativa . Thomas Jordán, norteamericano quien en la Guerra de los Diez Años tuvo el mando de las tropas mambisas durante un período de esa guerra, peleó por dinero al lado de la causa cubana.

Sobre las paternidades cuestionadas, pueden leer algo en la primera nota del Editor de El Veraz, al final del artículo ¨Castro, el Infiel¨, http://www.elveraz.com/articulo32.htm, de Elizabeth Burgos, exesposa de Regis Debray. En lo relativo a la paternidad de Raúl he oido esa misma observación, pero no relacionado con el general Gilberto Carrillo, sino con un tal Mirabal, otro que llegó a General, pero que en aquellos lejanos tiempos estuvo destacado cerca de la hacienda de los Castros en Birán

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Tomado de El Nuevo Herald.com

Cree el mercenario que todo el mundo lo es


Por Manuel Vázquez Portal


Fidel Castro se ha pasado 47 años hipotecando el destino de Cuba y robando a sus acreedores. Con la subvención soviética se hubiera podido engastar el archipiélago cubano sobre una plataforma de diamantes. Pero ese dinero que recibía del Kremlin no era para desarrollar el país, sino para hacer crecer una ideología espuria en los más recónditos sitios del planeta. No fue más, durante la guerra fría, que un vulgar condotiero de la frustrada expansión comunista.

A cambio de la seguridad, para su poder personal, que le garantizaba su empleador no tuvo reparos en sacrificar miles de vidas en guerras mercenarias, y por descontado, violadoras de la soberanía de otros países. Los huesos de muchos cubanos se fosilizan en las selvas americanas, los desiertos africanos, las lluvias asiáticas como testigos eternos de su crimen.

No tuvo escrúpulos al traicionar una revolución de corte democrático que se sufragó con las finanzas de la burguesía nacional, políticos de la época, apoyo del pueblo cubano mediante la peligrosísima recolección de fondos y la solidaridad de naciones como Estados Unidos, México y Costa Rica, donde líderes de la oposición de entonces recababan ayuda.

Nunca ningún cambio social se ha producido sin apoyo financiero que sostenga la logística necesaria. La empobrecida Cuba actual, cabestreada por una economía controlada por el gobierno que la arruina y envilece, no posee modos de solventar una transición hacia la libertad y la democracia.

El pueblo cubano no es dueño de nada y nada puede aportar a una lucha cada día más necesaria, porque lo magro de sus ingresos, aun con remesas incluidas, apenas si le alcanza para malalimentarse. Sólo la zona más próspera del exilio puede entregar, y entrega sin remilgos ni oscuras pretensiones, la mayor parte de la ayuda a la disidencia interna. ¿Qué tiene de ominoso entonces que se acepte la solidaridad de otros pueblos decididos a socorrer en el momento amargo?

¿No tuvo Estados Unidos la ayuda de Francia y otros países de Europa cuando decidió librarse del yugo colonialista inglés? ¿No tuvieron las naciones del ex campo socialista la ayuda de muchas otras naciones para librarse del dogal totalitario? Toda transformación social requiere del auxilio a los líderes y pueblos dispuestos a realizarla. ¿Qué hay entonces de escandaloso en el proyecto presentado al presidente de los Estados Unidos por la Comisión Para la Asistencia a Una Cuba Libre?

En el mismo proyecto se evidencia con la necesaria diafanidad que la ayuda ofrecida sólo se otorgará en caso de que un gobierno de transición comprometido con la libertad y la democracia lo solicitare, sin que ello empeñe la independencia y soberanía futura de la nación.

¡Ah! ¿Pero dónde es que la cerda tuerce la cola? En la divulgación transparente de los fondos que se dispondrán. Es como si, en una actitud vergonzante cuando no corrupta, se rechazara la transparencia de la información, pero no la ayuda en sí, que con gratitud se recibe a escondidas, siempre y cuando se mantenga en el propicio anonimato. Y ello prueba lo desacostumbrados que estamos a las cuentas claras por más espeso que esté el chocolate. Y de ahí lo controversial que se ha tornado el informe. Controversia que traducida a lo cubano vendría significando: ``Tírame un cabo, mi socio, pero no lo digas, que me embarcas''.

Es como si no entendiéramos todavía que la dictadura cubana no necesita de pruebas para condenar a muerte, encarcelamiento o anulación a quien se oponga a sus designios. Yo estuve en Cuba hasta ayer. Me opuse desembozadamente. Tuve miedo. Pagué con anulación social al principio, con descalificación luego, con cárcel más tarde y con exilio al final. Pero nunca les di el placer de que me hicieran sentir como un apátrida, como un mercenario.

Recibí, sin mendigarla, la poca ayuda que me brindaron quienes en su momento pudieron hacerlo, y nunca lo negué, ni en privado ni a la prensa extranjera. Cuando me arrestaron era más pobre que las ratas que me esperaban en el calabozo. En el registro feroz que hicieran en mi casa no hallaron más que papeles envejecidos y sueños sin estrenar. Creía, y creo firmemente, que todo ciudadano que se revela contra una tiranía y sueña con la libertad es merecedor legítimo de todo el respaldo, moral o financiero, que naciones solidarias estén dispuestas a brindarle, sin que ello signifique coyunda para el porvenir porque quien brinda para que se consiga la libertad no cobra luego con esclavitudes.

Lo verdaderamente asqueante es que se lucre o se aspire lucrar con el dolor de una nación tiranizada. Y el gobierno cubano ha lucrado, lujosamente, durante casi medio siglo de los pagos que ha recibido por rentar los sueños de cuatro generaciones de cubanos que han servido de esclavos, mercenarios o conejillos de Indias en planes económicos descabellados, guerras mercenarias infructuosas y experimentos sociales delirantes.

¿Qué moral tiene la dictadura cubana para hablar de mercenarismo o injerencia cuando aún en la actualidad alquila, privando a su pueblo de ellos, a profesionales de todas las especialidades para que apoyen a saltimbanquis de ferias, con dinero o sin él, que sueñan heredar el legado megalómano castrista y resucitar el socialismo con una especie de palingenesia invocada con vapores de aguardiente pampero y maceraciones de hoja de coca? Para quien fue, y es, mercenario, todo el mundo lo es.
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El día que Fidel Castro perdió los estribos
Por Juan Manuel Cao

Especial para El Nuevo Herald
La antepasada semana, el gobernante Fidel Castro protagonizó un incidente con el reportero miamense Juan Manuel Cao, durante la 30ma. Cumbre de Jefes de Estado del Mercosur, celebrada en Córdoba, Argentina. A una pregunta de Cao sobre la retención en la isla de la neurocirujana Hilda Molina, Castro respondió acusándolo de ser un mercenario y de no ser cubano. El incidente fue ampliamente comentado por la prensa argentina y convirtió a Cao en uno de los focos de interés de la cita presidencial. Molina, una especialista de renombre internacional, lleva años solicitando en vano a las autoridades cubanas un permiso de salida para reunirse con su hijo y nietos en Argentina. El caso ha llegado a conformar un sensible aspecto de las relaciones entre ambas naciones.

Fue una simple pregunta.

¿Por qué no deja salir a la doctora Hilda Molina?

Pudo haber respondido con cualquier evasiva. Pero, frente a un centenar de cámaras, el gobernante cubano Fidel Castro optó por el insulto y la rabieta. Me acusó de mercenario, de estar pagado por ''el impertinente Bush'' y hasta de formar parte de una conspiración para un imaginario atentado. Desde el balcón argentino, como poseído por el inquieto fantasma de Evita, Castro manoteaba colérico. Un periodista cordobés le preguntó asombrado: ``¿Por qué pierde la calma tan fácilmente, comandante?


ROBERTO CANDIA / AP
EL GOBERNANTE cubano, Fidel Castro, comparte un momento en Córdoba con la activista argentina Hebe de Bonafini (Nota del Blogguista: Bonafini declaró su júbilo por la abominable masacre del 9-11 en Nueva York ) --->

Es que no lo conocen. Ese hombre ha vivido perennemente irritado. Es dueño de un humor bilioso que lo obliga a insultar, y a veces a fusilar, a cuanto ser viviente se le interponga. Da igual que sea el presidente de una gran potencia o el de un insignificante país, un crítico poderoso o el infeliz de la esquina. Su cólera divina no distingue proporciones. Tampoco su rencor, su infinita sed de venganza.

Los cubanos lo sabemos bien, pero los argentinos no. Por eso se quedaron boquiabiertos cuando vieron al héroe revolucionario que creían estallar de ira y retorcerse en un espasmo de intolerancia. Se lo tuvieron que llevar antes de que empezara a espumearle la boca. La sucia boca de los largos discursos y las cortas sentencias de muerte. La de difamar con rapidez y excarcelar con lentitud.

Pero no bastó el insulto. Sus escoltas, entrenados para lo peor, se me echaron encima. Logré escapar a duras penas. Pero ya no importaba. Castro seguía discutiendo con mi sombra y en cada nueva pregunta escuchaba mi voz. A un periodista de la televisión argentina le espetó: ``Ya te dije que eres un mercenario, un entrometido''.

El pobre hombre defendía su identidad.

``Yo no soy áquel, yo soy otro''.

Pero el endiablado comandante ya no escuchaba más que el eco de su propia furia.

Luego, las cámaras se voltearon hacia mí, y como dijo un cronista, pasé de entrevistador a entrevistado. Me defendí como pude: no soy un periodista militante, ni siquiera un anticastrista. Me considero un periodista a secas. Un profesional que cree que su trabajo es cuestionar el poder y no aplaudirlo.

''¿Por qué no le preguntas a Bush sobre los crímenes de Posada Carriles en su país?'', le gritó Castro al colega argentino que confundió conmigo en el tumulto.

Se lo he preguntado directamente a Posada, con la misma impertinencia, y a Orlando Bosch, en una entrevista en la que fui tan claro que hasta la publicó el periódico Juventud Rebelde en su edición del 5 de abril pasado.

Y he cuestionado duramente a Bush sobre un montón de temas, y a su hermano y a Otto Reich, en un tirante encontronazo que el régimen ha traducido (siempre sin mi permiso), a varios idiomas.

Trato de no callarme, venga de donde venga la intolerancia y les puedo asegurar que jamás ninguno de mis entrevistados, por molestos que hayan resultado mis cuestionamientos, me ha respondido, como lo hizo Castro, con un insulto personal.

Porque contrario a lo que se pueda creer, contestar es más fácil que preguntar. Rectifico. Evadir las preguntas resulta más fácil de lo que parece. Castro optó por el insulto, porque ésa es su naturaleza y porque no tiene respuestas a las preguntas más elementales que cuestionen su nefasta huella por la historia.

El caso de Molina le explotó en la cara. Ocupó todos los titulares de la prensa y sacó a la luz una trama que yo desconocía cuando lancé la pregunta. Los hechos sucedieron, según los medios argentinos, de la manera siguiente.

El dictador cubano estuvo a punto de ordenar el regreso de su avión a Cuba cuando se enteró de que en tierra le esperaba una carta del presidente Néstor Kirchner solicitando la liberación de la doctora.

La discusión entre el canciller argentino Jorge Taina y su par cubano Felipe Pérez Roque terminó a gritos. Esa primera noche Castro boicoteó la cena de gala y conspiró con Lula, Chávez y Evo Morales, para dejar plantado a Kirchner.

A la cena en el Palacio Ferreira de Córdoba, apenas asistieron Tabaré Vázquez, de Uruguay, la chilena Michelle Bachelet y el paraguayo Nicanor Duarte. El anfitrión tuvo que rellenar con funcionarios de segunda los puestos vacíos de la elegante mesa presidencial.

La primera dama argentina, Cristina Kirchner, volvió a amenazar con irse a Cuba a visitar a las Damas de Blanco, una sugerencia que, según el diario Clarín, había horrorizado a los cubanos.

Las consecuencias prácticas de todo este embrollo se vieron, al día siguiente, cuando al no haber podido tomar la foto oficial en la cena de gala, como estaba previsto, improvisaron una descontrolada sesión fotográfica frente al salón de conferencias de la cumbre.

No había espacio entre las cámaras y los mandatarios. Y algo más. En un hecho inusual, los corresponsales pudimos entrar a un área vedada y que tradicionalmente fue terreno exclusivo de los fotógrafos. De inmediato comenzó el forcejeo entre los periodistas y el personal de seguridad. Se rompió el protocolo y volaron las preguntas.

La compacta masa de cámaras y micrófonos aprisionó a los jefes de estado contra la pared, algunas banderas se cayeron con astas y todo. Los escoltas de Castro, desesperados, empezaron a empujar. Se notaba que nunca habían enfrentado una situación semejante. No sin trabajo, el anciano fue trasladado a la planta superior desde donde se improvisó una tribuna y comenzó a hablar.

Ni siquiera lo pensé, esquivando codazos y empujones, me metí en el tumulto y grité a todo pulmón:

``¿Por qué no permite que la doctora Hilda Molina se reúna con su hijo y con sus nietos?''

Había puesto el dedo en la llaga.

Fue una simple pregunta.
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Tomado de

http://www.3puntos.com/seccion.php3?numero=228&archivo=226not03&seccion=archivo

ARCHIVO / Por MARIANA CANAVESE Y LUIS GRUSS

ENTREVISTA A HEBE DE BONAFINI

SALIRSE DE MADRE



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La presidenta de Madres de Plaza de Mayo sigue fiel a su estilo. Conversar con ella es enfrentarse a un vendaval que no repara en matices. Ataca a Horacio Verbitsky, a Página/12, a los profesores que se fueron de su Universidad y a todo aquel que piense diferente de su celebración del atentado a las Torres Gemelas y el Pentágono.
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"La polémica la armaron ellos -resume la titular de Madres de Plaza de Mayo, sin especificar demasiado-. Nosotras nos quedamos en el molde." Pero, de inmediato, Hebe de Bonafini rompe el molde y arremete como una tromba. Levanta su dedo acusador en varias direcciones, toma distancia de Fidel Castro y no lamenta la dimisión crítica de varios docentes a sus cátedras en la Universidad Popular de las Madres.

Hubo catorce renuncias de profesores en disidencia con su alegría frente a los atentados de septiembre. ¿Se siente molesta?

Para nada. Quiero aclarar, además, que unos cuantos que aparecen en ese grupo, como por ejemplo León Rozitchner, no son docentes permanentes. A lo sumo dejarán de dictar seminarios. Los que sí renunciaron, pero no aquí sino en los medios, son Carlos y Rolando Astarita. Ellos son dos cobardes que trabajan para la UBA, la cual hace rato que pretende cerrar nuestra Universidad.

O sea que no los va a extrañar.

En absoluto. Son sirvientes de los radicales. Los radicales siempre apuntaron muy duro contra las Madres. Nunca les gustó que denunciáramos que golpearon la puerta de los cuarteles o que le dieron intendentes y embajadores a la dictadura. Las boinas blancas no deben ser confundidas con los pañuelos blancos.

Entonces, ¿por qué aceptó a esos docentes en la Universidad?

¿Y eso qué tiene que ver? Acá hay gente de todas las ideas. Pero, insisto, fue en la época de los radicales cuando nos atacaron a mi hija y a mí. Lo mismo pasó cuando abrimos esta Universidad sin permiso y empezaron los ataques de toda índole. Pero esta academia, como la llama Verbitsky, es pluralista. Y en esa comentada reunión hubo gente que dijo una cosa y gente que dijo otra. Lo que pasa es que él después tomó y dijo lo que quiso. Yo creo que Verbitsky es un sirviente de Estados Unidos. Recibe un sueldo de la Fundación Ford y, además de ser judío, es totalmente pro-norteamericano.

Verbitsky reaccionó frente a su celebración pública de los atentados contra las Torres Gemelas. No salió a defender a Bush.

¿Pero qué pretende ese señor? ¿Cómo no me voy a poner contenta de que hayan caído esos hijos de puta alguna vez? Yo creo que aquí el problema soy yo, apuntan a mi cabeza. Los políticos, que son todos una mierda, hace tiempo que me quieren destruir. Página/12 también. Ahora vamos a publicar un cuadernillo con todas las notas nuestras que ese diario no publica. A David Viñas y a Susana Viau tampoco les publican los artículos que escribieron polemizando con Verbitsky. Les dan lugar, eso sí, a las cartas de Astarita. Nosotros trabajamos para la gente y no para un grupito de intelectuales.
En su renuncia Rolando Astarita discute la idea de que la lucha de clases implica la eliminación física del adversario.

No me vengan con esas intelectualizaciones. Yo hablo desde la cocina, desde la calle, desde la Plaza. Estoy luchando desde hace tiempo. Fui a Irak, a Yugoslavia, a mí no me la contaron. Este país está lleno de imperialistas que se dicen marxistas. Y yo digo: o sos imperialista o sos marxista.
Eso se parece a lo que dice Bush: o estás de nuestro lado o sos un terrorista.

Esa comparación no tiene ningún sentido. De un lado están los pueblos y del otro el imperialismo.
Hebe, ¿los 6 mil o más muertos de las Torres son el enemigo?

Esa pregunta es tramposa. En las Torres cayeron los poderosos. Y el poderoso es mi enemigo. Porque es el mismo que mandó matar a mis hijos.

En las Torres murieron oficinistas africanos, argentinos, musulmanes...

¿Y eso qué tiene que ver? Yo no me alegré de las muertes. Cuando me hablan de esto me hacen acordar al chantaje que siempre hicieron con la hijita de Lambruschini. Es lo mismo. Es la teoría de los dos demonios otra vez. Yo no voy a decir lo que ustedes quieren que diga. Pero mantengo mi posición. Es verdad: me alegré y festejé el hecho de que a este capitalismo salvaje que nos destruye le haya tocado alguna vez. Ellos no me dan lástima. Están cagados de miedo, porque los norteamericanos son un pueblo cobarde y vengador.

¿Todos los estadounidenses? Allá también hay intelectuales críticos, marchas contra la guerra, voces disidentes...

Si no es todo, es la gran mayoría. A un pueblo no lo componen Chomsky o Petras. Estados Unidos es el causante de la guerra. Pero, al parecer, nadie lo condena.

Eso no es verdad. La condena es cada vez mayor. No es ése el tema en discusión. La pregunta es si los oprimidos deben utilizar la misma metodología que sus enemigos para liberarse.

¿Pero cómo creen ustedes que se defiende un pueblo? ¿Cómo se hace una revolución?

Los pueblos tienen todo el derecho del mundo a levantarse en armas contra sus opresores.

¿Cómo sabe que los atentados fueron hechos por tal o cual pueblo?

Yo lo que sé es que éste fue un golpe muy grande contra el imperio. Los norteamericanos nos cagaron la vida, bueno, ya era hora de que pagaran.

Los que están pagando en realidad son los pueblos, y el afgano en primer lugar. ¿No cree que la nueva situación mundial favorece esa tendencia regresiva?

No creo. Lo que pasa es que antes todo era muy silencioso y ahora se destapó. Ahora las cosas están claras. La revolución es la única forma de que el pueblo deje de padecer.

Pero ahora todos los que sueñen con revoluciones están en problemas. Estados Unidos tiene la excusa perfecta para acusarlos a todos de terroristas.

Eso no es nuevo. Siempre el imperio se dedicó a sofocar las rebeldías. Pero los pueblos no se resignan.

¿Los pilotos suicidas representan a un pueblo insurrecto?

Sí, a un pueblo que se pudrió de que lo pisoteen. Y Estados Unidos está ahí por el petróleo. Ni siquiera está por Bin Laden. Y ojo: nunca dije que lo aplaudía a Bin Laden. Yo cuando estaba en Cuba dije que estaba contenta por lo que había pasado. Eso es todo.

En Cuba, dicho sea de paso, no piensan lo mismo. Hasta hicieron una marcha masiva contra el terrorismo.

¿Y eso a mí qué me interesa? Yo no pienso lo mismo que Fidel Castro. Él tomó una posición y nosotros otra.

¿Es comparable la actitud de los pilotos suicidas con el proyecto que sostenían sus hijos y la mayoría de los 30 mil desaparecidos que hubo en la Argentina?

No, para nada. Nuestros hijos luchaban por una revolución con el pueblo y para el pueblo. Tenían un proyecto, que era público y no privado, un proyecto que fue derrotado a sangre y fuego. Entonces no los puedo comparar. Son diferentes formas de lucha. Marcos es otra cosa. Los Sin Tierra otra. Y así sucesivamente.

Marcos y los Sin Tierra buscan consenso para sus reclamos. ¿No cree que sus posiciones actuales van en dirección contraria a esa captación de voluntades?

Eso dicen los radicales. Dicen que estamos solas. Nuestro consenso se labra cuando los piqueteros nos llaman para hablar, cuando me llaman de todos lados. Insisto: yo trabajo para la gente y no para los medios. Si los intelectuales no quieren estar, bueno, entonces lo lamento.

¿Todas las Madres comparten su alegría? Un grupo de apoyo de Gualeguaychú, por caso, repudió airadamente sus declaraciones y la invitó a retractarse con un plazo perentorio de siete días.
Los grupos de apoyo no son las Madres. Ese grupo de Gualeguaychú no hace rondas los jueves, saca un diarito... Y, bueno, no lo harán más.

¿No le da pena perder ese respaldo?

Lo que me da pena es la gente incapaz de sostener una ideología. Los grupos de apoyo van y vienen. Los profesores que renunciaron a la Universidad ya fueron reemplazados.

Lo mismo podría decirse de los supuestos capitalistas muertos en las Torres. Ya fueron suplantados. Así que aun viendo las cosas desde su punto de vista, la venganza implícita en los atentados resultó inútil.

No pongan en mi boca la palabra venganza. Acá no se trata de algo personal. Si no, las Madres ya habríamos salido a matar a Videla en vez de luchar como lo vinimos haciendo durante los últimos 24 años.

Y con eso no están de acuerdo.

Obviamente que no. Pero, vayamos más al fondo, ¿acaso ustedes se preocuparon cuando vaciaron mi casa y se la tomaron conmigo y con mi hija? No, ustedes vienen ahora porque hay polémica, porque con eso la revista vende. Y acá se termina la entrevista. Ya dije todo lo que tengo que decir.






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HIJA DE RAUL CASTRO REFUTA QUE HAYA EXISTIDO EN CUBA PERSECUCION ALGUNA CONTRA LOS HOMOSEXUALES DESPUES DE LOS PRIMEROS AÑOS DE LA DECADA DEL SESENTA

LA MALA MEMORIA DEL REGIMEN ES PROVERBIAL

HIJA DE RAUL CASTRO REFUTA QUE HAYA EXISTIDO EN CUBA PERSECUCION ALGUNA CONTRA LOS HOMOSEXUALES DESPUES DE LOS PRIMEROS AÑOS DE LA DECADA DEL SESENTA

Máximo Tomás
Dept. de Investigaciones
La Nueva Cuba
Julio 29, 2006




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Mariela Castro nunca ha leído los acuerdos del Segundo Congreso de Educación y Cultura (1971)
que desataran intensas olas represivas y costaran empleos y negación de acceso a carreras universitarias a miles de cubanos en la década de los años setenta o las deportaciones forzosas de los 80 cuando el Mariel
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En lo que ha sido tradición del régimen cubano, la maquinaria mediática de propaganda de la policía política cubana continúa afanada, persistente, incansable en reciclar y reconstruir la historia de Cuba y del mundo.

Estas facetas del castrismo son ecos copiados al carbón de Rebelión en La Granja del escritor británico George Orwell. El que hoy se levanten en Cuba estatuas a parias musicales del pasado -como los Beatles- se llame accidente a una masacre -la del Remolcador 13 de Marzo- y que se lleven a cabo homenajes a intelectuales que murieron en el ostracismo y el acoso a nadie que sigue los asuntos cubano llama a engaño ni sorprende.

Mariela Castro Espín, directora del Centro Nacional de Educación Sexual --->

Otro buen ejemplo de ese reciclaje oportuno e inmoral de la historia tuvo lugar durante la Conferencia Internacional de Derechos Humanos de Gays, Lesbianas, Bisexuales y Transgéneros que se realizó en Montreal, Canadá, como preámbulo a las olimpiadas gay, denominadas Outgames. Al evento asistió una delegación del régimen, sobre lo cual La Nueva Cuba había informado previamente.

En este contexto, no dejó de llamar la atención la presencia de la delegación cubana representada por la sobrina de Fidel Castro, Mariela Castro Espín (hija de Raúl Castro Ruz, el segundo hombre en importancia en el gobierno de la isla), directora del Centro Nacional de Educación Sexual, quien expuso el trabajo desarrollado en favor de las personas transexuales de su país.

La pregunta era inevitable, pero Mariela salió de inmediato al paso: "no hay represión a los homosexuales en Cuba, lo que existe es una reacción sociocultural como la hay en otros países". Según su dicho, el Partido Comunista Cubano (PCC) reconoció como un error la persecución realizada en los años 60 contra esas personas población y la disposición de no aceptar a los homosexuales en puestos directivos del partido y del gobierno que se dio una década después. Sin embargo tal reconocimiento nunca se ha hecho público.

Tampoco Mariela Castro parece haber leído jamás los acuerdos del Segundo Congreso de Educación y Cultura (1971), que desataran intensas olas represivas y costara empleos y negación de acceso a carreras universitarias a miles de cubanos en la década de los años setenta. Muchos no tuvieron otra alternativa que ir a la agricultura porque al mismo tiempo impusieron la ley contra la vagancia e instituyeron el "estado peligroso" o la "peligrosidad preventiva", que permitía a las autoridades enviar a sus víctimas sin encausamiento, o juicio a trabajos forzosos en el campo. Por supuesto que borrada de la memoria histórica quedaron las deportaciones forzadas de millares de homosexuales y lesbianas en 1980 durante el éxodo masivo del Mariel y el cómo autorizaron a quienes se declaraban homosexuales -aunque no fuese ello cierto- el permiso de salida del país, ya que declarar esa condición les hacía automáticamente indeseables en la sociedad castrista.

Sobre los decretos fascistas del Segundo Congreso de Eduación y Cultura (1971) sólo puede decirse que de facto siguen en vigencia ya que el régimen jamás los ha abolido, al menos oficialmente. Estos decretos no sólo estaban dirigidos contra los homosexuales, sino igualmente contra los "diversionismos ideológicos". Muchos profesionales e intelectuales cubanos fueron perseguidos en cumplimiento de esos decretos. Sin embargo, tal rectificación nunca fue pública, se trató de una "cuestión interna", respondió la hija de Raúl Castro en referencia a las persecuciones de la década de los años 60. Pero según ella la nomenklatura cubana ahora está de acuerdo en que no se pueden cometer los mismos errores, añadió. El por qué nunca se haya hecho una "recitificación pública" ni el régimen admitiera sus injusticias, jamás fue aclarado por la hija del sucesor designado por Fidel Castro.

Por supuesto que los periodistas presentes totalmente desinformados por la maquinaria de propaganda mejor financiada del planeta carecían de la información suficiente, ni nadie se atrevió a mencionar el nombre de Reynaldo Arenas u hechos posteriores que pueden atestiguar que las persecuciones contra los homosexuales cubanos no se limitaron a unos años de la década del sesenta como el régimen pretende hoy recostruir la historia y que aún hoy persisten de manera más veladas, no sólo contra las preferencias sexuales, sino contra toda disención o cuestionamiento a la dictadura.



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